Tercera Parte (1)
El día es placentero, el día tiene un sol muy agradable que siempre me ha gustado, y aparentemente ha sido así desde que tengo tan solo pocos meses.
Soltaba risillas muy alegres mirando el cielo claro mientras ULA caminaba conmigo en brazos, mis manitas trataban de alcanzar el azul paraíso sobre nuestras cabezas como si solo estuviera a unos pocos metros.
Han sido unos tres semanas desde nuestro encuentro cercano con los centinelas, y las cosas han ido bien, hemos encontrado caminos fáciles a lo largo de esta porción del estado, que todavía no se cual es luego de tantos años.
Las ciudades que pasamos eran todas iguales a las anteriores, grandes bloques de destrucción llenas de huesos, casquillos, polvo y otras cosas...
No nos habíamos encontrado con humanos otra vez, al menos no cara a cara, casi siempre los veíamos a la distancia y cuando nos queríamos acercar, se alejaban antes de vernos o eran... Brutalmente asesinados por los centinelas.
No sabíamos que tan lejos o que tan cerca estábamos de ese santuario de humanos que nos salvarían, pero ULA seguía moviéndose, a paso firme.
Pero ese paso firme traía una consecuencia... Se le acaban las baterías y necesita unas nuevas de forma más que urgente, si no, lo que pasaría era evidente.
La mayoría de robots por los que pasábamos tenían baterías vacías, oxidadas o simplemente no aplicables a el modelo de ULA, pero tenía una idea para conseguirlas, o al menos un protocolo que guiaba a alternativas en su procesador.
Si llegaba a un hospital, habrían altas posibilidades de encontrar más unidades médicas del mismo modelo que ULA, y además podrían haber más medicamentos y comida para mí, es decir que sería una situación altamente beneficiosa para ambas.
Aunque, esto significaba una gran cantidad de riesgo también.
Fuimos suertudas la primera vez que entramos a un hospital y no encontramos centinelas, pero esos robots se concentraban en lugares en que ellos sabían podían encontrar grupos de humanos: Hospitales, centros comerciales, mercados, estadios, poliedros, grandes edificios y muchos otros.
Los centinelas revisarían donde fuera que se reúnan los humanos, así que... Teníamos un radio de éxito del 50%.
Pero eso bastaba.
Caminamos por una carretera a la entrada de un pueblo pequeño, una comunidad de granjeros al parecer, al menos eso decía el letrero.
"Bienvenidos a Saint Claire, comunidad granjera desde 1928"
"Población de 3.900 habitantes"
"¡Disfrute de su estadía, y no olvide comprar de nuestro gran mercado de hortalizas!"
Parece ser que en algún momento este lugar fue muy armonioso, pero ahora... era un lugar inhóspito, pero el sol claro al menos le traía una buena vibra en su solitud, puede ser, solo puede ser que encontremos algo bueno aquí.
ULA apresuró el paso hacia donde su sistema de localización de hospitales le guiaba, y si fuimos muy afortunados al encontrar un pequeño hospital muy modesto en el centro del pueblo, justo frente a lo que parecía ser una estación de policía.
Había una señal escrita frente a ese hospital que decía en letras negras "Entren, tenemos comida, agua, medicina y armas"
Eso era tanto una mala señal como una buena señal, buena porque las probabilidades de tener más recursos eran mayores, pero también era la posibilidad de encontrar centinelas expectantes.
ULA evaluó la situación y me miró, y tomó una rápida decisión, tomó una lata que había en el piso de una marca de refresco muy famosa, y con todas sus fuerzas la tiró dentro del hospital, rápidamente se ocultó detrás de unos autos y me tapó la boca con cuidado de no ahogarme.
Esperamos por unos segundos, y no escuchamos nada, ULA tomó eso como una señal de salir y adentrarse a las profundidades del hospital abandonado, las luces apagadas daban muy poca visibilidad así que ULA debió encender su linterna, primera parada: Zona de Mantenimiento Robótico.
La caminata fue corta, y juntas logramos llegar a la zona de mantenimiento... Santo grial.
Estaba todo absolutamente lleno de partes robóticas para ULA; Baterias, miembros, sistemas internos, CPU, cables, ¡Casi de todo!
ULA no malgastó ni un segundo antes de empezar a repararse a sí misma de pies a cabeza con partes nuevas y claro está, una batería recién salida de la caja, parecía sacada de fábrica.
Pero en ese momento, ULA encontró algo que no pensaba encontrar... Era una caja de voz, algo que los nuevos modelos adquirieron pocos meses antes de que empezara el ataque de las máquinas a los robots.
ULA no era un modelo particularmente nuevo, pero se supone que esa debería funcionar... Quien sabe, podría ser de utilidad. Tomó la caja de voz y de forma cuidadosa empezó a conectar los cables a los puertos en su cuello, todo mientras yo me reía con un pequeño tornillo en el suelo, ULA estaba al pendiente de que no me lo tragara.
Por último conecto el puerto de energía a la caja, y esta emitió un pequeño ruido como el de las computadoras al encenderse, antes de que esta se iniciara por completo.
-Calibración requerida- Esa era la nueva voz de ULA... Era demasiado grave, parecía de ultratumba –Uno, dos, uno, dos- Por cada palabra que salía de esa caja la voz se regularizaba hasta alcanzar un tono más acorde, una voz suave y femenina, muy baja para no atraer atención innecesaria o aturdir a los bebes como yo.
Yo miré a ULA y solté más risillas infantiles, alcanzado con cuidado hacia ella mientras la robot de acerco.
-Hola Lullaby- Ella dijo antes de levantarme con sumo cuidado como siempre –Ahora tengo voz, espero sea de tu agrado-
Supongo que mi nueva risa contestó su pregunta ya que solo asintió con cuidado antes de levantarme de nuevo. Caminamos hacia la zona de cuidados maternales para tomar mis medicinas.
Pero... Escuchamos todo lo que no queríamos escuchar.
Esos mismos sonidos, los de los centinelas, era uno pero estaba muy cerca, sus pisadas metálicas hacían un eco enorme a lo largo del hospital humilde, al igual que esos sonidos mecánicos que usaba para comunicarse con el resto.
ULA estaba entrando en un estado que para nosotros sería pánico, sus sistemas estaba entrando en emergencia y de nuevo estaba redirigiendo su energía hacia sus piernas, yo solo miraba alrededor antes de soltar un.
-Achoo- Estornudé, y el centinela no tardó en darse cuenta, ULA corrió en ese momento con todas sus fuerzas pero el centinela no tardó más de tres segundos en pisarnos los talones.
Esos ruidos eran tan fuertes, tan agudos y penetrantes que incluso hoy, ya tantos años después... Aun los recuerdo, eran incesantes, y claro que me hicieron llorar a todo pulmón.
Seguimos corriendo, ULA trataba de lanzar cosas en el camino del centinela para poder apartarlo o al menos ralentizarlo un poco, pero nada funcionaba, con esa enrome espiga en su brazo cortaba u apartaba todo como si no fuera nada.
Cinco metros, tres metros, un metro... Dios, estaba tan cerca. Pero con un rápido movimiento a la izquierda ULA logró esquivarlo y este se deslizó un poco cuando se fue de largo, ULA subió por las escaleras a toda velocidad esquivando un par de cajas que estaban en medio además de un cuerpo descompuesto.
Al terminar de subir los escalones rápidamente ULA se dirigió al cuarto más cercano, no sin antes mirar hacia atrás... Grave error, ya que eso no solo le dio tiempo al centinela de vernos, si no que dio... Mucho miedo.
ULA abrió la puerta y nos encerró adentro, soltándome lo más rápido que pudo y la bolsa para poder hacer una barricada improvisada con una estantería de metal y la cama de la habitación, pero ese Centinela abrió con mucha fuerza la puerta de metal con esa gran espina, ULA empujó para no dejarlo entrar usando todas sus fuerzas, ahora ligeramente mayores gracias a sus recientes reparaciones, pero claramente, no era nada en contra de ese centinela.
Mi ángel guardián no podría aguantar por mucho, usaba toda su potencia y unos cables se salieron de lugar en su empuje. ULA me miró mientras yo lloraba por el escándalo, pataleando y balbuceando por su ayuda y consuelo... Eso encendió una mecha, ULA empezó a empujar con mucha más fuerza, sus partes recién adquiridas nunca fueron diseñadas para aguantar tanto esfuerzo, pero aun así le daba con todo, empujando más y más.
Incluso si me daba un poco más de tiempo... Ella empujaría.
ULA dio otro empujón pero el centinela de un gran azote logró abrir la puerta arrojándola a ella y al resto de las cosas hacia atrás, varias cosas filosas como bisturíes, jeringas y agujas pasaron cerca de mí a meros centímetros de mi cuerpo pequeño y frágil.
La robot se estrelló contra el muro y lo agrietó ligeramente al impactar, bajando lentamente mientras el centinela se acercó a mí, subiendo su estaquilla listo para rebanarme, empalarme, degollarme o quizás hasta triturarme... El fin estaba ten cerca.
... Pero tan lejos.
Una serie de disparos se oyreon detrás de nostros y hicieron que el Centinela volteara.
-¡Pero qué has fallado el tiro!- Se escuchó una voz femenina obviamente enrabietada hacia quien sea le había hablado.
-¡Dispárale!- Otra voz pero masculina contestó y empezó otra balacera hacia el centinela que hábilmente trató de esquivar, pero fue recibido bala tras bala mientras su armadura se abollaba.
ULA me tomó en brazos y rápidamente me cubrió de toda bala que pudiera o no acercarse.
-¡Apuñálale!- ¿Suena estúpido verdad, apuñalar a una se esas cosas?
Pero mientras la lluvia de balos se detuvo, también lo hizo el centinela y sus movimientos. Al caer, se notó un cuchillo en su pecho del lado derecho más específicamente, un poco más arriba de donde el corazón de un humano debería encontrarse.
El centinela empezó a hacer una serie de movimientos que podrían relacionarse a una convulsión, antes de que una de las figuras le diera una serie de disparos a la cabeza, toda una ronda de balas para que el centinela se detuviera.
-¿Pasó algo malo, eh?- La voz masculina preguntó con un tono de "te lo dije", luego se escuchó un golpe suave -¡Ow!-
-Pero si no te he dado fuerte- La voz femenina contestó antes de que se diera cuenta de mis lloriqueos incesantes, soltando un sonido de duda -¿Huh, oyes eso?-
ULA alzó la mirada y ambos se quedaron perplejos al ver a un robot sosteniendo a una niña de forma tan protectora, pero eso un duró mucho, ya que ambos apuntaron sus armas hacia ella en un instante.
-Pensaba que las unidades médicas estaban desactivadas ¿No?- La chica preguntó, ahora podía ver su apariencia mejor, alta pero no mucho, pelo castaño, buena figura supongo, poco rellena, eso era todo, además de su ropa que consistía en una chaqueta negra de invierno, jeans un tanto rasgados, zapatos Converse grises además de un pasamontañas.
-Eso fue lo que dijo Eduardo- El otro era más bajo que la chica... Mucho más bajo, y de piel morena con pelo negro relativamente corto, usaba una camiseta blanca, pantalones negros y botas militares que parecía usarlas solo para parecer un poco más alto, además de que tenía encima un chaleco antibalas -¿Crees que se equivocó? Con lo pendejo que es-
Y la chica le dio otro golpe.
-¡No seas capullo! Que sabes que Edu nos ha ayudado mucho- La chica dijo antes de empezar a apretar el gatillo de su arma, un rifle de asalto corto M16 -¿Pero qué hace este robot sosteniendo un bebé? ¿No debería haberlo matado?-
-Capaz los interrumpimos en el acto, como aquella no- El chico no pudo terminar antes de recibir otro golpe, la chica ahora roja cual tomate.
-¡Calla Tom!-
-¡Pero si nadie nos está escuchando Aida!- El chico preguntó mientras su, evidente, pareja bufaba fuertemente, solo sacudiendo la cabeza.
-Solo... Vámonos de acá ¿Si? Dispárale- Tom asintió antes de apuntar el arma hacia ULA, pero ella levantó la mano.
-Esperen- Dijo en una voz monótona, ambos se quedaron perplejos al momento en que la robot contestó.
-... Amor dime que esta cosa no acaba de contestar- Tom dijo aun apuntando su arma hacia ULA, la chica Aida solo pudo tragar saliva.
-Creo que si...-
ULA solo me levantó con cuidado y me ofreció a ambos.
-Como unidad médica, es mi responsabilidad darle esta bebé a la persona adulta más cercana, en caso de no poder encontrar a sus guardianes respectivos, la he cuidado con todo lo que se me ha sido posible reunir, lo cual está en esa bolsa- Apuntó a la bolsa donde tenía mi comida, medicinas, y uno que otro pañal. –Por favor, tómenla, su nombre es Lullaby-
Tom no se mostraba muy confiado de las palabras de ULA, mientras Aida se mostraba con una cara llena de piedad y algo de tristeza.
-Es una trampa, y lo sabes ¿Verdad Aida?- Tom dijo mientras miraba a su enamorada y su cara de perdida, y Tom sabía esa mirada –Aida no-
-Aida si- La chica contestó –Tommy mírala, es una bebé ¡No la podemos dejar así nomás!-
-Aida me tienes hasta las pelotas con esto, hiciste lo mismo con el perro ese- Tom contestó un tanto molesto.
-Para tu información, se llama Raspberry y es una cachorrita, y esto es completamente diferente ¡Es una humana, y somos probablemente los últimos humanos en todo el mundo!-
-¡Y la tiene un robot! ¿Qué si es una trampa y es....? ¡¿Una bebé robot?!-
-... Amor, te amo y lo sabes, pero... ¡¿Acaso eres gilipollas o qué?!- Aida ahora estaba roja, pero de la ira, tanto que incluso ULA fue tomada por sorpresa, y yo por cierto, no dejaba de llorar aún.
-Okay bueno es una idea tonta pero Aida, es demasiado sospechoso- Tom dijo –Y nos hemos tardado mucho, deben venir más centinelas hacia acá, solo volvamos por favor-
-No sin la bebé Tom- Aida dijo, y firme en su palabra, Tom se mostraba molesto hacia ella y no dudaba en mostrarlo.
-No es una trampa- ULA dijo y ambos le miraron una vez más. –Mis sistemas no son óptimos, mi antena principal está irreparable y mi conexión a la red principal está arruinada, pueden llevarse a Lullaby con seguridad-
Los dos se le quedaron mirando antes de que Tom suspirara, pero Aida parece tener una idea en ese momento.
-¿Y si la llevamos con Emma para que la revise?-
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