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El reloj marcaba las doce del medio día, y Jimin aun seguía aferrándose al cuerpo de su alfa, soltando leves gruñidos cuando YoonGi intentaba ponerse de pie, había pasado tanto tiempo desde que sintió a Min, que ahora luego de vencer su orgullo no pensaba alejarse de él.

Además de que YoonGi tampoco intentaba alejarse de Jimin, todo en él se sentía feliz, pleno y lleno de una hermosa sensación en su pecho desde que Jimin cruzó la puerta de su hogar.

No podía dejar de verle, de apreciarlo, sus regordetes y rojos labios, sus mejillas algo sonrosadas, sus ojos aunque estuviesen cerrados eran hermosos, su cabello brillante, incluso los suaves ronquidos de Jimin eran adorables para YoonGi, su alfa se sentía emocionado, al fin podría cumplir su papel como tal, cuidando de Jimin.

Jimin seguía soltando feromonas incluso dormido, intentando marcar a YoonGi con su aroma, a la vez que se dejaba consentir por YoonGi.

La luz del día, se colaba por la ventana provocando que Jimin comenzara a abrir los ojos luego de una larga y tranquila noche.

Pese a que durmió entre los brazos de su alfa, no había sido besado, o tocado por el, cosa que lo entristecía, su omega deseaba sentir a su alfa hacerlo suyo, y por otra parte Jimin adoraba lo caballeroso y amoroso que resulto ser ese alfa desconocido, pues no había hecho otra cosa que darle cariñitos en la espalda, y dejar castos besos en su cabello.

—Tengo hambre. —Murmuro Jimin, a la vez que se aferraba al cuerpo de Min, escondiendo su cabeza en el cuello de YoonGi, deleitándose con su aroma.

—Si voy por comida, ¿Esta vez no escaparas? —Bromeo YoonGi, mientras descobijaba ambos cuerpos.

—Creo que esta vez no podría escapar, me tienes. —Jimin confeso, sintiendo sus mejillas sonrojarse y su corazón acelerarse al ver la sonrisa disimulada que soltó YoonGi.

Incluso su omega sintió la felicidad de YoonGi al escuchar esas palabras.

—Entonces no debiste escapar la primera vez. —Murmuro, intentando ponerse de pie y fallando en el intento.

—Me pagaste por sexo, luego me marcaste, es justo que escapara, hiciste algo muy estúpido. —Contesto Jimin, abrazando a YoonGi con sus piernas, juntando su frente con la de YoonGi, sonriéndole coqueto. —¿Señor Min YoonGi quiere contratar mis servicios otra vez?

—¡Idiota, como te atreves! ~... —La puerta fue abierta bruscamente dejando ver a una chica de cabellos oscuros, una piel bastante pálida, y un increíble parecido con YoonGi. —A... no asistir... al trabajo. —Termino, entre tartamudeos mientras observaba curiosa aquella escena frente a sus ojos.

YoonGi observo atónito a su hermana menor, a la vez que sentía sus mejillas sonrojarse, tal adolecente siendo atrapado mientras tiene sexo en casa de sus padres.

—Estoy ocupado. —Respondió luego de varios segundos en silencio, para después arrojar una almohada hacia su entrometida hermana.

—¿Es él? —Indagó la chica, observando a Jimin, quien no se inmutaba a soltar a YoonGi.

—¿Soy yo? —Indagó de igual forma Jimin, observando el sonrojado rostro de su alfa.

—Es él. —Respondió YoonGi, observando a su hermana, para luego tomar las mejillas de Jimin, observándolo detenidamente manteniendo una sonrisa. —Eres tu.

—Puedes tomarte unos días, le diré a los directivos que tienes asuntos personales por resolver. —Explicó rápidamente dándose media vuelta. —Por cierto es mas lindo de lo que decías. —Sonrió antes de salir de la habitación.

YoonJi sonrió sintiéndose feliz por su hermano quien no paraba de hablar de cierto omega que dejo en suiza, y era jodidamente hermoso, tierno y sexy a la vez, que derramaba encanto, y que era suyo.

Recuerda con exactitud como se iluminaba el rostro de YoonGi al hablar de su omega, sin embargo cuando ella preguntaba por que Jimin no estaba, YoonGi solo gruñía cambiando su rostro por uno mas apagado y soltando un simple.

"Él vendrá pronto".

YoonJi sonrió, una última vez antes de salir de casa de su hermano.

—No es estúpido Jimin, es amor. —Confeso YoonGi, volviendo a lo que Jimin decía antes de que su hermana les interrumpiera. —Vamos a desayunar.

El aroma de Jimin cambio por uno de alegría y emoción.

¿A caso le estaba confesando sus sentimientos?

¿Desde cuando Min YoonGi se había sentido atraído por Jimin?

¿No fue en un arranque de lujuria?

¿En verdad es amor?

Tenia tantas preguntas, sin embargo calló, manteniendo una gran sonrisa, sus ojos se cerraron al sonreír formando apenas dos medias lunas, y su omega se encontraba brincando y maullando de felicidad.

—Puedo sentirlo. —Hablo YoonGi, poniéndose de pie, mientras buscaba sus pantuflas. —Póntelas. —Sentenció usando su voz de mando, sometiendo al omega de Jimin en un instante.

—Dios, me encanta. —Soltó en apenas un balbuceó entendible para sus oídos.

YoonGi termino de ponerle sus pantuflas a Jimin, tomándolo de la mano a la vez que lo dirigía por la casa hasta la cocina.

Jimin observaba detenidamente la casa y cada una de sus habitaciones mientras caminaba hasta la cocina, dejaba salir su aroma en un intento de llenar la casa con su esencia junto a la de YoonGi.

—¿Qué se te antoja? —Pregunto YoonGi una vez estuvieron en la cocina.

Un color blanco con amarillo adornaba las paredes, junto a los gabinetes color café, dando un toque rustico y hogareño a la casa.

—¿En estos momentos?. —Indagó Jimin, aun siendo sujetado por la mano de YoonGi, sus dedos se encontraban entrelazados, Jimin se sentía cual adolecente enamorado pero YoonGi se sentía como un recién casado.

—Si en estos momentos. —Respondió, soltando la mano de Jimin, abriendo la nevera dejando ver algunas cosas en ella.

—En estos momentos, me apetece un beso, me apetece sentir los labios de mi alfa sobre los míos, me apetece que MI ALFA me haga suyo. —Explicó con voz totalmente embriagada en seducción, haciendo un pequeño puchero al final, abultando sus labios. —Pero quizá panqueques esta bien.

—Mierda Jimin, estas provocándome...

—¿Lo estoy haciendo?. —Interrumpió Jimin, a la vez que mordía su labio inferior. —No es mi intención. —Sonrió inclinando su cabeza hacia la izquierda dejando a la vista su cuello, con aquella marca algo vieja en él, Jimin paso su dedo índice sobre su propio cuello, hasta la marca sin dejar de observar a YoonGi.

—Sigues haciéndolo. —Habló con voz un poco mas ronca, pero sin dejar de sonar tranquilo.

—Sigue sin ser mi intención. —Se burlo Jimin, para después soltar una débil risa y sentarse en el comedor.

YoonGi se dio media vuelta, abriendo un par de gabinetes uno a uno en busca de la harina para panqueques.

—Jimin debo confesarte algo. —Hablo, luego de varios minutos en silencio, escucho un murmuro en respuesta y decidió continuar con su vergonzosa confesión. —No se cocinar.

—Yo tampoco. —Sonrió Jimin, estallando en risas al observar el rostro serio de YoonGi. —Nunca en mi vida he cocinado.

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Lei un comentario sobre que hiciera los capitulos mas largos asi que este es un poquitin mas largo. 🤗

Que les parece la nueva portada, estaba indecisa sobre cambiarla, o dejar la antigua...

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