Parte 2

Lucy se revolvió un poco incómoda en el escritorio, sintiéndose muy somnolienta. Escucho risas venir del pasillo de la oficina y incorporó mejor en la silla para estirarse. ¿Cuánto tiempo habrá dormido? Y ¿quiénes estaban afuera a esas horas de la noche? Tomó su celular y vio todas las llamadas y notificaciones que había recibido. Tenía dos llamadas de Natsu y sin evitarlo, su corazón se aceleró. Luego miró que tenía un mensaje de él.

"He tratado de comunicarme contigo para avisarte que debemos quedarnos en la oficina hasta tarde para revisar las conecciones, algo salió mal. Llamamé, por favor" Natsu D.

Ahora tenía séntido escuchar las risas en el pasillo, seguramente creen que no hay nadie en las oficinas. Sin perder el tiempo, la rubia llamó a Natsu y cuando su teléfono sonó, todos quedaron en silencio en el pasillo. Por lo que fue fácil escuchar los pasos que se dirigía a su oficina mientrás él respondía a la llamada.

Natsu: Voy para tu oficina.

Fue todo lo que le dijo y luego cortó. Lucy se quedo sorprendida de que él sabía que estaba en su oficina. Eso quiero decir, ¿qué la miró mientrás dormía? Se puso super roja de pensar en eso y antes de poder reaccionar, él ya estaba ahí.

Natsu: Creí que nunca despertarías.

Lo vió entrar bien relajado, como si fuera algo natural entre ellos hablar así y también observó que llevaba un bolsa en su mano.

Natsu: Espero tengas hambre. Pedimos comida china... ¿Te gusta la comida china? ¿O quieres que pida otra cosa?

Ella le contestó un poco apenada.

Lucy: Esto esta bien, no te preocupes.

Como todo un caballero, sacó y acomodó las cosas para ella, haciéndola sentir especial. No pudo evitar sonreír y Natsu al verla así también le sonrió.

Natsu: Muy bien, te dejo comer en paz. Nosotros seguiremos con nuestro trabajo.

Él se retiró de la oficina, dejándola con un mar de emociones que no comprendía. Miraba la comida y sonreía apenada, ya que le pareció lindo que se preocupara por pedirle algo de comer para ella y que le acomodara todo. Jamás pensó que su "hook up" fuera una persona tan atenta.

La rubia trabajó una hora más después de comer, necesitaba avanzar su trabajo pero por alguna razón no se sentía motivada. Por lo que decidió marcharse a su apartamento. Cuando salió al pasillo, miró que frente a una laptop estaban las dos compañeras de Natsu y ese sentimiento incómodo de celos se hizo presente cuando vió a la pelirosa. Esa chica era muy atenta con Natsu.

Lucy: Disculpen...

Ella trato de hablar lo más suave posible, llamando de inmediato la atención de ambas chicas.

Meredy: Srita. Heartfilia, ¿en qué podemos ayudarla?

¿Porqué debía responderle la pelirosa? Y para agregar más incómodidad a sus celos, la chica es super amable.

Lucy: Si, solo decirles que me retiro de la oficina y que cuando terminen le digan al guardia de seguridad del edificio para que él cierre todo.

Ultear: Así lo haremos.

Meredy: Que pase buenas noches.

Lucy: Gracias, buenas noches.

La rubia se retiró, rogando no encontrarse con Natsu. No es que no deseara verlo sino que no sabía ya que hacer para ya no sentir las mariposas en su estómago cuando esta cerca de él. Por suerte, logró salir del edificio sin verlo pero tan pronto se subió al auto, recibió un mensaje de él.

"Espero llegues con bien a tu casa. Te enviaré un mensaje cuando terminemos aquí y mañana temprano estaré en la oficina para darte los detalles. Buenas noches, Lucy. Que descanses" Natsu D.

Pensó dos veces para responderle pero al final lo hizo.

"Tomen su tiempo, ya le dije al guardia que estan ahí y que hacer cuando se retiren. Hablamos mañana. Buenas noches, Natsu" Lucy H.

Llegó a su apartamento pero no pudo dormir. Se sirvió un poco de vino y se fue a su balcón para contemplar la ciudad. Amaba esa vista y por alguna razón deseaba compartirla con el pelirosa.

"Hey, Lucy" la rubia escuchó su nombre y sabía perfectamente quien la llamaba. Dirigió su mirada al balcón de al lado y ahí estaba la causa por la que aquella noche ella conociera a Natsu.

Lucy: Lissana, ¿qué no regresabas de tu viaje la semana entrante?

Lissana: Así era pero mi sexto séntido me decía que mi mejor amiga me necesitaba.

Lissana y ella habían sido amigas de toda la vida. Y a pesar que la peliblanca se la pasaba viajando, cada vez que volvía a casa buscaba a la rubia para ponerse al día.

Lucy: ¿En serio? ¿Qué te hace pensar qué te necesitaba?

La peliblanca la miró con un poco de morbo y se echó a reír cuando supo que la rubia sabía que significaba esa mirada.

Lissana: Vé y abreme la puerta. Sé que necesitas hablar.

Sin perder tiempo, Lucy se dirigió a la puerta. Esperando a su entusiasta amiga para conversar. Se preguntaba, ¿qué diría Lissana al saber que encontró a su "hook up"?

Lissana: ¡Traje vino!

Lucy: Realmente lo necesito.

La peliblanca notó de inmediato que algo no estaba del todo bien con Lucy.

Lissana: ¿Qué te pasa?

La rubia mordió su labio inferior y agachó la mirada.

Lucy: ¿Recuerdas al chico con que...?

Lissana: ¡Tu hook up! ¿El que hizo correrte dos veces e hizo que mancharas el asiento trasero del auto con los fluídos de tus orgasmos y tuvimos que llevarlo al dealer para que le cambiaran la tapicería?

La cara de Lucy parecía un tomate de recordar eso.

Lucy: Ese...

Lissana: ¿No me digas qué lo encontraste?

Lucy: No solo nos encontramos sino que ha estado trabajando en la firma por un par de semanas por que papá contrató una compañía para actualizar las redes de telecomunicación en la oficina.

La peliblanca no cabía de la emoción; por lo que dejó la botella de vino en el suelo, cerró la puerta y tomó de la mano a su mejor amiga, arrastrándola hacia el living room.

Lissana: ¡Detalles, debes darme detalles!

Se sentarón bruscamente en el sofá.

Lissana: ¡Follaste con él en la oficina! Luuuucy... ¡Que suerte tienes!

Lucy: ¿Follar? ¡No! No ha pasado nada entre nosotros.

La cara de "poker face" de la peliblanca no tenía precio. No podía creer que no han hecho nada aún pero luego recordó los conflictos que su amiga tiene en cuenta a relaciones personales. Si esa noche aceptó a ese pelirosa por que era más que obvio que estaba en sus días fértiles y deseaba cumplir esa fantasía oculta.

Lissana: ¿Porqué? Creí que querías encontrarlo de nuevo para repetir la experiencia.

Lucy: Yo sé que en un punto después de aquella noche deseaba encontrarlo y revivir las cosas pero... no sé... ¡Imagínate si mi padre se hubiera enterado que él y yo...

Lissana: ¡Jude debe relajarse! Ya eres toda una mujer.

Lucy: Si pero tú sabes como es mi papá.

Lissana: Hay por favor, el hecho que tu padre sea muy estricto con tus pretendientes no quiere decir que no aceptará al hombre que elijas. Sabes, creo que es otra cosa la que te detiene y usas a tu padre de excusa. ¿Acaso él te rechazó?

La rubia se hizo bolita al sentirse expuesta y negó ante la pregunta de su amiga.

Lucy: No me rechazo. Al contrario, Natsu es una buena persona.

Lissana: Con que se llama Natsu...

Lucy: Y creo que me estoy enamorando de él.

Lissana: ¿Enamorando? Así que, no han follado pero si han salido en plan de conocerce, ¿verdad? Sino por que dirías eso.

La rubia se frustró más. Su lógica era muy ridícula para creerse y lo peor que ella fue la que ha provocado todo el problema.

Lucy: No hemos salido, no hemos hecho nada y todo por que yo le pedí distancia.

Lissana: ¿Porqué le pediste eso?

Lucy: Por que soy una tonta.

La peliblanca sintió pena por su amiga y le acarició la cabeza.

Lissana: No eres tonta. Más bien creo que tuviste miedo.

Lucy: Tú sabes que siempre he tenido mala suerte en el amor. Al principio mis relaciones son miel sobre hojuelas. Sin embargo, cuando ven que soy una mujer que dedica mucho tiempo al trabajo, se van o terminan siendo infieles. Y siendo honesta, no quisiera que las cosas terminaran así con Natsu.

Al fín lo había admitido y a pesar de que se quito un peso de encima expresándolo, su corazón se entristeció más por pensar así de él.

Lissana: Lucy, yo siempre te he apoyado con lo que decidas hacer pero seré honesta contigo...

La peliblanca hizo que su amiga la mirara directamente a los ojos.

Lissana: ... ¡Haz algo al respecto! No sé cual es la diferencia entre tus ex-novios y este tipo pero si te arriesgaste por personas que te hacían sentir la mitad de lo que él te hace sentir, no veo por que te detienes con él.

Los ojos de la rubia se cristalizaron ante esa verdad y con lágrimas corriendo por sus mejillas, volvió a confesar.

Lucy: Es por que no quiero tener un mal recuerdo de él.

Se hizo de nuevo bolita y reposo.su cabeza en el regazo de su amiga, la cual ya no le dijo nada sobre el tema. La rubia lloró hasta quedarse dormida.

...

Natsu casi no había dormido, terminaron de inspeccionar todo como a la una de la madruga y resulta ser que una parte del cableado estaba conectado al revés. Bueno al menos eso tuvo un arreglo rápido, terminando el trabajo cerca de las cinco de la mañana. Solo esperaba que Lucy no le reclamará por haberse quedado literalmente toda la noche.

Y como si la hubiera invocado, vió su auto parquearse. Sabía que no debía esperar por ella pero no podía evitar querer estar cerca suyo. Tenía que admitirlo, tal y como Loki, el causante de que aquella inolvidable noche fueran al Night Club, le había dicho: "Estas enamorado" Sonrió ante la idea pero sabía que ella no quería nada con él.

Cuando la rubia se percató que Natsu estaba ahí, recordó las palabras de su mejor amiga. ¿Debería intentarlo? ¿Sería esta su verdadera oportunidad de ser realmente feliz? ¿Será él su golpe de suerte en el amor?

Natsu: Buenos días, ¿cómo estas?

Esa sonrisa, desde aquella noche no había pódido borrar esa sonrisa de su mente e inevitablemente, ella no podía hacer más que corresponderle con otra sonrisa. Se marcharon juntos del estacionamiento del edificio al elevador y una vez la puerta se cerró, el conflicto mental de Lucy empezo.

Mientrás miraba como le explicaba lo sucedido con las conecciones con unos planos, ella no podía dejar de contemplar sus labios. Escuchaba la seductora voz de su interlocutor y de como la campana sonaba en cada piso que el elevador paraba. Miraba a la gente entrar y salir, mientrás su pulso se aceleraba ante la idea de quedar solos. Como dos pisos antes de llegar al de la oficina de la firma de su padre, se cumplio su deseo quedándose solos. Fue ahí que la rubia sujeto por la muñeca al pelirosa interrumpiéndolo y este solo la miró sorprendido por tan repentino acto.

Lucy: Ya no puedo más.

Por fortuna sus tacones eran lo suficientemente altos para alcanzar los labios del pelirosa sin ningún problema y tan pronto sintió que su beso fue correspondido se dejó llevar por lo que su cuerpo le había estado pidiendo. Se derretía al sentir esos fuertes brazos sujetarla por la cíntura y sintió mojar su ropa interior cuando Natsu soltó un gémido.

Sus manos acariciaban la cabellera pelirosa de su enamorado y su lengua batallaba con la de él para tomar el control del momento. Todo su cuerpo estaba caliente y el sónido de la campana del elevador sonó una vez más. Ya solo le quedaba un piso para llegar a la oficina y Lucy sentía que no era suficiente con un beso.

Lucy: Vamos a mi oficina...

Logró a duras penas susurrar. ¿En realidad estaba dispuesta a hacerlo en su oficina que esta prácticamente a un lado de la de su padre?

Natsu: Esta bien...

¡Oh si, estaba más que dispuesta! Si con solo ver como él se la comía con la mirada, no había duda que estaba dispuesta incluso de hacerlo ahí mismo en el elevador.

Natsu: Pero por el momento debemos parar.

Sintió un vacío enorme cuando él extendió sus brazos para alejarla pero al ver como intentaba disimular su erección se dio cuenta de que Natsu tenía razón, no podían entrar a la oficina como si fueran a entrar a un hotel.

Lucy: Creo que los planos te ayudaran a disimular.

Ella se inclino para recoger los planos que él había botado por sujetarla y se los entregó justo a tiempo antes de que se abriera la puerta.

Lucy: Sígueme la corriente.

El timbre del elevador sonó y las puertas se abrieron de par en par.

Laki: Buenos días, Srita. Heartfilia.

Lucy: Buenos días, Laki...

La rubia intentó hablar lo más seria posible y caminando lo más rápido posible.

Natsu: Buenos días, Laki.

El pelirosa igual intentó disimular que perseguía a la rubia con la tonta excusa de las conecciones y ambos siguieron un corto juego en donde Lucy era toda una jefa desalmada que lo único que quería es que el proyecto fuera terminado a tipo y Natsu esta que le súplicaba por un poco más para asegurarse que el proyecto saldría bien.

Lucy: He dicho que no.

Natsu: Por favor, se lo ruego.

Eso fue lo último que los empleados alcazaron a escuchar antes de que ambos entraran a la oficina de Lucy.

Max: Pobre tipo, él cree que logrará convencer a la Srita. Heartfilia.

Al cerrarse la puerta, como un depredador atrapa a su presa, así Nastu tomó a la rubia entre sus brazos y la llevó hacia el escritorio, besándola como si no hubiera un mañana.

Natsu: No tengo condones conmigo.

Eso era en lo último que pensaba la rubia, lo único que deseaba era entregarse de una vez por todas a él.

Lucy: Me tomaré la pastilla del día siguiente.

Él la colocó sobre el escritorio y ella abrió sus piernas, subiendo su falda desesperadamente. Natsu intentaba ayudarla y conforme sus manos acariciaban sus piernas, Lucy perdía la poca cordura que tenía. Deseaba dejarse llevar sin reservas pero tenía que recordarse constantemente que su padre estaba en la puerta de al lado.

El pelirosa se posicionó entre sus piernas y rozaba desesperado su erección contra su cálida entrada. Intentaban que los besos no fueran ruidosos y que los gémidos no fuera ni siquiera audibles entre ellos. Sin embargo, cuando Natsu se alejó un poco de ella para con un dedo mover a un lado su ropa interior, no pudo evitar gemir de placer.

Natsu: Estas muy mojada... Mira, incluso mi dedo entra fácilmente en tí.

Cuando la penetró con un dedo, su cuerpo se estremeció pero cuando introdujo dos al mismo tiempo, tuvo que morder su labio inferior para no gemir tan fuerte.

Lucy: No me tortures más.

Él le sonrió con perversión y la besó para ahogar sus gémidos mientrás la masturbaba. Era hermoso verla como apretaba sus ojos en señal de que se estaba conteniendo para gritar pero al sentir sus caderas moverse contra su mano para profundizar sus dedos en ella, sintió un punzada en su erección y fue consiente de que el líquido preseminal había mojado su pantalón.

Lucy: ¿Qué pasa?

La rubia se quedo confundida cuando él sacó sus dedos de su interior pero al ver como se apresuraba para bajarse el pantalón y su ropa interior, ella supo que lo mejor estaba por empezar.

Natsu: No puedo contenerme más... Te necesito.

Lucy: Yo también te necesito.

La rubia tuvo que hundir su rostro en su torso, evitando gritar de placer mientrás la penetraba.

Natsu: Yo no creo que vaya a durar mucho.

Lucy: Yo tampoco... Te deseo tanto.

Ella buscó sus labios y al ritmo de las penetraciones, así se besaban. El vaivén de sus cuerpos era sincronizado, como si supieran los movimientos exactos para precipitar el orgasmo. Lucy aruñaba el escritorio mientrás sus manos se sostenían del borde de este y Natsu la sujetaba con brazo de la cíntura mientrás con el otro brazo se sostenía también del escritorio.

Deshicieron el beso, separando sus labios unos centímetros y juntando sus frentes para mantenerse unidos. Sus miradas fijas en las expresiones que uno y el otro hacían. Sus mejillas rojas, sus labios entre abiertos para obtener un poco de aire y par de besos furtivos hacían de todo ese momento muy especial.

El pelirosa sentía ya no poder más, por lo que apretó la cíntura de la rubia y hundió su rostro en su cuello. Besó el lóbulo de su oreja y gimió contra su oído mientrás el orgasmo tomaba control de su cuerpo. Se corrió dentro y disfrutó la sensación del orgasmo de Lucy envolviendo su miembro. Una enorme sensación de plenitud y felicidad llenaron su corazón. La mejor sensación del mundo sin lugar a dudas. Se incorporó para verla y ahí estaba sonriéndole coquetamente.

Lucy: ¿Te han dicho que te ves lindo después de hacer el amor?

Él se puso a reír, besándola y ella le correspondió feliz. Después de tanto tropiezos, para ambos, en el amor; la suerte les había sonreído. Haciendo que se re-encontraran de la manera más al azar posible desde su primer encuentro. Sin embargo, eso ya ni siquiera importaba. Ahora lo que era relevante para ellos, era disfrutar de su amor.

¡Fin!

¡Muchas gracias por leer!

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