Capítulo dedicado a alexbi0817 por ser el primer comentario y estar al pendiente de las actualizaciones. Muchas gracias a tod@s por el apoyo.

Hace tres días de la primera prueba de Lux, desde entonces no la he vuelto a ver, al parecer sigue enojada, ella no es capaz de entender lo que le espera.
Yen reafirmó mis sospechas, al final no es humana, porque sería imposible que pudiera curarse sola. Lo que todavía no consigo entender es porque ahora, la noche de la cena fue incapaz de sanar por si sola, tuve que ayudarle, ¿porque ahora?

Creo que es tiempo de volverla a ver y que se enfrente a una nueva prueba, esta va ser más sencilla, solo necesito tenerla cerca para comprobar algo.

La mando a buscar con mi secretaria y algunos minutos después esta me informa que la heredera asegura no tener tiempo para verme.

Decido usar algunas de las ventajas de ser el dueño del hotel y tomando la copia de la llave de su habitación y entro.

Me recibe un aroma dulce, a flores ,  jazmín en específico, sin poder evitarlo lo sigo hasta el baño y ahí estaba ella. La reencarnación del pecado, mi pecado hecho a medida.

Recuerdo la primera vez que la vi, luego de su creación, insípida apagada, nadando en mares de lágrimas porque su compañero no le hacía caso, me compadecí de ella y ese fue mi mayor error, la hice hermosa, la amolde a mi gusto, a mi medida, acaricie su cuerpo y alma para que encajara perfecto con la mía.

Mirándola ahora en la bañera, su voluptuosa boca ligeramente abierta, ojos cerrados adornados por esas largas pestañas y su cuerpo, alabadas sean mis manos por dar esa forma tan endiabladamente sexi.

Desde donde estoy la espuma no me permite verla bien, así que doy algunos pasos y me acerco a la bañera. Ella sigue dormida y el bulto en mis pantalones me recuerda lo mucho que me atrae.

Me pongo de rodilla a su lado y susurró en su oído palabras que enciendan su deseo. Le produzco un sueño erótico, y sus manos viajan a su entre pierna, se acaricia con delicadeza, masajea y juega con su clítoris, muerde su labio inferior y dice algo que no soy capaz de descifrar, me muero por saber, por entrar a su cabeza, por saber que sueña, quiero ser yo el causante de que su cuerpo se retuerza de placer o dolor, no aguantó más escuchándola gemir, necesito tocarla.

Mis manos obtienen voluntad propia y se deslizan dentro del agua, entre sus piernas. Realizó el mismo movimiento que vi a ella hacer.
—Umm, así — gime. — Más — exige y yo obedezco, introduzco un dedo, arriesgándome a que despierte.

Mi miembro exige atención y mientras con dos dedos la penetro y el pulgar acaricia su clítoris mi mano izquierda libera mi polla, masajeo mi miembro para liberar un poco la presión. La penetro al compás de mis movimientos.

Ella gime y para mí es la sinfonía perfecta, me muero por penetrarla y que grite mi nombre.

Basta – grita una voz en mi cabeza. — No puedes volver a caer, recuerda que ella está aquí para destruirte, no se lo puedes permitir.

Me percato que mi conciencia tiene razón, salgo del baño y tomó algunos segundos ordenando a mi pene tomé calma. Cuando me encuentro más sereno voy otra vez al baño, está vez me detengo en la puerta y trató de no fijar mi vista en su cuerpo mientras aún se autosatisface. Carraspeo mi garganta para que note mi presencia.

— Esto era en lo que estabas tan ocupada que no tenía tiempo de ir a verme.

Abre los ojos asustada, sus mejillas están ligeramente sonrojadas.

— Si lo que querías era un orgasmo, lo puedes pedir sin miedo, me encantaría enseñarte a pecar en mi cama. — introduzco en mi boca los dedos con los que antes la penetraba y saboreo, sabe a gloria.
— Pero que coño tienes ustedes – rápido nota su error y corrige – tú con espiar a las personas cuando se bañan.
Finjo que no la escuche.
— Si hubieras obedecido mi orden yo no tuviera la necesidad de venir a interrumpir tu momento de satisfacción personal. Te espero afuera, si necesitas mi ayuda para terminar solo pídela.
Salgo del baño y me siento fuera de la habitación, intentando calmar los deseos de entrar y terminar lo que estaba haciendo.
— ¿Qué quieres?
Tiene el cabello recogido en un moño alto y los brazos cruzados sobre el pecho, usa una de las batas del hotel y su cara es casi intimidante.
— Tienes trabajo que hacer.
— ¿Ahora? ¿De nuevo?
El timbre de la habitación suena y ella dirige su mirada a la puerta.
— Sí, ahora. Ve a atender que es para ti.
Pone los ojos en blancos y camina hasta abrir la puerta.
Al otro lado la morena la observa con cautela. Sus ojos grandes son hermosos, usa el uniforme de empleada del hotel, todavía no a cumplido los 17 pero ya tiene cuerpo de mujer.
— El jefe me dijo que viniera.
— Si, estoy aquí, pasa.
Ella obedece y Lux se queda en la puerta mirándome extraño.
— ¿Falta alguien más para la fiesta? Si lo que quieres es hacer un trio te informo que no me gustan las mujeres, menos aún menores de edad.
— Yo no…— intenta justificarse la chica, pero la interrumpo.
— Ya se que te mueres de ganas de tener sexo conmigo, pero eso tendrá que esperar, ya te dije que tienes trabajo. Ella es Alejandra — señalo a la chica— Alejandra me buscó porque quiere vender su alma Para que veas que no soy tan malo, esta vez solo tienes que cerrar el trato.
— ¿Eso es cierto? — Interroga a la chica.
— Sí — afirma esta. —Necesito dinero y estoy dispuesta a hacer lo que haga falta.
— Vez, sencillo. No vas a tener cargo de consciencia esta vez, solo tienes que cerrar el trato y yo me encargo del resto.
Ella no me mira, tiene la vista fija en chica, como si quisiera descifrarla, entender lo que hace.
— Tú entiendes lo que estás a punto de hacer ¿verdad? Entiendes que estas condenado tú alma al infierno Solo por dinero.
— ¿Solo por dinero? — la chica se para de donde estaba sentada y eleva su tono de voz— crees que el dinero es algo sencillo, crees que es fácil de conseguir.
— Yo no quise decir eso, solo no quiero que luego te arrepientas luego de condenarte por algo material.
— Es fácil juzgar cuando vives aquí, y estás rodeada de lujos. Pero yo no tengo las mismas oportunidades que tú, tengo un hermano pequeño de solo 5 años que depende de mí y una madre enferma que necesita medicamentos. Crees que manteniendo esta inútil alma resolveré mis problemas, pues estas equivocada. El señor Lucifer me ofrece una salida, una buena vida para mi familia y la voy aceptar, así que deja de meterte donde nadie te llama y haz lo que tengas que hacer.

Lux se queda en silencio sin refutar, le extiendo el contrato y ella le dice a la chica donde firmar y como.  Cuando termina la chica se detiene frente a mí y me da el contrato

—Ahora que tengo que hacer señor.

No levanta la vista del pido cuando me habla, no se atreve a mirarme a los ojos.

—Solo queda manchar tu alma. Presta atención a lo que te voy a decir, en unas horas voy a enviarte a limpiar una habitación   el huésped es hombre de 65 años y gordo, le gustan las mujeres jóvenes y sale casarse con ella, aunque sus relaciones solo duran 1 mes. El día de la boda vierte esto en su bebida. — le paso un pequeño frasco— le provocará un ataque al corazón y no dejará rastros y así te podrás quedar con su fortuna.
—Pero que dices, es solo una niña, la quieres convertir en asesina. Como eres capaz de hacer algo así.  Como puedes dormir en las noches.
— Y tú Lux — contrataco — Como duermes tú, porque tú tampoco eres mejor que yo
— Fuera — grita rompiendo en llanto — fuera los 2 de aquí, largo de mi habitación.
— No se que mentiras te cuentas para sentirte mejor, — la miro por última vez antes de comenzar a caminar hacia la puerta — pero deberías dejar de engañarte, tú  también eres un monstruo y cuanto antes lo entiendas será mejor para ti.
Cierro la puerta a mi salida y marcó el número de Yen.
— Revisa las cámaras del hotel y pon más guardias de seguridad, mis hermanos están pasando frente a nuestras narices y no podemos permitirlo. En este hotel el único ángel permitido soy yo.

Hola mis demonios pecadores, siento mucho no poder actualizar más seguido, el problema es que tengo un pequeño demonio en casa de 9 meses que hay que vigilar constantemente y me ocupa mucho tiempo, pero yo siempre trato de cumplir. Espero que disfruten el Capítulo.
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