Marco y Ace se encontraron en sus miradas, Ace casi deja caer sus papitas, y Marco estaba sonriendo nervioso, esperando que nadie hubiera visto al pecoso igual que él.

El rubio caminó rápidamente hacia el pecoso, se quedó paralizado con la boca abierta mirándolo.

- ¿Ahora me estás acosando? - la mente de Ace estaba teniendo un pequeño cortocircuito.

- ¡No!... Prometo que no es nada de lo que piensas, por eso ayer te pregunté si estabas en un parque, nosotros también la estábamos, pero pensé que como era tan jodidamente grande simplemente no nos encontraríamos, yoi - Ace suspiró, no podía creer que el destino fuera tan jodidamente cabrón.

- ¿Saben que estamos aquí? No quiero que traten de secuestrar a ninguno de mis hermanos - Marco negó con la cabeza, feliz de que el pecoso no estuviera enojado con él.

- Papá nos dijo que estaríamos durante el día por la zona Sur, así que si se mantienen en la zona norte, yoi...- Ace sintió que era un muy lindo detalle que Marco le estuviera diciendo esas cosas para que pudiera disfrutar de sus vacaciones.

- Gracias, Marco, tengo que irme ahora - Ace le dio una sonrisa que dejó al rubio embobado. Vio cómo el pecoso se iba con sus hermanos; era la primera vez que los veía.

- ¿Estás bien, Marco? - Thatch le tocó el hombro a su hermano, que parecía realmente perdido por alguna razón.

- Yo, sí, yoi - Marco se paró completamente recto, haciendo que su hermano lo mirara como si estuviera loco.

- Vamos, tienes que comer algo. Parece que la locura te está comenzando a afectar - si hubiera sido cualquier otro día, se hubiera parado a pelear con el cocinero, pero solo por esta vez se iba a quedar callado.

- ¿Ese era tu novio? - Deuce se burló de su hermano.

- ¡Marco no es mi novio! ... Es como un buen amigo (?) - todos lo miraron con una cara de loco.

- Ni siquiera tú te lo crees. Por el amor de Oda - Banshee rió a todo pulmón.

- ¡De verdad, somos almas gemelas pero no ha pasado nada de eso! - Ace se avergonzó.

- Bueno, cuando te pida que seas su novio, nos avisas - Finamore casi se ahoga con su propia risa.

- ¡Saben qué, mejor vamos a la montaña rusa! - Ace apuntó hacia la atracción y se fue corriendo. Sus hermanos rieron detrás de él; después seguirían molestándolo, por ahora era mejor disfrutar de las atracciones y de la tarde.

- ¿Están seguros de que quieren ir a la montaña rusa? ¿Esta montaña rusa? - Kukai miró hacia arriba; más que una montaña rusa, esta puta atracción parecía un jodido rascacielos.

- ¿Acaso tienes miedo? - Dogya miró curioso a su hermanito menor.

- ¿Yo? ¿Miedo de una montaña rusa? Pero si somos de los mejores mercenarios que hay en todo el planeta, ¿cómo crees que vamos a tener miedo de una cosita así? - Ace miró de reojo a Kukai; una sonrisa traviesa apareció en su rostro, claramente su hermano estaba tratando de hacerse el valiente.

- Kukai tiene toda la razón - la mirada de todos sus hermanos se centró en él. - ¿Entonces no te molestará ir de los primeros, cierto? - Kukai tragó duro; había cavado su propia tumba.

- ¡C- Claro que no me molesta! - caminó más rígido que una estatua hacia su lugar. Cuando ya todos estaban sentados, la montaña rusa comenzó a moverse.

- ¡Waaaaa! - Kimel estaba sobando la espalda de su hermano mientras vomitaba.

- Si te mareas así con las alturas, deberías haberlo dicho - Barry miraba con un poco de preocupación a su hermano.

- No quería parecer un idiota débil - Kukai por fin pudo tomar un poco de oxígeno.

- Tener miedo de algunas cosas no te hace ser débil, te hace ser humano - Ace miró un poco severo a su hermano y luego terminó riendo con los demás.

- ¿Qué tal si mejor vamos a las aguas termales? Después de todo, ya está oscureciendo; podemos disfrutar de un baño antes de dormir - Cornelia sonrió al ver que todos parecían estar de acuerdo.

- Sí, tienes razón. Mejor vamos a las aguas termales - Ace y los demás se dirigieron tranquilamente hacia el hotel donde se hospedaban.

Banshee decidió que se llevaría a Kotatsu con él al lado de las mujeres; después de todo, ella tenía que ir sola.

Ace y los demás se quitaron toda la ropa y se dirigieron a las aguas termales. Se quedaron en la zona especial para los portadores de frutas del diablo, así no tendrían por qué preocuparse de que Ace se pudiera hundir, aunque las aguas no eran ondas.

- ¿Acaso esa no es la mejor sensación del mundo? - todos estaban de acuerdo con Ace. Comenzaron a conversar y a jugar en el agua; gente entraba y salía, después de todo, era un parque de diversiones con un lugar turístico muy grande, pero ninguna persona los molestaba.

- ¿No son hermosas estas aguas termales? - Izo habló mientras todos entraban al lugar.

- ¿Por qué al final nos tuvimos que dividir? - Haruta preguntó por décima vez en el día.

- Porque los hospedajes no tenían suficiente espacio - Barba Blanca habló por décima vez con su hijo.

Así que ya todos estaban ubicados tranquilamente en las aguas, cuando de repente la boca de Thatch se abrió como un pez fuera del agua.

- ¿Qué pasa, yoi? - Barba Blanca y los demás también miraron al cocinero.
Aquí está corregido:

-No me lo van a creer- - Thatch apuntó en una dirección, cuando todos clavaron la vista, lo que parecía ser un grupo de chicos, Marco sintió que se ahogaba. Ace y sus hermanos estaban todos en las aguas termales, bueno, todos desnudos claramente con las marcas al aire.

-GURARARARA qué coincidencia más grande- la risa estrepitosa de Barba Blanca causó que todos se voltearan para mirarlo; cuando la mirada del pecoso chocó con la del hombre, simplemente se ahogó.

¡Ace! - Deuce tuvo que sacarlo de debajo del agua - ¿Ese es? - Ace asintió para arrastrar a sus hermanos, quienes comenzaron a ponerse un poco nerviosos. Ahora se encontraban en una situación realmente incómoda: estaban ellos, y a su alrededor estaban todos los piratas de Barba Blanca.

-¿Puedes dejar que me traguen las aguas termales? - Skull negó y Ace se puso las manos en la cara.