- Despertar -

Ace se levantó asustado, su corazón iba a mil por hora, apenas sus ojos se abrieron sus manos de dirigieron a su nuca...no estaba marcado, eso fue un peso menos.

- ¿Ya te despertaste Ace? - Thatch entro a la habitación con una sonrisa en su ¡ESTUPIDO! rostro.

- ¡No puedo creer que después de ayudarte me hayas delatado!¡Absolutamente nunca volveré a confiar en ti! - Ace gruñó con los ojos al borde las lágrimas y la ira.

- ¡Cálmate Ace!- Ace retrocedió, no se quería calmar.

- ¡No!, ¿Qué vas a hacer ahora?¿Me secuestraste?¿Van a tratar de emparejar a mi Omega con un Alfa a la fuerza como todo el resto de idiotas? - Ace temblaba de pura ira, era un mercenario, sabía lo dura y cruel que era la vida de lo omegas, más en la piratería.

- ¡NO! - Ace miró a los ojos de Thatch - P-perdon no quería gritar, es solo ...aquí no hacemos las cosas así Ace, te puedo jurar que Oyaji no es el tipo que vende a los omegas de su manada o algo así - Ace bufó, no iba a confiar en estos completos desconocidos.

- Bueno, ¡voy a buscar a Oyaji para que lo conozcas! - El cocinero desapareció lentamente del cuarto, aún tenía dolor por su herida, así que se movía despacio.

Ace aprovecho el tiempo que tenía para mirar la habitación a su alrededor, busco salidas, la más probable era la ventilación que estaba sobre su cabeza, se podía volver fuego para pasar la barrera y entrar, luego dentro volver a su forma humana, perfectamente entraba.

- ¿Ya estás despierto? - Ace se paralizó, sentía la presencia del hombre cerca y su voz mientras abría la puerta, no le agradaban los alfas.

- ¡Este es Oyaji Acey! - Thatch sonrió mientras el hombre se paraba en frente de Ace.

- Es un gusto conocerte hijo - El pecoso apretó su mandíbula.

- ¡No soy tu hijo! - Ace levantó la cabeza para retar al alfa que se sorprendió por lo afectado que se veía el joven Omega con el apodo.

- Ace cálmate...- Thatch trató de acercarse pero el pecoso le gruñó.

- ¡Te dije que no quería nada de esto!¡Soy un mercenario! No me gusta la gente, no me gustan las manadas y sobre todo, ¡No me gustan los alfas! - Ace se sintió atacado así que se acurruco contra la esquina más cercana.

- Hijo tienes que respirar - Barba blanca trato de acercar su mano, pero retrocedió al ver las llamas de Ace.

- Quiero bajarme A-H-O-R-A - Ace gruño.

- Creo que no se va a poder Acey - Thatch se rasco la nuca.

- ¿Porque no? - Ace se levantó de la cama para ir hacia la ventana, aún podía volver a la posada y... - ¿ESO ES EL MAR?- Ace miró a Barba blanca y Thatch que parecían preocupados.

- Estamos en alta mar, déjame proponerte algo niño - Ace lo miró feo, él no era un "niño" - quédate 3 meses con nosotros, si después de estos 3 meses no quieres nada con nuestra familia, entonces te dejaremos ir y no te molestaremos nunca más en tu vida - Ace miró al hombre con desconfianza.

- ¿Porque iría yo a creer en un completo desconocido? - El pecoso lo miró interrogante.

- ¿Conoces el juramento pirata?¡Soy un capitán, jurare por mi vida sí no...bueno ya sabes lo que pasa! - Ace se cruzó de brazos y miró al hombre.

- No significa que voy a ser amable con nadie de este barco, ¡Me secuestraste! - Ace suspiró mientras el cocinero festejaba.

- ¡Déjame llevarte a tu habitación! - Thatch lo tomó de la mano y lo arrastró antes de que Ace pudiera seguir con su conversión con Barba blanca.

- Ese niño me parece familiar - Shirohige miró al cielo.

- ¿¡Qué no escuchaste que no!?- Ace comenzó a tirar de su brazo, no le gustaba el contacto físico.

- ¡vamos!...¡Hola marco! - Ace se puso rígido mirando hacia donde saludaba el cocinero, ¡Ese era el alfa idiota que lo había traído a este barco!

- Hola yoi - El rubio se acercó lento, mirando a Ace como si no pudiera golpearlo en la cara, con...¡Con esa estúpida sonrisa!

- ¡Ya, que me sueltes! - Porfi Ace se había liberado de Thatch y cuando el cocinero le iba a decir algo, comenzó a caminar, ¡No tenía ni idea dónde estaba su habitación, pero no quería estar cerca del rubio!

- ¿Ace...te tiene aprecio?- Thatch trató de animar a su hermano, apenas Ace escapó de la visión de los dos comandantes un aura negra y depresiva apareció alrededor de Marco.

- Mi alma gemela me repugna a tal punto de desmayarse cuando lo toco yoi - El cocinero suspiró.

- No parece ser muy fanático del contacto físico ...y creo que tampoco de los alfas - Marco miró al cocinero - ¿Tal vez tuvo algún problema con un Alfa idiota?,¡Sabes cómo son muchos del otro lado de la gran línea!

- Tal vez, si le muestro que no somos como esos alfa...¿Pueda quererme yoi? -

- Efectivamente asalta cunas - Thatch se atragantó por el golpe en la cabeza que recibió.

-¿¡Dónde está!?- Ace se había perdido buscando su habitación, se detuvo cuando sintió una presencia muy cerca de el, el aroma lo delataba, alfa.

- ¿Estás perdido?¿Eres Ace verdad? - Un hombre con aspecto de tiburón llegó detrás del, era como Jinbē .

- Uh...¿Si? - Ace no quería ser desagradable con el, sabía lo mal que se llevaban humanos y Gyojin, no quería que el chico que se veía amable se sintiera mal por eso.

- Ven, este es el tuyo - Namur lo acompañó hasta la puerta de un cuarto que decía Comandante de navegación.

- Pero yo no soy...- Ace miró dudoso.

- Está bien, aunque no te hayas unido a la tripulación tu marca es de comandante, solo descansa - Ace asintió y se metió en la habitación, ahora solo, suspiró, estaba agotado hasta la médula.

- No quiero estar aquí - soltó un gruñido por lo bajo y se metió en la cama, pero se paró de un salto, ¡Tenía que enviar una carta al gremio de mercenarios!¡No podía simplemente desaparecer del mapa, Deuce lo mataría por irresponsable!

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