7. Toma 3: ¡Acción!

—Hey, Gunnie.

Con un demonio...

Ya había superado lo de la semana pasada en el set donde les cambiaron el guión a uno inexistente donde solamente tenían que estar ahí, follando frente a las cámaras. No hubo nada que no fuese penetración y besos esporádicos que fueron cada uno más incómodo que el anterior, exponiendo a Gun a un área que no podía controlar y dejándolo a merced de ese idiota. Y ahora llegaba de la mismísima nada en la misma tienda donde planeaba utilizar su sábado libre comprando ropa nueva y tomando un café helado.

Era grandioso.

—¡Gunnie, hola! —y efusivo además de todo, porque no importa que Gun se haya cubierto la cara con una chamarra, Off se acercó a saludar—. Qué raro verte aquí... —Off le sonríe de lado, con las manos dentro de los bolsillos—. Vestido.

Y el chiste habría sido maravilloso si no lo hubiese contado Off.

—Jaja —Irónico, Gun enfatiza cada sílaba—. Sí, chistes de trabajo —le palmea el hombro con un toque de asco fingido—. Eres tan divertido.

—¡Espera! —el chico lo sigue dispuesto a cumplir su objetivo principal, pasando entre los percheros de ropa. Gun bufa audiblemente, sin intención de ocultar su molestia— ¿Puedo acompañarte?

—No te vas a rendir hasta que salga contigo, ¿Verdad?

Off se rasca la nuca, riendo por lo bajo.

—Me descubriste...

—Bien, pues estás de suerte —el castaño toma su mano de la muñeca, colgando en cualquiera sitio la chaqueta que llevaba en las manos y saliendo con Off casi a rastras hasta el pasillo—. Listo, acepté. ¿Ahora qué?

El alto le extiende una mano, con una enorme sonrisa surcando su atractivo rostro.

—Off, mucho gusto.

Gun parpadea muchas veces.

—¿Eh?

—No creíste que me llamaba Golden ¿O sí?

Gun frunce el ceño.

—Claro que no idiota, y déjame decirte que es el nombre artístico más tonto que he escuchado.

Off le sonríe.

—Lo sé.

Y Gun, inevitablemente, sonríe también.

Off, como chico normal fuera del porno, era muy divertido y atento. Decidió darle un giro a la cita improvisada y llevar a Gun al bowling dentro de la zona de arcade. Comieron nachos y bebieron soda mientras su partida pasaba, entre gritos de júbilo en una chuza y de frustración cuando la bola se les iba al canal. Jugaron también carreras disparando agua a presión para que el carrito subiera y Gun no recuerda haberse divertido tanto junto a alguien cuya escandalosa carcajada era, además de muy extraña, contagiosa.

Pronto se dio cuenta que el Golden coqueto y fogoso que había conocido no era más que un Alter ego y poco a poco, se dio cuenta que Off era un chico dulce y gracioso que pedía el café demasiado amargo.

—Entonces... —el castaño vierte dentro de su vaso un sobrecito de azúcar, tratando de mitigar el sabor fuerte de su café helado— ¿Cómo llegaste aquí?

Off se ríe, jugando con el popote entre sus dientes.

—No quieres escuchar la triste historia del chico de pueblo que quería ser actor.

—¿Por qué no?

El pelinegro se muerde los labios, mirándole fijamente.

—Es patética.

—No puede ser peor que el vídeo del repartidor.

Y Off se suelta a reír con muchas ganas, bajándose la visera de la gorra de golpe para ocultar su sonrojo.

—No, por favor, no me digas que lo viste.

—Oh, claro que lo hice —Gun bebe de su café, jugando con los hielos. —Necesitaba investigarte.

—No estaba en el plan hacer cine para adultos —comienza, mirando fijamente sus manos sobre la mesa—. Hice papeles pequeños aquí y allá, pero sabía que de no salir de eso, no haría nada con mi carrera... Había un casting, no supe de qué era hasta que estuve ahí y cuando me pidieron bajarme los pantalones, quise salir corriendo. —A pesar de su risa, no se le nota para nada feliz y Gun cierra los labios con amargura en el pecho—. Pero pagaron bien, pude comprar el boleto de tren para venir y rentar un pequeño cuarto. Después, simplemente me di cuenta que no era... Tan malo, después de un tiempo.

—Te veías tan joven...

—Lo era, no había cumplido veintiuno cuando grabé eso, mi cumpleaños fue poco después —Off se acomoda la gorra con la visera hacia atrás, cruzando los brazos sobre la mesa—. Después hice ejercicio y le dejaron de poner la etiqueta de twink a lo que hacía, ahí fue cuando todo mejoró, hasta ahora.

Gun alza ambas cejas, ofendido.

—¿Hasta ahora?

Y Off le besa una mano sin aviso previo, dejándolo colorado de coraje.

—Esto es lo mejor que me ha pasado.

—No digas cosas así de la nada —Gun sorbe con fuerza de su popote, ladeando el rostro fuera del alcance del chico que se ríe, enternecido.

—Trato —Off brinda al aire— ¿Y qué hay de ti, súper estrella? ¿Cómo llegaste aquí?

Incómodo, Gun encoge los hombros de forma inconsciente.

—Dinero fácil —corta, mirando la mesa.

Off asiente en silencio, tomándole la mano suavemente sobre la mesa para acariciar sus nudillos.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top