𝕰𝖑 𝖒𝖆𝖗 𝖉𝖎𝖔 𝖑𝖆 𝖘𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 𝖞 𝖊𝖑 𝖋𝖚𝖊𝖌𝖔 𝖋𝖔𝖗𝖏𝖔 𝖊𝖑 𝕬𝖑𝖒𝖆

Oh Lucerys mi adorado príncipe hipocampo, para que se entienda quien eres y tu historia primero debo contar la historia que llevo a tu nacimiento, es importante saber de donde venimos para entender donde estamos y la grandeza en la que estaremos, como es que surgiste del fuego y del océano...

Antes de nosotros los eternos, surgieron los que permanecerán la luna y el sol, tan distintos, pero a la vez parecidos, nadie sabe quién fue primero ni siquiera ellos, pero si se sabe que cayeron enamorados el uno del otro, la única vez que pudieron estar juntos se creó el infinito, las estrellas, el cielo y "el inicio" que eones después se conocería como mundo. Nadie sabe si fue por penitencia pero fue inevitablemente su separación condenados a estar demasiado cerca el uno del otro pero jamás volverse a tocar, fue cuando surgimos nosotros los inmortales, los que prevalecen, algunos vinimos de la señora luna, otros vinieron del caballero sol, cada lado tenía características de nuestros creadores, nuestro propósito fue terminar lo que ellos no pudieron hacer, darle un propósito al inicio, me atrevo a creer que tenían la esperanza de encontrarse a través de nosotros, para crear todo primero creamos los elementos primarios que dieran vida a las demás creaciones,tarea Dada los dos hijos mayores de la luna; mi hermano la oscuridad que representaba el lado oscuro de nuestra madre, el lado que todo ser vivo oculta a los demás, miedos, ambición así como deseo y yo la noche iluminada represente el lado que brindaba consuelo. Por el lado del caballero sol sus hijos, la hija mayor que representaba los límites y la fuerza que el sol da, así como su hermano que representaba la energía y la destrucción si no se respetaba lo que el sol ofrecía.
El fuego fue creado por el, un etéreo tan opuesto a mí que me cautivo, al mismo tiempo que yo cree el agua, su hermana creo la tierra y mi hermano el viento los elementos primigenios, una vez creados el resto de nuestros iguales comenzaron sus misiones fusionando los elementos entre sí para crear cosas para el mundo, nosotros seguimos creando después de los elementos, cree el mar a la par que el creo los volcanes, cuando yo cree a los hipocampos el creo a los dragones, ambos nos fascinamos con lo que el otro creaba, recuerdo cómo se acercó a mis primeros hipocampos, lo hizo tan mesuradamente temía que si los tocaba los destruiría, pero no ocurrió en cambio mis creaciones adquirieron colores tan bellos que ambos los amamos, así que yo hice lo mismo con los dragones los cuales también comenzaron a adquirir colores fríos característicos del océano. Era nuestra manera de coquetear, la primera vez que fuimos uno solo surgieron las nubes que decoraron al cielo.
No era un secreto entre nuestros iguales nuestra atracción pues no éramos los únicos, de mi hermano y su hermana surgió la arena que marcaba el inicio del océano.

Pero jamás nos quedamos mucho tiempo juntos todos los eternos temíamos cumplir el mismo triste destino que nuestros creadores. Los valyrios se referían a él como Balerion, a pesar de haber tenido otros nombres este fue el que más me gustó así que decidí usarlo con él. Nos anhelamos a distancia, aprovechando los momentos de cercanía fruto de nuestro amor nació tritón mi único hijo, con su nacimiento surgieron volcanes en el fondo del mar, haciendo ciertas zonas más cálidas.
Muchas veces nos encontramos gracias a la hermana el destino, cuando alguno de mis protegidos juntaba caminos con alguien de otra casa de la antigua valyria, los Targaryen protegidos por Balerion y 3 de sus hermanas. Como mencioné antes, la antigua valyria era orgullosa y arrogante, a pesar de que esto causo su maldición, se aferraban a preservar la magia en su sangre, era su herencia la cual atesoraban y añoraban, estuve presente en varios matrimonios que involucraba a los Velaryon con los Targaryen, los humanos son tan impredecibles, con mi hermana siempre era un misterio cuál sería el desarrollo, cuando llegaba el final ella pasaba la batuta a mi hermano "el extraño", a veces había alegría, delicia, prosperidad, otras veces había delirio, tristeza, odio y obsesión pero algo que nunca cambiaba era la muerte. Cuando la muerte llegaba era el momento donde nos separábamos para volver a amarnos a la distancia. Tengo recuerdos de cada matrimonio Velaryon- Targaryen pero siempre recordaré al más dulce cuando el fuego y el océano estuvieron juntos por un largo tiempo, el matrimonio de mi dulce Alyssa que contrajo nupcias con el primogénito del conquistador Targaryen: Aenys Targaryen, el joven tenía una llama brillante pero tranquila, contrastando con mi dulce Alyssa quien todos decían era encantadora, inteligente y valiente, su propio padre Aethan la comparaba con las olas; pero a pesar de sus diferencias fue un buen matrimonio genuinamente fueron felices, de la fusión del agua y el fuego nacieron 5 dragones marinos todos tenían el fuego en ellos siempre espere ver si habría una fusión perfecta de ambos elementos sin embargo siempre resaltaba el fuego de distintas maneras pero siempre había fuego de todos los hijos de ese matrimonio ninguno tenía la potencia del mar pero si la de un dragón, algunos dragones cayeron demasiado pronto sofocados en violencia, pereciendo en "fuego y sangre" tal cual dictaba el lema de los Targaryen. Cuando Aenys murió volvimos a tomar distancia pero me quedé al lado de su primera hija Rhaena Targaryen tenía sangre de hipocampo corriendo por sus venas al igual que Jahaerys y Alyssane, a pesar de tener sangre Velaryon la joven era fuego en su totalidad en sus ojos veía las llamas de Balerion en un inicio su fuego era tímido pero al volar por primera vez en su dragona azul todo cambio, pero este fuego se fue apagando hasta pasar a ser agua gélida como mis océanos en el norte por su cruel vida, una que no merecía.
Pasaron las décadas hasta el matrimonio de uno de mis hijos pródigos, que Balerion y yo nos volvimos a encontrar.

Corlys Velaryon desposo a Rhaenys Targaryen, "la serpiente marina" y "la reina que debió ser", la princesa Targaryen tiene cierta fuerza de tempestad que me gusta esto gracias a su madre que era una Baratheon, si bien no soy protectora de su casa, mi hermano la tempestad lo es, creo los rayos, los truenos, transformo las nubes para crear la lluvia y juntos creamos las tormentas y los huracanes. Algo que se volvió un sello de dicha casa. Pese a eso la princesa Rhaenys era un fuego enorme y brillante como las llamas de un dragón y su sangre Baratheon potenciaba esa fuerza, pero mostraba serenidad como el mar en las costas, serenidad que ocultaba su poder destructivo como las mareas antes de que iniciara un huracán, esto gracias a la herencia Velaryon que corría en su sangre, Jocelyn Baratheon fue lo último que dejó mi bella Alyssa antes de ser abierta como un pescado por orden de Rogar Baratheon, Rhaena nunca lo perdono ni a ella misma por alejarse de su madre, sufrí al recibirla pero era mi deber entregarla al extraño.

Estuve con Balerion en su ceremonia nupcial la princesa de cabellos tan negros como el vidriagon llegó montada en Meleys, la reina roja como toda una Targaryen su futuro esposo la miraba con orgullo. Cuando la capa de la casa Velaryon fue colocada en sus hombros Rhaenys se volvio parte de mi casa, se volvió tan mía como era de Balerion,

"𝔗𝔞𝔫 𝔰𝔬𝔩𝔬 𝔱𝔲 𝔭𝔬𝔡𝔯í𝔞𝔰 𝔥𝔞𝔟𝔢𝔯𝔪𝔢 𝔞𝔯𝔯𝔞𝔫𝔠𝔞𝔡𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔪𝔞𝔯, 𝔥𝔢 𝔳𝔲𝔢𝔩𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔬𝔰 𝔠𝔬𝔫𝔣𝔦𝔫𝔢𝔰 𝔡𝔢𝔩𝔞 𝔱𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞 𝔭𝔬𝔯 𝔱𝔦"

Exclamó la serpiente marina, la princesa dragón sonrió a su ahora esposo y respondió:

"𝔓𝔬𝔡𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔳𝔬𝔩𝔳𝔢𝔯 𝔧𝔲𝔫𝔱𝔬𝔰 𝔞 𝔩𝔬𝔰 𝔠𝔬𝔫𝔣𝔦𝔫𝔢𝔰 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔱𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞, 𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔶𝔬 𝔩𝔩𝔢𝔤𝔞𝔯𝔢 𝔞𝔫𝔱𝔢𝔰, 𝔶𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔦𝔯𝔢 𝔳𝔬𝔩𝔞𝔫𝔡𝔬"

En su noche de bodas antes dela hora de la ceremonia de ropa de cama, vinieron a mi en las costas de Driftmark donde la princesa dragón me entrego su primera ofrenda, las escamas de su dragona meleys y rubies esperando mi aceptación como miembro de la casa Velaryon, mientras Corlys mi hijo prodigo ofreció vino, flores blancas y perlas pidiendo mi bendición para la concepción de sus futuros herederos. Sentí como las escamas y las perlas se hundían en lo mas profundo de mis océanos fue entonces cuando invoque a un hipocampo como señal de que estaba escuchándolos, el hipocampo se mostro ante ambos, Corlys fue el primero en acercarse reconociendo a la criatura de colores azules, después de todo era su hipocampo aquel que había respondido a su llamado en su cuarto aniversario de nacimiento en el templo de las mareas un templo que los Velaryon construyeron en mi honor, por otro lado la princesa Targaryen estaba sorprendida por la presencia de aquel animal, la presencia de los Hipocampos era un secreto que los Velaryon pasaban de generación en generación pues era su herencia, la princesa acerco su mano con mesura temiendo el rechazo aun cuando Corlys estaba a su lado mostrándole confianza, el caballo marino fue el que tomo la iniciativa acercando su cabeza a la mano de la princesa Targaryen, Corlys sonrió aliviado:

-Es una señal mi amor, la dama de los mares, la señora de la casa Velaryon te ha aceptado como miembro de nuestra casa, ahora tienes su protección-

Después de la ofrenda, ambos regresaron al castillo de Marcaderiva, debían cumplir sus deberes maritales, la llama de las antorchas y la chimenea de la habitación creció con intensidad fue cuando la presencia de Balerion se notó,

-Tal vez deberíamos darles algo de privacidad ¿No lo crees amada mía? - comento el fuego encarnado besando mi mano

Cuando nacieron dos nuevos miembros de los Velaryon mi presencia no falto, primero llego una niña fuerte y hermosa, tenia todo el sello de la casa Velaryon: piel morena, cabello rizado y blanco, como era costumbre ofrecí una señal, el mar mostro la espuma marina más blanca que había creado en siglos así como las gaviotas emitieron un canto en su honor, Balerion hizo que Vhagar emitiera un rugido tan potente que dicen se escuchó en los 7 reinos, Laena Velaryon así fue llamada, la pequeña amaba el mar como solo una Velaryon podía hacerlo, amaba en especial las perlas, pasaría días enteros en las costas creando joyería con ellas, leyendo o entregándome conchas al igual que flores como ofrenda pero la verdad era que la pequeña perla era más fuego que mar era la niña más enérgica que había visto en varios en años, superando a Alyssa Targaryen era como las brasas iniciales de una fogata una pequeña dragona marina que esperaba el momento indicado para volar, el cual llego cuando reclamo a la antigua dragona de la conquista Vhagar años después, un año después del nacimiento de Laena llego Laenor Velaryon el sin duda era un hijo del mar, el día de su nacimiento, cree las olas mas grandes y poderosas que muchos marinos incluso Corlys habían observado que rompían majestuosamente en las costas rocosas, cuando abrió sus ojos morados eran tan oscuros como la profundidad de mis mares, este niño tenia la mirada de un heredero Velaryon, su fuego era cálido como las aguas de donde residían los volcanes marinos, un año después Balerion hizo que el pequeño huevo del bebe eclosionara mostrando un dragón pequeño pero fuerte que tenia el color de la bruma marina. La princesa Rhaenys y Lord Corlys lloraron de alegría a sus ojos el pequeño Laenor era el equilibrio perfecto del fuego y el mar, aunque yo sabia que el pequeño era mas mar que fuego.
En la cuarta primavera de cada uno, como dictaba la tradición de mi casa padre e hijos navegaron a mi templo un islote al oeste de driftmark, ambos llamados fueron mágicos, mientas la pequeña Laena estaba encantada por las estatuas y el pozo de la edificación, Laenor miraba hacia el fondo de este mirando con brillo de curiosidad en sus ojos queriendo averiguar que había en el fondo, cada llamado fue distinto mientras Laena tocaba el agua sin cerrar sus ojos mirando emocionada el brillo en el agua, Laenor cerro sus ojos queriendo conectarse con el agua del pozo para que se escuchara su llamado, cuando las crías de hipocampos surgieron del pozo, Corlys sonrió con orgullo observando a cada uno de sus hijos, Laena chillo emocionada acercándose a la pequeña hembra hipocampo de colores azules, morados y rosados la cual al parecer tenía la misma energía que ella dió varias vueltas por el pozo a la par que se acercaba a su compañera exigiendo caricias, por otro lado en el llamado de Laenor surgió pequeño hipocampo macho de colores grises, azules verdosos y destellos plateados que se acerco mesuradamente al menor que lo veía impactado, el niño extendió su mano al animal el cual acerco su hocico buscando una caricia, Lord Corlys hablo:

"Laena/Laenor sus hipocampos se han presentado, así como te has vinculado con tu dragón como lo dicta la tradición Targaryen, el hipocampo protector de nuestra casa te acompañara hasta el día que el extraño te reclame, tu protector vendrá a ti cuando mas lo necesites debido a su vinculo, su sangre corre en la nuestra gracias a la magia de la antigua Valyria, así como los Targaryen son dragones hechos de fuego, nosotros somos hipocampos parte del océano, este secreto se ha pasado de generación en generación desde el primero de nuestro apellido, aquel que fue bendecido por triton y nuestra protectora la dama de los océanos, algún día se lo transmitirás a tus herederos, Recuerda los Velaryon somos orgullosos de ser parte del mar, venimos de él, pasamos nuestras vidas en el y en la muerte volvemos a el para que nuestra señora nos acompañe a ver al extraño"

Acompañe a ambos mientras crecían, no fue una tarea difícil, ambos hermanos se adoraban, cualquier lugar que visitaban iban el uno al lado del otro, aunque tenían compañía muchas de las veces, así como Laenor era mi nuevo prodigio, un dragón marino en su esplendor, Balerion tenía a la suya, la primogénita del Rey Viserys I Targaryen y su esposa Aemma Arryn: Rhaenyra Targaryen, ella era un dragón en toda la palabra, fue jinete a la edad de 7 años toda una prodigio montando a la dragona amarilla que eclosiono el mismo día que la princesa nació Syrax llamada como la eterna que cuidaba el fuego de dragón hermana menor de Balerion. Mis pequeños hipocampos cruzaron su destino con la dragona Targaryen desde temprana edad, Rhaenys apreciaba mucho a su sobrina eso favoreció a que la niña pasara mucho tiempo en marcaderiva, siempre estaban los tres juntos, cuando los tres tuvieron a sus dragones montaban juntos, en las justas observaban juntos, Corlys los llevaba a navegar por las costas de Kingslanding, incluso la princesa de sangre valyria disfrutaba mucho las playas, pasaba horas junto a Laena leyendo o trenzándose el cabello, escuchando atentamente a su prima sobre las historias que su padre le había contado del mar, aunque no lo dijera Rhaenyra agradecía ser acogida por los Velaryon pues la soledad en la fortaleza roja era constante, sus padres la amaban eso nadie lo podía negar, pero así como los sueños del dragón eran bendiciones había veces en las que se convertían en una obsesión para el Targaryen que se presentaba, el rey Viserys se había obsesionado con el sueño de su primogénito en el trono de hierro a tal grado que la Reina Aemma se la pasaba más encamada en sus aposentos que pudiendo fungir sus otras funciones como Reina consorte, cada embarazo hacia que no pudiera convivir mucho con su adorada hija, quien se la pasaba al cuidado de las septas o acompañada por Ser Harrold Westerling que sin duda amaba a la pequeña de cabello plateado como si fuera su hija, para desgracias del Rey el extraño amaba su compañía cada perdida de un niño sometía a todos en un luto constante, dichos lutos donde su madre quedaba devastada y su padre se concentraba en su maqueta de la antigua Valyria para lidiar con el dolor, La pequeña dragona se mantenía con su madre en cada perdida abrazándola en su cama mientras su madre se aferraba a ella como si temiera que su pequeña también se fuera con el extraño, los lutos hicieron que la pequeña princesa comenzara a cuestionarse el porque su padre no la veía como suficiente a la dulce edad de 6 años.

Recuerdo cuando la pequeña princesa me dio una ofrenda la primera de varias, acompañada únicamente por Laenor, mi pequeño la había acompañado en la perdida de otro de sus hermanos en el parto, le había contado de mi con la esperanza de animarla un poco, incluso la motivo a venir por mi ayuda, ambos infantes vinieron a las costas, la pequeña traía rubies, rosas blancas, conchas que Laenor le había regalado y una escama de su dragona, juntos habían creado una pequeña barca para colocar todo y ponerlo en el mar, recuerdo su pedido con nostalgia pues era un pedido lleno de inocencia infantil:

"Dama de los océanos, se que no soy una Velaryon como mi primo, pero él me ha contado que tu naturaleza es gentil y ayudas a quien te ofrenda, ¿cree que podría hacer que mi padre vea que puedo ser digna de ser su hija?, quiero que mi madre deje de sufrir, ya no quiero perder más hermanos"

Laenor estuvo con ella en toda su ofrenda, mientras hacia su petición el sostuvo su pequeña mano y no la soltó. Cuando la barcaza con la ofrenda desapareció de su vista ambos regresaron el hogar del menor aun tomados de la mano, la manera en que ellos se complementaban era encantadora fue como volver a ver a Alyssa Velaryon y Aenys Targeryen en ellos, él le daba la calma que solo las aguas podían proporcionar y ella le daba la fuerza para intentar algo solo como el fuego hacía, su conexión era parecida pero no igual, puedo asegurar que nacieron para ser compañeros pero no de la manera que todos catalogaban como convencional de un hombre y una mujer. Las almas gemelas no existen solo de manera romántica. No pude negarme a la petición de la niña, la bendije para que su deseo se cumpliera, pero la manera no seria la que ella esperaba, después de todo era mi hermana "el destino" la que dictaba que sucedería, frente a cualquier contradicción que ofreciera cualquiera en la corte el rey Viserys otorgo el puesto de copera del rey a la princesa a sus ocho años, puesto que solo se le otorgaba al heredero, desde entonces la pequeña princesa y su padre eran rara vez vistos el uno sin el otro. En la noche de su nombramiento como copera la pequeña vino a las costas acompañada por Ser Harrold a entregarme una perla como agradecimiento por haberla escuchado.

Poco después se le otorgó una dama de compañía, una niña dos años mayor que ella, hija de la mano del rey su nombre Alicent Hightower, era una pequeña que contrastaba con Rhaenyra callada, obediente en exceso, devota a la fe de los 7 y tranquila, sentía algo de pena por ella su madre murió cuando era muy pequeña por lo que tuvo que mudarse a la fortaleza roja junto a su hermano para estar con su padre, un hombre que incluso a una etérea como yo le provocaba desagrado, había malicia en sus acciones, ambición en sus consejos y manipulación en sus opiniones, su pobre hija era una herramienta mas en su tablero de juego, Balerion sabía que la mano del rey no quería a Rhaenyra, a su pequeño orgullo cosa que hacía que mi amado repudiara al hombre verde. A pesar de esto ambas niñas se quisieron desde el primer encuentro, a Laena mi dulce perla no le agrado mucho la compañía de Alicent tal vez ella veía la sombra de su padre verde en la niña de cabellos rojizos o no quería compartir a su adorada prima con ella, pero la toleraba porque veía a Rhaenyra feliz. Laenor pensaba igual que su hermana más nunca lo comento y como buen caballero trataba bien a la niña.

Mis pequeños Hipocampos crecieron a la par que la princesa dragón y su dama de compañía, Laena se convertía en una doncella astuta al igual que una gran jinete de dragón despues de reclamar a sus 10 años a un dragon, siempre se la veía montando a Vhagar junto su hermano y prima en Seasmoke y Syrax respectivamente, danzando los tres en el cielo ante la mirada alegre de Rhaenys la Targaryen, la pelinegra los cuidaba a distancia en el lomo de la reina roja, a veces la joven Velaryon convencía a su padre para visitar a su protectora en el templo para ver como crecía, al igual que su hermano quien se había arriesgado a montar a su hipocampo quien lo recibió con gusto siendo observado con orgullo por la serpiente marina, Laenor como futuro heredero y señor de Marcaderiva se la pasaba al lado de su padre recuerdo su primer viaje en el barco de su padre, Rhaenys me había ofrecido perlas y vino para protegerlos, el joven amaba la brisa marina en su rostro, amaba que su padre le enseñara sobre cartografía, como comandar un barco, a comprender al mar en todas su partes: en la calma, en la tempestad, en el ojo de un huracán, a nunca faltar el respeto a las aguas pues nadie tenia el poder de controlar el mar. Navegaron por Essos y cuando regresaron lo hicieron con regalos para las mujeres importantes de sus vidas, Corlys y Laenor me ofrendaron esmeraldas obtenidas en Volantis agradeciendo mi protección durante sus aventuras, Lord Corlys trajo vestidos para su esposa, hija y sobrina de la ciudad de Yi Ti, ciudad famosa por tener las telas mas finas y sedosas de todo el mundo, las cuales ayudaron a duplicar la fortuna de los Velaryon cuando la serpiente marina comenzó a comercializarlas en Westeros años atras, así como Laenor les trajo collares y anillos creados por los mejores joyeros de Leng, a su madre le entrego joyas que tenían granate tan rosa como las alas de Meleys, a su adorada hermana joyería hecha con jade del mismo tono de Vhagar y finalmente para Rhaenyra anillos con varios Rubies finamente pulidos sabia que eran sus favoritos así como un collar con amatistas que combinaban perfectamente con sus llamativos vestidos de colores morados.
El joven Velaryon mi orgullo, también amaba el arte de la caballería, siempre practicando con su espada, así como de su padre aprendió de estrategias y de su madre en como ser un jinete de dragón, siempre volaba en Seasmoke sobre las mareas, tocando con su mano el mar donde a veces su hipocampo lo acompañaba, otras veces volaba con su prima, cuando podia subía en lomos de seasmoke a su escudero y primer amor Joffrey Lonmouth, era un secreto a voces la preferencia de mi niño por valientes escuderos de su edad a jóvenes doncellas de alta cuna, debido a que aparte de su madre, hermana, prima y su dama de compañía, Laenor casi no convivía de manera cariñosa con féminas, cosa que a su padre parecía disgustarle, al igual que a los adeptos a la fe de los 7 que amaban señalar a la gente que consideraban impuras diciendo que nos hacían enojar, la gente de la estrella de siete puntas nunca fue de mi agrado, hablando por nosotros, era otra de las cosas que extrañaba de la antigua Valyria donde eras libre de amar a quien quisieras. Me tranquilizaba saber que tenía apoyo de su padre a regañadientes, así como de su madre, hermana y en especial de la princesa Rhaenyra que a sus 13 años llego a convencer a su padre de despedir a una criada de la fortaleza roja cuando escucho que había llamado impío a su adorado primo en una de las visitas de los Velaryon a kingslanding, pues fue la primera en enterarse de su preferencia cuando lo encontró besándose con el caballero de los besos en la costa de Marcaderiva en una de sus visitas frecuentes. ofreciéndole confiabilidad en sus palabras:

"No tienes que preocuparte Laenor, no hay nada de malo en amar a Joffrey, la princesa Rhaena Targaryen amaba a mujeres como la capitana Elissa Farman, guardare tu secreto, así como tus guardas los míos "

La dragona y el dragón marino eran leales el uno con el otro, siempre había sido así: el fuego de ella quemaría a todo aquel que intentara dañarlo, así como el agua del dragón marino le ofrecería calma y un lugar donde curar sus heridas.

El tiempo pasaba como era el orden ancestral, mis hipocampos, mi dulce Laena de 16 años era una doncella florecida que prefería ser jinete de dragón a desposar a un noble, Laenor tenía 15 años siendo un joven guerrero hábil pero sereno, por otro lado la pequeña dragona de Balerion Rhaenyra una doncella de 14 años astuta, valiente y escurridiza se había vuelto la pesadilla de sus septas más estrictas al escaparse para volar en Syrax sobre todo Kingslanding o entrenar con la espada un poco con Laenor siendo cuidada por Ser Harrold Westerling a distancia quien fingía no ver las acciones de la joven cuando la mano del rey acudía a él para saber que había estado haciendo la princesa, muchos llamaban a Rhaenyra mimada por el trato de su padre a ella, pero era muy querida entre los sirvientes del castillo pues la joven princesa los trataba con amabilidad y cariño salvo a sus estrictas septas de las cuales adoraba esconderse haciéndolas refunfuñar prefiriendo tomar sus estudios bajo la sombra del arciano recostada en el regazo de su dama de compañía, Alicent Hightower de 16 primaveras quien le leía con calma mientras acariciaba el platinado cabello de la princesa dragón, ambas jóvenes se adoraban ofreciéndose confidencialidad así como compañía, pero oculto para cualquier ojo menos para un inmortal en sus corazones había una chispa de amor sincero, una era más expresiva sin miedo a ocultarlo pero la otra con miedo de su padre y las creencias que le había inculcado solo lo mostraba con ella, yendo al septo a orar por perdón al sentir que pecaba por el acto sincero de amar, oh niña verde no nos tenías que pedir perdón.

Mis protegidos se volvieron a encontrar con la princesa dragón cuando su padre había sido asediado por otro sueño del dragón que mostraba el nacer de un varón sano escuchando de fondo "pezuñas atronadoras, escudos astillados y espadas resonantes" tomándolo como otra señal organizo un torneo en honor al ultimo embarazo de la Reina Aemma quien esperaba el ansiado varón del rey Viserys I, todos los nobles fueron invitados, a la par del evento la sangre de los injustos, pecadores y criminales fue derramada a manos del dragón rojo, el príncipe rebelde Daemon Targaryen, comandante de los capas doradas. Los Velaryon fueron los primeros en llegar un día antes del torneo, dragones e hipocampos se recibieron con cariño, los tres jóvenes una vez juntos se dispusieron a ensillar a sus dragones para bailar en el cielo, siendo vistos con alegría por los mayores no sin antes de que los jóvenes Velaryon visitaran a su tía Aemma para conversar un rato, la serpiente marina estuvo con el rey pacifico conversando sobre el futuro, la reina que debió ser, se mantuvo al lado de la fragil dragona del valle su adorada prima quien no se le permitía salir de sus aposentos por su seguridad, la presencia de Rhaenys trajo paz para Aemma Arryn, quien aún recordaba su pedido a su marido quien sostenía su mano con amor mientras ella se bañaba, ya no quería sufrir más perdidas, quería estar mas tiempo con su adorada niña dragón, sabia que era su deber con el reino, sabía que su campo de batalla era el parto al cual siempre entro con valor como le había dicho a su Rhaenyra esa mañana antes de la llegada de sus primos, pero incluso el guerrero mas fiero clamaba por paz después de tantas batallas. La reina Aemma merecía mas que solo estar encamada por la obsesión causada por los sueños del dragón.

El torneo del heredero había comenzado a la par que la reina Aemma había entrado en labor de parto, Rhaenyra hizo acto de presencia acompañada por su dama de compañía en el palco perteneciente a la familia real sentándose al lado de sus adorados primos para observar el evento los cuatro juntos acompañados de sus padres y demás nobles. Balerion estaba ahí junto a la eterna Syrax protectora de la princesa también el al lado de los Targaryen y yo del lado de los Velaryon. Recuerdo cada encuentro a la perfección, pero también recuerdo cuando mi hermana "El destino" se materializo fue cuando el resto de los eternos ahí presentes nos comenzamos a alarmar, mi hermana se quedo parada en medio del palco observando, trazando cosas en su libro infinito, varios duelos comenzaron siendo el primero donde apareció una figura que hizo que mi hermana despegara la vista del libro hacia aquel caballero que entraba, si mi hermana miraba demasiado tiempo a un mortal era porque que su llegada significaba algo en la vida de nuestros protegidos como lo había trazado seguramente con anterioridad, su apellido fue proporcionado por la dama de Rhaenyra, Cole quien había derribado a su primer oponente ganándose un poco del interés de la protegida de Balerion y Syrax, hubo disgustos como el cinismo inconsciente de Lord Boremund cuando pidió el favor de mi protegida Rhaenys con el horrible apodo que el reino le había dado "La reina que nunca fue" quien a pesar de la incomodidad le dio su favor a su tío, claro que intervine solo un poco para su derrota a manos del participante Cole, recibiendo la mirada molesta de mi hermano la tempestad quien estaba al lado de los Baratheon, las miradas divertidas de Balerion y Syrax así como la mirada satisfecha de mi hermana el destino quien obviamente sabia que iba a pasar, otro momento incomodo fue cuando toco el turno del príncipe rebelde de participar en el torneo quien escogió al hijo mayor de lord Hightower para disgusto de este además de pedir el favor de Alicent, la pobre muchacha sudaba inseguridad cuando volteo a ver a su padre quien asintió disimulando su disgusto, la joven de cabellos castaños rojizos entrego la corona como muestra de su favor siendo observada por la princesa Rhaenyra algo decepcionada porque su adorado tío no pidió su favor, cosa que mi dulce hipocampo noto sujetando su mano teniendo la atención de la princesa Targaryen a la cual le dedico unas palabras:

- Cuando participe en mi primer torneo te prometo que pediré a tu favor dulce prima ganare para coronarte como la dama del torneo y el tío Daemon se arrepentirá por no haberlo hecho hoy, pero no le digas a Laena o me tratara de traidor-

Dicho esto, la princesa Rhaenyra apretó su agarre y le sonrió agradecida, para fijar su mirada otra vez en el duelo del príncipe rebelde, además de la sonrisa de su prima sus padres quienes habían escuchado lo que su adorado hijo comento sonrieron con complicidad el uno con el otro.

El torneo estaba desarrollándose como miles de torneos anteriores, cuando un aire helado comparado a Invernalia llego al palco real al mismo momento que un Maestre llegaba para ponerse al lado de la mano y el rey, ese frio lo conocía a la perfección al igual que mis iguales que estaban ahí presentes, era una de las señales de llegada de mi hermano "el extraño", algunas antorchas se comenzaron a apagar una tras otra señal que preocupo a Syrax junto con Balerion, fue entonces que la figura de mi hermano el final emergió como humo oscuro, y la mirada serena de la hermana destino lo confirmo, alguien con sangre Targaryen estaba apunto de morir, la hermana destino arranco una hoja de su libro camino hacia "el final" y se la entrego, este solo asintió y camino al lado del Rey Viserys quien salió con velocidad del torneo ante las miradas atónitas de todos ahí, ver los ojos de la princesa me dolió, ella lo presentía, Syrax se quedo con ella pero Balerion acompaño al extraño para encontrarse con Meraxes otra de sus hermanas quien cuidaba a las mujeres de la casa Targaryen, Meraxes siempre cuido de Aemma como la patrona de los nacimientos volviéndose su señora en la antigua Valyria era la representación del fuego inicial de las fogatas. Me quede junto a los Velaryon, sentía la inquietud de Rhaenys ella también lo sentía, Aemma se preparaba para ser reclamada por el extraño.

El último enfrentamiento fue un paralelo de la última batalla de Aemma Arryn en el lecho de parto, Daemon Targaryen era la vida de la reina y Criston Cole era la representación de mis hermanos la muerte y el destino, fue larga así como dolorosa, la reina se aferraba a la vida como el príncipe a la victoria, después de la brutal batalla cuerpo a cuerpo, cuando el príncipe cedió marcando su derrota, la reina Aemma,a pesar de su dolor no lloraba por ella aceptando su destino, lloraba por el destino que le depararía a su única hija, dio su último aliento con su hija en mente y con unas últimas palabras:

"Cuida de mi hija por favor"

dirigidas tanto al rey como a nosotros, siendo entregada por Meraxes y Balerion para que partiera con el extraño. Su cuerpo físico era una obra de tragedia, abierta como un animal en su cama pintada de carmin con expresión de tristeza eterna por la obsesión de un rey con un sueño del dragón dolor que viví cuando Alyssa murio. Meraxes nunca lo menciono, pero para el resto de nosotros era claro que desde ese día odio al Rey Targaryen, yo comprendí su rencor; dentro de mis múltiples misiones era una deidad de vida así como deidad protectora para las mujeres.

Ese día una parte del alma del rey partió con Aemma Arryn, El rey Viserys nunca volvió a ser el mismo desde ese día, sea por penitencia de Meraxes que clamada justicia o porque así era lo que escribió el destino el rey comenzó a marchitarse ese día. El extraño aun no se iba en cambio se posiciono al lado del Rey que cargaba al pequeño príncipe Baelon mirando al recién nacido con pena, su llama apenas era visible,frágily sin potencia aferrándose a la nula vida que tenía, ell extraño espero pacientemente, mi hermano el mas noble de todos los inmortales no importara cuánto lo repudiaran los mortales, él les brindaba compañía para el más allá, las daba el favor de ver a alguien antes de morir, fue cuando la princesa Rhaenyra llego hecha un desastre, atrás de ella venia su fiel dama de compañía, cayó sobre sus rodillas al lado del cadáver de su madre, sosteniendo su mano llorando a mares pidiendo su perdón por no despedirse siendo observada por caballeros y sirvientes con pena, todas las sirvientas ahí presentes junto con Alicent tuvieron que intervenir para que se separa del cadáver que alguna vez fue su madre para que pudiera ser preparada por las Hermanas silenciosas,una vez de pie su mirada ardía como el fuego de Balerion el terror negro mirando a su padre con rabia de dragón, la cual se disipo un poco al mirar al bulto entre sus brazos, lo único que le quedaba de su madre su dulce hermano quería sostenerlo, se acercó a su progenitor quien estaba ido, cosa que facilito para la princesa tomar a su hermano recién nacido en sus brazos, el pequeño y débil dragón abrió los ojos por primera así como ultima vez para su hermana, quien sonrio al ver los ojos de su madre azul Arryn, felicidad que solo duraría unos minutos para luego volverse llanto cuando el menor cerro los ojos para siempre y mi hermano lo recibió para partir al más allá junto a la reina Aemma.


El mar estuvo calmado en el funeral Targaryen, así como el cielo fue calmo y nublado, yo dicte que debería ser así. Mis protegidos estaban ahí, acompañando a la princesa dragón, su fuego estaba bajo con peligro de extinguirse, Laena y Laenor se negaban a separarse de su prima, mientras la princesa Rhaenys con profundo dolor en su corazón por perder a su adorada prima superviso los preparativos del funeral Valyrio mientras Corlys acompañaba al Rey, fueron mis pequeños hipocampos los que acompañaron a Rhaenyra en su dolor atrincherándose en los aposentos de la princesa junto con Alicent, durmieron juntos los tres. Podían ver la mirada perdida de su prima quien miraba la pira donde estaban los cuerpos de su madre y hermano recordando su última conversación con la difunta reina y su petición final:

"Sobrinos míos, se que para ustedes es costumbre verme recostada en mis aposentos, realmente lamento no poder cumplir mis deberes como su tía, ni poder visitarlos nunca en marcaderiva, pero quiero que sepan que los amo mucho, son hijos de mi única prima viva mi corazón salta de alegría porque ambos son parecidos a ella en carácter. También agradezco que siempre estén para mi hija, agradezco que nunca la dejaran sola, que la recibieran en su casa siempre, agradezco que sean los hermanos que no le he podido dar, por darle la familia que mi esposo y yo no podemos darle. Se que tanto mi hija como su padre me regañarían por evocar a la mala suerte, pero quiero pedirles algo, el gran Mestre Mellos ha pronosticado que el nacimiento de mi hijo será mañana, pase lo que pase quiero que se queden al lado de Rhaenyra por favor, ustedes junto a sus padres son un pilar importante para ella, no la dejen sola, este favor se los pido no como reina consorte sino como su tía Aemma y madre de Rhaenyra mi bella Laena se la compañera que siempre has sido con ella y mi fuerte Laenor protégela como siempre lo has hecho, lamento si mi favor es una carga pesada pero sé que son los únicos que pueden hacerlo junto con mi prima Rhaenys"

Ambos honrarían a su difunta tía, se quedarían al lado de su prima, quien después de intercambiar palabras con su tío tomo valor tomando un paso al frente para ordenar a su dragona que encendieran la pira funeraria, sentí el dolor de Rhaenyra, sentí su garganta quemarse la primera vez que intento pronunciar la antigua palabra valyria que era la orden para que su dragona exhalara fuego. Mientras los cuerpos se volvían cenizas y la princesa se negaba a mirar la figura de la cual no se pudo despedir, mi joven protegido se posicionaba a su lado tomando su mano ante la mirada de todos. Haciendo sentir orgullosa a su madre "La reina que debió ser".

Días después con el luto apenas mitigandose, el Rey Viserys consolido a Rhaenyra como su heredera al trono de Hierro me sorprendió gratamente aun recordaba con malestar cuando el rey Jahaerys el sabio junto con su consejo ignoraron el reclamo de la princesa Rhaenys para su hijo, sabiendo que la dejarían de lado excusandose en la ley de los Andalos, recuerdo la sensación de su garganta ardiendo, la ira de Corlys acumulada desde la muerte del padre de Rhaenys Aemon, la ley de los Andalos dictada por conveniencia todo porque una mujer no podía ser Reina, recuerdo como años antes la reina buena Alyssane Targaryen dejo a su marido insultada por la decisión tras la muerte de su hijo mayor, sus palabras quedarían registradas cuando se puso a Baelon cómo sucesor:

"𝔘𝔫𝔞 𝔳𝔢𝔯𝔤𝔞 𝔫𝔬 𝔢𝔰 𝔢𝔰𝔢𝔫𝔠𝔦𝔞𝔩. 𝔖𝔦 𝔭𝔦𝔢𝔫𝔰𝔞𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔩𝔞𝔰 𝔪𝔲𝔧𝔢𝔯𝔢𝔰 𝔠𝔞𝔯𝔢𝔠𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔩𝔲𝔠𝔢𝔰 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔯𝔢𝔦𝔫𝔞𝔯, 𝔢𝔰𝔱𝔞 𝔠𝔩𝔞𝔯𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔶𝔞 𝔫𝔬 𝔱𝔦𝔢𝔫𝔢𝔰 𝔫𝔢𝔠𝔢𝔰𝔦𝔡𝔞𝔡 𝔞𝔩𝔤𝔲𝔫𝔞 𝔡𝔢 𝔪𝔦"

Las tres hermanas de Balerion y el estaban indignados Rhaenys era una hija prodiga de mi amado, su hijo Laenor merecía más, en aquel Consejo las antorchas y chimeneas en el castillo ardieron al igual que Meleys soltó un rugido que hizo temblar al castillo marchito que era Harrenhal como señal de que los dioses protectores de los Targaryen estaban enojados pero cínicamente lo tomaron como señal de que Viserys era la opción correcta ignorando al pequeño Laenor, como si no hubiera sido suficiente apodaron a mi protegida como "La reina que nunca fue" dado que no fue considerada nisiquiera cómo candidata, acto que les costó mi castigo, desate una tormenta que duro días como señal de apoyo a mi protegida Rhaenys y mi dragón marino solo los Velaryon pudieron cruzar el mar esos días. Corlys fue de los primeros en doblar rodillas ofreciendo su lealtad a la princesa dragón sé que mi hijo predilecto vio lo que debió ser su esposa en su querida sobrina, cuando la ceremonia culminó regrese a Marcaderiva con mi casa.

Pasaron muchas cosas después de la partida de la reina Aemma 6 ciclos lunares de incertidumbre. El hermano discordia hizo su presencia, presencia no extrañada desde la dinastía de "Maegor el cruel", me mantuve serena hasta que un día sentí la ira de los protectores de la casa Targaryen, sentí el fuego de Balerion arder, estaba al lado de Laenor quien entrenaba acompañado de Laena estaban en las costas, vi a la princesa llegar montada en su dragona amarilla, cuando toco tierra y bajo de su dragón Laena y Laenor ya había llegado a ella, la cual se dejo caer destrozada en los brazos de su adorada prima, los hermanos la miraron preocupada a la par que los padres de estos llegaban alertados por la presencia de Syrax. Cuando por fin Laena calmo a su prima, esta les conto porque estaba ahí, Corlys fue capaz de atar los hilos recordaba como el consejo había propuesto a su hija como prometida para el rey Viserys pero este rápidamente rechazo la idea insultando a la serpiente marina una vez más, ahora todo tenía sentido la princesa había sido traicionada por su padre y por su mejor amiga que no habían tenido la consideración de hablar con ella si no haciéndolo a sus espaldas, Rhaenyra sufría su duelo sola mientras la chica que tenía su corazón estaba en brazos de su padre; Alicent Hightower y el rey Viserys se iban a casar.

-Ese asqueroso Hightower está detrás de todo esto no tengo duda- exclamo en colera mi hijo

Laenor miro a su padre, aunque estuviera de acuerdo con su opinión, no era momento de hablar, menos con Rhaenyra ahí presente:

-Padre por favor, Nyra tranquila, esta bien si quieres llorar vamos a casa, hablaremos ahí, enviaremos un cuervo al rey para que sepas que estas aquí, no estás sola prima -

Nada mas se hablo por respeto a Rhaenyra, quien se quedó en marcaderiva acompañada por Laenor y Laena por semanas a pesar de los múltiples cuervos con suplicas de su padre por que regresara a casa, pobre rey Viserys siempre había pensado en el cómo alguien reflexivo, pero no era capaz de comprender que una familia rota no era un hogar. Su tía le aconsejo regresar su ausencia era una ventana para aquellos que ponían en duda su lugar como heredera. Llegó dos días antes de la boda de su padre acompañada únicamente por Laena que montaba a Vhagar, la cual iba como apoyo moral debido a que la princesa tenía que preparar a la prometida de su padre como dictaba la tradición. La pequeña muñeca Hightower trato de hablarle pero solo recibió silencio como respuesta, mis protegidos y yo ya habíamos sido insultados demasiado por la gente de Kingslanding como para estar en una boda alimentada por la ambición y el egoísmo. Ausencia que fue notoria así como motivo de murmuros. Después de la boda era normal ver a la joven dragona en marcaderiva, prefería estar con los Velaryon que en el nido de serpientes que se estaba convirtiendo la fortaleza roja, en especial después de que se entero del embarazo de la ahora Reina Alicent quien al parecer había concebido con el padre de Rhaenyra una semana después del matrimonio. Entendía a la joven Targaryen las heridas de traición son las que mas tardan en sanar, recuerdo como vino a las costas una noche ofrendándome un anillo de zafiro que le pertenecía a su madre, pidió por su protección, comenzaba a notar las miradas que la mano del rey le daba y escuchaba los susurros de como su futuro nieto iba a ocupar su puesto como heredera. Después de todo la princesa solo tenía 14 años aun era muy joven. A pesar de la traición el día que su ex amiga estaba en labor de parto volvió a mi y me ofrendo un rubí pidiendo porque no le ocurriera nada a Alicent ni a su futuro medio hermano, Rhaenyra era tan noble que aun sabiendo que ese niño podría quitarle su lugar sabia que era un inocente además tenia sangre de su padre en él.

Aegon II nació sano y con buenos pulmones, no importa si fuera cargado por la madre o el padre no dejo de gritar hasta que Rhaenyra lo cargo, la joven a pesar de todo recordaba lo feliz que se sintió al cargar a su difunto hermano y movida por esa nostalgia tomo a su medio hermano en brazos, fue cuando el recién nacido abrió sus ojos índigo tan oscuro como los ojos de mi amado Balerion, ojos que solo miraban a su media hermana, Balerion y yo nos miramos temiendo lo obvio.

Pasarían los años donde estuve con mis protegidos en medio de una sanguinaria guerra, tanto Corlys como Laenor partieron a los peldaños de piedra junto con Vaemond y demás miembros de la casa del hipocampo, amo a todos mis hijos; pero había ambición en Vaemond así como había crueldad, la maldición de segundo hijo lo había consumido, lo note desde el momento que su protector lo rechazo no volviendo a responder a su llamada, anhelada todo lo que Laenor iba a ser, lo quería para el ; la manera como se dirigía a él, sus miradas incluso sabía de los susurros ofensivos hacia el, ningún Velaryon puede ocultarle nada a su señora, a pesar de la cruel guerra Laenor encontró la manera de enviar cuervos a su madre, hermana y prima cada que podía para mantenerlas calmadas, las tres venían a mi todos los días ofrendándome para cuidarlos. El príncipe rebelde también estaba aquí para el disgusto de Vaemond, cuatro años de batallas donde hubo muchas bajas gracias a la triarquia que se negaba a perder, su líder el alimenta cangrejos era sanguinario, que el rey Viserys haya mostrado nulas intenciones a ayudar solo prolongaba la guerra, en su punto final y con la ira de Daemon tras la nota de su hermano que fue desquitada sobre el pobre mensajero, planeo una estrategia pidiendo la protección de Balerion así como los Velaryon pidiendo la mía. Laenor siempre fue intrépido podría mostrarse calmado como mis océanos, pero en batalla el era el mar de tormenta la pesadilla de los marineros, montado en Seasmoke y sin miedo atacaba a los arqueros en baños de fuego para debilitar su fuerza de ataque mientras la serpiente marina combatía al antiguo estilo de la casa Velaryon usando la legendaria espada de acero valyrio fabricada para el primer Velaryion, contracorriente y su hacha riptide. No retrocederían ni hincarían rodillas, pero cuando Daemon surgió bañado en sangre junto con el cuerpo mutilado del alimenta cangrejos fue claro que la victoria era de ellos.

Daemon fue coronado como rey de los peldaños de piedra y la facción ganadora respiro con paz después de varios años. Noticias que llegaron a kingslanding dejando un sabor agridulce en la boca del rey quien había comenzado a buscar quien desposara a su heredera para disgusto de esta pero el saber que su primo favorito había sobrevivido a la guerra, así como su tío le brindaba un poco de paz.

Cuando Daemon Targaryen regreso a kingslanding, mi hermano la discordia estaba más energético de lo normal alertando a los protectores de la casa Targaryen, incluso yo temía que mi casa tuviera repercusiones. Todos sabían del cinismo del príncipe Daemon, quien llego al castillo portando la corona que había pertenecido al alimenta cangrejos con anterioridad. Pesa a cualquier tensión el rey y su hermano se reconciliaron... otra vez, cualquiera que conociera la historia de los hermanos dragón sabrá sobre las veces que el príncipe canalla era desterrado por su hermano gracias a su lengua afilada siempre para luego ser perdonado. Así como también conocían el amor sincero que este tenía por su familia (su hermano mayor y su sobrina). El amor del príncipe Daemon por esta última esa extraño para el ojo mortal, pero por nosotros los que permanecemos lo habíamos visto con anterioridad, ninguna de esas veces había salido bien mi pobre Rhaena era prueba de ello deseada por su tío Maegor Targaryen y obligada a desposarse con el. Si bien no llegaba a esa locura, el príncipe canalla deseaba el amor de su sobrina, era un dragón después de todos y estas criaturas son codiciosas con lo que creen es suyo. La princesa no era ciega ante el afecto ofrecido por su tío, disfrutaba de cada regalo que este le daba, así como su atención prueba de ello era el collar de acero valyrio sobre su cuello, tal vez eso la condeno al desastre que estaba a punto de pasar el fuego sin controlar puede destruir todo.

La vida de Rhaenyra no había sido fácil después de la boda de su padre, el nacimiento de Aegon había traído susurros de la corte sobre su lugar como heredera, si bien se mantenía alejada de su hermano era un recordatorio constante de la traición de mejor amiga, el pobre no la tenía fácil, había visto varias veces en las que Alicent había perdido el control con él, no la culpaba la llegada de Aegon marco el final de la inocencia de Alicent una niña de 16 años de edad, nadie te prepara a esa edad para ser madre y menos una niña que había crecido sin una. Eso motivo a Rhaenyra a acercarse a su hermano, tal vez veía un poco del hermano que perdió, tiempo después llegaría Helaena la cual se convertiria en su dulce hermana, por más que tratara de odiarlos no podía eran sangre de su padre Aegon tenía un poco de Baelon y Helaena era la hermana que siempre había querido tener, aunque Alicent junto con su horrible padre quisieran separarlos no lo harían. Por otro lado el pequeño Aegon estaba encantado con su hermana tal vez era un bebe pero como habíamos temido la llama de Aegon ardía por su hermana mayor, cuando no la veía lloraba por ella, cuando aprendió a caminar la seguía agarrándola de sus faldas cuando caminaba por los corredores del pasillo queriendo mostrarle su dragón tallado de madera, si bien Rhaenyra tenia sus momentos de ira por su padre como en la cacería por el segundo cumpleaños de Aegon, cuando rechazo a Jason Lannister por su petulante propuesta de matrimonio, era muy pequeño todavía para comprender los gritos de su padre, un niño que lloro clamando por su hermana quien se alejaba galopando en su blanco corcel, siendo seguida por su espada juramentada, Ser Criston Cole, después de horas de llanto por parte del joven príncipe e incertidumbre por el paradero de la princesa. Verla llegar bañada en sangre montada en su caballo, trayendo a una de las criaturas más feroces y difíciles de cazar, inerte como premio de la cacería, para luego caminar con grandeza entre múltiples hombres que la rebajaban por ser mujer incluyendo al Lord que acababa de rechazar, Syrax y Balerion estaban orgullosos habían mandado al ciervo blanco como señal de que Rhaenyra era su heredera, desgraciadamente alguien de naturaleza rencorosa fue el único testigo de esta señal. Aegon bramo feliz por su hermana cuando la volvió a ver queriendo bajarse del regazo de su madre que estaba embarazada de su futura hermana para correr a su Nyra. De cierta manera Otto pudo haberle cumplido el deseo al infante, cuando propuso casar a Rhaenyra con su nieto no era una decisión sabia, era una decisión egoísta, su nieto era su mas nuevo y perfecto títere para llegar al poder, pero el Viserys se negó, continuando con la búsqueda de un marido para su hija. Algo que Daemon arruino al llevarla a una casa del placer donde la abandono, donde Ser Harwin la rescato y para desgracia de mi amado Balerion Ser Criston Cole la consoló.

A pesar de la ira del rey por las acusaciones medianamente ciertas la ambiciosa mano, el amor por el único recuerdo de Aemma Arryn y la culpa del mal padre que había sido pudieron sobresalir, provocando un efecto domino que inicio cuando Otto fue relevado de su puesto, que la princesa recibiera el té de luna, la reina y la princesa rompieron su ya dañada relación, Criston cole mostrara su verdadera naturaleza ante el rechazo de Rhaenyra que había escogido su deber ante el para que la ultima ficha cayera, su última esperanza radicaba en Driftmark mis protegidos eran los indicados a los ojos de un rey que se marchitaba, la princesa y el rey partieron a Marcaderiva

Fueron recibidos por mi perla, Laena Velaryon, la cual con sus habilidades de doncella los recibió, acercándose con cariño a Rhaenyra una vez sus padres se fueron a hablar con el rey, tomándose de las manos partieron a los aposentos de Laena para hablar un poco, Laena se había vuelto su mejor confidente después de perder a Alicent, tal como lo habían sido antes de su llegada. Cuando Rhaenyra le confeso a su prima lo que había pasado con su espada, esta no la juzgo en cambio la abrazo prometiéndole que la apoyaría. Después de su estadía con Laena, la llegada de mi protegido Laenor quien la abrazo pidiendo disculpas por no recibirla, él estaba escondido pasando el rato con su caballero de los besos. Ambos bajaron a la playa para conversar como siempre lo habían hecho desde pequeños no eran ingenuos, sabían lo que sus padres estaban conversando.

-Querido primo, nos conocemos desde niños, hemos sido confidentes del otro en travesuras, aventuras, así como en secretos y sé que esta unión no es algo que tu hubieras querido-

- No tengo nada contra ti prima, lo sabes, te quiero mucho eres de las mujeres mas importantes en mi vida junto con mi madre y mi adorada hermana, así como también lo fue la tía Aemma -

La pequeña dragona miro a mi joven hipocampo, la sonrisa en su rostro era genuina, lo invito a acercarse mas a las olas mientras seguían escuchando a las gaviotas cantar.

-No, yo lo sé, se cuales son tus gustos lo se desde hace tiempo, secreto que he guardado con honor, ¿recuerdas cuando casi alimento a Syrax con aquella horrible sirivienta que te llamo fenómeno? -

Ambos jóvenes rieron, Balerion y yo que los acompañábamos nos sonreímos con confidencialidad, esto me ponía nostálgica era como mirar a Aenys con Alyssa otra vez, había sido comprometidos en esta misma playa siglo atrás, claro que este cariño era distinto, pero era igual de puro.

-Yo prefiero comer pato asado al ganso- dijo ella, el suspiro divertido y comento.

-No es por la falta de intentos, hay quienes nos quieren muy bien-

-Se que tu apetito no cambiara querido primo, no tiene que hacerlo, así como yo no cambiare el mío y ninguno de los dos estamos haciendo nada malo por no querer hacerlo-

Laenor detuvo su andar al igual que su prima cuando este la miro

-¿entonces que estas proponiendo querida Nyra? -

-propongo que cumplamos con nuestras obligaciones como dicta mi padre, así como mis queridos tíos y cuando este hecho, somos libres de cenar lo que queramos, te apoyare no importa el que nos dirán-

Laenor le sonrió, su prima junto con su hermana eran las únicas que sinceramente aceptaban a mi dulce hipocampo por quien era, aquellas dos doncellas llevaban toda una vida demostrándolo, sabia que como heredero de su padre debía dejar un heredero peor la idea de copular con una doncella no era de su agrado, no lo disfrutaba y cada vez que su padre le mencionaba que tenia que desposar a una doncella todo dentro de el se sacudía con desagrado.

-Se que quieres ser libre como lo es el mar Laenor, se a quien le pertenece tu amor romántico, así como tu sabes que yo también quiero elegir,por eso estoy haciendo está propuesta no quiero casarme con un viejo lord que solo me usara como yegua de cría, así como me desagrada idea de ver al primo que amo obligado a desposar a una doncella que posiblemente este llena de frivolidad, cuando nos casemos no te voy atar a mi como una pertenencia, deseo que seas libre de estar con Joffrey cuando llegue el momento iremos a dragonstone y lo traeremos con nosotros, prometo ser tu compañera en las buenas y en las malas, daré como comida a Syrax a aquel que te falte el respeto -

Mi niño lo medito, se sentía aliviado de que sea Rhaenyra con la que estaba teniendo esta conversación, yo también lo hacía, me parte el corazón imaginarlo en un matrimonio sin apoyo o confidencialidad, yo lo protegeré no importa las circunstancias, pero no soy la que traza los caminos. Se que la promesa que le hizo a la difunta Aemma apareció en su mente.

-Yo también te voy a proteger Nyra, seré tu compañero, tu futuro rey consorte, seasmoke devorara a aquellos que te falten el respeto, cuando nuestro hijo nazca seré un padre para el -

Ambos rieron ante sus declaraciones para luego abrazarse y volver a casa de los Velaryon a planear una boda. El dragón marino y la dragona estaban por unirse, el fuego y el océano volverían a fusionarse.

La noticia del matrimonio llego a todo poniente, los lores mandaron por medio de mensajeros y cuervos sus buenos deseos algunos sinceros otros llenos de veneno, pero así era la naturaleza humana, ante la tranquilidad momentánea la presencia de la discordia no me relajaba en absoluto, Daemon quien se suponía estaba desterrado había llegado sin vergüenza al evento nupcial, después la Reina consorte había llegado vistiendo el color de los hilos que la manejaban aunque ahora tenía menos hilos, mostrando que estaba haciéndolo por voluntad el resentimiento comenzaba a consumirla, cuando mi hermana destino apareció en medio de la boda de mi protegido supe que la tragedia estaba por llegar, mientras Rhaenyra y Laenor danzaban con alegría, puede que no era como quería pero al menos el tenerse como compañeros compensaba todo, el agua y el fuego danzando alegremente. Miraba atenta al príncipe rebelde quien no apartaba sus ojos de dragón codicioso de la princesa, en algún momento bailo con mi dulce perla coqueteando, oh madre luna si este Targaryen le hacia algo aun si Balerion se enojaba haría que pereciera tragado por el mar, Laena se veía feliz calmando mi ánimo,cuando por fin se encontraron en medio de la danza, en la cual la princesa rogo porque se la robara en alto valyrio, la cara del rey marchito quien trataba de disfrutar la cena era digna de un balada de su bufón pigmeo. Pero el verdadero peligro estaba en la sombra, Joffrey el caballero de los besos había iniciado una charla con Ser Criston Cole al mismo tiempo que destino le entregaba un hoja a el extraño que acaba de hacer acto de presencia, todo paso en cámara lenta para Rhaenyra y Laenor, Cole había golpeado primero a Joffrey , Laenor trato de defenderlo pero aquel capa blanca cegado por la ira lo golpeo en la nariz, así iniciando una riña donde los lores y demás caballeros presentes mostraron su naturaleza primigenia, en medio del caos la princesa Dragon había quedado atrapada entre empujones, tratando de llegar a Laenor el cual trataba de acercarse a Rhaenyra para sacarla de ahí con intención de regresar para intentar salvar a su amante. Me indigne al ver como mi futura protegida y mi hipocampo estaban siendo lastimados en la riña más cuando el príncipe canalla que decía amarla, no se levantaba de su silla mirando todo con diversión, incluso Alicent dejo de lado su resentimiento preocupada genuinamente por su primer amor, al lado del rey marchito que sangraba por la preocupación por su hija, la nueva mano del rey hizo un gesto al ubicar a Rhaenyra indicándole a su hijo el caballero Strong que fuera a rescatarla como ya lo había hecho antes, fue entonces obvio para mi que aquel primogénito estaba en el destino de mi hipocampo y su dragona. Cuando el horror paso, mi hermano el extraño estaba por irse con un alma acompañándolo, el caballero de los besos pereció a manos del capa blanca, me partió el corazón ver a mi dulce hipocampo arrastrase hacia el cadáver de su escudero en un llanto amargo al ver el camino de sangre que salía de él, así como su rostro que había sido destruido. Rhaenyra se separo de su padre para ir corriendo al lado de su prometido, sin importar manchar su vestido nupcial con sangre hincandose para abrazarlo mientras el rey ordenaba a todos menos a la familia real salir del gran salón. El extraño le permitió al joven despedirse de mi hipocampo, también se despidió de la dragona agradeciéndole por como lo trato y por como cuidaba a Laenor, fue cuando noto mi presencia me reconoció enseguida, antes de irse dirigió un pedido hacia mi:

"Dama de los Velaryon se que no tengo nada para ofrecerte, pero sé que eres generosa no te alejes de mi amado ni de su esposa, es todo lo que pido"

Bese su frente antes de su partida, y no volví a ver al joven que había partido al más allá, se que mi hermano lo cuida muy bien.
La boda de mi hipocampo y la dragona de Balerion fue melancólica, ante la vista de los padres de Laenor, el rey y su esposa. En todo momento Rhaenyra lo miro con tristeza, se sentía culpable por el arrebato de Cole, niña mía ninguna mujer tiene culpa de los actos de ira ciega de los hombres. Después de besar su mejilla tomo la mano de Laenor con la capa de la casa Velaryon sobre sus hombros oficialmente eran marido y mujer, Rhaenyra ahora era una hija más para mí, así como Laenor era un hijo mas para Balerion y sus hermanas. El rey marchito cayó ante todos que acudieron a ayudarlo.

Estando en sus ahora aposentos maritales, Rhaenyra pidió a todos que se retiraran amablemente menos a Ser Harrold y Ser Erryk que se quedaron afuera custodiando la puerta de los recién casados, Laenor lloro a su amado en los brazos de Rhaenyra quien lo recibió cálidamente en aquella cama, ella también lloraba pidiéndole disculpas por la muerte de Joffrey. El agua advertía con congelarse como en el norte, pero el fuego se negaba brindando su calor como consuelo, invoque a la lluvia para que acompañara a Laenor en su dolor, mis dulces niños no se merecían esto en su boda.

-Nyra, no tienes que quedarte conmigo, después de mi llanto la corte no parara de hablar-

-Cuando prometí ser tu compañera hablaba enserio, me quedare en esta cama contigo el tiempo que necesites, si alguien en la corte se atreve a hablar, seasmoke y Syrax se darán un festín de calidad ¿qué mejor carne si no la de un noble que come tarta? -

Laenor se permitió reír un poco, acomodándose en el regazo de su prima. Con lagrimas advirtiendo volver a salir

- Somos compañeros ahora y para siempre como lo hemos sido desde niños, te prometo que encontraré la manera para honrar a Joffrey-

-Gracias Nyra - comento entre lagrimas

Balerion y yo nos abrazamos, en ese momento lo supe de ellos saldría mi ansiada fusión un dragón marino, un hipocampo en llamas, llevaría tiempo, pero el heredero de driftmark llegaría de la sangre de Rhaenyra y Laenor.

Paso el tiempo, uno conocía al otro, a pesar de las miradas de rencor cargadas de veneno que ofrecían la reina y su ahora espada Criston Cole a la pareja, para miseria de la reina consorte dos de sus hijos Aegon junto con Helaena seguían conviviendo con su hermana, Aegon fue miserable cuando tuvo uso de razón y se enteró que su hermana a la cual amaba estaba casada pero no perdía la esperanza que así como su homónimo del cual los septos le estaban enseñando tuvo dos esposas él podía también ser su esposo junto con Laenor el cual le agradaba por otro lado Helaena amaba su hermana era la única junto con su marido que genuinamente no la veían con desagrado, lastima o burla sobre su hablar soñador, la dulce pequeña había sido bendecida por meraxes para que fuera una soñadora, cosa que Rhaenyra comenzaba a sospechar.

El hipocampo y la dragona eran felices siendo un equipo, El rey quien cada día se marchitaba más, también estaba tranquilo pues Daemon después de misteriosamente quedar viudo así como ser echado por Jayne Arryn del valle desposo a Laena Velaryon y si bien la princesa dragón sintió la traición no por su adorada prima a la cual no importara que pasara la amaría con todo su corazón si no que sentía traición por su tío que le había profesado amor, la cambiará con tal facilidad le dolia. Comenzaba a entender porque algunos lo llamaban el príncipe canalla. Laenor la consoló al igual que su nuevo guardia Ser Harwin Strong quien se había vuelto su compañero de cama y el padre de su primogénito, Laenor y Rhaenyra siempre lo intentaban yo estoy como testigo después de todo. Ella jamás lo obligó ni presiono, si bien ambos tenían a sus amantes, el acto marital entre ellos no les causaba desagrado en general, se amaban, pero no de la manera que todos pensaban eso ayudaba, ambos sabían como complacer al otro, incluso hubo veces donde Ser Harwin compartio cama con los dos al mismo tiempo, Laenor con la bendición de su señora esposa tuvo la fortuna de tener al rompehuesos solo para el en noches de besos y caricias bajo la luz de la luna, aunque Ser Qarl no pudo evitar sentirse celoso.

Cuando Jacaerys nació fue el hablar de las malditas sanguijuelas que había en la corte como si la mitad de los lores no tuvieran pobres niños regados en Flea bottom, Balerion y sus hermanas querían quemarlos, insultar a un dragón era un acto de muerte. La reina Alicent saltaba de alegría en su interior cuando vio que el pequeño tenía cabello castaño oscuro casi llegando a verse negro, pero cuando el menor abrió los ojos la reina se quedó congelada y el rey a su lado quien traía un huevo de la nidada de Syrax lo coloco en la cuna del infante para luego sonreír:

-Mi niña este bebe tiene ojos valyrios, pero creo que mi dulce nieto tiene más parecido a los Arryn gracias a mi dulce Aemma-

El rey no pudo evitar soltar una lagrima recordando a su verdadero amor, la reina ignorada nuevamente por su marido se preparaba para soltar veneno contra Rhaenyra y Laenor quedo en blanco cuando todos escucharon un crujir regresando su mirada al huevo, del cual salía un pequeño dragón verde que se acurrucaba con el bebe buscando calor. Laenor abrazo a Rhaenyra tomando su mano, ambos emocionados puede que no sea su sangre, pero Jacaerys era su hijo no importara nada lo amaria era suyo, así como su padre el pequeño era un Velaryon ante mis ojos, puede que no hubiera sangre de hipocampo por parte de Laenor pero seguia teniendo sangre Velaryon gracias a sus antepasados, era un Velaryon de nombre Laenor lo acepto como suyo, si un hijo mío lo aceptaba ¿Quien era yo para juzgar la voluntad de mis protegidos? yo lo protegería como uno.

-Su gracia, si no es molestia mi esposa y MI hijo necesitan descansar además mis padres llegaran pronto y quisiera que mi señora descansara un rato antes de verlos-

Aquella había sido una indirecta para la reina Alicent, quien salió indignada acompañada por su marido marchito y su perro guardian.

Cuando fue el turno de mi hijo prodigo Corlys y su esposa conocer a su primer nieto, no se negara que hubo decepción en sus ojos, pero ver el amor en los ojos de su hijo y sobrina, así como que el niño tuviera ojos Valyrios y el cabello común en los Baratheon y Arryn les daba esperanza sobre su legitimidad, colmaron al pequeño de regalos además Rhaenys al ver al dragón que descansaba con el bebe la lleno de alegría había escuchado a la gente murmurar que no eclosionaria por su proceder mentiría si dijera que la reina que debía ser no se preocupo. Tiempo después Laena había enviaría muchos presentes para su sobrino y una carta para Rhaenyra y Laenor donde contaría que ella había tenido a sus gemelas mostrando el deseo de que sus hijas y su hijo se conocieran pronto.

Cuando por fin estuvieron solos, Laenor coloco a Rhaenyra cómodamente sobre la cama. La cual tenía una expresión triste

-Perdóname Laenor-

-Yo soy el que debería estar pidiendo disculpas a ti y a los dioses, no hay de que disculparse Nyra, nos has dado a los tres a  nuestro primer hijo, a nuestro heredero al trono de hierro, Jacaerys es mi hijo sin importar quien diga lo contrario, tu padre, mis padres y mi hermana están felices eso es lo único que debería importarnos, lo seguiremos intentando-Mi hipocampo abrazo a la dragona para luego dormirse.

Así como lo habían prometido cuando Rhaenyra decidió que ya era buen momento para volver a concebir, ambos se abstuvieron a frecuentar a sus amantes tres ciclos lunares enteros, Harwin paso un tiempo en Harrenhal ocupándose de sus deberes como heredero a la vista de todos y si bien regreso un poco antes se mantuvo ocupado guiando a las capas doradas en la ciudad sin pisar la fortaleza roja, así como Laenor mando a Ser Qarl como su representante en Marcaderiva para ser visto ahí por todos los Velaryon especialmente por Vaemond quien amaba soltar su veneno cada que se presentaba la oportunidad . Incluso permitieron a las ratas espías de la reina observarlos todo el tiempo, Rhaenyra expreso:

"Espero disfruten el espectáculo maldito voyeristas"

Laenor se divirtió ante la ira de su prima, en las noches no salían de sus alcoba,apoyados del uso de afrodisíacos traídos de Essos y consejos de Dulas. Rhaenyra había venido a mi con una ofrenda pidiendo mi ayuda para concebir con Laenor, bendición que obviamente concedí a la par que Laenor ofrendaba a Balerion y a sus hermanas en el fuego.

Un tiempo después cuando Laenor regresaba a sus aposentos de haber entrenado un poco con el pequeño Aegon quien había buscado por el para jugar con la espada esto hasta ser arrebatado por Ser Criston Cole por orden de su madre, cuando vio al Maestre hablar con su esposa y compañera quien cargaba a Jacaerys de una primavera de edad, temiendo lo peor se acerco a ella, pero al ver la sonrisa en su rostro supo que era algo bueno. El Maestre hablo por ella.

-Felicidades Ser Laenor, volverá a ser padre -

-¿Enserio esto está pasando? - pregunto incrédulo tomando la mano de su prima con un brillo en los ojos

-Asi es Laenor, tengo 6 semanas según el Maestre-

La noticia voló por todo Kingslanding y alrededores, el rey ordeno organizar una cena en honor a la noticia, Corlys y Rhaenys no paraban de sonreír. Mi profecía se estaba cumpliendo una hija de Balerion y un hijo mío darían al heredero prometido un futuro gran lord de Driftmark. El océano correría por su sangre y su espíritu seria fuego de dragón

-¿Has pensado como te gustaría llamarlo esposo mío?

-Quiero llamarlo Lucerys - comento Laenor que cargaba a Jacaerys mientras le mostraba un hipocampo tallado en madera.

Balerion a mi lado sonrio mientras tomaba mi mano para comentar:

"𝓛𝓾𝓬𝓮𝓻𝔂𝓼 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓻𝔂𝓸𝓷, 𝓫𝓾𝓮𝓷 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓾𝓷 𝓹𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓹𝓮 𝓣𝓪𝓻𝓰𝓪𝓻𝔂𝓮𝓷 𝔂 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓮𝓵 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓓𝓻𝓲𝓯𝓽𝓶𝓪𝓻𝓴"

Yo después de aventarme 11, 334 palabras
Agárrame me que voy a explotar

Cuando ponga letra cursiva son frases dichas en el libro fuego y sangre

Creditos:
Dibujo de dragones hechos por Carlos Herrera 2017
Dibujo de deidades: @nanfe1789 (Twitter)

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