La comediante se encontraba totalmente nerviosa, por lo que había hecho, sin mala intensión. Ahora se dirigía hacia el taller de pinturas de la galería, ya que en esa parte, suele hacer cuadros, figuras o pinturas decorativas, para el lugar. Así que posiblemente o por al menos, ella esperaba encontrar algo útil, que le pudiera ayudar a sacar la tinta azul, que le había dejado en rostro de pobre madre de Whislter.

Cabe por resaltar; que aun estaba fingiendo llevar una mesa rodadora, para no levantar sospechas o ser descubierta fácilmente, por lo que se encontraban en el pasillo. Incluso tuvo que hacer unos trucos de engaños, como; mirar hacia arribar para que el otro, también lo hague, cuando se topaba con alguien, que llevaba una mesa de verdad en el mismo pasillo.

Minutos después, la comediante logra encontrar el taller: –Bingo, al fin lo encontré, ojala que se puede hacer algo.

La peli castaña mira a sus alrededores, para asegurarse que no hubiera alguien en los pasillo o que la hubieran seguido. Ya estando totalmente segura, entra cuidadosamente hacia el taller, poniéndole seguro a la puerta.

Una vez dentro, ella pone el cuadro sobre la mesa y luego empieza a buscar en la repisa, esperando encontrar alguna cosa, que pudiera quitar la mancha. Después de unos minutos de solo encontrar pinturas comunes y corrientes, encontró uno que decía "Diluyente".

Ella lee una pequeña descripción de la sustancia: –Agente de dilución de sustancias, no solubles en agua... Bla, bla, bla... En arte liquido, que disuelve o disminuye la viscosidad de algunos líquidos. Si estoy funcionara. –Decía la peli castaña creyendo que había encontrado una solución, pero no leyó las instrucciones, ni las advertencias.

Ella con un pañuelo, le echa un poco de diluyente, para luego aplicarlo en la pintura. La comediante estaba totalmente preocupada, con el miedo de que no resultara, ni siquiera sabía si era buena idea. Pero después de dejar la limpieza, saca el pañuelo, apreciando; de cómo el rostro de la mujer estaba limpia, tal como si nada hubiera pasado. Así que ella, con mucha confianza y alegría, terminar de aplicar el diluyente en la parte azul restante, hasta eliminar por completo esa mancha azul.

–¡Sí! ¡Lo logre! –Celebraba la comediante con mucha emoción, al ver que la pintura estaba como nueva, tal como, si nada le hubiera pasado. –Uff, debo admitirlo que me preocupe por un momento. –Ella regresa el diluyente al estante, pero fue entonces, que recién se fijo en la advertencia que tenia. –¿Eh?, ¿Qué es esto? Advertencia: Diluyente altamente fuerte, se recomienda aplicar con mucho cuidado y con poca cantidad.

Tras leer la advertencia, se voltea para ver la pintura, observando; de cómo se originaba un problema, mucho peor que el anterior. La parte en que le había aplicado el diluyente, estaba burbujeando. Haciendo que la pobre comediante, se alterara por los nervios, así que vuelve a tomar el pañuelo y por inercia, intenta de limpiar la parte en donde estaba burbujeando. Pero al hacerlo, solo dejo mucho peor, ya que ahora, solo se veía un espacio vacío de color blanco.

–No, no, no puede ser... esto debe ser una broma. –Decía la peli castaña totalmente en shock y con algo de tristeza, por lo que había hecho. Ahora la madre de Whislter, una pintura valiosa e importante, estaba arruinada y no tenía, ninguna escapatoria para esto. –¿Qué tal si? –Saca la pluma de su bolsillo.

Después de unos segundos. Se podía ver a la comediante corriendo por los pasillos, con el cuadro en la mano envuelto en un mantel blanco. En esta vez no le importaba seguir fingiendo llevar una mesa rodadora, solo quería volver rápidamente, hacia la sala antes que se dieran cuenta, que la pintura no estaba.

Una vez que llega a la sala, siente unos pasos que se aproximaban, así que encierra las puertas del salón y le pone seguro, para que luego colocara el cuadro en su lugar, tal como estaba antes. Pero se había olvidado de la segunda puerta, apreciando de cómo se abría.

–Oye Luan. –Decía Maggie, mientras que entraba. –Al parecer hay problemas con la puer-ta. –No termina de hablar, al ver que la peli castaña tenía algo en sus manos, cubierto con un mantel blanco. No solo eso, sino también; que el cuadro no estaba en donde tenía que estar, sin mencionar; la cara en shock de la comediante era; como si hubiera visto un fantasma. –¿Pero qué?, ¿En donde rayos esta la pintura?

–Bueno yo... –Traga un poco de saliva. –Eh yo... yo... –Estaba muy nerviosa, que ni siquiera podía hablar de lo sucedido.

–Yo, yo, yo. –Perdiendo un poco la paciencia. –Vamos solo dilo.

–Solo no te enojes, porfis. –Respondía la peli castaña nerviosamente, mientras que afirmaba el cuadro en el suelo y le retiraba el mantel. Revelando a la madre de Whislter, apreciando de cómo tenía; un gran borrón en su rostro, con un dibujo mal hecho, de una señora narigona. Que al parecer se dibujo, con un lápiz tinta azul. –Upsi.

 –AHH!! ¡!Pero qué demonios significa esto!! –Exclamaba Maggie totalmente alterada, al ver que el tan deseado cuadro, había sido arruinado. –¿Pero cómo lo arruinaste?, ¿Por qué lo hiciste?, ¿Cuando? Solo te pedí que no hicieras nada... ahora estoy muerta.

–Fue sin querer queriendo. –Respondía la comediante con al de vergüenza.

–Sin querer queriendo, no te doy una nomas, porque no es el tiempo para hacer referencias. –Decía la pelinegra, mientras que cerraba y apretaba su puño. Para que luego, rápidamente cerrara la puerta para que nadie mirara. Luego le dice a Luan: –Espera un momento. Porque me preocupo si tú lo hiciste, tú fuiste la responsable de arruinar todo. –Apuntaba a la comediante con un poco de enojo. –Si claro que eres muy lista Maggie, diles que fue ella y preguntaran; quien fue la estúpida que la dejo sola, o quien la escogió... Esa estúpida fui yo. –A pesar que Luan había sido la responsable, era Maggie la estaba encargada de Luan ya que; fue ella quien la escogió. –Maldición, mi vida se arruino. –Empieza a dar vueltas por la sala. –Me demandaran por negligencia... Mi esposo se me divorciara de mi y se irá, a vivir con alguien más guapa y sexi que yo... Mi pequeña se volverá una prostituta... Mi hijo se convertirá en un traficante rebelde, que tendrá muchos problemas en la calle y posiblemente; a mi me encierren en la misma celda de Pascal Sauvage, para luego condenarme a pena de muerte, al igual que ese desgraciado. –Estaba totalmente alterada y estresada.

–No crees que estas exagerando un poquito.

–Claro que no. –Respondió ella. –Bueno quizás sí, solo un poquito, no creo que este tan mala la situación... solo deja verlo un poquito. –Ordena que voltee el cuadro para verlo, en cual la comediante asiente. Volviendo a mostrar, su mayor estupidez de la vida. –¡NO! ¡De verdad lo hizo! ¿! Dios porque me pasa esto a mí!?

Después que Maggie junto con la comediante, se tranquilizaran, guardan el cuadro, esperando que nadie tuviera las sospechas. Menos mal que solo había dos copias del seguro del cuadro.

En ese momento entra el Señor Grierson, a la sala principal, notando la presencia de las chicas: –Oh, chicas con que todavía están aquí.

–Sí, solo estábamos terminando ver unas palabras para el discurso de mañana. –Respondió Luan con un poco de nervios.

–Okey, si usted lo dice. –Dice el Señor Grierson. –Bueno y el cuadro ya lo guardaron, quiero verlo. –Esto pone nervioso a las chicas.

–¡!NO!! –Exclamaron ambas chicas con desesperación.

–¿Por qué no? –Esto lo confundió.

–Bueno... –Trataba de responder la pelinegra. –Es que al cuadro, le hicimos una pequeña limpieza y no queremos, que se empolve hasta mañana. –Fue su respuesta o mentirilla, confundiendo un poco a Grierson. –El cuadro debe estar impecable para mañana.

–Está bien, si insisten. –Abre la puerta de la sala. –Mañana es el gran día, todos nosotros de la galería contamos contigo Luan. –Se retira. –Nos vemos mañana.

–Nos vemos Señor Grierson. –Se despidieron las dos.

–Rayos. En verdad lo eche perder, ni Lincoln mete la pata tan feo. –Decía la comediante decepcionada de ella. –¿Que podemos hacer? –Le preguntaba a su compañera que estaba de igual de preocupada.

–¿Tú tomas?

–Eh... no porque; soy menor de edad. –Confundida por la extraña pregunta.

–Genial más para mí. –Respondió Maggie.

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En la noche:

–Si te vienen a contar cositas malas de mí. Manda todos a volar y diles que yo no fui. –Cantaba Maggie en un estado de ebriedad, mientras que iba en las calles para regresar a casa acompañado por Luan. –Yo te aseguro que yo no fui son puros cuentos de por ahí tu me tienes que creer a mi –Indica a la peli castaña.

–Yo te juro que yo no fui. –La comediante, a pesar que no estaba ebria, le estaba siguiendo el juego a su amiga.

–Si te vienen a contar cositas malas de mi manda a todos a volar y diles que yo no fui. –Cantaban amabas chicas. –Todos me dicen por ahí que tienes cara de yo no fui y a ti te dicen y yo lo vi tu me tienes que creer a mí.

¿O quizás si lo estaba?

–Ay mamá que yo no fui. –Seguían cantando como unas ebrias. –Yo te aseguro que yo no fui tú tienes cara de pirulí yo te aseguro que yo no fui. –Aumentaban el tono. –Mira chaparra que yo no fui!! –Un poco más de aumento. –YO TE ASEGURO QUE YO NO FUI!!!

–¡¡GUARDEN SILENCIO PAR DESUBICADAS!! –Gritaba una de las vecinas de Maggie. –Acaso no saben qué hora es. –Las dos chicas se detienen y dejan de cantar, mientras que recibían los reclamos de los vecinos.

–Tenemos que ir a trabajar temprano y no tenemos, que estar soportando a dos niñas chillonas. –Decía otra vecina.

–Más les vale que guarden silencio, mañana temprano tengo que ir a grabar la inauguración de la pintura; madre de Whistler. –Decía Stan Lee, mientras que asomaba su cabeza en la ventana. –O sino bajare y les daré unas pataditas, par de vagas.

–Ash... viejo gruñón mal humorado. –Reclamo Maggie. Para luego recibir un golpe en la cabeza, mediante de una chancla voladora. –Auch. –Cae al suelo.

–Se los advertí.

Después de aquel golpe, la comediante le ayuda a levantar, a su amiga del suelo. Para poder ir, hacia su casa, que ya estaban a poco metros para llegar.

–Los peces en rio nadan y nadan, splish splash, splish splash. –Seguían cantando.

–Vamos más fuerte. –Pedía Maggie, la comediante asiente.

–Los peces en el rio nada y nadan... –Ellas se encontraban en la entrada de la casa y fue entonces, que de repente la puerta se abre inesperadamente. –AAHH!! Un fantasma.

–Esto es enserio. –Dijo Lane que había regresado a casa. No se encontraba para nada contento, al ver la hora, en que estaba llegando su esposa, sin mencionar que estaba ebria.

Las dos chicas entran en la casa. Estaban un poco confundidas al ver que Lane había regresado, ya que se suponía, que iba a regresar dentro de una semana o por al menos; cuando Luan se fuera de regreso a Royal Woods.

No solo él había regresado, sino también sus dos hijos; Max y Zoe, que se encontraban sentados en el último escalón de las escaleras. Al igual que su padre estaban; algo decepcionados de su madre por el estado, que había llegado a casa.

–No puede ser Maggie, ¿de verdad estas ebria? –Pregunto Lane su esposa.

–No, claro que no, como se te ocurreee. –Casi se cae de espalda, al intentar de afirmarse en la pared. –Soloo fueee un traguito nomáss... además que no ibas a volverrr dentro de una semana. ¿Eh?

-–Mira cariño una de las razones de por qué regrese, es porque obviamente vivo aquí. –Indica a sus hijos. –Ellos también viven en esta casa. –Vuelve a ver su esposa. –También porque te extrañaba. –Tono decepcionado. –Pero que obtengo, una mujer totalmente ebria, acompañada de su amiga del planeta Marte (Ósea Luan).

La comediante estaba algo confundida ya que no sabía que Lane se refería a ella, incluso miro atrás pensando que había alguien más.

Por otro lado; Lane seguía conversando con su esposa ebria, de lo que estaba pasando: ¿de porque llego así a la casa?, ¿dónde estaba el ejemplo para sus hijos? Y entre unas cuantas preguntas más. Pero cabe por resaltar, que a pesar, que Maggie siguiera bien ebria, no conto sobre su problema con la pintura.

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Era noche en la casa, cada miembro se encontraba en sus habitaciones, a excepción de dos personas. Maggie que se encontraba, durmiendo profundamente en el sofá del comedor, ya que por su estado su esposo no la dejo dormir con él.

Y la otra era Luan, que se encontraba en la cocina bebiendo una taza de leche de chocolate, recapacitando todo lo que había pasado en estos días: Cuando baño de vomito al alcalde, el alboroto en el aeropuerto, los accidentes en el parque de diversiones y la peor de todas; arruinar la pintura de la madre de whislter. En si no fueron por malas intenciones, pero ella tenía una sensación de culpa y a la vez pensaba, si acaso era un estorbo para su familia, o si no, para que la mandarían a los Ángeles y después, irían a sus espaldas, a un campamento por el fin de semana, y quien sabe, mas tarde festejarían por eso.

Tampoco se había hecho la molestia de llamar, a alguno de sus hermanos, para contarles de su gran fracaso. Ya que posiblemente, no les iban a importar, ni si quiera Leni.

Solo pensaba; que podía ser un estorbo para ellos, cuando solo quería diversión en cierto día. Como el último día de las bromas, en que había humillado a su familia, que por poco casi arruinan sus vidas. No solo ellos, si también había puesto en riesgo el empleo de Maggie y posiblemente también su matrimonio.

La comediante se encontraba hundida en sus pensamientos en la culpa, hasta que reacciona por una pequeña visita.

–Vaya aun sigues despierta. –Dijo la Zoe la pequeña hija de Maggie. –Tienes problemas para dormir. –La comediante asiente al desanimada. –Ya veo. –Iba hacia el refrigerador para buscar un bocadillo nocturno. –¿Que te atormenta?

–La Madre de Whislter.

–Oh, vaya. –Dijo Zoe algo sorprendida. –Pensé que pensabas en hombres sexis y musculosos, con esas cosas de adultos, que mis papás no me cuentan.

–Vaya inocencia de esa niña. –Pensaba en su mente.

–Pero bueno, que le vamos hacer. –Decía ella mientras que sacaba una pastilla de su bolsillo, lo aventaba para que aterrizara en su boca. Sorprendiendo a la comediante. –Aprendí de la mejor. –La comediante llega a sentirse un poco mejor. –Si cuesta dormir, puedes ir a mi recamara tengo unos carteles que de seguro te sorprenderán. –Se retira. –Buenas noches Luanatica.

Carteles, Carteles, Carteles. –Esa palabra rebotaba en su mente, teniendo una brillante idea de cómo arreglar la pintura, antes de la inauguración. No solo eso sino también, recordó que en esta noche iniciaba el día de las bromas. No porque, no estaba en su casa, significaba; que no podía celebrarlo. –Eso es.

Era el momento de ser la chica del plan, para poder arreglar sus errores.