La peli castaña estaba totalmente confundida, no tenía ni las mínima idea, de cómo termino en un lugar totalmente diferente al que se le había indicado al chofer. Ella pensaba de cómo podía llegar a su dirección o por al menos encontrar un camino, hacia allá. En ese momento ve que al lado suyo pasa un caballero, así que ella se lo detiene para preguntarle, algo.

–Disculpe, por casualidad. ¿Sabe cómo llegar; a la calle Avenida América o donde queda? –Preguntaba la comediante al señor.

–Gomen'nasai, watashi wa sore ga doko ni aru ka wakaranai. –Respondió el señor, que era extranjero. En su traducción significaba: –Lo siento niña, no sé dónde queda.

–Okey. Gracias... Extranjero Japonés. –Dijo con algo de confusión.

–Hai. –El señor se retira.

La pequeña conversación que ella había tenido, no le fue de mucha ayuda. Ahora solo pensaba de cómo podía llegar a la avenida América, no se encontraban taxis cerca y posiblemente podían haber más extranjeros que no tienen idea en donde están, así que empieza a mirar a sus alrededores. Mientras que ella miraba a sus alrededores, pudo notar a unos metros un mapa de la ciudad, así que sin perder el tiempo, va hacia allá.

Era un mapa completo sobre la ciudad de los Ángeles, en la cual mostraba con un punto amarillo unas letras; Usted se encuentra aquí, con una serie de líneas rojas que se conectaban con unos puntos blancos, mostrando diferentes lugares y direcciones con sus respectivos nombres, dándose cuenta que la calle en donde necesitaba ir, estaba un poco lejos. La peli castaña, saca su celular para poderle sacar una foto al mapa y poderse guiarse en el camino, pero tenía unos problemas, uno de ellos era que la cámara no se enfocaba bien, y la otra que la pantalla no captaba el mapa completo o por al menos las parte que necesitaba, para tener una vista clara.

Ella al ver que no iba ser posible sacarle una foto al mapa para guiarse, empieza a pensar para tener una nueva idea.

–Lo tengo. –Ella había recordado que trajo la brújula que le regalo su abuelo. Una brújula antigua que ninguna de sus hermanas quiso, así que para que el abuelo no se sintiera mal, la recibió, pero con la idea de que nunca la iba a necesitar hasta ahora. Entonces saca desde su bolsillo la brújula y la pone sobre el punto amarrillo que indicaba al tribunal, una vez puesta la apunta hacia la dirección o punto en que se encontraba la calla Avenida.

Una vez ya estando listo, ella se pone enfrente y mira asegurándose que está enfrente del tribunal, estando seguro se pone en marcha hacia adelante, sin apartar de vista a la brújula. No sin antes de sacar sus audífonos, y poner música "Ramones-Blizkrieg Bop". Algo de música para que su camina, no fuera aburrida.

Ella empieza a caminar y seguir derecho, sin doblar su camino. No importaba si se atravesaba un turista en su camino, ella no iba a doblar, iba a esperar hasta que ese turista se quitara y así poder seguir caminando.

No importaba si tenía que pasar por bancas vacías o con público. Incluso pasaba por tapas de alcantarillas que iban saliendo los obreros, siendo una mala suerte para ellos, al caer por el apestoso desagüe, después que esa chica les pisara sus cabezas sin querer.

La chica seguía y iba a; seguir avanzando hacia adelante, sin apartar la vista de su brújula hasta llegar a su objetivo.

–Oye Niña, cuidado!! –Grito un obrero.

La peli castaña había entrado a una zona de construcción. En la cual estaban en un proceso de la edificación de un departamento.

Los obreros y jefes encargados de la obra, al darse cuenta que una joven había entrado a la zona sin autorización, empezaron a gritar que se fuera del lugar, para que no saliera herida, ya que no llevaba puesto ningún equipos de seguridad, sin mencionar que se estaban realizando muchos trabajos en las alturas y estaban operando distintas maquinas.

–Cuidado abajo!!

En ese momento por poco la peli castaña es casi golpeada por un pequeño bloque de concreto que había caído accidentalmente, pero aun así ella no se dio cuenta del riesgo y siguió con su camino en forma recta, sin voltearse.

Después de que ella casi se tropezara con unos obreros que trasladaban, en carretillas bolsas de cemento, y con otros que estaban cargando sacos llenos de escombros o materiales de sobra de la construcción, ella llega a la salida de la construcción estando totalmente intacta, saliendo sin ningún rasguño a pesar que siguió caminando en línea recta y sin apartar de vista la brújula. Pero cabe por resaltar, que dichos obreros no tuvieron la misma suerte, ya que estos se les voltearon las cosas y las maquinas, dejando un desastre.

Nuestra comediante había llegado a una calle, en la cual las cosas no iban para nada bien, ya que habían muchos vehículos que se detenían forzosamente para no atropellar a la chica, otros simplemente doblaba y otros la insultaban, para que se fijara en donde caminaba. A pesar de eso ella ignoro los insultos o el peligro, ya que ese no era su objetivo.

Se podía apreciar en uno de los postes de la calle, una cámara de seguridad que estaba grabando el conflicto que estaba ocurriendo; por una chica de cabello castaño, camisa blanca y falda amarilla.

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Oficina de seguridad.

Se podía apreciar a dos oficiales que estaban en su hora del almuerzo. Miraban una pantalla que se mostraba caos de una calle, por una chica. En ese momento llega el oficial West.

–¿Díganme que pasa? –Pregunto el oficial.

–Pues mire, hay una chica que está haciendo en caos en la carretera, está caminando como si nada... sin respetar las direcciones o los semáforos. –Le indica la pantalla, dejando en shock al oficial West con la boca abierta, ya que era misma chica que no hace mucho causo un pequeño caos en el aeropuerto.

–¿Que hacemos jefe?

El oficial reacciona. –No se preocupen, se nota que es extranjera.

–Oh genial... si usted lo dice, así podremos almorzar tranquilo.

–Si estén tranquilos. –Susurraba. –Pensando que los Ángeles, iba ser más tranquilo que ciudad Stark.

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Regresando con Luan ella ya había salido de la carretera, después de pasar por un supermercado, desordenando un poco algunas cosas, y pasar otra calle al fin llega al pasaje. Gracias a que se podía apreciar, un pequeño letrero que decía; Avenida América.

–Genial, mi plan funciono sin ningún problema. Ahora... –Decía la chica, mientras que revisaba su papel que le entregaron. –debo encontrar la casa número #596.

Después de unos segundos se encontraba enfrente de una gran casa, ella procede en tocar el timbre, es recibida por señor de cabello blanco, lentes amarillos y un suéter verde.

–Hola señor, por casualidad... ¿Aquí vive la señorita Maggie, de la galería de arte Grierson?

–Hola jovencita, no está equivocada... aquí vivo yo Stan Lee. Esta es la casa 599, de seguro el nueve se volvió a voltear.

–Disculpe por las molestias señor, Gracias por la información... que tenga un buen día señor Stan Lee. –Luan se retira.

–No se preocupe, solo controla un poco tu lado cómico. –Entra a su casa.

Después de esa pequeña confusión, llega a la casa correcta. En la cual procede a tocar el timbre, siendo recibida por Zoe, la pequeña hija de Maggie.

–¿Hola como se llama? –Preguntaba la niña.

–Hola pequeña me llamo Luan, por casualidad ¿vive aquí Maggie?

–Ya veo... con que usted es la doctora Luan.

–¿Doctora? –Luan se confunde.

–Aunque siendo sincera, se parece más a una comediante de pésimo grado, que una experta en arte.

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Unos minutos más tarde, se puede ver a Maggie junto con su esposo y sus dos hijos, estaban reunidos en la sala de la casa, en la cual la comediante estaba algo nerviosa, estaba sentada en el sofá

–Bueno señorita Luan, me presento yo soy Maggie, la misma que la eligió para la exhibición de la otra semana. – Con sus manos toca a sus hijos. –Ellos son mis dos hijos Max y Zoe, estaban muy embocinados por conocerla.

–Hola. –Saludo un poco tímida.

–Él es mi buen esposo Lane, trabaja como abogado. –Indicaba a su esposo.

–Hola. –Saluda amablemente a la chica.

– Holi. –Le giña el ojo.

–Cariño podemos ir a la cocina, tenemos que hablar. –Lane le susurraba a su esposa.

–Denos unos segundos, no tardamos. –Ella con su esposo van a la cocina.

–Señorita Luan... usted ¿sabe de cómo se hacen los bebés? –Preguntaba Zoe.

–Bueno si tu preguntas.

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En la cocina....

–Mira Lane... quizás a primera vista, ella parezca algo simple, pero como dice el refrán lo impórtate es el conocimiento.

–Cariño, sabes que en esos laboratorios Stark hay humanos muy raros... son menos raros que esa chica.

–Vamos solo lo dices por los dientes de conejos que ella tiene, de pequeño también los tenias.

–¿Me estas comparando??

–No lo que quiero decir es...

–No... mi respuesta es no, no voy a dejar que esa adolecente extraña, se quede en mi casa, no sabemos las intensiones que trae o las cositas que puede hacer con nuestro hijo, mientras que no estamos. Así que No es mi decisión final.

–Bueno si tú lo dices. –Dijo ella un poco decepcionada.

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En el comedor, se encontraban Luan con Zoe haciendo un pequeña conversación. Cabe por resaltar que Max había ido a su cuarto.

–Vaya con razón, mamá no me contaba sobre eso. –Decía Zoe, con grandes ojos, al estar muy sorprendida.

–Si es algo inapropiado, pero tarde o temprano lo tenias que saber.

A continuación, ve que en la mesita había un plato con unas pastillas, caramelos y chubis. En la cual la peli castaña saca uno, luego lo avienta hacia arriba levanta la cabeza y abre la boca, cayendo dentro su boca.

–Guao que genial eres, por casualidad ¿sabes hacer este truco? –Hace el truco del dedo pulgar.

–Eso es muy básico... dime sabes este truco. –Pone su mano en la oreja de Zoe, y saca una moneda. –Taran.

–Genial, como lo hiciste? –Pregunto con mucha intriga.

–Un mago nunca revela sus secretos.

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En la cocina...

–Entonces, le dirás que hoy mismo se va.

–Sí, cariño, después de su primera Reunión, se lo diré.

En ese momento Maggie entra al comedor para ir a buscar a la comediante. –Luan debemos ir a la galería, a presentarse.

–Bueno... estoy lista. –Se levantaba del sofá, para indicar su misión.