🥊♡: RING FIVE 🥊
𖥨 × ♡ ×♡
Después de un par de minutos que ambos tomaron para recuperarse del tórrido encuentro, abrazados, sudorosos y jadeantes; Jungkook salió delicadamente del interior de su novio, erizandose ante el jadeo cansado que este soltó al percibir la sensación de vacío.
Mordió su labio más que satisfecho al notar su propia esencia escurrir calientemente por el interior de los glúteos y parte de los muslos ajenos, pero se obligó a sí mismo a calmar sus indecencias para centrarse únicamente en buscar algo con lo que pudieran limpiarse.
Se alejó rápidamente, aún un poco tembloroso, yendo por una de las toallas que había empacado en su bolso y regresó a la mayor brevedad posible para disponerse a humedecer la misma con un poco de agua de una de las botellas que habían dejado cerca, y así limpiar al contrario, quién aún seguía en una especie de trance placentero.
Una vez ambos estuvieron limpios, lanzó la toalla sucia enrollada hacia una de las esquinas del cuadrilátero sin mucha preocupación y se recostó exhausto en el pecho del azabache, no sin antes dejar un pequeño beso en sus labios. Sonrió escondido en la curvatura del cuello ajeno cuando el mayor por inercia y casi memoria muscular, rodeó su cintura con uno de sus brazos y lo obligó a enredar sus piernas y abrazarse a su torso.
Permanecieron un par de minutos más en silencio, regulando por completo sus respiraciones y luchando contra el cansancio para no dejarse vencer por el sueño. Cosa que estaba siendo bastante complicada para ambos, pues el menor acariciaba sutilmente y con suaves pinceladas de sus yemas sobre el torso ajeno, mientras el azabache por su parte repetía la acción en la blanquecina espalda. Arrullandose mutuamente.
── Gracias Jungkookie... ──Taehyung fue quién rompió primero el silencio con un susurro dulce, depositando un beso en la coronilla de su novio.
── Gracias a ti por confiar en mi y permitirme hacerlo, cielo ──Respondió de igual forma el menor, sonriente, dejando sutiles y distraídas caricias de sus dedos en la mandíbula perfecta del otro. ── ¿Y?, ¿Funcionó? ──Preguntó con temor.
El azabache sonrió.
── Primero, siempre voy a confiar en ti para todo, tonto ──Le reprochó con una mirada, retirando los cabellos rebeldes que se pegaban a la frente del nívea a causa del sudor. ── Y en cuanto a si funcionó... creo que la mejor señal es que ahora estamos aqui reponiendonos de un orgasmo, y no conmigo teniendo un ataque de pánico antes de que pudieras meterlo, y tú consolandome por no poder hacerlo ──Se burló. Aunque agradecía de verdad que ninguna de esas horribles escenas que pasaban por su mente al imaginarse en esa situación, hubiesen ocurrido.
Jungkook negó pero sonrió levemente, con calma y alivio más que otra cosa.
── Me alegro de haber cumplido con mi objetivo ──Dijo con una sonrisa orgullosa, la cuál hizo rodar los ojos divertido al mayor.
── Deja de hacerte el sacrificado porque ya me di cuenta que solamente hiciste todo esto para follarme ──Fingió indignación.
── ¡Eso no es cierto! ──Replicó el castaño con una mueca dolida, que duró pocos segundos, pues pronto se dió cuenta de su poca inocencia en el asunto y lo expuestas que habían quedado sus verdaderas intenciones. ── Bueno, tal vez si me aproveché un poco de la situación... ──Sonrió con travesura──, pero todo fue con un buen propósito, lo juro.
── Ajá ──Murmuró incrédulo, aunque divertido, Taehyung. ── Bueno, procura que tus buenas intenciones se noten más que tu calentura la próxima vez, cariño.
── Espera, ¿Próxima vez? ──Se apoyó en su brazo el castaño para verlo mejor, dedicándole una sonrisa sugerente y una mirada traviesa de ojos entrecerrados. ── ¿Eso significa que lo hice bien y quiere repetirlo, señor Kim?
El inusual sonrojo del mayor apareció para colorear sus mejillas, haciendo sonreir orgulloso y satisfecho al más joven al ser el único dueño y culpable de tan precioso y tierno gesto.
── Mmhh... No me puedo quejar, así que lo voy a considerar ──Fingió estar dubitativo, intentando ocultar su sonrisa delatadora.
Un golpe en su pecho y una mueca enfurruñada fue lo que recibió del menor, ante esa insatisfactoria respuesta.
El azabache rió.
── No es cierto, cariño ──Acarició su mejilla con ternura y se mordió el labio un tanto avergonzado. ── De verdad lo disfruté mucho... Me encantó, y no sabes lo caliente que te ves siendo el activo ──Alagó, pasando su indice suavemente por la sonrisa confiada y seductora del otro. ── Solo necesito acostumbrarme a lo nuevo de todo esto, a las sensaciones, y a centrarme únicamente en todo lo bueno que acabas de crear, en vez de pensar en lo malo... y entonces podré volver a intentarlo.
── Entiendo ──Asintió comprensivo, devolviendole la caricia. ── Cuando te sientas de nuevo listo, solo dímelo y lo volveremos a hacer. Yo lo haré más qué encantado ──Sonrió entre la dulzura y la malicia antes de besar suavemente los belfos acorazonados.
── Te vas a ganar el cielo si sigues tan sacrificado Jeon Jungkook, eh ──Bromeó el moreno en medio del beso, provocando la risa de ambos, la cuál desapareció en pocos segundos tan pronto sus bocas volvieron a fundirse en un lento encuentro. ── Y también procura que la próxima vez te lo ganes justamente y no a base de trampas ──Reprochó jadeante al separarse, haciendo rodar sus ojos al nívea quién simplemente volvió a recostarse en su pecho con una sonrisa alegre.
── Te amo.
── Yo más, Kookie... ──Susurró en medio de un suspiro enamorado el mayor, acariciando con su indice la extensión de la columna ajena. ── Pero, no cambies el tema jovensito ──Regañó pellizcando suavemente su brazo, sacándole un quejido infantil.
» Sabes que odio las trampas, yo también me tengo que cobrar... ──Advirtió luego de unos minutos en silencio con una sonrisa torcida que el castaño ni si quiera se atrevió a mirar. ── Arriba, llegó tu turno ──Le propinó una nalgada antes de levantarse con una mueca de incomodidad ante el ardor en su interior y el dolor en sus caderas que intentó disimular sin éxito.
El menor se sentó en su lugar, con una expresión divertida y confusa.
── Cariño, te acabo de follar como nunca, y para nadie es un secreto que te está doliendo el culo y las caderas como el infierno ──Se burló con cierta satisfacción. ── Mi castigo puede esperar...
Taehyung soltó una risa nasal y negó, pasando su lengua por sus labios con sorna, antes de inclinarse para estar a la altura del otro.
── Si hay algo que puede esperar aquí es mi culo, el tuyo en cambio, no ──Susurró grave, a centímetros del otro. ── No hice una sugerencia, di una orden Jungkook ──Lo tomó con firmeza de las hebras de su nuca, obligándolo a levantar la mirada y sacándole un jadeo que sabía perfectamente que era de pura satisfacción al verlo retomar su papel habitual. ── Y más te vale acatarla cariño, porque de nuevo yo estoy al mando y sabes que me gusta la obediencia ──Rozó sus labios con los entreabiertos del otro, dejándolo con el cosquilleo ansioso en ellos antes de soltarlo y ponerse de pié nuevamente.
El mayor tomó su ropa interior y se la puso rápidamente ante la mirada consternada del otro.
── Tienes dos minutos, te espero en las máquinas de levantar pesas, y no me obligues a venir por ti porque entonces será otra razón para añadir a tu lista de castigos ──Ordenó con voz firme y profunda, antes de alejarse para bajar del ring sin perder su postura de seguridad e imponiencia.
Jungkook frunció su ceño, aún sin poder entender los dotes increíbles de actor que manejaba el otro, pues parecía estar en perfecto estado, cuando él en su lugar tendría las piernas de gelatina sin poder sostenerse por mucho rato por su propio pié. Después de todo, esa había sido prácticamente su primera vez real.
Kim Taehyung es increíble...
Tragó saliva entre el nervio y la ansiedad, sintiendo el ya conocido y electrisante sentimiento recorrerle el cuerpo con anticipación. Lo segundo está vez predominando en su interior, pues era consciente de qué ahora habían razones reales de por medio para ser castigado.
Lo deseaba innegablemente, claro estaba, pero también conservaba aún sus instintos de supervivencia y estos se alarmaron de inmediato ante lo qué sucedería.
Solo espero salir caminando de aquí...
La ruidosa forma de tragar saliva del menor hizo sonreír satisfecho al azabache tan pronto llegó junto a él.
Y es que no era para menos; Jungkook llevaba cinco minutos sentado en una de las máquinas para hacer bíceps y abdominales, desnudo aún, con los nervios de punta y su reflejo en el inmenso espejo de pared que tenía a su derecha, el cuál en ese momento solo deseaba cubrir para no poder ver lo vulnerable que se veía...
Nervios que se duplicaron y mezclaron con ansiedad y deseo en cuanto sus ojos captaron lo que el mayor traía consigo:
Un rollo de vendas, varios sobres de lubricante y una de sus bandanas.
Nuevamente la saliva bajó con dificultad por su garganta.
── Sabes lo que vamos a hacer ¿No, cielo? ──Inquirió el mayor, alzándole el mentón con dos de sus finos dedos para obligarlo a mirarle.
Jungkook solo se limitó a asentir sutilmente.
── Bien, y también sabes porqué lo haremos ¿Verdad?
De nuevo el castaño contestó a través de un gesto casi imperceptible. Taehyung gruñó y negó insatisfecho, inclinándose a la altura del otro.
── Palabras, Jungkook. Sabes que ahora solo quiero respuestas de tus hermosos labios y no unos malditos gestos ──Le recorrió la mejilla con la punta de su nariz, rozando sus labios también en el proceso hasta llegar a su oído. ── Lo preguntaré de nuevo para darte otra oportunidad, ¿Sabes las razones por las que te castigaré, mi amor? ──Susurró grave.
── S-Si... Hy-ung, lo sé ──Respondió este con voz temblorosa y jadeante.
La sonrisa satisfecha no tardó en cruzarse por el rostro del pelinegro en cuanto escuchó el honorífico, pues eso sólo indicaba que el menor ya había adoptado su papel de sumiso con obediencia, sabiendo que a él le gustaba que utilizará aquel apelativo en esos momentos.
── Muy bien, entonces dime las razones, bonito, a ver que tan consciente de tus travesuras estás ──Se alejó, observándolo desde arriba, impasible, acariciando sutilmente los cabellos ajenos, llenando al otro de ansiedad.
Se lamió los labios con ansiedad antes de atreverse a contestar.
── Vas a castigarme porque hice trampa para ganarte y me aproveché de eso para follarte duro ──Fingió inocencia, aúnque la sonrisa de malicia que se asomó en sus labios y el brillo travieso en sus orbes ante la última frase, no fue para nada disimulado.
El azabache le correspondió la sonrisa pero negó con disfrute luego.
── Si, esa es una de las razones, pero... aún falta la segunda ──Le hizo saber inclinándose de nuevo a su altura──. No sólo te aprovechaste de mí sexualmente, si no que usaste tu papel de entrenador para regocijarte al torturarme con algo que sabes que odio: el ejercicio. Y eso, cariño, es mucho peor para mi.
El nívea entrecerró sus ojos sin poder creer que esa fuera una de las razones. Pareciendole injusto y hasta infantil el reclamo, pues él solo cumplió con su trabajo y con lo qué este le había pedido que le enseñará.
Lo miró claramente indignado, e intentó abrir la boca para soltar un reproche, pero las palmas contrarias fueron más veloces al impactar con una fuerza medida en sus muslos, sobresaltandolo y provocandole un jadeo.
── ¿Estás en posición para reprochar, bebé? ──Inquirió el mayor con una sonrisa altiva.
Jungkook gruñó bajito, mordió sus labios y negó, tragandose su reproche y su orgullo también en el proceso.
── Lo imaginé... ──Dijo sonriente el acanelado, irguiendose. ── Muñecas juntas con las palmas mirando hacia arriba ──Ordenó.
El contrario cumplió con el pedido de inmediato y sin rechistar. Mojando de nuevo sus labios con ansiedad, y apretando sutilmente sus muslos para calmar el cosquilleo bajo que comenzaba a incrementarse.
Taehyung sin perder tiempo, tomó el rollo de vendas y comenzó a atar ambas muñecas con estas, haciendo un nudo firme pero cómodo, que evitará lastimaduras. Al cabo de unos minutos, lo logró satisfactoriamente, sintiéndose orgulloso de las horas que se había dedicado a ensayar los diferentes amarres en las últimas semanas.
Llevaban poco implementando el Bondage y la sumisión en su relación, pero para ninguno de los dos era un secreto lo mucho que les gustaba cada vez más el tema.
Y el mayor agradecía profundamente que Jungkook lo hubiera convencido para adentrarse juntos en aquel maravilloso y fascinante mundo, pues realmente disfrutaba demasiado de su rol.
Apretando por última vez el nudo, el azabache soltó las muñecas ajenas y miró al contrario con seriedad. Cosa que ante los orbes brillantes, solo lo hacían ver más sexy, varonil y dominante, y sin duda, le gustaba demasiado verlo así.
── ¿Cuál es la palabra de seguridad?
Jungkook sonrió avergonzado al recordarla, pero respondió obediente:
── B-Banana ──Murmuró divertido contagiando al otro sin poder evitarlo.
Ambos recordaron con diversión como estuvieron entre carcajadas por varios minutos cuando se sentaron a acordar las reglas de aquel seductor juego, y el joven nombró esa ocurrente palabra, hace ya un par de meses atrás.
── Muy bien ──Comentó aún divertido el de ondas, aunque inmediatamente borró su sonrisa y carraspeó para regresar a su postura firme e impasible.
Tomó la bandana con ambas manos y le dedicó una mirada en busca de aprobación. Cuando el menor asintió en respuesta y con total confianza, este le dedicó una sonrisa tierna y dejó un sutil beso en las comisuras contrarias.
Sin perder más tiempo, el azabache cubrió los ojos del menor con la tela, y agilmente ajustó la misma con un nudo lo suficiente apretado para que no se moviera, pero nuevamente cuidando de no lastimar de ninguna forma el rostro de su bebé.
── Está vez, vamos a pasar al siguiente nivel ── Susurró grave en el oído contrario, recibiendo un gemido suave en respuesta. ── Es hora de tu merecido castigo cariño, fuiste un niño muy malo.
Jungkook solo pudo jadear ansioso, lamiendo sus belfos con impaciencia.
── Castigame, Hyung...
Taehyung gruñó ante aquel descarado pedido, tomándolo del cabello con firmeza para besarlo con ganas después, dejando una mordida un tanto fuerte en el proceso y ahogando el quejido que el nívea soltó.
Llevó su diestra al falo entre despierto y se deleitó acariciándoló superficialmente, aumentando la ansiedad del castaño quién dejó caer su cabeza hacia atrás ante la sensación doblemente satisfactoria del tacto ajeno en su piel gracias al impedimento de uno de sus sentidos.
Jungkook mordió sus labios y soltó un gemido agudo al percibir un falange acariciar su hendidura con esmero una y otra vez. Pero la placentera sensación duró poco para su desgracia, dejando de sentir el tacto y la presencia ajena cerca, prácticamente en cuestión de segundos.
Realizó un puchero y soltó un sonido de queja mezclado con una exhalación pesada.
── T-Ta... ¡Ah!
No le dió tiempo a reprochar, cuando sintió su cuerpo ser tomado bruscamente como si de un muñeco de trapo se tratara, dejándolo boca abajo sobre las piernas del mayor, sostenido por uno de los brazos de este rodeando con firmeza su torso a la altura de sus pectorales, su trasero empinado y las puntas de los dedos de sus pies sirviendole como único sostén propio.
Exhaló fuerte en medio de un quejido al sentir su sensibilidad ser apresada por el muslo ajeno y su propio cuerpo. Intentó separarse de la incómoda presión, pero sólo logró causar una fricción en dicho lugar y en sus botones cuando ambas partes rozaron al tiempo con la piel del contrario, sacándole otro ruidoso sonido.
── Joder...
La suave y grave risa satisfecha y deleitada del azabache no se hizo esperar, mientras uno de sus glúteos era apretado con gusto por el mencionado.
── Ya sabes como es esto, cielo... ──Arrulló dejando otra caricia en la blanquecina dermis. ── Vas a contar en voz alta hasta 15 y por cada azote que no cuentes, añadiré 2 más, ¿entendido?
Jungkook tragó saliva y asintió.
── Si, Hyung.
── Muy bien, precioso, vamos a empezar entonces ──Murmuró extasiado.
El castaño intentó morder sus labios en un intento vano por prepararse, pero su dientes no alcanzaron ni a rozar sus labios cuando un sonido seco resonó y la piel de uno de sus glúteos ardió placenteramente.
── ¡Mhhg!... U-Un-a... ──Comenzó a enumerar jadeante.
Otro fuerte azote arqueó su cuerpo, esta vez aterrizando en su otro glúteo sin aviso, sacándole un quejido.
── ¡Ahg! M-mierda, d-dos... ──Susurró mordiendo sus belfos y apretando sus puños unidos por la tela.
── No te escucho Jungkook ──Una nueva palmada rebotó en el eco. ── Más fuerte, o la próxima no lo dejaré pasar y sumaré otra ──Advirtió severo Taehyung.
El castaño agradeció internamente la caricia que nuevamente le fue regalada, permitiendole unos segundos para recomponerse un poco. Cosa que no pudo hacer por mucho pues un nuevo azote aterrizó en su piel dejándolo sin aire.
── ¡Ah!, tr-es ──Gimoteó.
Y así transcurrieron los siguientes minutos. Azote tras azote, con Jungkook intentando cumplir adecuadamente con su tarea de verbalizar cada delicioso y torturante impacto. Luchando inutilmente por regular su desastrosa respiración que chocaba con el brazo ajeno, con su cabeza colgando hacia adelante ya de lo débil y cansado de la posición que se encontraba, y su cuerpo vibrando por lo caliente de la situación.
Su trasero ardía como el infierno y sus músculos quemaban rogando por un descanso de la incomoda pose, pero al mismo tiempo disfrutaba gustoso cada azote dado por la grande palma de su novio que seguramente se estaba marcando de manera poco sutil en su blanquecina carne.
Gimió ante esa imágen mental, recibiendo otro nuevo golpe que lo hizo brincar, rozando su ya maltratado y dura intimidad con la pierna contraria.
── ¡Mmhg! di-ecin-nuev-e... ──Balbuceó como pudo, solo para evitar añadir uno nuevo a los cinco extra que se había ganado al no responder, por pura rebeldía y masoquismo.
Gimió lastimero cuando el brazo en su pecho se movió a propósito para magullar sus protuberancias sensibles, provocando que su cuerpo se arqueara dándole una vista magnífica al pelinegro y torturando de nuevo la dureza apresada.
── Hy-ung... ──Casi que rogó, sintiendo los filos de sus párpados mojados y la tela que los cubría por las lágrimas de excitacion acumuladas.
── Shh ──Arrulló el nombrado con una caricia delicada en una de sus lastimados glúteos. ── Solo una más, bebé.
Y cumpliendo lo dicho, dejó una última pero fuerte palmada sobre ambos músculos de carne, sacándole un grito placentero al castaño y tintando la piel de un tono rojo fuerte.
Tomándose un par de minutos para acariciar la piel sensible y repartir besos por los hombros y parte de las espalda del nívea en un intento por opacar el ardor; Taehyung esperó pacientemente a que la respiración agitada del menor se estabilizará un poco. Cuando dejó de percibirlo agitado, con cuidado lo sentó de nuevo sobre la máquina, recibiendo un quejido de dolor en respuesta. Se sintió culpable, pero sonrió luego de ver al otro morder sus hinchados y maltratados labios con deleite.
Su novio sin duda era un masoquista en todo el sentido literal, y por eso en parte le encantaba tanto.
── Lo hiciste bien, Kookie ──Felicitó dejando un beso que el contrario deseó saborear por más tiempo. ── A pesar de tus impulsos rebeldes ──Regañó, haciendo presión en sus muslos y sonriendo gustoso aunque el otro no pudiera verlo. ── Te encanta que deje tu precioso culo rojo y marcado, ¿Cierto, mi amor?
── Si ──Aceptó sin vergüenza el castaño, lamiendo sus labios. ── Me encanta ver tus manos grandes marcadas en mi culo por ser un niño malo.
El azabache negó ante el descaro del otro, pero claramente le encantaba esa faceta suya.
Sin resistirse más, atacó la boca ajena, besando con desespero y fuerza los rojizos belfos, recibiendo el gemido largo de este con disfrute y enredando su lengua con la impropia para luego chupar la misma con gusto y enredar ambas en un encuentro netamente libidinoso que hizo escurrir pequeños hilos de saliva por sus comisuras.
Cuando las manos del castaño hicieron el intento de acariciar su torso, se lo impidió dejandolas contra sus rodillas, ganándose un quejido infantil.
── ¡Hyung! ──Protestó el otro con un puchero.
Taehyung sólo soltó una risita malvada.
── Jin tenía razón, el Karma definitivamente es una mierda ¿No crees Kook? ──Inquirió sarcástico y con sumo disfrute.
Cuando el nívea intentó responder de mala forma, sólo pudo soltar un jadeó y sobrexaltarse en su sitio al sentir la lengua ajena rodear uno de sus pechos y los dientes contrarios jalonear el mismo.
── Mierda ──Balbuceó en un gemido agudo.
Ante aquella maldición, con una sonrisa felina, el de ondas apresó la protuberancia entre sus dientes jaloneandola constantemente, solo lamiendo de vez en cuando para calmar el escozor. Los gemidos y jadeos de Jungkook volvieron a ser constantes y desordenados, más aún cuando el puño del moreno apresó al mismo tiempo su intimidad y necesitada de atención.
── ¡Jod-er, Tae!
El mayor gruñó descontento ante el llamado, por lo qué como castigo dió una fuerte presión en el extremo de la misma, sacándole un lloriqueo y haciendo que su cabeza fuera hacía atrás ante la torturante caricia.
── Apodo incorrecto, bebé ──Susurró con voz profunda en su oído, dejando una lamida en el lóbulo y jugueteando con sus dientes con las argollas que adornaban su oreja.
Su mano comenzó a acariciar con ahínco y a buen ritmo, sacándole gemidos constantes y ahogados, jugando con su desespero.
── ¡Oh!... H-yung más, m-más por-porfav-or ──Jadeó suplicante, alcanzando a enterrar sus uñas en la piel del antebrazo de este.
── Así está mejor.
Con una sonrisa de puro disfrute, recorrió el torso ajeno con sus dientes, dejando mordidas en los marcados y grandes pectorales que tanto adoraba, escuchando el siseo del otro con gusto, hasta quedar de rodillas frente a él y entre sus piernas.
── Supongo que te mereces una recompensa por tu buena obediencia hasta ahora, ¿Cierto?
El otro asintió ansioso, con la respiración acelerada, apretando los puños con anticipación al siguiente movimiento de su novio.
── Está bien... seré piadoso por esta vez y te daré solo un pequeño premio, pero manten tus manos quietas o me voy a detener, ¿entendido?
── S-Si, lo prometo Hyung... ──Respondió de inmediato el menor asintiendo repetidas veces.
Un jadeo agitado se escapó de los belfos rojizos cuando la humedad y calidez de la lengua de Taehyung lo rodeó, firme y erguido como una vara. Echó su cabeza hacia atrás en un gemido desesperado.
Empezaba a ser doloroso por la alta estimulación que había estado recibiendo y solo deseaba ser tocado en cualquier lugar y de cualquier forma por el pelinegro, por lo qué agradecía bastante su acto de piedad. Sonrió cuando sus deseos parecieron ser escuchados por algún ser supremo ──o del inframundo en cualquier caso──, y el contrario comenzó a succionar con esmero su hombria.
Su mente se nubló al sentir la forma deliciosa en la que el mayor ahuecaba sus mejillas, succionando constantemente y con dedicación, acariciando de vez en cuando su hendidura con el sinhueso y bajando con la misma por toda su extensión para después besar y jalonear con sus labios la piel sensible, volandole la mente por completo como siempre que hacía aquello.
── ¡Ah! Hyu-ng... sí... ──Balbuceó ido en medio de gemidos y agitación.
El pelinegro repitió el recorrido un par de veces hasta sentir los espasmos del castaño en su boca, por lo qué se retiró de inmediato jugando con el deseo de este.
Lo besó, acallando su lloriqueo frustrado y sonrió encima de sus labios.
── Seguimos en tu castigo cariño, no lo olvides ──Le recordó más que deleitado.
Jungkook quiso llorar allí mismo, sintiéndose gotear y ahora más duro que nunca, doliendo como un infierno.
Nuevamente el mayor lo tomó por sorpresa, sintiendo como este lo acomodaba a su antojo sosteniendolo con firmeza de su cintura. Sus piernas fueron abiertas en el sillón, mirando hacía lo que dedujó era la derecha dónde recordaba que se encontraba el inmenso espejo. Tragó grueso en medio de un jadeo ante esa imágen.
Se removió al percibir en su cuello los besos y las mordidas ajenas, mientras sentía sus manos ser estiradas hacia el frente, el ajuste deshaciendose levemente por un par de segundos antes de volver a apresar sus muñecas con la misma fuerza. Supuso que fue amarrado a algo, pues cuando intentó mover sus brazos le fue imposible.
Segundos después sintió al mayor posicionarse detrás suyo y sus brazos rodearlo hasta acariciar su abdomen y dejar sutiles toqueteos en su dureza, mientras besaba y lamia su hombro y cuello.
── Por desgracia no me imaginé que haríamos esto aquí, así que no tengo lo adecuado para tu castigo ──Se quejó en un gruñido el de cabellos carbon. ── Dependemos únicamente de tu resistencia, cielo... así qué espero no me defraudes ──Dió un pequeño empuje con uno de sus dedos al adolorido falo del más joven, provocando que este rebotara en el abdomen del mismo regresando poco después a su posición erguida y firme como un mástil, sacandole un fuerte gemido.
» Te vas a correr solo hasta que yo lo permita Jungkook, porque si lo haces antes, no te follaré dentro de un mes, ¿De acuerdo?
¡¿Qué escuchó?!
¡Claro que no estaba de acuerdo!
¡¿Como era tan cruel de pedirle algo así, cuando estaba a un simple beso más de correrse como un puberto promiscuo?!
Resopló en desacuerdo soltando un lloriqueo.
── Hyun-ng no, ¡No me puedes hacer eso!
Una risa altiva fue su respuesta.
── De eso se tratan los castigos, Kookie ──Informó deleitado con el desespero del otro. ── Pero para que veas que no soy tan cruel, te voy a permitir ver como te follo ese precioso culo hasta hacerte suplicar como ahora, pero esta vez porque te llene ──Con un gruñido, agilmente lo despojó de la venda en sus ojos.
Bastaron un par de segundos para acoplarse a la cegadora luz blanca, y cuándo lo hizo, un caliente reflejo propio lo recibió: Él, de piernas abiertas contra el respaldo del asiento de la máquina, amarrado a la misma. Su rostro sonrojado a más no poder, el cabello hecho un desastre, despeinado en diferentes direcciones y pegado a varias partes de su rostro por el sudor, sus ojos lagrimeantes de placer y sus labios más rojos que una cereza.
Era un caos y ni siquiera habían pasado de la previa aún...
La sonrisa altiva y satisfecha que le dedicó el pelinegro a través del reflejo le provocó un escalofrío.
── ¿Entendido, cielo? ──Repitió en su oído.
Tragó saliva y asintió, dándose un voto de confianza que esperaba poder cumplir por su propio bien. Sin duda la idea de no tener sexo con su novio por un mes, no era nada atrayente.
Vamos Jungkook, tú puedes...
Jadeó ansioso cuando la mano del acanelado lo rodeó y comenzó a acariciar su hombría de arriba a abajo con parsimonia y casi de forma distraída. Mientras a través del reflejo lo veía ayudarse de sus dientes para abrir un sobre de lubricante y después vertir el contenido en la suya propia.
Se exaltó cuando sintió uno de los dedos bañados de aquel frio líquido, acariciar su entrada juguetonamente.
── inclínate más, y levanta ese precioso culo ──Ordenó en su oído con voz profunda, el azabache.
Cumpliendo con obediencia, se inclinó hasta apoyar su frente en el respaldo del asiento, siseando cuando su entrepierna rozó el material frío del mismo. Se retorció al sentir el primer falange largo del mayor entrar sin aviso, sacándole un gemido ahogado y abriendo su boca por la intromisión.
Sin permitirle adaptarse por mucho tiempo, Taehyung introdujo un segundo dígito, dejando mordidas en la espalda nívea y disfrutando de los temblores y jadeos de este en el proceso. Aumentando las sensaciones para el menor, aceleró el ritmo de las caricias entre sus piernas, en lo qué sus dedos se adentraban en él lentamente pero con movimientos de tijeras constantes.
Jungkook gimió ahogado cuando las puntas de los largos dedos encontraron en poco tiempo y con experticia su punto.
── ¡H-Hyung!, ¡Oh!, ¡Just-o a-hi! ──Suplicó arqueado más su cuerpo hacia adelante y apretando sus puños.
── ¿Aquí Kookie? ──Inquirió falsamente inocente el nombrado, sumando otro dígito al encuentro en una fuerte estocada, acariciando su extremidad con el índice y el pulgar de su otra mano al tiempo.
El menor gruñó ansioso retorciéndose en su lugar, asintiendo con desespero.
── S-Sí... ah-i... ¡Mhgg!
Siendo ahora tres dedos los que torturaba fuerte y constante el punto sensible del nívea; Taehyung disfrutó inmensamente de lo que estaba causando en el contrario, por lo qué sumó al abrumador castigo, su pulgar frotando la hendidura que escurría y que vibraba en su mano.
Jungkook gimió agudo y fuerte, mordiendo su antebrazo para amortiguar los sonidos vergonzosos que escapaban de él. Sin permitirle aquello, el azabache aceleró los movimientos de ambas manos, otorgándole una doble y agobiante estimulación, al tiempo que su boca chupaba, mordía y besaba la espalda a su disposición.
── Joder, Hy-ungie... ¡Ah!──Balbuceó suplicante sacándole un gruñido deleitado al contrario ante el diminutivo agudo y extrañamente tierno para la situación.
── ¿Qué pasa, bebé?, dime que es lo que quieres ──Susurró grave, frotándose contra los glúteos ajenos, acoplando los movimientos de sus caderas con las estocadas profundas y constantes que sus dedos estaban propinandole en su interior, desesperandolo aún más cuando disminuía el ritmo de sus caricias y a los segundos retomaba la velocidad constante y torturante.
Era deliciosamente frustrante y abrumador para Jungkook sentirse cerca del cielo queriendo alcanzar el anhelado placer y luego ser bajado de forma abrupta y casi malévola con la maldita lentitud de las caricias del mayor.
Su intimidad dolía al igual que sus bolas que ya se encontraban como rocas, solo anhelaba ser jodido pronto y brutalmente por Taehyung.
El tatuado soltó un quejido lloroso cuando la diestra ajena abandonó extensión para ascender y dedicarse a jalonear y juguetear con su pecho ya altamente sensibles.
── T-Tae... po-r... ¡Ahg!.. fa-vor ──Suplicó en medio de gemidos desordenados y lastimeros, sosteniéndose de una de las varillas de la máquina a la que estaba amarrado, y moviendo sus caderas al ritmo de las estocadas, en un intento desesperado por satisfacer sus desesos frustrados por la malicia del otro.
Sonrió satisfecho cuando las estocadas de los falanges dieron de una forma más continua, dura y certera. El asiento frotando su piel sensible, brindándole un poco de consuelo a su desatendida virilidad, y la de su novio golpeando de forma obscena su espalda baja, provocandole gemidos graves a este y que jaloneará con más ganas sus botones rosas, haciéndole delirar.
Fueron pocos segundos de gozo antes de sentirse vacío de nuevo y carente de cualquier tipo de atención.
Taehyung por su parte estaba gozando de ver la desesperación del menor.
Jungkook bufó frustrado, sintiendo su llanto de niño suplicando por un dulce a muy poco de desbordarse.
Y estaba dispuesto a hacerlo por primera vez en su vida, si eso hacía que el azabache se apiadara un poco de él y le rompiera el culo de una buena vez.
Ya había pagado lo suficiente por sus travesuras inocentes.
Según él...
── No me has dicho que quieres, y lastimosamente no soy adivino, Kookie ──Le recordó con una sonrisa de suficiencia que el nombrado pudo percibir al levantar la vista y verlo a través del espejo.
Jungkook aprovechó esos cortos segundos de único y electrisante contacto visual para regular un poco sus emociones y su descontrolada respiración. Estaba sudando como nunca, y respirando por puro milagro de algún santo que desconocía.
── Q-Quiero... ──Murmuró agitado conectando su mirada con la afilada a través del reflejo.
El mayor le dedicó una sonrisa de ánimo, ladeando su cabeza y lamiendo sus labios.
── Te quiero dentro de mi, follandome como sólo tú sabes hacerlo, porfavor Hyungnie... ──Suplicó con voz aguda y casi dulce, mordiendo sus labios en un gesto sugerente y de invitación para el otro.
El acanelado gruñó satisfecho en respuesta, tomando con fuerza las hebras chocolates y atrayendolo hacia su cuerpo hasta dónde su propio amarre se lo permitió y disfrutando el gemido satisfecho del otro.
Con su otra mano el pelinegro tomó el mentón impropio, apretando el agarre para abultar las mejillas y los labios del castaño en un puchero, de esa forma tan malditamente preciosa en la que solo a él podía vérsele.
Lo obligó a mirarse en el espejo.
── Joder Jungkook, mira lo caliente que te ves suplicando, pidiendo que te coja como tanto te gusta ──Susurró seductor, jugando con el lóbulo de este. ── ¿Así de desesperado estás por sentirme?, ¿No fue suficiente ya con estar dentro de mi?, ¿Eh, bonito?
Jungkook jadeó como pudo, negando en respuesta.
── Eres un puto ninfómana, cariño ──Sonrió altanero al ver como el otro gemia afirmando aquello──, y como me encanta eso de ti, joder.
Sin más, unió sus bocas en un encuentro desordenado por la posición, casi salvaje, mordiendo y lamiendo desperados, buscando el dominio del encuentro.
Sin perder más tiempo y sufriendo los estragos de su propia tortura, el pelinegro alineó su intimidad con la estrechez ajena, adentrándose con lentitud pero profundidad en el menor, logrando un gemido en unísono que fue como música para sus oídos.
El cuerpo del castaño se apoyó en el respaldo inclinado de la máquina en busca de más profundidad, aferrando sus manos a la varilla metálica en busca de un sostén cuando las embestidas del moreno tomaron un ritmo veloz y profundo casi de inmediato.
En muy poco tiempo, el lugar se inundó de sonidos acuosos y golpeteos chapoteantes, que se mezclaban maravillosamente con los gruñidos y gemidos graves del mayor, contrastando perfecto con los balbuceos y quejidos incoherentes de la voz aguda de Jungkook suplicando por más.
El menor no logró contener por mucho más las lágrimas de placer que comenzaron a brotar de sus nublados ojos. La sensación abrumadora de su interior siendo brutalmente atacado, mientras el mayor jugaba con su cordura aumentando y disminuyendo la velocidad de sus caricias en su dureza, evitando con su pulgar un clímax que solo deseaba ser liberado cuanto antes, y que sin duda la fricción torturante del rugoso material del asiento con su sensible piel no le estaban ayudando para nada.
── Tae-hyungnie... Oh, mierda... P-porfavor ──Gimió sobre-estimulado, sintiéndose a nada de explotar y su llanto de placer desbordandose.
── Mírate... mira el espejo, ve lo jodidamente hermoso y caliente... que t-te ves suplicandome que te deje correr ──Le propinó un azote, afianzando su orden con un gruñido gutural── Tan desesperado como un perro en celo.
Jungkook gimió en respuesta a las palabras de su novio. Sabía que a Taehyung no le gustaba insultarlo o denigrarlo como él le había suplicado en un par de ocasiones, pero ni siquiera era necesario que lo hiciera cuando le hablaba con aquella perfecta voz grave, dominante y altiva. Podía decir cualquier vanalidad y eso bastaría para hacerlo venir como nunca, tal y como deseaba hacerlo ahora mismo.
Exhausto y con la mente nublada, el menor cumplió con el pedido del otro, levantando su rostro y observando con los ojos entrecerrados su reflejo. El cabello en el rostro, los labios hinchados y rojizos entre abiertos, su cuerpo bañado de sudor, mientras detrás el mayor mantenía el ceño fruncido de placer, la mandíbula apretada, mordiendo sus labios y tomándolo sin descanso ni pausa.
Cuando las caderas del otro hicieron movimientos circulares en su interior y su extremidad fue acariciada con frenesí en sincronía por la palma grande de su novio, se dejó desfallecer, apoyándo la frente en el asiento, enterrandose las uñas en sus palmas y permitiéndose gemir y balbucear con deleite a todo pulmón, sintiéndose drogado por completo de placer.
Jungkook esperaba sinceramente que el lugar estuviera lo suficientemente insonorizado para que los vecinos del edificio no pudieran llamar y quejarse con Namjoon, pues mataría a cualquiera que se atreviera a interrumpirlos en ese momento.
Sollozó débil cuando sintió los dientes de Taehyung marcar su hombro.
── Tan bueno... ¡Mhg!... Me aprietas tan rico, precioso, como me encanta ──Alagó el mayor aumentando sus sentidos. ── Jodida mierda, juro... q-que podría venirme tan solo escuchándote gemir mi nombre, Kookie.
── Oh, Dios, Taehyung-nie...
── No invoques a Dios cuando estamos pecando tan deliciosamente, cariño ──Susurró el mayor en su oído, tomando su estrecha cintura con firmeza, apegandolo más a su cuerpo con una profunda embestida que los hizo gruñir a ambos
Y nuevamente retomó los movimientos constantes, profundos y duros, que le sacaban el aire al menor en medio de sus gemidos llorosos por el inmenso placer que lo recorría.
── Hyun-g... ya n-no puedo má-s...
El mayor negó, pellizcando su pecho en reprensión.
── Aún no te he dado permiso de hacerlo... y esto apenas empieza, bebé ──Informó con un azote.
Jungkook dejó escapar lágrimas de frustración en medio de su cántico de gemidos y quejas con voz rasposa, por el esfuerzo de sus cuerdas vocales. Pasaron un par de minutos entre arremetidas duras contra su punto y tortura a su hombría, hasta que sus manos fueron liberadas del amarre contra la máquina.
── Llegó la hora de que te conviertas en mi adorado conejito, cariño ──Susurró el azabache en su oído sosteniendolo por su cabello mientras dejaba chupones en su cuello. ── Móntame tan bien como sólo tú sabes hacerlo, y mira lo caliente que te ves haciéndolo.
Ante el pedido Jungkook sonrió contento, pues mentiría si dijera que no estaba deseándolo. Así que sin perder tiempo, se sostuvo como pudo del asiento con sus manos aún apresadas por la tela y siendo ayudado por Taehyung se alineó con este, dejándose caer en él poco a poco, mordiendo sus labios con fuerza al sentir la profundidad que tanto agradecía que les diera esa poscision.
El azabache se apoyó en sus brazos, inclinándose levemente hacía atrás para dejarle todo el trabajo al menor, y para tener el privilegio de ver la escena perfectamente a través del inmenso espejo que tenían en frente.
Los saltos no se hicieron esperar por mucho. Rápidos y certeros. Jungkook dejándose caer casi con brusquedad en la grande virilidad de su novio, viendo orgulloso a través del reflejo como este dejaba caer su cabeza hacia atrás, gruñendo de placer y disfrute. Motivado por ello, le importó poco las súplicas de sus músculos por un descanso, y por el contrario aumentó el ritmo de sus caderas, moviendolas en círculos de vez en cuando.
── ¡Car-ajo, brincas tan bien, Jungkook! ──Alagó el mayor en medio de gemidos guturales, enterrando sus dedos en su cintura.
El nombrado solo le sonrió con debilidad a través del espejo antes de volver a centrarse en su labor.
Cuando la intimidad del mayor vibró avisando su orgasmo, este retomó el control, aferrando sus manos a la cinturita de su chico e impulsando sus caderas hacia arriba para sincronizar sus movimientos con los saltos del menor.
── Eres fas-cinante cariño, m-me encantas... ──Susurró repartiendo besos en su espalda, nuca y cuello. ── ¡Mmgh! E-Estoy cerca, lo estás... haciendo... de maravilla, mi amor.
Orgulloso, Jungkook gimió fuerte en respuesta, apoyándose en el hombro del moreno y buscando sus labios con desespero.
Mientras sus bocas ahogaba los obscenos sonidos de ambos en un beso desordenado; el mayor volvió a torturarlo, atendiendo su intimidad con velocidad desesperante y abrumadora. Jungkook lloró suplicante, separándose de sus labios para gemir, mientras el otro sonreía satisfecho jugueteando con el piercing en su labio a su antojo.
No sabía si golpearlo por aquello o agradecerle por tenerlo en un viaje constante del cielo al infierno.
Y supo que definitivamente debía hacer la segunda cuando la gran y perfecta mano de su novio se aferró a su cuello, justo como la suya había hecho con él en su encuentro.
── No niego que me encantó que me ahorcaras, pero cielo, no olvides que solo yo puedo robarte el oxígeno de esta manera. ──Dicho aquello, el mayor apretó su agarré lo suficiente como para dejarlo sin aire por unos segundos. Haciendo que sus ojos se fueran hacia atrás y un gemido carente de aire luchará por salir de su boca.
» Correte, Kook ──Ordenó con firmeza en su oído. ── Dime sin palabras que tan bien te hago sentir, vamos.
Y Jungkook no necesitó de una segunda orden para hacerlo. De inmediato se liberó, dejando fluir todo el suplicante y tortuoso placer que tanto estaba luchando por retener, manchando el asiento con chorros de su esencia que salían a borbotones y sin aparente fin, siendo algo casi doloroso por la espera.
Taehyung le ayudó, tocándolo con delicadeza, soltando su agarré en el cuello para acariciarlo a su antojo y repartiendo besos por todo su cuello y mentón, para apaciguar las fuertes sensaciones, recibiendo las lágrimas y los espasmos de este.
── T-Tae... ──Balbuceó en medio de un sollozo, debido a la inefable y arrolladora sensación.
El nombrado por su parte sólo se dedicó a mimarlo hasta que su liberación se detuvo por completo. Cuando los espasmos del menor se calmaron, soltó sus muñecas del amarre con agilidad, salió con cuidado de su interior y le ayudó a sentarse correctamente en el asiento.
Sin necesidad de una orden, el castaño aún en medio de su trance y con la respiración agitada, tomó las caderas del mayor como un pedido mudo por que se mantuviera frente a él. Con una mirada inocente, se lamió sus labios, antes de engullir sin más la intimidad de este.
── ¡Oh! K-Kookie... como te amo... ──Gimió.── M-Mierda.
Motivado, Jungkook comenzó con su labor con vehemencia la extensión. Recorrió con su lengua cada centímetro, delineando cada vena sobresaliente y succionando con fuerza su extremidad, mientras su diestra ayudaba a alentar la salida de la deseada esencia.
Cuando los movimientos tomaron fuerza y velocidad, Taehyung echó su cabeza hacía atrás disfrutando de cada caricia húmeda dada por el menor. Jungkook, con una sonrisa maliciosa, se dio el gusto de rozar el glande con el metal frío y humedo en sus labios.
── ¡Joder! Jung-kook ──Gruñó. ── Solo con eso... me vas a hacer venir.
── Vente Hyung, quiero saborearte ──Alentó seductor, lamiéndolo en un acto poco pudoroso.
Y Taehyung sin duda le daría lo que él quería como siempre. Así qué, devolviendole la sonrisa y con un gruñido de satisfacción, tomó con firmeza las hebras de este y comenzó las arremetidas imparables a la boca ajena.
Soportando las inevitables arcadas por el gran tamaño torturando su ya afectada garganta, el nívea cumplió satisfactoriamente con su tarea, succionando y lamiendo sin descanso, hasta escuchar el gruñido gutural y sentir en su lengua la vibración del moreno.
Ansioso, abrió su boca, dejando que el acanelado terminará con la tarea por si solo, bastandole solo un par de segundos y un par de movimientos con su diestra para terminar de probar el cielo con solo la expresión de falsa inocencia que le dedicó su precioso chico.
Satisfecho, Jungkook recibió feliz aquella esencia que terminó impactando en sus mejillas, mentón y labios. Ante la mirada deleitada de los oscuros orbes, con sus dedos llevó el líquido hasta sus labios limpiandose y saboreando gustoso.
Con un último gemido grave, Taehyung besó castamente los labios del menor importandole poco probarse a si mismo, y exhausto se dejó caer a su lado, tomándolo como un bebé en su brazos para luego dejarlo en su regazo. Dedicándose a acariciarlo en lo que ambos regulaban su respiración y se recuperaban por completo.
── Feliz... aniversario, cariño ──Susurró agitado, dejando un beso en su frente.
Jungkook débilmente sonrió, rodeando con sus brazos su cuello.
── Fel-iz aniversario, Taehyungnie ──Respondió con voz ronca y adormilada por el cansancio.
── ¿Aprendiste la lección? ──Preguntó con burla el mayor a los pocos segundos.
── Mhh... Creo que haré trampa más seguido si el castigo será así de bueno ──Respondió este con una sonrisa maliciosa.
El mayor rió ante aquello, negando con falso desapruebo.
── Eres todo un desvergonzado ──Reprendió en broma, dándole un muy suave azote que solo hizo reír al otro.
── Así me amas... ──Se encogió de hombros.
── Si, y mucho ──Lo besó suavemente en respuesta el mayor. ── ¿Quieres que descansamos un rato más aquí o vamos a ducharnos, bebé?
Débilmente, Jungkook levantó su cabeza para observar la hora en el reloj digital de pared que había allí. Ya marcaban casi las seis de la tarde.
Sin duda había sido un día muy productivo...
Sonrió travieso ante ese pensamiento, feliz de qué todos sus planes hubieran salido a la perfección después de todo.
Otra victoria más para él.
── Es tarde, creo que... lo mejor es ducharnos e irnos a casa.
Taehyung asintió en respuesta, pero al ver que el menor no tenía intensiones de moverse por si solo, entendió el pedido mudo, por lo qué sonrió y en la misma posición se levantó con él en brazos para dirigirse a las duchas.
Las muecas de dolor no fueron desapercibidas para Jungkook por lo qué solo se rió con picardia al saber que él era culpable de aquello y que por fin el mayor estaba sintiendo lo mismo que él estaba aguantando en aquel momento.
Ya estaban a mano...
Definitivamente tendrían que tomar un taxi de regreso por que ninguno estaba en condiciones aptas para manejar ahora. Y por supuesto, también tendrían que limpiar rigurosamente todo para evitarse regaños de Namjoon, claro estaba.
Su entrenamiento amoroso tenía sus consecuencias ciertamente, pero ninguno se arrepentía de nada...
🥊🥊 Continuará • • •
♥️🥊 5 / 6 🥊♥️
Dedicado a: Mrs_valevk
Gracias por participar en la dinámica y estar pendiente de esta historia bella ✨️♥️
Disculpen la tardanza con el capitulo, tuve un pequeño bloqueo seguramente porque eran dos caps seguidos de smutt jsjs.
También me disculpo si el smutt con bdsm no es bueno, pero es mi primera vez escribiendo estas prácticas así que perdón cualquier error desde ya 😩😭.
Gracias también por todo el apoyo y amor que le están dando a esta locura jshdjsjs, YA 2K DE LECTURAS DIOS SFDRY GRACIAS ♡
Y bueno, nos vemos pronto ya en el final de esta hormonal pero romántica historia jsjs, cuídense y lxs amo ♥️
- VanTTGirl.
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