El episodio final de la primera temporada de la serie se había terminado de grabar con grandes felicitaciones y aplausos por parte del equipo técnico.

Este último capítulo trataba de un extraño médico que permite a Rick y sus compañeros entrar en el Centro de Control de Enfermedades pero en su nuevo paraíso no todo es lo que parece. En un momento dicho médico científico, Edward Jenner, le comunica un secreto al protagonista y líder del grupo el cual iba a ser revelado al finalizar el capítulo pero con la idea de una nueva temporada se prefirió mantener el secreto.

Se encontraban felices por como había transcurrido la primer temporada. No sólo se estaba formando un gran grupo actoral sino también de personas, mantenían charlas fluidas con frecuencia e incluso organizaban salidas para conocerse mejor. Más felices se encontraban al saber que ese gran grupo de trabajo seguiría en pie al menos una temporada más seguro.

Con motivo de festejar se dirigieron a un sector privado reservado con anterioridad por los productores y escritores a merendar. Una gran torta los esperaba allí con un mensaje escrito en ella "Felicitaciones". Realmente era imposible no sentirse a gusto trabajando de este modo.

En cada asiento, los cuales estaban nombrados por quien debía sentarse allí, se encontraban los guiones para la próxima temporada.

Dicen que la intriga mató al gato. En este caso el gato sería Andrew Lincoln que mientras comía su deliciosa porción de torta leía con rapidez lo que sucedería en la continuidad de la serie. Una sonrisa sincera se formó en sus labios al notar que Norman Reedus había sido ascendido a personaje principal, por lo que dedujo se verían en más ocasiones.

— Al parecer tu personaje fue muy querido, te felicito.

— Sí, por suerte sí. Gracias. —contestó feliz mientras seguía devorando con rapidez la torta. Ya era la tercera vez que se servía. — Supongo que nos vamos a ver más seguido. — expresó como si pudiera leer los pensamientos del otro.

— Eso espero.

— Que tierno. — sonrió juguetón para darle un tierno abrazo.
Ese era el primero que se daban e inconscientemente ambos deseaban que no fuera el último. — Tenías mala cara cuando llegaste ¿Te pasó algo?

— No, estoy cansado nada más. Tuve una mala noche.

— ¿Por qué?

— Mi colchón es una mierda — admitió sonriente. — y los sillones son peor todavía pero hoy es domingo y está todo cerrado así que voy a tener otra mala noche.

— Si querés podes venir a mi casa, la cama es grande. — ofreció.

— No quiero molestar, no te preocupes.

— No te invitaría si me molestara, de verdad ¿Para qué vas a dormir incómodo si no tenés necesidad?

— Está bien pero yo cocino en modo de agradecimiento.

— No tenés nada que agradecer pero la cocina es toda tuya. — rió con dulzura.

Por el resto del día en sus cabezas sólo habían imágenes de ellos dos juntos, disfrutando de la cena y durmiendo juntos. No querían admitirlo pero dicho pensamiento generaban sonrojos y pelitos parados de solo imaginarlo. Andrew/Rick estaba muy agradecido por la invitación que su compañero le había hecho y pretendía que la cena le quedara excelente, a decir verdad no era un hombre que cocinara con frecuencia ni excelencia pero valía la pena intentarlo. Norman/Daryl lo merecía. Por lo poco que lo conocía sentía que se merecía todo, cualquier cosa que deseara; no podía evitar imaginarse siendo él quién cumplía todos y cada uno de sus deseos. Siendo el motivo de su felicidad.

Permanecieron un rato más allí interactuando con el resto del grupo mientras se regalaban desde una punta a la otra algunas sonrisas y miradas vergonzosas.