text ··· 15

HongHwaGi

Él es tan lindo, quiero tenerlo para siempre.

8.

―No puedo creerlo.

El murmullo de Mingi se perdió en el cuello de Seonghwa y se aferró con fuerza al delgado cuerpo del mayor. Seonghwa estaba cansado y algo confundido, pero más tranquilo debido a que todo se pudo solucionar.

Haneul se fue diciendo que guardaría el secreto, sólo si jamás mencionaban lo que había ocurrido. Ninguno había estado de acuerdo, esa tipa estaba loca y podría abusar de alguien algún día, pero ¿qué más podían hacer? Eran idols, y debían callar su relación, nada bueno saldría si hablaban.

―Estás cansado, ven a la cama ―Mingi besó sus mejillas y se separó de él, tomando su mano para llevarlo a la habitación―. Viajaste sin descansar, ¿cierto? Vamos, voy a consentirte.

Hongjoong sonrió sintiendo pesadez en el corazón y suspiró profundamente. Las lágrimas se acumularon en sus ojos nuevamente, varios sentimientos aplastantes lo invadieron, y no sabía qué decir. Por supuesto que había creído aquella explicación, pero el terror, el pavor, de que todo hubiera sido diferente no lo dejaba en paz.

Hongjoong amaba a Seonghwa profundamente, una roptura lo destrozaría.

¿Funcionaría? Es decir, los tres juntos, ¿cuánto duraría? Él en serio creyó que todo sería perfecto para siempre, incluso con sus pequeñas discusiones, pero romper con uno de ellos era otro nivel.

Parpadeó varias veces alejando las lágrimas. No tenía sentido ponerse a pensar tanto, por ahora, debía ir a ver a Seonghwa, no podía pasar por alto el hecho de que casi abusaran de él.

La puerta de la habitación estaba abierta, por tanto, lo que ocurría dentro se podía escuchar perfectamente.

―La foto era demasiado explícita ―se quejó Mingi, jugando con la mano de Seonghwa, quien descansaba sobre el pecho del menor―, ninguno de los dos pensó que estabas ebrio... Lo sentimos mucho, Hwa, ni siquiera te dejamos explicarte.

Mingi abultó su labio inferior y sacudió su cuerpo entero, abrazando al mayor contra su cuerpo.

―Ya dejemos el tema, Gi.

El susurro de Seonghwa mientras mantenía sus ojos cerrados fue oído apenas.

―Pero, Hwa...

―No quiero hablar de eso ―Seonghwa arrugó la nariz, irritado.

Mingi cerró la boca y continuó acariciando las manos del mayor. Hongjoong se preguntó si era momento de entrar, no lo hizo.

―Pero no respondiste mi pregunta, ¿estás enojado con nosotros? ―preguntó Mingi pocos segundos después, en un hilo de voz.

Seonghwa bufó y, sin abrir los ojos, asintió.

―Más que enojado, estoy dolido, pero entiendo que no hayan querido hablar conmigo tras ver una imagen así. ―Seonghwa abrió sus ojos y miró la carita apenada del menor, estiró la mano para apretar su labio inferior con los dedos―. No te preocupes, y mejor dejemos el tema.

Mingi asintió, sin decir nada más.

Mingi todavía sentía una presión en el pecho, pues había creído que Seonghwa estaba harto de su relación gracias a él, que él se había metido en el medio y había arruinado todo, pero no era así. No era así, ¿verdad? Hongjoong lo amaba, y Seonghwa también.

―No hagas esa cara. ―La nariz de Seonghwa comenzó a ponerse colorada―. Tienes razón, Gi, nunca te dije que te amaba ―murmuró sentándose recto.

La voz de Mingi diciendo que él no lo quería en la relación todavía sonaba en su cabeza. No era así, Seonghwa estaba completamente seguro de ello.

―N- no, no es necesario. No tienes que decirlo.

Mingi se levantó separándose de él.

―Estoy bien ―Mingi alargó sonriendo, pero las lágrimas bajaron por sus mejillas a montones.

―Mingi ―Seonghwa intentó acercarse a él, pero el menor se alejó nuevamente―, no arruinaste nada. Tú nos completas, mi amor.

Las facciones de Mingi temblaron y asintió varias veces, volviendo a acercarse al mayor. ¡Él estaba ahí para consolarlo! Debía alejar esos pensamiento intrusivos, no se trataba de él. Esto no era acerca de si lo amaba o no.

―¡Vamos a pedir algo para comer! ―Mingi tomó la mano de Seonghwa cambiando rápidamente de tema.

(...)

Seonghwa comía en silencio, viendo atentamente a Wooyoung pelear con San por el control de la TV. Riendo, llevó los palillos a su boca y desvió la mirada hacia la mano que reposaba en su regazo, golpeteando suavemente su pierna.

―¿Qué pasa, amor? ―preguntó.

Mingi alzó la mirada hacia él y quitó la mano.

―Lo siento, no me di cuenta.

Mingi era un manojo de nervios. Seonghwa y Hongjoong lo habían notado.

El menor se levantó.

―Me retiro, me duele el estómago ―avisó Mingi, yéndose rápidamente, sin poder siquiera oír alguna reprimienda por levantarse de la mesa cuando los mayores no habían terminado de comer.

―¿Qué pasó con Mingi? Además del drama que se montaron ayer.

La pregunta de Yunho llamó la atención del resto.

―¿Qué pasó ayer? ―preguntó Jongho, preocupado por su hyung.

―Problemas en el paraíso gay ―rio Yunho, contagiando a Wooyoung.

―Ya, pero ¿qué? ―insistió el menor de todos.

Seonghwa suspiró.

―Hubo un malentendido, eso es todo. Ya lo arreglamos, pero Mingi está algo nervioso... Tenemos que hablar con él ―miró a Hongjoong.

Anoche Mingi no había usado su pijamas usual, lo que fue muy extraño para Hongjoong, y todo el día se la había pasado retraído, poco comunicativo. Seonghwa no quería creer que se debía al problema que habían tenido el día anterior, no la foto, sino el tema de expresarse con él.

Para Seonghwa era un poco difícil, cualquiera creería que ese sería Hongjoong, pero no. Seonghwa se sentía muy tímido diciendo palabras románticas, no le salían, no sabía cómo decirlas, o en qué momento hacerlo. Mucho menos con Mingi.

―Es difícil hablar con Mingi cuando se le mete una idea mala a la cabeza ―dijo Yunho suspirando pesadamente―, no hagan que tenga que entrometerme de nuevo ―sentenció levantándose, sin importarle el hablarles con tanta rudeza a sus mayores.

Hongjoong bufó cerrando los ojos.

Todos se fueron levantando de la mesa hasta que sólo quedaron Seonghwa y Hongjoong, el menor tomó la mano de su novio y lo llevó a rastras hasta el sofá, acomodándose en él con Seonghwa. Park se acurrucó en su regazo y descansó la cabeza en el hombro del menor.

―Espero que no esté pensando cosas que no son.

―Ya sabes cómo es... Es demasiado inseguro, ni las palabras más hermosas del mundo bastarían para que dejara de sentirse así... ―Hongjoong dramatizó soltando una pequeña risa penosa.

Seonghwa frotó la nariz en el cuello de Hongjoong.

―Jungie, es que no lo sé. ¿Cómo le dices a la persona que amas, que lo haces? ―preguntó Seonghwa, bajito y lento.

―¿Cómo no le dices a la persona que amas, que lo haces? ―devolvió el menor, apretando la cintura de Seonghwa con sus manos.

Seonghwa se incorporó y miró a Hongjoong con una ceja alzada.

―Me has dicho que me amas algunas veces, ¿por qué con Mingi es tan difícil? ―preguntó Hongjoong tomando el rostro de Seonghwa con una mano, cuando el mayor se quedó callado, Hongjoong temió―. Quizá necesitas más tiempo, sólo llevamos un par de meses con Gi. No te fuerces a decir palabras que no sientes, eso los lastimará a ambos.

Seonghwa cerró los ojos y volvió a dejar caer su cabeza sobre el hombro ajeno.

(...)

Mingi se estaba cambiando de ropa cuando Hongjoong ingresó a la habitación.

―¿Ya vas a dormir? ―preguntó Hongjoong con una sonrisa en su rostro tras percatarse de que el menor volvía a usar una falda.

―Sí ―alargó Mingi viéndose al espejo, notando que las marcas en sus piernas se estaban marchando―. ¿Quieres usar una falda también?

―¿Yo? ―Hongjoong arrugó la nariz cómicamente―. No lo sé.

―¡Vamos a sorprender a Hwa! A él le gustan mucho ―dijo Mingi tomando la mano de Hongjoong para que se acercara al clóset―, o... puedes ponerte tus pantalones de dormir ―completó tomando los pantalones de Hongjoong y entregándoselos.

Hongjoong se sorprendió de que el menor no hiciera un berrinche para obtener lo que quería, como usualmente hacía. Miró los pantalones azules y negó.

―Vamos a sorprender a Hwa.

Mingi sonrió muy feliz.

Seonghwa todavía estaba lavando los platos, por lo que no los vio cambiarse ni escuchó el plan que estaban maquinando para esa noche. Mingi reía coqueto, jugando con el dobladillo de su falda mientras veía las hermosas piernas de Hongjoong al descubierto. Si Hongjoong quisiera, a Mingi le encantaría poder follárselo, pero no diría nada acerca de eso.

Esas piernas eran blancas, como la nieve, grandes, realmente hermosas. Hongjoong usaba shorts de vez en cuando y a Mingi le encantaban, pero verlo con una falda era otro nivel. Su pomposo trasero se asomaba en el final de la falda y hacía a Mingi querer devorárselo.

―Me ves como si quisieras hacérmelo.

El susurro de Hongjoong sobre sus labios tomó a Mingi desprevenido.

Mingi tomó al mayor de la cintura, pues este se había inclinado sobre él. Hongjoong gateó quedando a horcajadas de Mingi.

―Es tan fácil leerte ―susurró Hongjoong tomando sus labios en un beso profundo.

Mingi estaba sorprendido, pues no quería incomodar al mayor.

―¿En serio? Lo siento ―murmuró, pero sus palabras murieron en su garganta cuando Hongjoong volvió a tomar sus labios.

Las caderas de Hongjoong se movieron en pequeños círculos, frotándose contra la entrepierna de Mingi, que a ese punto estaba tan dura como una piedra caliza. Mingi apretó las caderas ajenas intentando detener el movimiento, pero su cuerpo comenzó a temblar ligeramente. La excitación corrió por sus venas, convirtiéndose nuevamente en el chico sumiso y débil que era.

―¿Quieres hacérmelo? ―preguntó Hongjoong sonriendo con picardía.

La puerta se abrió y Seonghwa ingresó a la habitación secando su cabello con una toalla pequeña. Quedó estático en el umbral cuando se dio cuenta de lo que ambos estaban haciendo.

―Ch-chicos, apenas son las 11 ―Seonghwa rio bajito y se acercó a ellos―. ¿Hong, qué te pusiste?

Hongjoong sonrió y se giró hacia Seonghwa, bajándose de la cama. Su pomposo trasero se veía debajo de la falda, pues no era demasiado larga y su pene erguido resaltaba notoriamente.

Mingi desvió la mirada de los glúteos de Hongjoong y se sentó en la cama, de rodillas. No estaba mucho mejor que el mayor, pues su dura erección sobresalía aún más.

―So-sorpresa ―tartamudeó Mingi, mordiendo su labio inferior sensualmente. 

Seonghwa dejó la toalla a un lado y los miró boquiabiertos, pues parecía que ambos estaban ofreciéndosele con descaro.

―Una sorpresa, ¿para mí?

Hongjoong pasó la lengua por sus labios y asintió. Mingi lo hizo al ver a Hongjoong.

Mingi se sentía palpitar, por todos lados. Su cuerpo estaba caliente, y solo había tenido a Hongjoong frotándose sobre su pene. Era un hormonado de primera.

Seonghwa sonrió y se acercó a ellos, comenzando a quitarse la camisa. No fue difícil ponerse duro, ya que la sola vista de sus novios con esos atuendos, duros y rojos, fue suficiente.

―Hwa, tú eliges. ¿Cómo o qué quieres hacer?

Seonghwa abrió la boca, pero nada salió de ella por unos segundos. Miró la carita roja de Mingi y tuvo ganas de acercarse y besarlo.

―Mingki, ven y chúpame ―dijo entonces, sentándose en la cama que los tres compartían.

Los pantalones de Seonghwa se perdieron en el suelo, al igual que su ropa interior, dejando ver su erección ya húmeda. Mingi pasó la lengua por sus labios y, llamado por el deseo, se acercó a Seonghwa, inclinándose hacia él. El mayor acarició su mejilla suavemente mientras Mingi comenzaba a lamer su glande tímidamente.

―Minmin ―llamó Hongjoong en un tono cantarín―. ¿Puedo tocarte aquí? ―preguntó pasando una mano por sus glúteos, separando ambos con cuidado.

Mingi asintió, con la boca llena.

Hongjoong sonrió y levantó la falda, viendo el agujero de Mingi contraerse. A Hongjoong se le hizo agua la boca, con cuidado, lamió uno de sus dedos y lo metió, explorando la zona cariñosamente. Las caderas del menor se movían de izquierda a derecha suavemente y los gemidos de Seonghwa y Mingi sonaban con ansiedad.

Hongjoong se inclinó y lamió los bordes de su agujero, recibiendo una pequeña queja de Mingi.

―Me detendré si me lo pides.

Mingi no dijo nada, sólo volvió a mover sus caderas y Hongjoong sonrió. Seonghwa acarició las orejas ardientes de Mingi, sus mejillas y su cuello, viendo con excitación cómo le chupaba la polla tan hambrientamente.

―Mmm, Mingi ―Seonghwa jadeó fuerte cuando el menor le succionó―, lo haces... lo haces muy bien.

Hongjoong detuvo su labor para verles.

―Mingki, amor, no dejes que se corra ―canturreó Hongjoong, sorprendiendo a Seonghwa.

―¿P-por qué? ―gimió embistiendo la boca de Mingi, dejando salir su lengua por la excitación.

―¿Para quién crees que estoy preparando a nuestra princesa? ―respondió Hongjoong, alzando una ceja.

Seonghwa quedó boquiabierto nuevamente.

Mingi se apartó de Seonghwa antes de que este pudiera correrse y gateó sobre él, subiendo besos por su pelvis, su abdomen, pecho y cuello, deleitándose con los jadeos que le provocaba. Se detuvo un momento en los pezones de Seonghwa y comenzó a lamerlos y chuparlos.

―M- Min, amor ―Seonghwa se convirtió jadeos y gemidos, pues jamás había sido tocado de esa forma por Mingi, no así.

Mingi movía dulcemente sus caderas, embistiéndose a sí mismo con la lengua y los dedos de Hongjoong, deseando que fuera más profundo. Cansado, recostó su parte superior sobre el pecho de Seonghwa y esperó pacientemente a que Hongjoong terminara de prepararlo.

―¿Recuerdas cuando me hablaste sobre la doble penetración? ―preguntó Hongjoong, apretando los grandes glúteos de su novio tras separarse de él.

Mingi asintió abriendo sus ojos con impresión.

Seonghwa alzó una ceja y una sonrisa se instaló en sus labios.

―Necesito prepararte muy bien, amor, ponte cómodo.

Mingi asintió y se dio la vuelta, quedano boca arriba. Seonghwa acarició el pecho de Mingi y detuvo sus manos en sus hombros, viendo atentamente lo que haría su novio. Hongjoong se bajó de la cama y buscó una caja negra donde guardaban un par de cosas, de ella sacó el lubricante y un dildo que usaría para abrir un poco a Mingi.

―Relájate, corazón ―pidió Hongjoong dejando un beso en su vientre antes de vaciar el lubricante en su agujero y el dildo.

Mingi acató la orden. Cerró los ojos y se perdió en las sensaciones de aquellos dedos en su interior, expandiéndolo, del frío del lubricante y los besos que recibía en sus caderas cada tanto.

―¿Estarás bien? ―preguntó Seonghwa, tomando el mentón de Mingi para verle.

Mingi giró su rostro para mirarle, sus ojos pequeños estaban brillosos y somnolientos, asintió con una sonrisa dulce.

―Confío en ambos.

Esas palabras hicieron que el corazón de Seonghwa se encogiera.

22072022

que comen que adivinan, no es el último

jajdhsjs les va la versatilidad? quiero q se agarren a hongjoong también 😂😂😵‍💫

qué es lo que hwa siente en verdad?

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