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HongHwaGi

Él es tan lindo, quiero tenerlo para siempre.

7.

Hongjoong apartó el teléfono de su vista cuando Mingi se removió en sus brazos (temiendo que él también lo viera) y ahogó un sollozo lastimero aferrándose con más fuerza al torso del menor. La imagen lo había tomado desprevenido, ni siquiera se le ocurriría esperar eso de Seonghwa, pero era demasiado claro para dudar, demasiado cruel para ser mentira. Tembló e intentó ahogar su llanto, pero su pecho dolía cada vez más y el nudo en su garganta presionaba con más y más fuerza.

¿Sólo un par de semanas bastaron para que Seonghwa les apartara a un lado de esa forma, mandando al demonio sus sentimientos como si fueran nada? La rabia y el dolor se mezclaron como un armatoste en su pecho.

¿Cómo pudiste, por qué? Tomó nuevamente el teléfono en su mano y volvió a ver la fotografía, como si torturarse viéndola pudiera transformarla en una mentira. Sin embargo, ahí estaba la chica desaliñada, en su regazo, besando su pecho desnudo; y ahí estaba Seonghwa, sosteniéndola de la cintura, apretándole como si odiara la idea de que ella se apartara de él.

Era real. Y era doloroso.

Con sus manos temblorosas, marcó el número de Seonghwa y esperó, pero nadie le respondió, intentó muchas veces, pero siempre fue inútil.

"Seonghwa, por favor, no nos hagas esto. ¿Estás terminando con nosotros, así?" sollozó en un susurro herido, enviando el audio, pero decidió borrarlo antes de que el mayor pudiera escucharlo. Soltó el teléfono nuevamente y se aferró a la cintura de Mingi, escondiendo la cara en su pecho y deseando que aquello sólo fuera una pesadilla.

―Amor... ―Mingi se removió y, asustado, intentó ver el rostro del mayor que con tanta insistencia se ocultaba contra él―. ¿Qué sucede, amor?

Mingi pudo sentir las vibraciones en su pecho, el calor de su pesada respiración y el ligero temblor de su cuerpo. No era normal, parecía un ataque de pánico, por lo que Mingi comenzó a asustarse.

Hongjoong negó varias veces con la cabeza y sonrió, tratando de fingir que no era nada, pero aquella falsa mueca fácilmente se rompió, dejando ver su verdadero sentir. Estaba profundamente herido.

―Gi... ―Hongjoong se interrumpió, miró la cara preocupada del menor y un pinchazo en su pecho hizo que cerrara la boca al instante.

Mingi se sentiría terrible.

Guardó silencio, creyendo que debía proteger los sentimientos de Mingi, al menos hasta que él fuera capaz de consolarlo. ¿Cómo podía decirle que la persona que amaba tanto les había hecho esto?

―¿Me abrazas? ―preguntó Hongjoong tímidamente, sus grandes ojos llenos de lágrimas partieron el corazón de Mingi en miles de pedazos, pero no lo dudó y sujetó cuidadosamente al mayor entre sus brazos.

―Siempre ―susurró Mingi―, no preguntaré, pero por favor quiero que sepas que estaré aquí para ti siempre.

Hongjoong asintió, sorbiendo la nariz. Algunos sollozos se escaparon de sus labios, mezclados con una risilla herida.

―Lo sé, amor. Lo sé.

(...)

Eran las nueve de la mañana y el teléfono de Hongjoong comenzó a sonar insistentemente, pero él no respondió aunque supo de quién se trataba gracias al tono personalizado que le había colocado al mayor.

Sus ojos estaban hinchados, su cabeza dolía, no quería saber nada. ¿Qué querría, de todas formas? Hongjoong no quería escuchar, no quería que le dijera que sí, Hongjoong, me acosté con ella, no veo un futuro con ustedes. No quería enfrentar la verdad, esa cruel y cruda verdad.

Apagó su teléfono y se levantó. Mingi le había dicho que le haría el desayuno, por lo que se levantó primero. Puso su mejor cara y bajó las escaleras hasta la cocina, donde su lindo novio cantaba una vieja canción y se movía de aquí para allá preparando algo para comer.

―¡Hey! Te levantaste, bello durmiente ―dijo Mingi apenas percatarse de su presencia―. Dame un besito ―se inclinó hacia él y estiró sus gruesos y rojos labios.

Hongjoong le dejó un beso tierno y se sentó en la isla de la cocina, viéndole con cariño. Mingi no lo merece, vas a destrozarlo. Mordió sus labios y decidió guardárselo.

―¡Tarán! ―dijo el menor poniendo en la mesa una taza de café y un trozo de pastel junto a unas galletas horneadas en casa (claramente no por Mingi)―. ¿A que es el desayuno más cool que has visto? ―señaló guiñándole un ojo (o eso trató, ya que terminó cerrando ambos ojos adorablemente).

―Es el desayuno más cool que he visto ―concedió Hongjoong, riendo bajito―. Gracias, mi amor.

―No hay de qué, cuando gustes.

Mingi le lanzó un par de besitos.

―Iré a cambiarme antes de que todos se levanten y comiencen a burlarse de mí y mi gordo trasero ―señaló Mingi murmurando sobre los labios del líder justo antes de darle un beso.

Hongjoong soltó una risita y asintió. Vio al menor marcharse a la habitación y bajó la mirada a su plato, deshaciendo la sonrisa de sus labios.

(...)

Mingi comenzó a desvestirse, sólo llevaba una falda y una camiseta como tres tallas más grande, por lo que fue rápido. Lo lerdo fue encontrar algo que ponerse en su armario, ya que no sabía qué haría en el día.

Se lanzó sobre su cama con unos joggings grises y una camiseta blanca puestos, buscando su teléfono por algún sitio. Lo encontró rápidamente y lo encendió, confundido al ver que tenía tantas llamadas perdidas.

Una sonrisa se formó en sus labios al ver que se trataba de Seonghwa e inmediatamente marcó su número.

―Hy-

Fue interrumpido por la voz desesperada del otro lado.

―¡Mingi!, por Dios. Gracias por contestar ―Seonghwa sopló angustiado y su voz quebrada enmudeció a Mingi por completo, asustándolo por lo repentino de la situación―. Carajo, lo siento, ni siquiera- ni siquiera sé qué pasó, pero puedo explicarlo.

Hay algo de lo que me estoy perdiendo. Mingi apretó el teléfono en su mano.

―No es lo que ustedes están pensando, ¡lo juro! Anoche salimos a beber y- hyungnim me hizo poner ebrio, sabes que soy horrible con el alcohol... Yo- no quise, no fue lo que yo- ―El llanto de Seonghwa fue difícil de controlar y su desesperación entorpecía su léxico, por lo que su monólogo apenas era comprensible―. Mingi, lo siento... por favor, perdónenme. Yo no envié la foto, fue- es que ella...

Mingi vio el teléfono de Hongjoong en la mesita junto a la cama y comenzó a atar cabos. Lo tomó y, mientras el equipo se encendía, prestaba atención a la llamada.

―Estoy yendo ahora mismo, voy a explicarles correctamente... Háblame, Mingi, dime que todo estará bien... ¿Mingi, amor?

Las decenas de llamadas perdidas tildaron el aparato una vez encendido y Mingi rápidamente lo revisó, buscó la foto. Cuando la encontró, su corazón cayó a sus pies y dejó de escuchar lo que Seonghwa seguía diciendo.

Eso era.

―¿Es mi culpa, hyung?

Una sola pregunta, aunque sus ojos estaban empapados en lágrimas y su voz saliera quebrada debido a su frágil corazón, quiso escuchar una respuesta.

―¿T-tu culpa? ¿Qué cosa, amor?

Mingi asintió sacudiendo la cabeza.

―Siempre dijiste... "Hongjoong te ama con todo el corazón", pero nunca hablaste por ti. ―Mingi sorbió la nariz y cerró los ojos con fuerza―. ¿Fue mi culpa que buscaras a alguien más, porque Hongjoong me ama también?

Hubo silencio, por largos segundos.

―Amor, no digas eso.

Hongjoong ingresó a la habitación, casi tropezando con sus propios pies.

―No, no, no, no es así. ¡Diablos, no me estás escuchando! ―La desesperación de Seonghwa culminó en gritos, arrebatado por la rabia que sentía y lo difícil que le estaba siendo el explicar lo que había sucedido en verdad―. Estoy apunto de llegar, por favor, espera y resolveremos esto... Amor, no pienses eso... ¿Bebé?

Mingi soltó el teléfono y miró a Hongjoong, unos sollozos se le escaparon y abrazó con fuerza a Hongjoong. La culpa lo invadió y no supo cómo ni porqué, pero Mingi sentía la necesidad de pedirle perdón.

―No llores, no llores, bebé ―Hongjoong intentó consolar el llanto del menor, pero este se volvió imparable―. No quería decirte, amor, lo siento ―lloró.

―Hyung, es mi culpa...

―No, no, amor ¿cómo va a ser tu culpa?

―Él no me quería aquí, arruiné todo ―susurró Mingi.

Hongjoong mordió su labio con fuerza y se aferró al cuello de Mingi, negando con la cabeza firmemente.

―¿Él te dijo eso? ―Hongjoong preguntó en un hilo de voz, incrédulo―. ¿Seonghwa te dijo eso, amor?

Mingi negó con la cabeza.

―Dijo- dijo que... Él estaba ebrio.

Hongjoong arrugó la nariz.

―¿Esa es una maldita excusa? ―dijo anonadado.

―¡No es una excusa! ―gritó Seonghwa del otro lado, pero nadie le estaba escuchando.

Seonghwa cortó la llamada cuando se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba ahí. Cerró los ojos con fuerza por un momento y luego los abrió, alejando las lágrimas de su rostro. La chica a su lado permanecía callada, tensa, muy incómoda por lo que estaba pasando.

―De verdad, lo siento ―parpadeó angustiada.

―Cállate.

―No sabía que él era tu novio...

―¡Aun así! ¡No tenías el derecho de hacer lo que hiciste!

Ella se encogió en su sitio y gruñó.

(...)

Seonghwa subió hasta los dormitorios con su compañera de trabajo siguiéndole los pasos. Estaba furioso, confundido y aterrado, ¿qué pasaba si no le creían? ¿qué pasaba si no le perdonaban? Mingi y Hongjoong eran las únicas personas a las que Seonghwa amaba, él no sería capaz de estar con nadie más; tomó una profunda bocanada de aire y abrió la puerta, ingresando  a los dormitorios. Había llevado a la causante de su problema para que les dijera la verdad, pero temía que incluso así ellos no pudieran perdonarle. 

Lo primero que Seonghwa vio fue la expresión confundida de Hongjoong, quien miraba curioso (y profundamente herido) a la chica detrás de él. Lo siguiente que vio fue a una enorme masa celeste acercarse a él con rapidez.

―Park Seonghwa ―la voz de Yunho subió exponencialmente y lo empujó por el hombro con fuerza―. ¿Te atreviste a traer a esta chica aquí? 

Hongjoong se acercó inmediatamente a ellos y se colocó en medio, manteniendo una mano sobre el pecho de Yunho para que no volviera a acercarse. 

―Yunho, basta ―demandó Hongjoong apretando la mandíbula; por más que estuviera molesto con Seonghwa, no permitiría que este saliera herido―, ve con Mingi. Te necesita. 

Seonghwa se asustó con aquella información.

―Agh, hombres, siempre comportándose como animales salvajes. ―La mujer rodó los ojos―. Tú ―miró a Hongjoong de arriba a abajo, pues no conocía a estos muchachos―, ¿eres su novio...? Bueno, sí eres bonito. Siéntate y déjame explicarte. 

―Tú no puedes decir mucho acerca de comportamiento, Haneul. 

Hongjoong mordió su labio inferior y asintió, ladeando la cabeza ante la interrupción de Seonghwa, yendo a sentarse en el sillón de la sala, con Seonghwa y esa mujer siguiéndole. Yunho se marchó pasillo adentro. 

―Primero que nada... lo siento ―dijo ella haciendo una mueca de incomodidad y luego señaló a Seonghwa, suspirando pesadamente―, segundo, me aproveché de él. Verás... Namshin oppa, el director de la serie, nos invitó a beber, fuimos a celebrar la culminación de la filmación... Seonghwa oppa no es muy bueno bebiendo, pero...

(...)

―Gracias, ah- espera, se está yendo la- uh, se fue ―dijo Seonghwa cuando Haneul le ayudó a abrir la puerta de su habitación. Él ni siquiera podía enfocar los objetos y ya no estaba seguro de quién demonios estaba con él en la habitación. 

―No exageres, oppa, no bebiste casi nada... ¿qué se fue? ―Haneul lo dejó sobre el sillón y comenzó a quitarle los zapatos. 

―La puerta, ¿la viste? Pero ya volvió ―dijo señalando la puerta por la que habían entrado. 

―Oppa, pareces drogado, no ebrio ―rio ella y su mirada se detuvo en las piernas ajenas―. Déjame quitarte la ropa. Estos pantalones son muy apretados.

Seonghwa asintió y recostó la cabeza, el sueño comenzaba a vencerlo. Ni siquiera se dio cuenta de que no tenía pantalones o de que su camisa estaba abierta, pero en algún momento comenzó a sentir unas pequeñas manos en su pecho y una caliente respiración en su cuello.

―Ah, siento cosquillas jadeó y tomó de la cintura a la persona sobre él―. Oh, es cierto, me ha llegado un mensaje importante, tengo que verlo ―dijo tratando de quitársela de encima―. El mensaje, es importante. 

―Yo lo revisaré ―susurró ella, besando su cuello ansiosamente.

Seonghwa gimió y apretó la cintura delgada, como si la sintiera familiar.  

―El mensaje... 

―Me ocuparé yo. 

Haneul bufó y tomó el teléfono ajeno, viendo que sólo se trataba de un mensaje de su compañero de grupo. 

―Le diré que estás ocupado. 

Seonghwa cerró los ojos comenzando a dormirse. No vio lo que Haneul hizo. 

―Oppa, no te duermas murmuró ella tomando los labios ajenos, esperando espabilarlo―. Estás un poco duro, ¿no quieres hacerlo?  

Seonghwa soltó una risilla y asintió, dándole una embestida suave mientras la afirmaba a su pelvis, ella se detuvo por un segundo y envió un mensaje con el teléfono de Seonghwa. La mano de Seonghwa bajó por su trasero y apretó con fuerza, luego continuó bajando desde el interior de su pantalón. 

―Joongie, ¿dónde se fueron tus-? ¿dónde está tu pene? ―dijo buscando a tientas la erección de su novio, muy confundido por no encontrarla. Estoy seguro de que estaba aquí la última vez.

Haneul se quedó helada.

―¿Qué cosa?

(...)

―Y así fue como pasé el papelón de mi vida ―terminó Haneul, soltando un fuerte suspiro―. Lamento haber enviado el mensaje, yo sólo creí que estabas molestándolo y bueno... decirte que estaba ocupado y no volvería esa noche. Jamás vi a Seonghwa oppa tan enojado, eso fue caliente. 

Hongjoong tenía ambas cejas alzadas y su boca abierta, sin saber qué decirle a la mujer. Sobretodo a Seonghwa. 

―¿Me... confundiste con ella? ―preguntó Hongjoong comenzando a ponerse colorado. 

Seonghwa bajó la mirada luego de asentir.

―T-tienen el mismo tamaño... ¡Y- y no sé, el mismo perfume tal vez!

Hongjoong soltó una risa corta.

―¿Hay otro? ―Haneul negó con la cabeza. 

―¿Otro? ―repitió Hongjoong. 

―Sí, tú eres al que envié el mensaje: Hongjoong. Pero él mencionó a ¿Mingi...? también. 

Como si su mención fuera lo único necesario para que Mingi hiciera algo, el menor entró corriendo a la sala y abrazó a Seonghwa por los hombros, sorprendiéndolo. 

―Sí había otro ―se respondió sola.

―¡Lo siento por desconfiar de ti, Hwa! ―gritó Mingi, dándole sonoros besos en las mejillas―. Esa loca ¡es una abusadora! ―señaló comenzando a ponerse rojo de la furia.  

12072022

¡Hey, hey!

les dije que sería un dramón ajajjaa un dramoncito, ¿qué onda la mina? re turbia

el siguiente sí es el último, con ese cerramos uwu <3 

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