I'd lay flowers at your feet

Oh, oh, oh, oh,

I'd be everything you need.

Woah, oh, oh, oh

Tu novia se iba de la ciudad, eso fue lo que me dijiste. No te mentiré diciendo que no se me quebró un poco el alma al saber que ya tenías a alguien a quien amar, tampoco diré que no me sentí feliz al saber que se iba.

Me sentí egoísta, sólo pensando en mi felicidad cuando se trataba de ti. Esa noche no dejé de preguntarme si ella sería la indicada para ti, se notaba que la querías pero, ¿te trataba como lo merecías? En su lugar yo haría cualquier cosa por ti, dejaría flores a tus pies si es lo necesario para que tu luz nunca se apague. Si lo pidieras, robaría todas las flores del mundo  para que nada pueda superar a tu belleza.

Eras como una flor. Reluciente, jóvenes, bellas y muy alegres; pero a diferencia de ellas, tú eras único cariño. Eras único en el mundo y, así tuvieras un gemelo, serías único en mi mundo. Tan diferente a los demás, siempre sobresaliendo entre la gente debido a la gran vida que desprendes.

—No te sientas mal Connor, las cosas mejorarán.

Desprendías vida porque tú eras vida, eras esa gota de esperanza entre tanto mal. Ese amor entre tanto odio y esa alegría entre tanta tristeza. Eras él único que ha logrado dar vuelta mi mundo sin hacer mucho más que sonreír. Cuando sonreías, todo alrededor se iluminaba, como si activaras una versión mejorada del lugar donde no era necesario que haya sol para ser feliz.

Lo hubiera intentado, hubiera sido todo lo que necesitabas si tu me lo pedías. Me hubiera convertido en agua para que te hidrataras y en aire para que respiraras, sería el suelo por donde caminabas para que no tropieces y quien estiraría sus brazos cuando los necesites. Podría haber sido todo eso.

—No, no lloro porque se irá. Lloro por no sentirme mal por su partida ¿qué clase de novio soy?

Sólo debías pedirlo.