Capítulo 4

Mara seguía moviendo su pie y mordiendo su labio, estaba nerviosa, muy nerviosa, era su primera cita médica para checar como iba el bebé, se sentía ansiosa, estuvo leyendo un poco en internet y todo la información logró abrumarla, solo esperaba que le aseguraran que todo iban, era lo único que esperaba escuchar, miraba a las demás personas que esperaban en el consultorio y no pudo evitar sentirse triste y tan solitaria, mientras las otras mujeres estaban acompañadas ella estaba sentada completamente sola, llevó su mano a su vientre e intento alejar todos esos pensamientos negativos, cuando al fin fue su turno se puso de pie rápidamente y camino hasta la oficina que la enfermera le señaló, al entrar una amable doctora la saludo y esto la hizo sentir un poco más tranquila, que la atendiera una mujer le inspiraba algo más de confianza y bueno si le hubiera atendido un doctor tampoco tendría problemas, es solo que quizás desearía que su madre estuviera a su lado, ayudándola y apoyándola en todo este proceso, contestó todas las preguntas que le realizaron, tenía 10 semanas de embarazo y su bebé media 5,5 cm y pesaba 10 g. No pudo evitar llorar al ver la imagen en el monitor, la doctora también le dijo que las náuseas y vómitos suelen aparecer por las mañanas porque los niveles de azúcar son más bajos y le recomendó tomar una infusión con galletas antes de levantarse, esto podría ayudarla a controlarlos, le recomendó además que evitará el sobrecargo de trabajo y el estrés, los deportes muy cansados y las largas sesiones de limpieza, tenia que cuidarse mucho y descansar, le recetó unas vitaminas y le dio una copia de las imágenes del ultrasonido, ya estaba agendada su siguiente cita para seguir monitoreando como iba su embarazo, en los papeles que le dio, también agregó su número de celular por si le surgía alguna duda o emergencia, Mara salió del consultorio y tenía tantos pensamientos en su mente, pero una gran sonrisa en su rostro, fue a la farmacia y con los medicamentos en su mano camino hasta su casa, ese día lo pidió libre en su trabajo, quería ir a revisar la alacena, anotar lo que hacía falta para ir al supermercado por la tarde.
.

Víctor terminó la práctica de ese día en el teatro y decidió pasar por la cafetería y saludar a Mara, ingresó al local y rápidamente el delicioso aroma a café inundó sus fosas nasales, los postres se veían riquísimos también, hizo su orden y se sentó a esperar, de vez en cuando volteaba hacia la puerta de la cocina esperando ver a Mara, pero no había tenido suerte, su pedido había llegado y tomó un sorbo del café, se lo había ganado luego de ese día tan ocupado, tuvo una lucha interna, pero al final no ordenó ningún postre, no debía abusar de los dulces, jugaba con sus dedos sobre la mesa y mordía su labio, si se acercaba a preguntar por ella ¿sería muy extraño?, no quería parecer un intenso, reviso su celular y seguía tomando su bebida

—Hola— dijo Grace

—Hola— saludo amablemente a la señora que estaba frente a su mesa, ella era muy agradable

—Mara no vino hoy— mencionó anticipando la posible pregunta del joven

—¿Le paso algo?, ¿está bien?— preguntó rápidamente algo asustado

—Tranquilo guapo, ella está bien— contestó sonriendo, era obvio que él estaba enamorado de Mara

—Discúlpeme, yo solo pensé que algo le había ocurrido— dijo avergonzado

—Ella está bien, pidió su día libre hoy, tenía cosas que hacer— comentó

Víctor sonrió, la señora se fue y él terminó su café, si Mara no estaba en la cafetería, no tenía porqué seguir ahí, de pronto se sentía llenó de energía así que empezó a correr, ¿Qué fue lo que me hiciste Mara Morales? Se preguntaba mientras estaba a punto de llegar a su departamento.

.

Un nuevo día iniciaba y los rayos del sol que se filtraban e iluminaban su cara gracias a que no había puesto la cortina por la noche la estaban obligando a despertar, el molestó resplandor logró ella se levantará de la cama, con mucha pereza, Mara hizo un gran esfuerzo por ponerse de pie, pero lo hizo muy rápido y esto le provocó un gran mareo, además no había dejado sobre su mesita de noche el vaso con la infusión y las galletas, rápidamente sintió ganas de vomitar, corrió al excusado y comenzó a expulsar todo de su cuerpo, cuando terminó se sentó en el suelo, estaba cansada, aun sentía ese mal sabor en la boca, se puso de pie lentamente y cepillo sus dientes, se vio en el espejo y estaba muy pálida, lavó su rostro y tendió su cama, bajaría a prepararse algo para desayunar, hoy debía ir al trabajo

—Buen día— dijo viendo a Olivia ya lista para ir a la universidad

—Buenos dias— respondió la chica

Mara notó que parecía preocupada

—¿Esta todo bien?— le preguntó

Ella dudó en responder

—¿Esta todo bien contigo?— cuestionó la joven

Mara sonrió

—No es justo, yo pregunté primero— objetó

Oliva estaba seria, se cruzó de brazos, esperaría hasta que Mara respondiera su pregunta

—Esta bien señorita, responderé su pregunta, estoy bien— declaró graciosa

—Te escuche vomitar y no es la primera vez, Mara yo se que a veces hablar de ciertos temas es difícil, mira yo sufrí de anorexia unos años en mi adolescencia y logré superarlo, si necesitas ayuda puedes contar conmigo, yo comprendo lo que estás atravesando, no estás sola— explicó

Mara se acercó a ella y la abrazó, no enfrentaba ningun trastorno alimentario, pero esta chica, quién tenía poco tiempo de conocerla estaba preocupada por ella y esto la hizo ponerse sentimental, las hormonas del embarazo no ayudaban para nada

—Olivia mirame— tomó su rostro y la vio a los ojos— No sufro ningún trastorno alimenticio, es verdad que vomite varias veces, pero eso tiene una explicación muy sencilla, estoy embarazada y eso me provoca náuseas, estoy bien, créeme y si estuviera padeciendo de cualquier cosa, agradecería tenerte a mi lado para que me ayudarás— afirmó

La chica la abrazó, no mentiría, se sentía aliviada de que su compañera esté bien

—¿El chico que vino el otro día es el papá?— cuestionó

—¿Qué?, no, Víctor es solo un amigo, el papá de mi bebé está en Argentina y bueno, ese es un tema con el cual no me siento cómoda hablando— aclaró

—Si decides interrumpir el embarazo yo te apoyaré, creó que es una decisión personal de cada mujer— aseguró

—La maternidad será deseada o no, en mi caso yo deseó a mi bebé, así que puedes estar tranquila, quizás esto parezca una locura, pero este embarazo es probablemente lo mejor que me pudo pasar, no sera sencillo, pero ya quiero tener a mi pequeño o pequeña en brazos— comentó llena de ilusión

Olivia se fue a la universidad y Mara preparó su desayuno, tenía una compañera de departamento bastante genial, era afortunada al haber encontrado personas tan amigables en este nuevo país.
.

Las cosas seguían sin parecer tan claras en el futuro que se pintaba con la responsabilidad de criar a un ser humano, pero la ilusión del bebé tenía a Mara con un humor increíble, su embarazo aún era secreto y pensaba mantenerlo así mientras pudiera, no le avergonzaba, pero aún era prematuro y le aterraba que algo malo ocurriera

.

—Mara ¿puedes venir a mi oficina?— pidió Grace

Ella asintió y caminó hasta ahí

— No te preocupes, no te llame por algún mal motivo, solo quería algo de privacidad para conversar— admitió

Mara soltó una risita

—¿Lograste hacer todo lo que debías ayer?— preguntó

—Afortunadamente sí, logré aprovechar bien mi día libre, pero la verdad extrañaba estar aquí— dijo

—Ayer vino el guapo actor que conoces a buscarte, intentaba disimular que quería verte, pero no era muy discreto, me acerqué a saludarlo y le dije que no habías venido— comentó

—No recibí ningún mensaje o llamada de su parte— manifestó

—Supongo que deseaba verte casualmente, pero se preocupó cuando le dije que no había venido—Mara se asombró de escuchar eso— ¿Está todo bien Mara?— agregó la señora

—Si, no debe preocuparse— expresó intentando sonar convincente

—Se que soy tu jefa, pero desde el primer instante que te vi eh sentido un afecto sincero por ti, puedes contar conmigo, se que estás en este país sola y si yo puedo ayudarte estaré encantada— respondió honestamente

Mara respiró profundamente, tarde o temprano debía decírselo

—Quizás si haya algo de lo cual deba hablar, antes de empezar me gustaría aclarar que no lo sabia antes de ser contratada y si quiere despedirme lo entenderé— explicó

—Me estas asustando, ¿Qué ocurre?— preguntó llena de curiosidad

—Estoy embarazada, Víctor el actor lo sabe, quizás por eso se preocupó cuando supo que no habías venido a trabajar, pudo pensar que algo podía haber ocurrido— contestó

—¿Piensas que puedo despedirte por estar embarazada?— cuestionó su jefa

—No lo sé— respondió tímidamente

—No puedo despedirte solo por estar embarazada, existe una protección especial para las mujeres durante el periodo de embarazo, si lo hago tendría que enfrentar a la justicia, no buscó eso, créeme, además si las mujeres no nos apoyamos entre nosotras ¿Cómo esperaremos recibir un trato justo en un mundo gobernado por hombres?, me alegro mucho por ti, vivirás una etapa maravillosa, respecto al trabajo, es bueno que lo sepa porque necesitarás ayuda, ya no puedes seguir cargando esos sacos de harina o llevar las bandejas grandes al horno— expresó

Mara se había quedado sin palabras, sabía que Grace era una jefa increíble, no estaba segura de que la despidiera, pero sus palabras siempre son tan alentadoras, dulces y llenan su alma de amor, agradecía al universo por haberla puesto en su camino, su cariño es todo lo que necesita en la soledad de este nuevo comienzo que estaba experimentando.

¿Comentarios?

N/A. Todos los datos médicos mencionados en este capítulo y los siguientes son sacados de internet, simplemente se brindan para aportar sentido a la historia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top