Olivia estaba callada, más de lo usual, Mara sospechaba que ocultaba algo

—¿Qué ocurre?— le preguntó a la chica

—Nada— respondió inocentemente

—No trates de engañarme, porque no solo me lo dices y ya— pidió

—¡Ah!, no puedo creer que sea pésima intentando mantener cosas en secreto, no quería decírtelo ahorita porque se lo emocionada que estar por ir hoy al teatro con tú novio, pero me descubriste— declaró

Mara la vio seriamente esperando que ella hablará

—El casero vino hace unos días y dijo que debemos desalojar el lugar, realmente todos los inquilinos deben hacerlo, vendió este sitio y el nuevo dueño va a remodelarlo, eh vivido aquí desde que comencé a estudiar en la universidad y no puedo creer que debo mudarme, una colega me sugirió un lugar, pero le dije que lo pensaría, no puedo simplemente abandonarte— respondió

—Ten por seguro que esta conversación no a terminado, pero Víctor ya está abajo esperándome, así que hablaremos cuando regresé— manifestó

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—¿Estás emocionada?— le preguntó Víctor sonriendo

Mara asintió feliz

Víctor estacionó el auto y fue a abrirle la puerta a Mara, luego ingresaron al lugar tomados de la mano, Gutiérrez tenía una sonrisa enorme

—¡Bienvenida!— dijeron todos en coro

La mexicana estaba sorprendida y no pudo evitar sonrojarse, tiempo atrás su vida estaba ligada a las cámaras, redes sociales y distintos medios, pero desde que se alejó de todo eso, ah mantenido un perfil más bajo y este recibimiento logró asombrarla

Todos se presentaron y ella los saludaba amablemente, Víctor estaba orgulloso de llamarla "su novia", caminaban tomados de la mano, mientras él le contaba diversos cosas, no perdía la oportunidad de hacer alguna payasada o ser muy coqueto, Mara estaba disfrutando de esta experiencia, estar tras bambalinas era muy loco, Víctor le mostró algunos pasos de una coreografía que presentarían y también interpretó algunas líneas del guion, Marcelo les trajo unas bebidas y Ailen conversaba con ambos, definitivamente fue una excelente idea venir, Mara ya estaba algo cansada, su vientre estaba más grande y definitivamente se agotaba con mayor facilidad ahora, subieron al auto y Víctor condujo hacia un restaurante, la castaña tenía antojo de comida mexicana y Víctor estaba feliz de poder cumplir cada uno de sus deseos.

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—Ahora que comimos ¿Me comentaras que es lo que pasa?— preguntó

—¿Tan rápido aprendiste a leerme?— argumentó

—Cuando alguien te gusta aprendes a prestar atención a cada pequeño detalle— confesó

Ella soltó una pequeña risa

Víctor se apoyó sobre su hombro, Mara jugaba con su cabello

—Olivia me dijo que debemos desalojar el departamento, al parecer el dueño lo vendió y el nuevo propietario lo renovará, así que eso me ah tenido un poco pensativa, ya me había ambientado al lugar y tenía buena ubicación, en estos momentos no tengo las fuerzas que tuve al llegar para buscar un nuevo sitio, el bebé llegará en unos meses y no tengo un lugar para vivir— explicó

—Hey— tomando delicadamente su rostro para verla a los ojos— todo estará bien, yo puedo ayudarte a buscar un nuevo lugar, podrías venir a vivir conmigo también si quieres, que conste que no te estoy obligando, cada decisión que tomas debe ser porque crees fielmente en ella, pero no debes preocuparte, porque yo no te dejaré, estaré a tú lado apoyándote— admitió

Ella solo lo abrazó, se sentía protegida entre sus brazos, le encantaba esa sensación de tranquilidad y paz que su novio le brindaba, sus cálidas palabras la hacían sentir mucho mejor.

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—Sabes actor, te voy a extrañar— mencionó Olivia

La pareja rio

—Podrás venir a visitarnos, no pienses que lograrás deshacerte tan fácil de mi— dijo Víctor

Mara deseaba guardar este instante para siempre, estaba melancólica por toda esta situación, las hormonas tampoco ayudaban a tranquilizarse, estaba resistiendo las ganas de llorar porque este lugar había sido su hogar desde que llegó a España, Olivia rápidamente se convirtió en una gran amiga, tenía bastante recuerdos con Víctor en este lugar y se había imaginado al bebé jugando en este sitio, ahora todo daba un gran giro, dio un largo y pesado suspiro, llevó sus manos a su vientre y lo acarició, no podía bajar la guardia, en este tiempo jamás se dio el lujo de sentirse sin fuerzas, seguiría luchando, observó a su novio platicar con su amiga y sonrió, cada cambio traía cosas buenas, quizás no de la manera que lo imaginamos, pero ahora estaba lista para iniciar de nuevo, ya se estaba volviendo una experta en este tema.

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—Isabel— saludo contenta Laura a la mejor amiga de su hija, quien la esperaba en la entrada de su casa

Pixie corrió a abrazarla

—¿Cómo ah estado?, ¿Qué tal el trabajo?— le preguntó

La señora hablaba animada con la chica, era alguien tan cálida y expresiva, a quien se le tomaba cariño y confianza bastante rápido

—Se que quieres preguntarme por Mara o ¿Acaso me equivoco?— cuestionó

La chica bajo la mirada, había sido descubierta

—Comprendo que es difícil entender porque mi hija hizo las cosas de esa manera, pero lo hecho, hecho esta y no podemos retroceder el tiempo, ella decidió que esto era lo mejor y por eso se alejó, agradezco tanto que seas su amiga y a pesar de todo, aún no te hayas rendido con ella, no se porque no se ah comunicado contigo, pero debes tener esto— anotando algo en un papel y luego entregandoselo— es su número, cuando te sientas lista puedes llamarla— agregó

Pixie tenía los ojos llenos de lágrimas, la mujer mayor se acercó a ella y la abrazó, ella siempre admiró a Mara por diversos motivos, era alguien extraordinaria y existía algo que jamás sería capaz de expresar en voz alta, pero sentía envidia por la increíble relación que tenía su amiga con su mamá, ella vivía con su padre, ya que su madre murió cuando ella era muy pequeña, siempre deseó tener a su lado una figura materna como la señora Laura, Mara era la hermana que siempre soñó y le dolía el alma estar separa de ella y sobre todo no tener ningún tipo de comunicación, ambas se separaron y ella se despidió, tenía que ir al Fundom a resolver algunas cosas y luego Luan la llevaría a pasear, salió de la casa y guardo el papel, no sabía en que momento se animaría a llamarla, pero lo haría.

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—¿No es raro que esta sea la primera vez que vengo a tu departamento?— preguntó Mara mientras estaban en el elevador

—Este...probablemente— respondió algo avergonzado

Mara mordió su labio intentando no reir

—¡Llegamos!— anunció abriendo la puerta

El lugar era muy bonito, estaba iluminado por mucha luz natural, era espacioso, todo estaba muy ordenado y tenía esa esencia de un hogar muy tranquilo

—Antes de comenzar el recorrido, debo presentarte a alguien, esperó no te molestes, ya que no mencione esto antes, pero todo surgió en el momento que nos separamos, ese tiempo fue bastante raro y luego no encontraba el momento adecuado para decírtelo— habló tímidamente

Ella estaba expectante

—Louie— llamó Víctor y rápidamente un perro salchicha vino corriendo

—No puedo creerlo— dijo ella agachandose con sumo cuidado para poder acariciar al perro

—Un amigo del teatro tuvo que viajar a su país natal porque su madre esta muy enferma y no podía llevarlo, preguntó a todos en el teatro quien quería adoptarlo y no pude resistirme, además me recuerda mucho al perrito de Adele y mi lado fan no podía dejar pasar esta oportunidad, afortunadamente se ah adaptado muy bien a la casa y me preocupaba que no te gustaran los perros o peor aún que tú fueras alérgica— declaró

—Amo los perros, de pequeña siempre soñé con tener uno, pero el lugar donde vivíamos los prohibía, así que no se pudo dar, estoy muy orgullosa de ti por haberlo adoptado, ya quiero que Louie y el bebé se lleven muy bien, eres el mejor novio— dijo antes de besarlo

Víctor le dio un recorrido por el lugar y Mara pareció contenta con todo, ya había empacado sus cosas y al día siguiente las traerían aquí, era su primera noche juntos en el departamento, decidieron celebrarla con una cena especial y un postre delicioso, la pareja estaba feliz, no paraban de hablar sobre diversos planes a futuro, la emoción recorría sus cuerpos y se sentían muy optimistas, desean que todo resultara muy bien.

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Meses después

La pareja vivía muy feliz juntos, eran la típica pareja joven que esperaba su primer hijo, Víctor era muy sobreprotector y Mara disfrutaba toda la atención y mimos que él le daba, la casa ya tenía algunos toques de ella y habían comenzado a decorar la habitación del bebé, cada vez que un nuevo elemento se agregaba a este especio los hacía llenarse de mucha ilusión, esperaban ansiosos que llegara el día de al fin conocerlo, el sexo del bebé se mantendría en secreto hasta el día del nacimiento, Víctor le aseguró a Mara que era su decisión y él la respetaría por completo, la castaña había dejado de trabajar en la cafetería ya que le era muy complicado, Grace comprendió la situación y pasaba a visitarla bastante seguido, algo que Mara resaltaba de esta nueva relación que mantenía era la excelente comunicación que manejaba con Víctor, ambos se podían sentar a conversar sobre diversos temas y tomar decisiones sin crear ningún conflicto, estaba sentada en la barra del desayunador leyendo un libro sobre maternidad, mientras esperaba que su novio regresará del aeropuerto, escuchó la puerta abrirse y respiró profundo

—Hola mamá— dijo con voz entrecortada, aún sin ponerse de pie

La señora se acercó a ella, no lo podía creer, luego de tantos meses al fin podían hablar cara a cara, su hija se puso de pie y Laura quedó en shock al ver su gran vientre

—Se que debí contartelo antes, pero no podía hacerlo, tenía que estar frente a ti para decírtelo— declaró

La señora no lograba salir de su asombro

—Di algo— pidió Mara al borde de las lágrimas

—Hija— logró pronunciar

Víctor estaba demasiado nervioso también, sabía que este momento debía llegar, pero estarlo viviendo en este instante hacia que sus latidos se acelerarán.

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