Todo un Romeo

La conversación ya había terminado hace mucho y habíamos quedado en un no incomodo, al contrario era muy agradable, silencio.

Tanto que incluso estaba comenzando a quedarme dormida.

Me apoye en el hombro de Kizato y me deje llevar por el sueño.

-♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦-

Narra Kizato

Sentí como Ayano se recostaba en mi hombro, solo me quede quieto, mirando al frente.

Podía escuchar su respiración a la par con los latidos de mi corazón.

Gire la vista y mire sus ojos delicadamente cerrados, su boca semiabierta y su cara recostada plácidamente en mi hombro.

Obviamente hacia una clara referencia a la Bella Durmiente.

Esperando el beso de su amado Príncipe Azul.

Creí que si no lo hacia ahora nunca lo podría hacer.

Acerque mi rostro al suyo y sentí mi corazón latir mas fuerte, no podía, no quería besarla, no porque no me gustara, al contrario me encantaba, pero no podía hacer algo que tal vez ella no tenga el mas mínimo recuerdo, quería que se quedara en su mente y pensara en mi tanto como los otros.

Solo me quede mirando el suelo, podía sentir mi cara arder, mientras escuchaba cada pequeño suspiro de Ayano.

-♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦-

No se cuanto tiempo estuvimos así, solo me dedique a escuchar y calmar sus malos sueños.

Esos que hacían que Ayano arrugara la frente de enojo y que se pusiera tensa, lo cual calme tocando su cara y susurrando varias veces, "Todo estará bien".

Escuche como alguien se acercaba rápidamente por el pasillo y me asuste, tome a Ayano cual princesa y la lleve detrás del escenario.

Alguien abrió la puerta, dentro al club, escuchaba sus lentos pasos, uno tras otro, resonaban por todo el lugar y parecía como si llevara tacos o tal vez unos zapatos de hombre, formales.

Se detuvieron y ahora podía escuchar mi propia respiración por el silencio, los mios y los de Ayano.

Hasta que escuche como estos se alejaban.

Por un momento creí que ya estaríamos a salvo, pero Ayano entre su mal sueño dijo.

-Te matare... -. Fue despacio pero aun así, hizo que los pasos se detuvieran y volvieran.

Alguien abrió la cortina, alguien muy maduro, alto y de unos notorios tatuajes.

Me era completamente desconocido, pero tenia aspecto mafioso.

-¿Quien eres? -. Pregunte.

-Dame a Ayano -. Me ordeno, aquella bella durmiente que tenia entre mis brazos, dormía plácidamente sin saber lo que fuera de su sueño pasaba.

-No!! -. Dije retrocediendo.

-Damela!! -. Volvió a ordenarme, con su seño fruncido, se acerco para intentar quitármela, pero la aleje.

-Ni se te ocurra tocarla... -. Dije, mirándolo, notoriamente enojado, aunque yo siempre preferiría la paz y la belleza, porque siempre supe que mi cara enojada asustaba a las personas, desde siempre ha sido así, solo hasta que solo aprendí a sonreír y ocultar lo que sentía.

Por un momento el tipo se sorprendió, pero no retrocedió y sacando un arma me apunto justo en la cabeza.

-Me la das o disparo -. Amenazo, por un momento tuve miedo, pero no duro mucho ya que comencé a imaginarme que es lo que este tipo desconocido le haría a Ayano.

-Has lo, eso hará que la suelte y ella despierte -. Dije pegándola mas a mi pecho.

-Y... Que importa!! Ella no podrá decir nada que me haga cambiar de opinión, pero lo que es mejor ¿seras capaz de morir por ella? -. Pregunto pero yo no dude en responder.

-Claro!! Lo llevo haciendo casi todo el Año una vez mas no cambiara nada -. Lo que decía era verdad, siempre hemos arriesgado la vida por ella, o al menos yo siempre he estado aullentando a los chicos y chicas que querían solo aprovecharse de ella, aunque siempre lo hacia de la forma mas simpática posible.

-Eres fiel, eso es característico de un Romeo -. Dijo claramente refiriéndose a la obra de Romeo y Julieta, tal vez ya había notado la bandana en mi brazo, ya que era el Vicepresidente -Pero no podrás hacer algo muerto -. Dijo para después tirar del gatillo.

-♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦-

Narra Ayano

Un horrible ruido me despertó, eso y un olor a cigarrillo.

Asustada me levante de una muy cómoda cama, respire agitada, mire a mi alrededor y me asuste al ver a una persona a mi lado, sentada en una silla cercana mirando la televisión.

Fijando me mejor logre ver que era el Yakuza y también que ahora estaba en una de las camas de su mansión subterránea.

-¿Que estoy haciendo aquí? -. Pregunte confundida, llame su atención y se giro, claramente estaba fumando, pero lo apago de inmediato al ver la incomodez que tenia al olerlo.

-Despertaste -. Dijo, para después dejar la colilla del cigarrillo, en el cenicero mas cercano que ya estaba bastante lleno, al igual que los otros que habían alrededor -Yo te traje, fui a buscarte personalmente a tu Academia -.

-Pero yo... Estaba con Kizato -. Dije asustada recordando me durmiendo en su hombro.

-¿Kizato? Ah!! Aquel chico peli morado, con un cierto fascinación por las rosas -. Claramente el ya lo había visto, pero la pregunta que mas rondaba en mi cabeza era ¿Que le había hecho?

-¿Le hiciste algo? -. Pregunte de inmediato.

-Que importa, mejor te digo de inmediato porque te traje aquí -. Ignoro mi pregunta y cambio el tema.

-Pero... -. Fui interrumpida.

-Toma -. Me lanzo una bolsa, en el interior había ropa -Viste te y veme abajo -. Me ordeno, para después salir por la puerta cerrándola tras de si.

-Esta bien -. No se si escucho mi respuesta, pero de algo estaba segura, tenia mucha prisa.

-♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦-

Narra Yakuza

Como una princesa bajo la joven chica por la escalera, donde a los pies de esta yo la esperaba.

Su pelo normalmente amarrado, vestimenta azul con mangas que disimulan un tatuaje falso, como el mio.

Ahora era una de los Yakuza completamente.

-Te queda perfecto -. La alague.

-Si, pero para que es esto -. Dijo apuntando sus tatuajes falsos.

-Pues es un disfraz para no ser reconocida -. Dije, sacando un cigarrillo, pero antes de prenderlo recordé que eso molesta a Ayano, así que lo guarde.

-Pero mi rostro -. Dijo apuntándose.

-Tranquila tendrás un antifaz, pero se te entregara cuando lo necesites -. Dije guardando mis manos en mis bolsillos, solo para impedir sacar uno de mis vicios.

-Y ¿Para que estoy aquí? -. Pregunto.

-Quería que te probaras la ropa, antes de que vayas a la pelea... -. No alcance a terminar cuando fui interrumpido.

-¿Pelea? -.

-Si... -. Tampoco termine cuando Ayano nuevamente me interrumpió.

-¿Cual? -. Note que ella solo quería ir directo al grano, por lo que se lo dije directamente.

-Descubrimos el escondite de la chica que secuestra a tus amigos -.

-♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦--♦-

Listo segundo cap tengo un tercero, porque estoy feliz y me gusta complacerlas.

Voten, Comenten y Compartan.

Bye Bye ~♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top