-Al parecer tenemos alumnos nuevos alumnos que se inscribieron en último momento -.  Dijo Midako de brazos cruzados -Pero bueno... siempre me gusta tener nuevos discípulos - Dijo guiñándole a los nuevos un ojo, tan solo logró llamar la atención de Ayano que por un momento pensó que el profesor era gay, hasta que se dio cuenta que lo había hecho por eso, los gays llaman más la atención de las chicas y ella era la única chica, logró hacer que lo mirara para después guiñarle un ojo a ella, Ayano solo lo ignoro, pero era claramente visible un sonrojo en ella, por lo menos a los que la veían, que en total era todo el curso -Bien, comiencen presentándose, ante la clase -. Los nuevos obedecieron.

Los cuales eran.

Osma, Ayato y Neme.

-Mucho gusto soy Osma Najimi, espero llevarme bien con ustedes-. Bajo un poco la cabeza en señal de respeto, pero al levantarla se topó con la mirada de Ayano, el desvío la mirada y Ayano noto que le parecía extrañamente familiar.

-Perdonen la pregunta pero acaso ustedes vienen del mismo Instituto -. Pregunto Midako, quien sentía que ya los conocía de antes.

-No -. Dijeron al unísono.

-Yo estudie en el extranjero -. Dijo Osma.

-Yo solo vine aquí por la familia -. Dijo Ayato refiriéndose a Ayano, ella noto la indirecta.

-Bien pueden sentarse -. Dijo Midako, en el Fondo sabía que Ayato y Neme no se presentarían.

Los tres procedieron a sentarse.

-Bien hoy tendremos un examen sorpresa...-. En cualquier parte, los alumnos se quejarían pero para nosotros no era nada - Esto es solo para saber cuanto saben o recuerdan del año pasado, claramente es con nota así que no respondan inconscientemente -. Terminó de entregar las hojas y todos comenzaron a responder.

Aunque a Ayano entendía la mayoría de las cosas varias le eran desconocidas, por lo que claramente respondió mal.

Al terminar todos entregaron las hojas, para que el profesor las revisara en el recreo y después de este saber los resultados.

En cuanto la campaña sonó, Ayato se levantó y tomando la mano de Ayano, se la llevó al patio.

En cuanto llegaron la soltó.

-Ayano yo... -.

-Se que no somos hermanos -. Ayano le Quito las palabras de la boca, aunque no sabía cómo ella misma lo sabía.

-¿Desde cuando? -. Pregunto confundido.

-No... Lo se... -. Dijo mirando el suelo, intentar recordar solo le hacia doler la cabeza.

Ayato miro a un lado, estaba sorprendido pero también confundido estaba seguro que ya se lo había dicho, pero no lo recordaba.

Al mirar a un lado vio a alguien conocido para él, Taro... Miraba bastante atento la escena, dejando a un lado su famoso libro.

Ayato solo se decidió en abrazar a Ayano, dejando bien en claro a Taro cuales eran sus intenciones con ella.

Quería que él no se le acercara, ya que ella ya estaba marcada por él, después de todo fue el primero en tener su corazón.

Ayano solo se dejó abrazar, estaba confundida, porque no recordaba cosas pero sabía que habían pasado.

Acaso estaba volviéndose loca.

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Tal como se lo esperaban devuelta del recreo, el maestro ya tenía los resultados.

Los entregó y siguió con la clase.

Ayano ni miro su hoja sabía los resultados, le había ido pésimo, de eso estaba segura.

Dejó su hoja a un lado, y cogió su cuaderno, copió y escucho cada palabra de Midako, solo hasta que la campaña del segundo recreo sonó, ella comenzó a guardar sus cosas y sin querer tiro su hoja, al recogerla noto su resultado.

Había sacado la mejor nota y al lado de ella aparecía con letras Rojas, "Buen trabajo Cariño"

Pero...

Ella contestó mal.

Creyendo que había habido un error espero a que todos salieran para hablar con Midako Sensei.

-Sensei... -. Ayano fue interrumpida rápidamente.

-Por favor, te dije que no soy tan viejo, solo soy un año mayor que tú, de hecho estoy como profesor sustituto -. Dijo sonriendo, apoyando sus codos en la mesa donde el daba sus discursos, acercándose más a Ayano que estaba al otro lado de está.

-¿Cuando me lo dijo? -. Pregunto Ayano confundida, sentía que ya lo había oído pero ¿Cuando?

-Pues ese día en el que nos... Conocimos -. La sonrisa de Midako se borro, tampoco lo recordaba, ¿De verdad lo había hecho?

-Bueno... -. Dijo Ayano interrumpiéndolo, el tendría tiempo para pensar en ello después -Quería decirle que hubo un error -. Dijo entregándole su prueba y poniéndola encima de su mesa.

Midako ni la miro.

-No, no lo hubo -. Dijo mirando a la puerta, evitando la mirada de Ayano.

-Pero... Me equivoque -. Dijo Ayano mostrando las que deberían estar erróneas.

-¿Estas segura? -. Ahora el la confundía, ¿acaso ella había respondido correctamente? 

Miro nuevamente su hoja, si estaba claro como el agua, se había equivocado y a él no le importó, solo le puso la mejor nota.

Eso era trampa.

-Si -. Dijo decidida, dejando perplejo a Midako.

El tomó la hoja, y hizo una cara de seriedad. 

-Yo no veo nada malo -. Dijo con la mano en su barbilla.

-¿Esta haciendo trampa? -. Pregunto Ayano.

-Yo no hago trampa -. Dijo mirando a otro lado, al parecer le importaba las personas que pasaban enfrente del Salón -Solo digo que están bien tus respuestas... -.

-¿Aunque en realidad no lo están?-. Dijo Ayano mirándolo seriamente, si este era un trato especial por ser la única mujer en el curso, no lo quería -Eso es trampa -. Dijo aún más sería, Midako no podía evitar esa mirada de reproche.

-Mira, estoy dándote la mejor nota que jamás nadie sacará en mi clase y la estas rechazando -. Dijo dándole una explicación.

-Quédese la quiero mi verdadera nota-. Levantó la hoja poniéndose la en la cara. 

El sólo se dirigió a las puertas.
-¿Donde va? -. Preguntó, ¿Acaso iba a escapar? Esa pregunta se contestó sola, cuando Midako tomó la escoba y la colocó en la puerta trabándola -¿Que hace? -. Pregunto confundida, ¿Porque cerraría?

-Ahora... estamos solos -. Dijo sonriendo traviesa mente.

Espera ¿que?

-Eh?...-. Ayano no alcanzó a decir nada más, de un momento a otro estaba sentado en una de las mesas y Midako la acorralaba.

-Si quieres mostrarme como hacer mi trabajo espero que sepas como hacerlo... Bien -. Su cara era de auténtico pervertido, causaba un escalofrío por la espalda de Ayano.

-Hey!! No!! Basta!! -. Su mano subía traviesa mente por la espalda de Ayano y pasando debajo de su polera.

-Shh... -. Dijo poniendo su mano en los labios de Ayano, mientras el sonreía al ver lo que provocaba su toque en ella.

-Alto!! -. Dijo Ayano mientras intentaba golpearlo, se sentía humillada, pero a la misma vez indefensa.

-Dime quieres mi nota o no... -.

-No!! -. No dudó ni un segundo en responderle.

Solo intentaba golpearlo pero Midako fácilmente los detenía.

-¿Acaso no sabes que tengo un largo entrenamiento en defensa personal? -. Pregunto inconscientemente empezaba a sentirse poderoso, al tenerla así, pero esa no era su intención.

-No me importa!! -. Grito Ayano.

-Deberías... -. Ayano lo pateó alejándolo solo un poco, lágrimas salían de sus ojos.

-No quiero ningún trato especial, no porque sea mujer es que necesite su ayuda para sobresalir -. Midako entendió como se sentía.

No era en realidad su intención, solo creyó que ella se lo agradecería, y que así se llevarían bien.

Estaba bastante equivocado.

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Bien para los que creían que esto se acababa, pues no.

Esta historia aún sigue.

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Bye bye.