Osoro y el Yakuza
Ayano guardó silencio, no sabia que responderle a Ayato.
No podía decir que ella también, porque hasta ahora solo tenia pensado que el amor era algo hermoso solo con Taro, jamas le había entrado en la cabeza aceptar a uno de los muchos chicos que la seguían.
Aceptar un amor.
No, no podía ni pensarlo, aunque sabia que cada uno tiene su fuerte.
Ayano sintió que su celular vibró en su bolsillo.
Lo saco y escondiéndolo de Ayato lo leyó.
"En 5 minutos en el callejón"
Claramente era un mensaje de el Yakuza, simplemente corto y breve.
Borro el mensaje, para no dejar evidencia y se encamino hacia aquel callejón que conocía tan bien.
Ese seria el lugar donde se encontrarían desde ahora, pues siempre esta vigilado por los Yakuza.
-Puedes seguir sin mi -. Dijo Ayano, cambiando de rumbo.
-¿A donde vas? -. Pregunto Ayato borrando la sonrisa que tenia.
-A encontrar el escondite del secuestrador y traer devuelta a mis amigos -. Explico Ayano muy decidida.
-Voy contigo -. Dijo Ayato acercándose a ella.
-Es peligroso -. Dice Ayano.
-Por eso voy -. Afirmó.
-Puedo protegerme -. Le respondió enfrentando a Ayato.
Estaban frente a frente, cada uno con una forma de pensar diferente al otro y nada les haría cambiar de parecer.
-No!! No puedes -. Dijo Ayato algo enojado, la ignorancia de Ayano le molestaba, acaso no podía darse cuenta que querían protegerla, siempre se metía en problemas, con demonios o con humanos poderosos.
-Si, si puedo... -.
-No!! -. Grito Ayato su hilo de paciencia se había cortado, algo en el se activo algo posesivo.
Tomo fuertemente el brazo de Ayano y la abrazo para dejarla inmóvil.
-Ayato... me lastimas -. Ayato no respondió, esa era la idea si el era capaz de inmovilizarla solo con esto, que serian capaz los otros.
-Ya!!... Basta!!! -. Grito Ayano dando una simple patada que hizo volar a Ayato, Ayano se contuvo de todas formas, intento bajar la potencia, pero aun así la patada fue exagerada.
Ayato choco en la pared de una casa, se golpeo en la cabeza muy fuerte, sangre corría entremedio de su cabello recién cortado, se demoro en reaccionar, pero aun así se levanto, se veía muy lastimado y parecía estar a punto de desmayarse.
-Volveré no te preocupes... -. Ayano se veía muy arrepentida, por lo que se fue corriendo, huir no arreglaría las cosas eso ya lo sabia, pero tal vez le daría tiempo para pensar como pedirle perdón después, Ayato aun así la seguía, tenia demasiada fuerza de voluntad.
Ayano creyó que después de un tiempo se rendiría pero otra vez su instinto fallo, Ayato no se rendía.
-Deja de seguirme!!... -. Grito Ayano, Ayato corría bastante rápido, tanto que ya había igualado su velocidad.
-No lo haré -. Dijo Ayato, su vista se nublaba, su cabeza dolía, pero aun así la seguía, hasta el fin del mundo.
-No me dejas mas opción -. Ayano doblo la esquina inesperadamente y salto la pared de una casa, lo que tampoco fue tan difícil para Ayato que la salto sin problemas, pero no se esperaba que Ayano saltar al techo de la casa y saltara de techo en techo, dejándolo bastante atrás.
-Espera... Ayano!! -. Se escucho en la distancia, rápidamente Ayano desparecía entre los techos.
-Lo siento Ayato -. Dijo para si misma.
....
-Que es lo que necesita Yakuza -. Dijo formalmente Ayano desde ahora debía tratarlo con respeto.
-Deja la formalidad -. Dijo soltando una bocanada de humo -Llegaste muy rápido -. Dijo apagando el cigarro.
-No podía esperar -. Dijo Ayano, aun no sabiendo si lo que quería el Yakuza era darle información o ordenarle una misión.
-Así se dice -. El Yakuza sonrió maléfica mente -Como me gustaría que todos fueran como tu -. Claramente se refería a los que le rodeaban y ellos lo sabían muy bien pues se tensaron.
-Lo siento señor pero ¿Que quería decirme? -. Pregunto Ayano, quería que él fuera directo al grano.
-Ah... Lo siento... -. Tosió volviendo a la normalidad - Tengo una cierta información -.
-Eh... ¿Cual? -. Pregunto impacientaba Ayano.
-Hey... No te impacientes -. Dijo calmándola el Yakuza -Se que los alumnos que están desapareciendo en tu academia no fueron secuestrados para ser vendidos -.
-Ser vendidos -. Repitió Ayano confundida.
-Claro sus órganos se venderían al mercado negro y se harían millonario -. El Yakuza parecía saber mucho sobre esto.
-P-pero este no es el caso ¿Verdad? -. Preguntó Ayano con miedo.
-Al parecer no -. Afirmo y Ayano dio un gran suspiro.
-Entonces... -.
-Aun no puedo asegurarte que estén con vida, pero ...-. Guardo silencio, esos silencios mataban lentamente la paciencia de Ayano -Un informante me ha dicho que el secuestrador es una mujer -.
-Una mujer -. Ayano muy dentro lo sabia, quien podía ser una fanática loca, una chica con el corazón roto, era lo único que se le ocurría pues ella sabia muy bien sobre eso.
-Si fue confirmado por nuestros espías -. Dijo el Yakuza poniendo sus manos cruzadas en forma de mafioso.
Una pantalla al lado del Yakuza se encendió, mostrando un vídeo donde aparecía una chica de pelo negro y corto, con un uniforme café y de falda blanca, además de tener la cara tapada, secuestrando a quien parecía ser Taro.
Ayano se sorprendió y el Yakuza lo noto.
-¿La conoces? -. Pregunto.
-No, aunque ese uniforme -. Le llamaba un montón la atención aparte del obvio secuestro de su ex enamorado.
-Si esta confirmado que es de una antigua escuela que ahora esta abandonada aunque ya envíe a personas que dijeron que nadie la habitaba -. Dijo leyendo un papel que se le fue entregado por uno de sus guardaespaldas.
-Gracias por la información señor -. Dijo Ayano, ahora sabia mucho mas que antes.
-Claro es un gusto, ya que te tengo como mi esclava por un tiempo -. Fue una indirecta muy directa pero Ayano no podía o no quería entenderla.
El Yakuza sonrió, sabia perfectamente que esas cosas jamas llegarían a Ayano, se levanto de su haciendo de cuero muy caro y acerco el rostro al de Ayano.
-S-señor -. Ayano estaba confundida ¿que debía hacer? Se preguntaba.
-Solo quedate quieta -. Respondió el Yakuza a su pregunto no hecha.
-S-si -. Obedeció Ayano, sentir la respiración del Yakuza tan cerca de su rostro le daba escalofríos, acerco su mano a su rostro, olía a tabaco caro.
-Basta!! -. Alguien detrás de Ayano la empujo hacia atrás y la abrazo, se escucho como le golpeaba la mano al Yakuza.
-Oh Vaya!! -. Dijo el Yakuza sorprendido.
Ayano miro a la persona que la abrazaba contra su pecho.
-Osoro!! -. Dijo Ayano demasiado sorprendida, ¿Como había logrado entrar?
-Parece que se conocen -. Dijo el Yakuza.
-Y-Yo -. Ayano no sabia que responder.
-Es una amiga -. Afirmo Osoro.
-Amiga -. Se sorprendió el Yakuza - Vamos tu no tienes amigos... A menos que... -. Guardó silencio, para después decir las dos palabras mas vergonzosas del mundo, sobre todo si no lo son -Sean Novios -.
-Ah... N-no... -. Dijo Osoro Tartamudeando -No aun... -. Ayano volvió a avergonzarse -Tsk... Olvidalo -. El Yakuza se encogió de hombros y volvió a sentarse en su sillón de cuero -A...ya...no... -. Dijo silaba por silaba, Ayano podía sentir la intensa mirada asesina de Osoro en su espalda -¿Que haces con este tipo? -.
-Y-Yo... -. No sabía si contarle o no, por lo que le pidió ayuda al Yakuza con la mirada.
-Información Shidesu-kun -. Respondió el Yakuza.
-Información ¿Sobre que? -. Osoro ya estaba bastante enojado.
-No puedo decírtelo -. Dijo el Yakuza, claro no era su responsabilidad.
-Que!! Dimelo!! -. Le exigió, Osoro al Yakuza, le hablaba bastante informal, como si se conocieran de toda la vida.
-No lo haré -. Dijo el Yakuza arrugando el entrecejo, si no se conocieran ya él hubiera puesto una bala en la cabeza.
-Si no lo haces te lo sacaré a golpes -. Osoro se acercaba al Yakuza levantando sus mangas, preparándose para pelar...
-Para encontrar a mis amigos -. Ayano había detenido su movimiento con solo tocar la ropa de Osoro, el se giro muy sonrojado y miro a Ayano, Se golpeaba a el mismo mentalmente, Debió haberlo notado, su razón era mas que clara, siempre estaba deprimida, desde que desapareció Osma.
-Acaso eres una idiota!! -. La rabia lo invadió, incluso su paciencia era basta, le gritaba Ayano, algo que jamas había hecho, Ayano bajo la mirada parecía querer llorar, cosa que le rompió el corazón -L-lo siento... Yo... No quería... -.
-Lo se... Crees que soy débil... Que no se lo que hago... Soy bastante grande como para poder defenderme... Ya no soy una niña... Ni necesito un montón de niñeras... -. Ayano también tenia momentos de intensa rabia y este era uno de esos, que te ciegan.
-Espera Niñeras... -..
-Pero me harte... Fui al estúpido infierno y volví ilesa... Después de todo ¿aun crees que no puedo cuidarme sola? -. Pregunto algo de brillo invadía su mirada, pero solo era el reflejo de las lágrimas, que amenazaban con caer.
El Yakuza solo observaba la situación, le era bastante interesante el comportamiento de Osoro ante Ayano, tan desesperado y alarmado por tenerla cerca y segura.
-Yo no... Lo siento... -. Fue interrumpido por una bofetada, una que resonó por todo el callejón, todos estaban paralizados, la mejilla de Osoro justo donde tenia su distintiva cicatriz empezó a ponerse colorada, Osoro puso su mano en la zona afectada, era doloroso, no la cachetada, si no el sentimiento y la rabia con la que fue dada, sin olvidar la cara de enojo en la cara de Ayano al verla... Parecía otra persona.
-Osoro... -. Ayano volvió en si y al ver lo que hizo se arrepintió, no debía culparlo, por algo que todos los chicos pensaban, debería empezar a alejarse de todos, así se concentraría solo en el objetivo de salvar a sus amigos, aunque si lo pensaba bien, no quería eso, no quería dejarlos, ahora se sentía aun peor y su rostro lo demostraba, las lágrimas presas en sus ojos, lograron escapar y empezar a caer por sus mejillas sin frenesí, lentamente hablo -L-Lo lamento, jamas seré la persona que ustedes quieren que sea... Ni siquiera puedo decirles que se vayan y me dejen ya que estoy segura que los extrañare... -. Miro el suelo, era inútil verlo, era muy borrosa su mirada, quería alejarse, pero a la vez no, tal vez solo necesitaba estar sola por un tiempo.
Los demás vieron que Ayano se agacho, pareciendo hacer una reverencia, y de repente salto, Osoro estaba muy sorprendido, a pesar de que ya sabia que eran por causa de sus poderes gatunos.
-Ayano!! -. No quería que se fuera, quería arreglar las cosas, odiaría si esta pelea durara por siempre, ahora se sentía mal, no debía exigirle demasiado, aunque sabía que tenia razón, fue al mismo infierno y volvieron sanos.
-Woow... Que salto!! -. Dijo el Yakuza mirando hacia arriba.
-Callate todo es tu culpa!! -. Dijo Osoro mirando hacia atrás.
-Quieres que te diga algo... -.
-No!! -.
-Estas mas rojo que un tomate y tus puños mas apretados que... -.
-Basta!!-. Cualquier palabra que saliera de la boca de ese traidor, eran palabras venenosas a su parecer.
-Simplemente te gusta -. Dijo ignorándolo -Pero no puedes controlarla, así es como ella te gusta -. Afirmó, prendiendo uno de sus cigarros.
-Yakuza has me el favor que me debes y uneme a tu equipo!! -. El Yakuza tosio al escuchar eso, se atoro con el humo y miro a Osoro, ¿de verdad quería volver a ser uno de ellos? Debía ser una broma de mal gusto -Solo hasta que encontremos a mis amigos -. No, no era una broma.
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He notado que las vistas más que los votos, y me siento tan mal por eso que comenzare a pedir ciertos votos.
Hasta ahora la mayor participación de vistas es de 78 vistas y de votos solo 18...
Vamos que pasa gente bonita.
¿Acaso no les gusta mis capítulos?
Por eso no continuaré si no tengo a lo menos 20 votos.
20 votos y llegara la continuación...
No quiero que se sientan culpables, pero yo me siento pésima al ver que mi libro tiene cero participación de las fans.
Asi que eso...
Gracias por leer...
Y nos vemos cuando tenga mis 20 votos.
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