Narra Rival-kun

Como rayos había olvidado mi celular en la mansión subterránea del Yakuza, eso era lo mas importante que tenia en la vida, era la única forma en que podría comunicarme con Osma, si es que él escapaba de donde diablos lo tenían atrapado.

Corrí en dirección a la mansión.

En cuanto llegue busque por todos lados pero no lo encontraba.

Tal vez estaba donde Osoro me había golpeado.

Fui en dirección a la oficina del Yakuza.

Pero antes de llegar algo me hizo detenerme.

Ví pasar a Aishi corriendo por el pasillo, pero la ví con algo extraño en su cabeza y su retaguardia, me acerque mas, hasta que la ví pasar de vuelta, llevaba su celular y un chaleco en sus manos, pero lo que estaba en su cabeza y su retaguardia, no eran nada mas que una cola y unas orejas.

Estaba vestida de Neko!!

Algo en mi se encendió, mi aprecio y cariño por los gatos se encendió.

La seguí y la detuve en las escaleras.

La mire de frente y ví que sus orejas eran reales, tal como su cola que se movía de un lugar a otro.

Su cara estaba sonrojada.

Sus ojos tenían mucho brillo, parecía una gatita indefensa y no pude evitar aprovecharme de ello.

-Adonde vas pequeña Neko-chan -.

-Dejame ir!! -. Se removió entre mis brazos.

-¿Porque? Tienes algo muy importante que hacer -. Dije tocando su cara con mi dedo índice.

-Eso a ti no te incumbe -. Dijo intentando liberarse.

-Es cierto -. Acepte -Pero igual te perderás ese momento importante -. La arrastre ha una habitación cercana.

-¿Que? -. Pregunto -Oye... Espera!! -. Dijo intentando liberarse.

-Lo siento, algo en mi no te dejara ir -. Y era muy cierto, una oportunidad así solo se vivía una vez, y quería disfrutarla.

-Espera... NO!! -. Grito hasta que cerré la puerta.

....

Narra Osoro

Escuche el grito de Ayano desde la puerta que da a la calle, intente entrar pero con lo tarde que era, los guardias no me dejarian entrar.

Decidí buscar otro camino, sentía que Ayano estaba esta vez en un gran peligro.

Di la vuelta al edificio, corrí lo mas que pude.

Pero antes de llegar algo me hizo caer.

Un tipo de látigo había rodeado mis pies.

La proveniente de este era una chica.

Su pelo negro era corto y su ropa era desconocida.

-Uno mas -. Dijo antes de sacar un arma y dispararme.

Por un momento dolía pero después solo hubo oscuridad y el dolor había desaparecido.

........

Narra Ayano

Quitarme lo de encima era imposible.

Mi fuerza se había desvanecido y la vergüenza que siempre había tenido escondida, brotaba sin parar.

Me arrastro hasta una de las habitaciones y me lanzo a la cama.

Lo volví a mirar, su cara estaba completamente roja y en sus ojos podía ver lujuria y deseo.

Mientras el se sacaba su chaleco, seguido de su camisa.

Yo intentaba moverme a través de la cama e ir a la ventana, pero era imposible al parecer el colchón era hecho de agua y me movía a todos lados, al intentar escapar.

Me gire si no podía escapar tendría que ocupar mis uñas y defenderme.

Me paralice al volver a verlo, ya se había sacado la camisa y sus músculos se notaban pero...

Su cuerpo estaba lleno de cicatrices.

Cuando se acerco y mis manos tocaron sus hombros, pude sentir las marcas de las cicatrices, me sentí... Algo mal.

-¿Rival-kun? -.

-Neko-chan -. Dijo lujuriosamente, sorprendiendo me.

Se acerco a mi y mordió mi oreja de gato, haciéndome maullar y poniéndolo tenso a él.

-Me encanta tu maullido -. Dijo tomando mi cola -Maulla para mi -. Apreto mi cola y casi grite.

Hasta que se detuvo pude encontrar las palabras para hablar.

-D-De-Detente... Nyaaa... -. Volvió a apretar mi cola pero esta vez también mordió mi oreja.

Yo, ya no podía mas, le patee haciendo que se separara unos centímetros de mi, y intente volver a la normalidad, pero al intentarlo volvió a acorralar me.

-Oh... No, no lo harás, adoro los gatos, así que encontraste el peor momento para convertirte en uno -. Lamia lujuriosamente mi oreja.

Yo solo no podía quitarme de la cabeza que Osoro me esperaba.

Rival-kun levanto un poco mi polera, intente detenerlo pero sostuvo mis manos sobre mi cabeza dejando me inmóvil, su mano volvió a lo que estaba haciendo, esta vez intentando levantar mi falda.

-No!!... Basta!! -. Intentaba gritar pero al tocar mi cola y orejas me quitaba las palabras.

Escuchamos un disparo, por lo que Rival-kun se detuvo, seguido se escucharon muchos mas.

Se separo de mi, por un momento creí que la pesadilla terminaría.

Pero creo que al escucharlos tan a la distancia no le preocupaba.

Volvió a hacer lo que llevaba haciéndome por varios minutos, hasta que se escucho que la puerta se abrió, tan fuerte, como si la hubieran pateado.

-Tu!! Maldito!! -. No podía ver al proveniente de esa voz pero si escuchar como recargaban un arma y le disparaban a Rival-kun en la espalda, a lo que este se quejo y se separo de mi.

Logre ver a mi salvador.

El Yakuza.

Me ayudo a levantarme y arreglo mi vestimenta, antes de gritarle a Rival-kun.

-Acaso eres idiota!! -.

-Mmm... Sabes que eso ya no duele... Dios!! -. Ví que de su espalda unas tres o cuatro balas salían por su propia cuenta, cerrando esa herida y dejando solo una cicatriz.

-Y tu!! -. Me grito el Yakuza -Acaso no te ibas!! -.

-Si... es que yo fui... -. No sabia que responder, era difícil intentar volver a la normalidad, por lo que el Yakuza noto lo asustada que estaba al bajar mis orejas.

-Acaso no sabes que acaban de secuestrar a Osoro!! -. Eso me sorprendió.

-¿C-Cuando? -. Pregunte, casi no creyendo me lo.

-Ahora!! aquí!! Fuera de la mansión!! -. Dijo moviendo las manos desesperadamente hasta que se detuvo y se sostuvo su cabeza -La verdad no me puedo creer que se arriesgaran tanto solo para... -. Logre entenderlo.

-Raptar a mis amigos -. Susurré.

-¿Ayano? -. El Yakuza noto mi ceño fruncido.

-Acaso no lo ve Yakuza!! -. Le grite -Es por mi!! -. Dije desesperada -Todo es por mi!! - me echaba la culpa -Las desapariciones son por mi!! -. Grite a todo pulmón, derrumbando me entre lágrimas.

-No logro entender te -. Dijo el Yakuza.

-Osma, se me declaro -. Eso pareció llamar la atención de Rival-kun -Osoro se me declaro -. Seguí diciendo - Ako, Budo y Info-kun eran mis mas grandes amigos, que también... -. Me detuve para tomar aire -Y Yo... Yo... -. Le derive para encontrar las palabras correctas -Todo es mi culpa!! -. Me culpaba inútilmente, sabia que aceptándolo no se resolvería nada, pero al fin lo entendí, alguien secuestraba a los que estaban enamorados de mi o cualquier chico que haya tenido contacto conmigo.

Tal como un Yandere.

-Alto!! no te culpes -. Dijo el Yakuza -Podemos arreglarlo logre dispararle una bala con un chip rastreador -. Dijo dándome esperanzas de resolver mis problemas y matar a aquella chica que estaba secuestrando a mis amigos.

-Entonces deme la localización... Yo iré -. Le pedí levantando me.

-No puedes simplemente ir -. Dijo alejándose un poco y prendiendo un cigarrillo.

-Si puedo -. Dije decidida.

-Bien deja me investigar que tan peligroso es que vallas y... Tal vez te encargue a mi equipo para esto -. Dijo rendido ante mi decisión el Yakuza, pero lo interrumpi.

-No!! Yo tengo mi propio equipo -. Dije, cosa que no era tan imposible, pues, Ayato y Neme-kun eran suficientes.

-Estas hablando enserio -. Dijo el Yakuza, sabiendo a que me refería exactamente.

-Esta vez hablo muy enserio -. Dije segura.

De lo que mas estaba segura es que mataría a aquella chica y la haría sufrir.

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