El Hambre
Porque ustedes lo pidieron, nueva actualización.
Ayano no lo resistía más.
¿Porque todo lo que hacia para alejarse de ellos, la devolvía al principio?
¿Porque querían que ella volviera a hacerles daño, como antes?
¿Acaso el mundo es cruel y sadista?
Ayano no lo entendía, pera aún así solo miraba a Nemesis impotente mientras sus lágrimas solo bajaban por sus mejillas.
Llegó el momento en que Nemesis reaccionó y se empezó a preguntar ¿Que hizo para hacerla llorar? O ¿Que hacer para que deje de hacerlo?
Se puso nervioso mirando a ambos lados.
Ayano entendió la reacción de Nemesis y comenzó a secarse las lágrimas.
El gatito solo se levantó y se fue.
Ayano miro hacia arriba, viendo nuevamente las flores del Cerezo.
-¿Acaso fuiste tú? -. Nemesis miro a Ayano quien parecía hablar sola, mirando hacia arriba, no se refería a él, pues la conversación estaba fuera de su alcance.
Aún así le preguntó, pues no había nadie ahí más que ellos dos.
-¿Yo... que? -. Ayano bajo la mirada para verlo, esta vez ella estaba fuera de si, sus lágrimas se habían detenido y sus ojos no lo miraban, parecía que mirara a través de él -¿Tú...? -. Su pregunta no alcanzo a terminarse cuando la campana que decía que las clases iban a comenzar nuevamente, lo interrumpiera.
Ayano solo se levantó y se fue a su salón.
Dejando algo confundido a Nemesis, pero ella estaba igual, había intentado hablar con Sakura pero ella no le había respondido, solo unas imágenes horribles aparecieron en su cabeza, era los chicos encadenados y sangrando.
Y ella con un vestido elegante riéndose de ellos.
¿Que había sido eso?
Ni ella misma lo sabe, pero Sakura también parecía asustada, tanto para no hablarle de ello.
Ayano llego al Salón, débil y sin fuerza, a veces hablar con espíritus del más allá, cansa, solo camino como pudo a su pupitre, que tenía algo muy llamativo sobre ella.
Kizato le dejó una Rosa en su pupitre junto a una hoja de inscripción al club de Drama.
Se notaba que era de él porque en una esquina decía.
"Estas cordialmente invitada a unirte, no rechaces la petición de un príncipe, por el futuro actor más famoso Kizato"
Con un dibujo de él mismo haciendo un símbolo de paz.
Sonrió ante el dibujo, subiendo un poco su ánimo.
Solo duro hasta que todos entraron y vieron a Ayano con las cosas de Kizato y sonriendo ante ellos.
De inmediato se pudieron celosos.
Como si le quitaran algo importante.
Pero aún así la clase continuo.
Hasta que finalmente la campana del almuerzo había sonado.
Ayano tomó su almuerzo y salió del Salón.
Nuevamente al Cerezo a intentar conversar con Sakura Telepáticamente, solo cuando llegó, e iba a sentarse, logró ver a Ako que estaba sentado y escondido detrás del Cerezo.
Ayano no quería que la viera pero en un intento de escapar piso una rama.
El se giro y la vio, luego a su almuerzo y su estómago gruño.
Hubo silencio, hasta que Ako se puso rojo de vergüenza y se giro avergonzado, Ayano solo intentaba evitar reírse pero no pudo.
Se río causándole más vergüenza a Ako.
-N-No te rías!! Es vergonzoso!! -. Ayano quería pero no podía.
Su estómago dolía, de la risa.
Solo hasta cuando ya se había calmado, se decidió a disculparse.
-P-Perdón, si quieres puedo darte de mi almuerzo -. Dijo Ayano levantando su Bento, y mostrando lo.
El lo miró aún sonrojado de vergüenza, cuando sintió que su estómago le pedía a gritos comer algo, respondió.
-S-Solo porque te resiste de mi!! -. Ayano sonrió, era como un niño.
Ella se sentó a su lado, no tan cerca ni tan lejos.
Comenzó a abrir su Bento y Ako esperaba desesperado porque lo hiciera.
El olor a comida inundo a Ako que parecía babear por comer.
Ayano sonrió, sabía que tal vez se lo comería todo, y aún así tendría hambre así que le dio los palillos para que el comenzara a comer.
El no se reuso, y empezó a comer, mientras Ayano intentaba comunicarse con Sakura.
Cerró los ojos y nada más que las mismas imágenes aparecieron, no importaba lo duro que intentara comunicarse con ella, no pasaba de esas imágenes.
Entonces abrió los ojos, y logró notar que Ako la miraba y le estaba hablando.
-Eh? Perdón pero que dijiste -. Dijo Ayano.
-Acaso no comerás -. Dijo Ako quien ya se había comido la mayoría del Bento.
-No, no, puedes comer todo lo que quieras, después de todo no tengo hambre -. Dijo mirando hacia arriba.
-Eres rara -.
-Eh? -. Ayano lo miro confundida.
-La mayoría de las chicas me dan sus almuerzos y después me quedan mirando todo el tiempo Mientras como, pero tu cierras los ojos y no prestas atención a lo que te digo -. Decía comiendo.
-S-Si, es que no dormí muy bien anoche -. Intento excusarse Ayano
-Creí que eras una Fan, ya que yo trabajo como modelo, ya sabes me sacan fotografías y salgo en revistas, también he hecho comerciales sobre perfumes y todo -. Tomó el último pedazo de carne que quedaba.
Al menos algunas cosas se habían quedado.
-¿Acaso estas presumiendo? -. Dijo Ayano acercando su rostro intentando intimidar lo.
-Tal vez, después de todo me he interesado por ti -. Dijo comiéndose el pedazo de carne y mirando a Ayano, parecía muy serio en lo que decía.
Ayano tomó los palillos de su mano.
-Espero que te halla gustado, perdón por reírme, nos vemos otro día -. Dijo muy rápido Ayano, guardando todo y levantándose, para luego alejarse lo más rápido posible, habían veces cuando Ako se comportaba como un niño, pero habían veces que podía comportarse como todo un hombre.
Se iba a ir a clases temprano, aunque se iba a aburrir un montón, así que empezó a pasear por la Academia, pasando por los clubes.
Primero paso por el de ocultismo, tan oscuro como siempre, no lograba ver nada dentro de este, luego el de drama, en donde estaban bastante ocupados practicando una obra, pero aún así Kizato le guiño el ojo a Ayano, a lo que las demás que eras las espectadoras, respondieron con suspiros, creyendo que era para ellas.
Siguió su camino, hasta llegar al club de cocina, donde al sentir el olor a comida, su estómago gruñó.
Y se suponía que ella no tenía hambre.
Dispuesta a salir de ahí donde nadie la escuchará, fue interrumpida por Amako.
-Bienvenida Ayano, porque no entras, se que dijiste que odiabas la cocina y es tal vez porque tuviste una mala experiencia con ella, pero quiero demostrarte que no es tan mala -. Ayano no decía nada, ya que intentaba pasar a su lado y pasar de él, pero se lo hacía imposible.
-Mira quiero pasar!! -. Dijo algo enojada no quería que notará el vergonzoso sonido que emitía su estómago.
-Pero ven!! yo te enseñarme que cocinar no es tan malo, podrás cocinar le a tu novio... a tus amigos, hasta para ti misma -. Decía intentando evitar que Ayano se fuera, eso colmo la paciencia de Ayano.
-Bien, me atrapaste, me gusta cocinar también, solo lo dije porque no quiero unirme a ningún club, perdona si fui muy dura contigo pero hoy no es mi día, puedes hacerte aún lado y dejarme pasar!! -. Estaba enojada, pero no duro mucho cuando su estómago se quejó.
Ayano se inundó de vergüenza.
Amako río por lo bajo y tomando la mano de Ayano la obligó a pasar al club, donde tenían la mesa completamente, lleno de bocadillos.
Sorprendiendo a Ayano y a su estómago que no se callaba.
-Es genial que te guste cocinar, es algo que tenemos en común, después de lo que me dijiste esta mañana de que odiabas cocinar me enoje, pero quería demostrarte que no es tan malo, así que empecé a cocinar te mis mejores platillos -.
-¿E-entonces son para mi? -. Cuando el asintió Ayano iba a saltar literalmente sobre la comida, pero se detuvo y buscó entre las cosas un delantal para ponerse en la cintura y no mancharse, y una pañoleta en el cabello para que no cayera sobre la comida, solo hasta que terminó de arreglar, comenzó a comer y a probar cada uno de ellos.
Cuando al fin terminar con su hambre.
Agradeció a Amako, con una sonrisa, ya no estaban más que ellos dos en el club.
-Muchas gracias, estaba todo muy delicioso -. Él sonrió pero luego se puso serio y se acercó, detrás de ella, tomó sus manos y lamió su cara, en donde tenía un poco de crema batida.
-Así sabe mucho mejor -.
Eso fue suficiente para Sonrojar a Ayano.
Solo hasta que sintió un destello de luz que los cubrió.
¿Acaso alguien les había sacado una foto?
Ayano se soltó de él para seguir al pequeño fisgón pero no encontró a nadie.
Comenzó a sacarse el delantal y el pañuelo, para que justo después sonara su teléfono en su bolsillo.
Miro para ver que era, un mensaje.
En donde salía la nueva novedad en el Info-Blog, con el precioso título.
"Conozcan el pequeño Harem de Ayano Aishi"
Eso le erizo los pelos así que entro y se sorprendió, donde salía ella con todos los chicos, cada uno de los pequeños encuentros de hoy.
Fotos que cualquiera podría tomar en doble sentido.
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