El fin del dolor
El día había llegado al fin, uno de sus planes en contra de aquella chica había funcionado, al menos uno de todos los que se le habían ocurrido y habían fallado.
Lo único que tuvo que perder fue sangre, sudor y amigos.
Había perdido a sus amigos con las mentiras que les decía, pero era por un bien mejor, o eso es lo que ella pensaba.
Y era descubrir ¿Que es lo que aquella chica quería de ella? ¿Acaso no pudo simplemente secuestrar a su enamorado?
Después de todo era una Yandere.
Sus pensamientos fueron interrumpidos porque Osma, el primer secuestrado salto sobre él.
Rápidamente reaccionó protegiéndose.
Osma parecía ir realmente con todo contra él.
Solo esquivó sus ataques y los de los demás amigos.
El era el blanco, eso lo sabía bien.
Por lo que corrió hacia la habitación donde descansaba su cuerpo.
No alcanzó a llegar cuando recibió un golpe en el cuello inmovilizado lo y haciéndolo desmayarse, no sin antes ver como un chico de máscara el mismo que había besado a Ayano aquella vez, volviera a hacerlo esta vez burlándose de Ayako.
Cerro los ojos, le dio asco que tal persona besara sus labios.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Despertó amarrado a una silla, en un lugar lo bastante oscuro como para ver al rededor.
Lo único que podía ver era lo que estaba frente a él.
Pequeños frascos con luces de diferentes colores, con los nombres de "Los secuestrados" en ellos.
-Al fin despertaste... -. Ayako miro a su lado, de la oscuridad salió aquel chico.
El tal vez causante de todo.
-¿Que es lo que quieres? -. Pregunto intentando mirar a otro lado, para evitar mirarlo.
-¿De ti?... Nada... ¿De Ayano?... Todo -. Dijo haciéndole sentir asco.
-Entonces... ¿Porque me tienes aquí? -. Preguntaba desesperadamente -¿O a los demás? -.
-Pues porque son un estorbo en mi felicidad con ella y como ellos ya están en la Palma de mi mano, solo quedas tu... -. Se acercó a los frascos y noto que uno de ellos estaba vacío, tenía su nombre falso, "Ayako", debido a eso se asustó.
-Acaso...-.
-Si, sus cuerpos me hacen caso ciegamente... Y tu también lo harás -.
-Maldito!! -. Grito Ayako.
-Grita todo lo que quieras... Jamás podrás sacarlos de estos frascos -. Sonrió maléfica mente, solo podía ver eso, su sonrisa, pues todo su rostro estaba tapado por su máscara.
-Grrr!! -. Ayako solo se mordió la lengua decir algo más, tal vez sea malo.
-Y... ¿Has notado sus colores? -. Dijo mostrando todos los frascos que algunos estaban escondidos, debajo de una manta que no podía ver por la oscuridad.
-Eh? -. Dijo para comenzar a verlos, si sus colores eran inconfundibles, incluso si no viera los nombres podría saber de quien era el alma en el frasco.
Sus colores eran simplemente los colores favoritos de cada uno.
-Si... Todos son de diferentes colores, pero hay algo que puedo decir y que los hará volverse iguales... -. Eso llamo la atención de Ayako, se acercó un poco a los frascos y susurro -Ayano -. De inmediato comenzaron a brillar de un color rosado.
-¿Que es... -. Las palabras se quedaron a medias, solo guardo silencio, decidido a mantener la calma.
-Magnífico, ¿no crees? -. Se contenía en responderle de mala manera.
-¿Que es lo que les harás? -. Dijo calmado.
-Son mis marionetas, puedo controlarlas... Mientras tenga esto... -. Dijo apuntando con la poca luz hacia un lado de él, donde la chica que tanto odiaba, estaba sentada, con ambos ojos color rojo, mirando a la pared, demasiado quieta, parecía incluso que no respiraba.
-Hey!! No tienes que hacer todo lo que dice!! -. La boca de Ayako, se soltó y comenzó a gritarle cosas a la chica, que era usada como un objeto, por el chico -Eres libre de elegir tu camino!! -.
-Me es imposible si no es uno en el que él no este a mi lado -. Dijo susurrando.
Lo entendía, entendía sus sentimientos y preocupaciones, sabía que todo era por él, así se sentía Ayano, pero ahora...
-Puedes elegir!! -. Le dijo, algo en ella se removió, empezaba a creer algo en esas palabras -No estás sola!! Tienes el poder!! -. Alcanzó a decir por último, hasta que recibió una patada, en toda la cara.
-Callate!! -.
La patada dolió demasiado y le hizo retorcerse.
En un momento escucho un sonido de cadenas, así que abrió los ojos, a pesar del dolor, a su lado una luz se encendió dejándo ver a "Los secuestrados".
Esta vez, estaban todos.
Incluyendo al Sensei y al enfermero, también sorprendió ver a Megumi.
Estaban abrazando, besando y tocando el cuerpo dormido de Ayano, aunque le sorprendió, más lo hizo ver la ropa que traía o más bien lo que no traía, Ayano, además de estar encadenada y retorcer se de dolor, el dolor de Ayako.
Se sintió avergonzado de las cosas que hicieron tal vez con su cuerpo, mientras él dormía una "Siesta".
-Hermoso ¿Verdad? -. Dijo el chico, a su lado.
-¿Hermoso? Me da asco!! -. Dijo rápidamente Ayako.
-A mi también, pero a lo que me refiero, es que por ahora se están despidiendo, después... -. Sonrió maléfica mente -La tendré solo para mi -.
-¿Los mataras?!! -. Se alertó Ayako.
-¿Hmm? Debería preocuparte más que haré con tu " Novia" -. ¿Lo sabía? ¿Sabia la mentira? Eso le dio una idea a Ayako.
-O... Ella y yo no somos novios... -. Dijo como si estuviera despreocupado.
-¿Que? Pero... -. Dijo sorprendido, por la información -Maldición!! -. Dijo mirando con odio a la chica que estaba sentada, tal vez por la falsa información que le había dado, ella se cubrió con sus manos, asustada de lo que le iba a hacer.
Eso no lo quería Ayako por lo que siguió hablando.
-Si... Lo siento por hacerte creer eso, pero es que a ella le gusta un chico diferente a mi -. Logró llamar la atención de el chico y solo se le ocurrió un nombre que no era del todo mentira -Llamado Taro -. Le dio asco decir su nombre, aunque alguna vez lo había amado con locura, ahora ella creía que era un Idiota, podía lograr enamorar a todas las chicas con solo una sonrisa.
-¿Que? -. Pregunto el chico, sacando lo de sus pensamientos.
-Si ella está súper loca por él... -. Fue interrumpido.
-Es enserio!! -. Dijo, repentinamente sacándose la máscara y dejando ver su rostro.
....
....
....
-¿Taro? Tu... -. Acaso sus ojos lo engañaban, su Senpai, del cual estuvo enamorada, ahora era él el que asesinaba por ella, e incluso rompió la ley, al secuestrar a todos esos chicos...
-¿Es enserio? Mi Ayano... ¿Porque no pude notarlo antes? -. Dijo acercándose al cuerpo de Ayano, aunque los demás se habían alejado se les notaba en la cara el odio de que el lo hiciera, aunque no sabía si eso era de ellos o de la chica que los controlaba -Jamás pude saber que nuestro amor era mutuo, que idiota fui -. Acaso el lo había olvidado, él la rechazo, espera... ¿Realmente lo hizo?, recordaba como lo dijo y que es lo que hizo perfectamente, él tenía miedo, miedo de no ser suficiente para Ayano, ¿Pero como paso de eso a esto? No lo sabía pero un sentimiento de odio se encendió en él -Si lo hubiera sabido no estarías sufriendo allí dentro sin mi -. Esas palabras eran casi sacadas de un libro de ficción, ¿acaso se había vuelto loco?
-No te atrevas a mentirme!! -. Grito desconsolado Ayako, sin Importarle que el sea el que habla por Ayano -Tu fuiste quien me rechazo!! ¿Y que? ¿Ahora me quieres? Eso es otra de tus mentiras... Tu no viste lo duro que fue para mi!! Quería morir!! Quería... Llorar, Gritar!!... Quería... Terminar con mi vida... Lo intente... Pero gracias a un Dios demonio no pasó, gracias a Okoto, yo pude ayudarle y el me ayudó, ahora el es uno... De mis más preciados amigos... -.
"El Alma de Okoto se iluminó"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top