Desafío
Y nuevamente Ayano podía ver una cara que pensó nunca más volver a ver.
El Yakuza, el que tal vez no había olvidado el trato que tenían, ni siquiera había olvidado su nombre pues se lo dijo a su cara cuando la rescató en el Cerezo, o eso pensaba Ayano.
En realidad la trajo para que se calmara al verla tan asustada, casi lloraba en ese lugar en donde la vio y ¿el trato?.
Si lo recordaba pero no recordaba que eso aún no pasaba si no que lo veía como un recuerdo borroso donde apenas la recordaba a ella y que le hizo un favor a él y viceversa pero no recordaba exactamente que.
Aunque la idea era calmarla le era casi imposible, ella miraba fría y fijamente el suelo, no había sentimiento alguno, solo estaba sumida en sus pensamientos.
La había ayudado a subir al auto y al llegar también la ayudó a bajar pero al tocar su mano con la del yakuza no sentía nada más que frío ya que la de él, al contrario, estaba bastante cálida.
Por lo que él pudo notar lo fría que ella estaba, aparte de notar el pálido tono de su piel, mucho más que antes.
Pero a ella no le importaba es más ni siquiera temblaba por más frío que tenga.
Pero se sorprendió al sentir que algo cálido la rodeaba, era un abrigo, el cuál pertenecía al Yakuza.
El no dijo nada, ni mostró sentimiento alguno, sólo se dirigió a la puerta sacando un cigarrillo pero antes de si quiera acercar el fuego a este, miro a Ayano.
Recordó que a ella le incomodaba el humo del cigarrillo, así que no hizo más que volver a guardarlo.
Sorprendiendo a uno que otro sirviente yakuza.
Ayano lo siguió a paso lento dentro del lugar subterráneo.
Y lentamente se dirigieron a la Oficina del Yakuza.
Varios Yakuzas menores se agachada en símbolo de saludo y respeto al mayor pero él no respondía a ninguno solo pasaba de ello.
Hasta llegar a su destino, su Oficina donde una vez le dispararon uno de los némesis.
Pero seguramente él no lo recordaba.
Aun así se decidió a tomar asiento justo enfrente de un gran escritorio donde detrás de el estaba el gran asiento de Cuero caro del Jefe Yakuza.
Él nombrado de sentó en su asiento y miro a Ayano.
Hubo silencio por un momento pero luego el Yakuza habló.
-Sé que hice un trato contigo y siento como si hubiera sido hace mucho tiempo, pero extrañamente no puedo recordar cuando, ni como, ni porqué, incluso no tengo registros sobre ello -. Dijo apoyándose en la mesa mirando fijamente a Ayano -Pero si puedo recordar lo que pensaba hacer contigo después de que cumplieras con tu misión -. El Yakuza chispeo los dedos y como si fuera magia uno de los demás Yakuza entró con unas cajas y bolsas, donde justo detrás de él aparecieron dos chicas que se acercaron a Ayano y la levantaron de su silla -Sigue las ellas sabrán que hacer -. No opuso resistencia alguna, si el Yakuza lo decía ella cumpliría, todo con tal de no volver a casa.
La llevaron a una habitación donde solo eran ellas tres y la obligaron a ponerse un traje muy particular.
Era un disfraz, sería más específico decir, uno bastante atrevido y sexy, sin decir que algo vulgar y el disfraz más trillado en el mundo.
La típica y sensual conejita.
Por lo menos la mentalidad del Yakuza se quedó en el pasado, pues los mafiosos de ahora seguramente la harían vestirse haciendo cosplay.
Algo que no prefería hacer.
Vestirse de conejita era mejor que vestirse de algún cosplay.
Después de vestirse y ser maquillada, fue nuevamente a la Oficina del Yakuza.
Un silbido fue lo que se llevó de parte de él más un aplauso.
-Te ves absolutamente perfecta -. Dijo el Yakuza, para luego afirmarse de su escritorio y hacerse hacia atrás arrastrando su asiento.
Se recortó hacia atrás abriendo sus piernas y de una forma muy atractiva hizo una señal con su dedo para que Ayano se le acercara.
Ella en ese mismo momento creyó que estaba entrando en la boca del lobo pues el Yakuza daba bastante miedo al verla a los ojos.
Ella solo obedeció y se acercó, él la tomó del brazo y la sentó sobre sus piernas.
Se sintió algo incómoda con la mirada del Yakuza puesta solo en ella.
Con un movimiento de mano del Yakuza, todos y cada uno de los que estaban ahí salieron por la puerta.
A veces no eran necesarias las palabras para saber que uno quiere estar solo.
Hasta que finalmente la puerta fue cerrada y no había mas ruido en la habitación que sus respiraciones.
-No se porque lo sé, pero sé que tú te hubieras negado a ponerte un traje así, acaso le tienes tanto miedo a esos chicos -. Su corazón se removió, pero no dijo palabra alguna -O es que acaso te gusta estar conmigo -.
No quería quedarse pero tampoco quería irse, no es que no le agradara el Yakuza, pero tampoco quería darle una respuesta y romper corazones.
No sería capaz de vivir con ello sobre su espalda.
-Haré lo que sea, solo déjeme quedarme -. Dijo simplemente subiéndose más en las piernas del Yakuza, provocando cierta reacción en el, se le notaba en el rostro estaba muy sorprendido por su respuesta.
-Es gracioso normalmente me piden lo contrario -. Refiriéndose a sus víctimas a las cual secuestraba para luego pedirle dinero a sus padres -De verdad no quieres volver a casa ¿no? -. Ella negó -Y ¿no tienes miedo de quedarte con un adulto? -. Nuevamente negó -Puedo hacerte mía en cualquier momento sabes -. Él tomó la cintura de Ayano y la acerco, su tono era amenazante, pero por alguna razón Ayano sabía que no le haría nada.
Ella sonrió y tomando su corbata de su caro traje se le acercó.
-Eso quiero verlo -. Era un desafío sus miradas eran de las más desafiantes que habían visto en el otro.
La puerta repentinamente se abrió y un Yakuza joven aún inexperto cayó al suelo, se levantó como pudo y habló.
Señor!! Y... -. Se detuvo en seco al ver la escena de miradas desafiantes de ambos, y estaba comenzando a pensar que debería de haber tocado antes, luego de ver que las miradas pasaban a él por interrumpir tal momento importante, se asustó y se arrodilló disculpándose -Lo siento!! -. No quería ser asesinado por su error, por ninguno de los dos -Perdonen Me la vida!! -. Al disculparse se levantaba y nuevamente bajaba, tal como si estuviera alabando a un Dios.
El Yakuza soltó las cadenas de la joven y intento levantarse, haciendo que Ayano lo soltara y se levantara para dejarlo.
Comenzó arreglando se la corbata colocándose la en su orden original y sacando un arma de su cajón.
-¿Porque debería de hacerlo? -. Apuntó a la cabeza del chico, él estaba completamente asustado -Responde!! -. Grito el Yakuza sacándole el seguro a su arma.
-Y... N... A... -. Palabras ilegibles salían de su boca, por lo cual no podían entenderse.
-Hey!! chico bobo!! Me aburrí de esperar así que solamente entré... - Un hombre vestido de etiqueta entró y miro la escena, no parecía para nada sorprendido, pero si al mirar a Ayano vestida de tan provocadora forma -Woow... Sabes, yo no tengo problemas con que te diviertas un poco pero podrías haber dejado una combata en la puerta sabes como señalización de que no entráramos -.
-N-no yo... Ejem... -. Aclaró su garganta quitándole el arma de la cabeza al chico y guardándola, el chico suspiro aliviado de no morir hoy y como pudo salió de ahí, necesitaba ir al baño, por poco y se hacia del miedo-. ¿Que hace aquí señor? -
-Venía a invitarte a una fiesta!! -. Dijo levantando los brazos.
-¿Fiesta señor? -. El Yakuza le hablaba bastante formal, ¿acaso era su superior?.
-¿Acaso no oyes? Dije fiesta, y no puedes negarte, quiero que estés ahí... -. Miro a Ayano nuevamente, y luego al Yakuza -Y si quieres puedes llevar a tu novia también -.
-Ah!! Señor ella no es... -. Fue interrumpido.
-Iremos encantados señor -. Dijo Ayano, mostraba una sonrisa bastante amable -Seguramente será una fiesta muy divertida-.
-Así se habla, entonces mañana a las 20:00 horas ya sabes donde -. Le dijo al Yakuza y salió de la Oficina, sin siquiera despedirse y cerrando la puerta tras de si.
-T-Tu!! -. Grito el Yakuza.
¿Porque se había metido en una conversación que no era de ella? Además ¿Porque había aceptado una invitación por él?
No es que fuera su esposa, es más ni siquiera era su novia, entonces ¿porque?.
-Ya te lo dije Yakuza!! - Ayano pareció leer sus pensamientos y lo miraba directamente mientras se sentaba en el escritorio del Yakuza -Haré lo que sea con tal de quedarme -. Dijo abriendo las piernas y poniendo una pose muy seductora, mientras con sus ojos lo desafiaba.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
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Perdonen Me solo eso diré.
Aparte de decir que serán 4 capítulos seguidos.
Además de que serán Yakuza x Ayano
No actualizaba porque me di cuenta que me había alejado bastante del contexto original y lentamente quiero volver a ello, al final que tenía pensado desde un principio.
Jejeje... 😈
Bye bye.
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