Capitulo1: El placer de una noche.


Muchas cosas pueden pasar cuando te dejas llevar por las emociones: La tristeza de perder a un ser querido, el ser engañado por la persona que se ama, el arrepentimiento de haber tomado una mala decisión, la sensación que te queda después de haber peleado con un familiar por tu simple terquedad y muchas más son cosas que pueden destrozarnos y llevarnos a cometer muchas estupideces tratando de escapar.

En ese momento en el que creemos que ya no se puede hacer nada para arreglar todo el daño que posee nuestro corazón e inconscientemente decidimos buscamos una forma para repararlo aun sabiendo que lo que hacemos en ese momento puede estar mal. Desahogándonos en una fiesta lejos de aquel lugar al que desearíamos nunca regresar, olvidándonos de quienes somos aunque sea solo por esa noche. Muchas cosas pueden pasar en esas circunstancias algunas buenas y otras malas pero a quien le importa lo que estés haciendo después de todo nadie te conoce.

*Playa Icacos, Acapulco – México 27-12-2012/10:00pm (Jueves)*.

Un joven rubio de aparentemente 14 años se encontraba cabizbajo sentado en la mesa del bar cercano a la playa mientras que a su alrededor todo el mundo estaba bailando y bebiendo, disfrutando la fiesta. Un chico mucho mayor de unos veintitantos se le acerca.

¿?: ¿Te encuentras bien niño? – el mencionado no reacciona. – Oye te estoy hablando.

Chico: ¡Eh! A disculpa. ¿Decías algo? – se gira al sentir su mano en su hombro y sus ojos casi sin vida se encuentran con la mirada preocupada de un apuesto joven peliazul.

Joven: Te pregunte si te encontrabas bien. Desde hace rato que te estoy viendo y pareces bastante deprimido.

Chico: N-no, estoy bien.

Joven: Si tu estas bien entonces yo no tengo 21.

Chico: Solamente tengo muchas cosas en la cabeza.

Joven: Ya veo. Camarero dos vasos de hidromiel por favor. – unos segundos después el mesero le extiende su orden. – Ten gatito yo invito.

Chico: Gr-gracias. – se sonroja un poco al ver la sonrisa de su acompañante. – ¡Gatito!

Joven: No se tu nombre y a mi vista eso es lo que pareces. – ante su comentario el rubio comenzó a reír sonrojando un poco al mayor que había quedado cautivado por su rostro al sonreír.

Este no pudo resistir la tentación y le robo un cálido beso al menor.

Chico: ¿Q-qué estás haciendo? – sobresaltado y algo sonrojado.

Joven: L-lo siento no pude resistir eres demasiado bello cuando sonríes. – con ese comentario lo había sonrojado aún más. – No pasará otra vez.

Pasó una hora y ya ambos se encontraban bailando juntos en la pista un poco ebrios pues se habían tomado ya como 7 vasos de hidromiel.

Joven: Bailas... muy bien gatito.

Chico: Tú también... hip... y eres bastante guapo... hip.

Joven: ¿Te parezco atractivo? – él asiente y se pega aún más a su cuerpo rodeando su cuello con sus brazos.

Chico: Muuuucho. – le roba un pequeño beso de los labios.

Joven: Eres más atrevido de lo que imagine... eso me gusta. – lo toma del mentón y le roba un beso.

El mayor muerde el labio inferior del otro haciéndole abrir un poco sus labios aprovechando esto para meter su lengua y explorar su boca. Mientras se besaban de manera apasionada sus lenguas danzaban en una danza que no parecía tener fin pero nada es eterno y son seres humanos por lo que debieron separarse por falta de oxígeno.

Chico: Ah...etto...yo. – trato de decir algo pero fue callado por el otro al volverlo a besar.

Joven: Shhhh, no digas nada. Hay demasiadas personas, vayámonos para otra parte.

Chico: ... – asiente.

Estuvieron caminando por la playa durante un rato hasta que ya se encontraban totalmente solos sin nadie que los molestase. Para ese momento ya estaban menos ebrios que antes y se sentaron cerca de la playa y comenzaron a charlar.

Joven: Y bien, ¿por qué estabas deprimido?

Chico: M-mis padres. – algo inseguro.

Joven: Umh, creo que entiendo a qué te refieres. Entonces te escapaste de casa y viniste solo a despejar tu mente.

Chico: No vine solo, un amigo me trajo. Yo no quería salir pero al final me convenció de hacerlo. – comienza a deprimirse. – Este es el peor cumpleaños que he tenido.

Joven: ¿Es tu cumpleaños? – pregunta algo sorprendido y el menor asiente. – Felicidades, ¿cuántos cumples?

Chico: 14. ¿A qué viene esa cara?

Joven: Ehh, no... nada es solo que no los aparentas. – un poco sonrojado. – Te ves muy lindo y eso.

Chico: E-etto... gracias. –sonrojado.

Joven: [KAWAIIIII] – piensa. – ¿Puedo besarte? – pregunta inconscientemente.

Chico: ... a... – lo piensa por unos segundos y asiente.

Al principio solo fue un pequeño y dulce beso pero los deseos que sentían de volver a besarse eran mucho más fuertes y no pudieron aguantar la tentación. Cada beso que se daban era mucho más apasionado que el anterior, para ellos era como si el tiempo no corriera en ese instante en que sus labios se unían mientras sus lenguas danzaban. La lujuria que desprendían sus cuerpos aumentaba con cada roce, con cada beso; sus cuerpos ardían de deseos de poseer al contrarío. Para cuando se dieron cuenta de lo que les estaba pasando ya ambos estaban totalmente desnudos sobre la arena, pero no podían parar aunque supieran que lo que hacían estaba mal sus cuerpos no les respondían.

Sus respiraciones estaban agitadas pero aun así no podían dejar de besarse. El mayor fue descendiendo hasta uno de los pezones del menor dejando marcas a su paso. Mientras lamia uno con ayuda de una de sus manos atendía el otro. Lo mordía y lo chupaba una y otra vez sacándole unos bellos gemidos al rubio.

Chico: Aaaahhh... ahh... se siente... raro... aaahh.

Antes de que el mayor pudiese hacer algo más el menor con gran agilidad cambio sus posiciones dejándolo abajo.

Chico: Nee... no es justo que solo yo me sienta bien. – el rubio comenzó a besar el cuello del peliazul a medida que iba bajando hasta su entrepierna.

El chico un poco sonrojado por lo que hacía besa el miembro del mayor y con un poco de ayuda de sus manos comienza a masturbarlo. Su lengua recorría cada parte del miembro del mayor como si este fuese una paleta de helado. Lo mordía, lo besaba y succionaba su miembro con gran destreza a pesar de que esa fuese la primera vez que lo hacía.

Joven: Aaaahhh... sigue... aaahh... no te detengas... – los gemidos del peliazul hacían feliz al rubio quien se esmeraba aún más en su tarea de complacerlo. – Aaahhh... ga-gatito... aahh me voy a correr en tu boca... si no quieres mejor para... aaahh. – pero el rubio no le hizo el más mínimo caso al contrario aumento la velocidad con que lo hacía, hasta que finalmente el mayor se corrió en su boca.

El rubio se lo trago y con su lengua limpio los restos de semen del miembro del mayor. Después de eso el peliazul regreso a su antigua posición y con mucho cuidado empieza a preparar al chico.

Joven: ¡Lámelos! – le extiende tres dedos, los cuales el joven empieza a lamer de manera muy sensual. – Relájate. – le dice antes de meter el primer dedo en la virginal entrada de rubio.

Chico: Ahhh... duele...ahh.

Joven: Tienes que relajarte o si no te dolerá más. – empieza a masturbarlo tratando de hacer que se acostumbre más rápido. – Ya está listo, voy a meterlo gatito.

Chico: Se delicado... es mi primera vez. – el joven se posiciona entre sus piernas y comienza a penetrarlo lentamente. – Aaahh. – gime una vez el miembro del otro ya estaba completamente en su interior. – Duele... aahh...

Joven: Tranquilo, no me moveré hasta que no estés listo. – comienza a besarlo.

Pov* Chico:

Mi cuerpo se sentía raro, me dolía pero a la vez sentía un enorme placer. Me gustaba lo que me hacía, el placer que me brindaban sus caricias, sus besos, me excitaba de una manera indescriptible. Mis ojos no podían dejar de mirar los suyos, azules como el mar, me hundían. Sentía como sucumbía cada vez más ante sus dulces y apasionadas caricias. Mi cuerpo entero le pedía a gritos. Estando entre sus brazos me había olvidado por completo de mis problemas. No podía pensar en otra cosa que no fuera él, besándome, tocándome, haciéndome sentir placer, no me importaba si era un desconocido ni siquiera el hecho de que era hombre, lo deseaba.

Fin pov* Chico:

Pov* Joven:

¿Quién será este chico? Desde que vi esos preciosos ojos azules como el cielo, ese cabello rubio como el sol y su sonrisa por primera vez mi corazón no ha parado de latir. Mi cuerpo actúa por sí solo, el que sea hombre no me importa al fin y al cabo soy homosexual pero por dios que le estoy haciendo el apenas acaba de cumplir 14, es un niño, desde cuando me volví pedófilo.

Aunque no puedo negar que el chico es pura tentación, ¡por Dios! Es imposible resistirme a besar esos labios tan suaves y rosados, a tocar su delicada piel. Cada vez que me mira mi corazón se acelera. Lo deseo para mí.

Fin pov*Joven:

Chico: M-mue... vete. – él comenzó a embestirlo lentamente tratando de no lastimarlo.

Joven: Ah... estas... muy estrecho...mhg.

Chico: Aaahh... no digas... ahhh eso... es vergonzoso... ahhh. – sonrojado.

Joven: Me gusta cundo te sonrojas. – le besa en la frente. – Definitivamente eres la más bella de las tentaciones.

Chico: Ahhhh m-más... aaahh rápido... aaahh.

Joven: ¡Qué gatito tan exigente! – no puedo evitar reírse al ver como aumenta el sonrojo de su rostro mientras él le daba aún más duro.

Chico: Aaaahhh siii... ahh m-áss... aaahh... dame maaassssss... Aaahhh.

Joven: ¿Te gusta? – Le susurra al oído de manera sensual.

Chico: S-si... Aaaaaahhhhhh...

Joven: Es ahí. – le muerde la oreja.

Después de eso todas sus embestidas eran dirigidas hacia ese punto sacándole unos bellos gemidos al menor. Este no podía hacer más que dejarse llevar por el placer que le proporcionaba el peliazul y se aferraba a su espalda dejándole unos pequeños arañazos.

Chico: Ya... ahhh... no puedo más... aaaahhh.

Joven: Yo también estoy por correrme... ahhh.

Chico: Espera... no lo hagas den... aaaaaahhhhhh. – el mayor se había corrido en su interior tras esa última estocada y el sobre sus abdómenes.

Joven: Demasiado tarde...ahhh... lo siento... no podía más. – le da un pequeño beso en los labios para después salir de él lentamente.

*En la fiesta 28-12-2012/2:25am*.

Chico: Nee, tengo un poco de sed, podrías traerme algo por favor.

Joven: Claro, en unos minutos estoy de regreso. – se marcha rumbo al bar.

En lo que lo esperaba se le acerca un chico albino con una cara de estar muy pero que muy preocupado.

Albino: ¡Ahí estas! Llevo buscándote desde hace como una hora. ¿En dónde te habías metido?

Chico: Piko... etto – se sonroja al recordar lo que había hecho. – ... lo siento m-me fui a caminar por la playa y me perdí. ¿Qué pasa?

Piko: Mi papá nos ha estado llamando desde hace un buen rato y hace poco me envió un mensaje diciéndome que tu papá está aquí. Vayámonos de aquí antes de que vengan a buscarnos. – lo toma del brazo y se lo lleva. – Apurarte Len.

Len: Eso hago.

Instantes después de que se marchara llega el joven encontrando en su lugar un collar de plata con una clave de sol.

Joven: ¿En dónde demonios esta? – apretando el collar. – Me habrá mandado a buscar la bebida solo para deshacerse de mí.

¡!: Kaito, te encontré. ¿Qué haces en un lugar tan apartado ya es hora de irnos?

Kaito: Lo siento Gakupo se me paso la hora.

Gakupo: Ya no importa vámonos. Esta fiesta ha sido la mejor en la que he estado, tengo mucho que contarte de camino al aeropuerto.

Kaito: Yo también.

Después de eso ninguno de los dos volvió a verse. Len se marchó con su padre a Inglaterra en donde se enteraría de algo que le cambiaría su vida para siempre, mientras que Kaito regreso a Japón para continuar con sus estudios en Vocaloid University, llevando puesto el collar por si algún día volvía a rencontrarse con aquel rubio que le robo el corazón.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top