Capítulo 7: Entre chocolates, drogas y el rey de los shotas
Pov*Miku:
Solo faltan unas horas para que comience la fiesta y después de esta noche Kaito no podrá separarse de mí, su cuerpo me pertenecerá y todo gracias a esta pequeña bolsita.
*Flash Back *.
Gumi: ¿Miku te pasa algo? Desde que llegaste estas de mal humor.
Miku: Simplemente me cruce con un insecto, no le des mucha importancia. Mejor dime pudiste conseguirme lo que te pedí.
Gumi: ¿A qué te refieres? A la foto de Kaito-sempai bañándose, al número de su teléfono privado o a la cocai... - le pongo las manos en la boca
Miku: Shhhh, no digas esas cosas en voz alta. – miro en todas las direcciones para asegurarme de que nadie nos este observando – Lo último.
Gumi: Fue un poco difícil pero aquí esta. – me señala su bolso. – Te lo daré cuando estemos en la habitación.
Miku: Ok. Te veo allí.
*Fin del Flash Back*.
Miku: Siento lastima por ti Len cuando veas el video de Kaito teniendo sexo conmigo estoy segura que no te volverás a acercar él. Aunque pensándolo bien no sería mejor sí hago que lo veas en el momento en que lo estamos haciendo. Eso debería ser mucho más doloroso. – sonrisa diabólica.
Gumi: Miku a que viene esa sonrisa tan de repente. Das miedo. – me giro para ver a la peliverde sentada en si cama temblando ligeramente. - ¿Qué estás tramando esta vez?
Miau: Eso no es de tu incumbencia. – me acerco a ella escondiendo un pequeño abrecartas detrás de mí.
Gumi: Si sigues actuando de esa manera le diré a la directora Luka lo que estas tramando...
Miku: Eso jamás va a pasar.
Gumi: ¿Por qué estas tan segura de eso?
Miku: Porque como se te ocurra decirle algo – saco el abre cartas y lo coloco en su cuello. – esa será la última vez que volverás a ver la luz del sol. – hago una leve presión en su cuello lo suficientemente fuerte para hacerle un pequeño corte. - ¿Te quedo claro?
Gumi: S-si. – eso es tiembla para mí porque una vez que me deshaga de ese enano tu serás la siguiente.
Fin pov* Miku:
*Habitación C-17*.
Mientras Miku continuaba elaborando su diabólico plan Piko y Len se encontraban en medio de una difícil situación debido a que Rin se había empeñado con creces de ser ella quien escogiera la ropa que ambos utilizarían esa noche.
Llevaban como tres horas probándose los diferentes conjuntos que habían sido seleccionados por Rin pero ninguno acababa de convencer a pa rubia con complejo de lolita.
Piko: Rin llevamos ya demasiado tiempo en esto, acaba de decidirte de una maldita vez.
Rin: Ya deja de ser tan impaciente Piko que acaso no quieres verte bien para cuando te le confieses a Gakupo.
Piko: P-pe-pero s-se puede saber quien te ha dicho eso. – sonrojado.
Rin: ¡Oh vamos! Que te he escuchado practicar tu confesión un millón de veces.
Piko: Me has estado espiando.
Len: ¡Qué ruidosos! Rin deja de provocar a Piko y tú deja de darle conversación. – le dirige una mirada sería a su hermana. – Decídete de una vez o mejor déjanos ponernos lo que se nos venga en gana y para de tirarnos fotos, pervertida.
Rin: No quiero, además si vendo todas estas fotos que les he sacado tendré una fortuna.
Piko: Eres un caso perdido.
Len: Acaba de escoger un puto conjunto y lárgate.
Rin: Vaya, vaya parece que el enojo todavía no se te pasa. Si sigues actuando así nunca podrás robarte a Kaito de las garras de Miku.
Len: ¡Quien quiere robarse a ese idiota! – aun más enojado. – Lo único que quiero es que nos dejes tranquilos.
Rin: [De eso nada, voy a hacer que Kaito y tú se vuelvan novios, no me importa lo que digas.] En ese caso les propongo algo. Escogeré un último conjunto para ambos y ustedes se lo pondrán sin rechistar. Si hacen eso me marchare y no los volveré a molestar durante toda la semana que viene. ¿Qué les parece?
Al principio no estaban de acuerdo pero acabaron aceptando con tal de liberarse de ella por toda la semana. Es una pena que ambos jóvenes no se hubieran dado cuenta de las verdaderas intenciones de Rin con esa propuesta hasta que vieron la ropa que ella había escogido (Incluyendo la ropa interior, en este caso ambos tuvieron que ponerse un bóxer slip negro.).
A Piko le escogió un conjunto negro con detalles en plateado. Compuesto por un pantalón de tiro bajo o corto ajustado al cuerpo con una camiseta negra abierta hasta la mitad del pecho permitiendo al público contemplar esa bellísima piel blanca y por encima una chaqueta sin mangas adornada por una cadena de plata.
Para Len selecciono también un pantalón de tiro bajo ajustado al cuerpo de color negro con un cinto amarillo de hebilla plateada que tenía una cadena de plata en el lado izquierdo. Además de una camisa blanca de manga corta sobre la cual resaltaba una corbata negra en juego con su pantalón y con las muñequeras negras que llevaba puestas, las cuales estaban abiertas en la parte baja.
Cuando terminaron de vestirse ambos tuvieron que reconocer que los gustos de Rin a la hora de escoger ropa eran muy pero que muy buenos. Ambos se veían recondenadamente sexys, suculentos o como yo prefiero decirlo la personificación de la tentación y por dos.
Rin: [Ojetivo1 cumplido. Cuando Kaito y Gakupo los vean dudo mucho que puedan contenerse.] Jajaja. – risa diabólica. – Ahora solo tengo que asegurarme de que se queden a solas con ellos y lo demás.
Len: ¿Qué estás murmurando?
Rin: Nada, nada. Bueno ya me voy. – [Aún no he puesto las cámaras en el salón de música] – Los veo en la fiesta.
*Patio de Vocaloid 9:30pm*.
Gakupo y Kaito se encontraban en uno de los bancos más apartados de la fiesta mientras este último trataba de evitar a Miku, quien milagrosamente todavía no había aparecido.
La fiesta había comenzado desde las ocho y no había ni rastro de los dos shotas más codiciados de la escuela.
Gakupo: Kaito aclárame dos dudas antes de que venga la insoportable de tu novia ¿por qué estabas actuando tan raro el viernes por la mañana?
Kaito: Bu-bueno verás cuando iba de camino a los vestidores escuche a dos personas hablar de mí así que decidí seguirlas y termine llegando a la enfermería encontrándome con Miku y Len, si mal no recuerdo Piko también estaba allí. Luego Miku le dijo a Len que probara que lo que estaba diciendo era cierto y entonces...
Gakupo: ¿Y entonces qué?
Kaito: Me beso. – sonrojado.
Gakupo: Uh. ¿Len te beso? – asiente – ¿Por su propia voluntad? – asiente nuevamente. – Y entonces ¿por qué carajos estas con Miku?
Kaito: Porque cuando fui a buscar a Len para que me dijese porque lo había hecho lo encontré durmiendo en el viejo árbol de cerezo de nuestro dormitorio y no pude resistir los deseos de besarlo. – sonrojado. – Dos veces... pero Miku me tiro una foto y me amenazo con revelarla a toda la escuela a menos que saliera con ella por una semana.
Gakupo: PERO SERÁS IDIOTA. – furioso. – Como se te ocurre dejarte engañar por esa golfa. – Kaito le hace señas para que baje la voz. – Y una mierda con bajar la voz. Que acaso no te das cuenta de que ella odia a Len con la misma fuerza que posee su obsesión por ti.
Kaito: Pero que esperabas que hiciera, no me importa lo que los demás piensen al ver la foto pero Len jamás me perdonaría el hecho de que me haya aprovechado de que estaba dormido para besarle.
Gakupo: Por eso digo que eres idiota. – suspira. – Estás perdidamente enamorado de Len y cuando al fin esté se te acerca con otras intenciones, vienes tú y te vuelves novio de Miku y todo porque tú piensas que Len no quera saber más nada de ti si ve esa foto. Por Dios Kaito habría que ser muy estúpido para no darse cuenta de que ese beso que él te dio en la enfermería en frente de Miku era la prueba de que no te ve solo como un amigo. – se cruza de brazos. – Len debió haber quedado destrozado cuando supo la noticia, con razón te ha estado evitando. Tienes que decirle la verdad antes de que sea muy tarde, dudo mucho que Miku vaya a cumplir su promesa y a lo mejor quien sabe y tal vez todavía tienes alguna oportunidad.
Kaito: Pero como le hago para hablar con él, Miku jamás dejará que estemos solos. Además de que su lista de pretendientes es inmensa. ¿Gakupo me estas escuchando? – ignorado. – GAKUPO.
Gakupo: Ay ya cállate y mira para adelante. – Kaito se gira quedando totalmente petrificado al ver a Len llegar por la puerta principal que conecta a la escuela con el patio.
El tiempo parecía detenerse con cada paso que daba, cada movimiento que hacia era seguido por sus ojos, sentí que le faltaba al aire, su corazón estaba al borde del colapso y su pantalón le apretaba como los mil demonios. El verlo así ya lo tenía en su límite. Si todo este tiempo había logrado contenerse ahora no estaba tan seguro de cuanto podría aguantar.
Rin: ¿Y bien? ¿Qué piensan?
Gakupo y Kaito: ¡Quiero besarle! – salen de su trance. – RINNN.
Rin: Jeje. Sabía que les gustaría pero dejemos los halagos para otro momento. – saca una llave de uno de los bolsillos de su minifalda y se la extiende a Gakupo. – Aquí tienes la llave del salón de música. Trata de no romper ningún instrumento.
Gakupo: Gracias. Bueno, que tengas una buena noche Kaito.
Kaito: Suerte. – Rin se sienta y me dedica una mirada seria.
Rin: Tú y yo tenemos que hablar seriamente y sabes a que me refiero. – Kaito suspira y le cuenta todo. – La mato. Juro por todos los dioses que no voy a descansar hasta ver a esa puta pudriéndose en el infierno. Decidido te ayudare. Esto es lo que harás. – Rin le cuenta a Kaito que lo mejor será que termine con ella delante de todo el mundo para así ponerla en evidencia. - ¿Lo entendiste todo?
Kaito: Perfectamente. Gracias Rin.
Rin: Todo sea por la felicidad de mi preciado hermanito y por el yaoi. – sus ojos se vuelven estrellas.
Con cada minuto que pasaba la fiesta se animaba cada vez más y tal como lo había dicho antes cuando Miku hizo su aparición Kaito no pudo acercarse a Len ni una sola vez. Incluso se vio en la obligación de tomarse el vaso de licor de cacao (no solía tomar licores) que le había traído pues según Rin era necesario que se portase bien con ella para que cuando terminaran fuese más impactante. Al final termino tomando como once vasos y ya comenzaba a sentirse un poco mareado. Además de que había perdido de vista a Len.
A tan solo 1 hora para que se acabara el día Rin le dio la señal a Kaito para que diera inicio al espectáculo.
Miku: Kaito, cariño porque no me acompañas a por otra copa.
Kaito: Porque no mejor detienes esta farsa y dejas de llamarme así.
Miku: ¿Qué te pasa porque actúas así? Claro deben ser las copas quizás lo mejor sea que te recuestes un rato venga vamos sentarnos en aquel banco de allá.
Kaito: No quiero sentarme. Lo único que deseo en este momento es terminar con este estúpido juego de una vez por todas para poder estar junto a Len.
Miku: Len esto, Len aquello, ¿qué tiene ese enano que no tenga yo? – enojada.
Kaito: En una palabra: TODO. – Miku le da una cachetada atrayendo la atención de todos los presentes.
Miku: Cómo te atreves a menospreciarme de esa manera y todo por ese mocoso.
Kaito: Ese mocoso de que hablas es el chico que me gusta. – la confesión de Kaito sorprendió a todos. Nadie podía creer lo que acababan de escuchar. – Y a diferencia de ti no es una zorra que utiliza artimañas para retener a un hombre.
Miku: Eso no es cierto. – grita. – Estas mintiendo. Lo único que quieres es avergonzarme delante de todo el mundo.
Chica1: ¿Qué esta pasando? ¿Por qué le pego a Kaito-sempai?
Chico1: Parece que se están peleando.
Kaito: Como si me necesitaras para eso. – se separa de ella para subirse en uno de los bancos cercanos. – Estudiantes y profesores de Vocaloid les pido una disculpa por haber dado semejante espectáculo en este día tan especial pero ya no podía soportar más esta farsa. – la señala. – Esta chica no es más que una manipuladora que se aprovecho del hecho de que la persona que me gusta no conoce mis sentimientos hacia él y utilizando el nombre de su familia me amenazo con lastimarle si no me convertía es su pareja.
Miku: Eso es mentira. Yo jamás...
Rin: Lo que dice Kaito-sempai es cierto, yo vi cuando ella lo amenazo. Mi hermano tenía razón cuando te llamo arpía. ¿Cómo te atreves a jugar con los sentimientos de sempai de esa manera?
Chica2: Menuda zorra.
Todos los estudiantes se volvieron contra Miku y comenzaron a decirle todo tipo de comentarios. Mientras tanto Kaito aprovecho esta revuelta y se fue corriendo a buscar a su gatito.
*Piscina*.
Pov* Kaito:
Ya había buscado en casi todos los lugares menos en la piscina. Tenía algo de mareo y me sentía extraño pero tenía que encontrarlo a como diera lugar. Rezaba porque estuviera allí. Necesito decirle la verdad, decirle que lo amo como yo jamás pensé que haría, abrazarle y besarle.
Cuando llegue me quede paralizado, mi cuerpo dejo de reaccionar. Len estaba con Kasane Teto.
(*K.Teto: Nació el 1 de abril de 1995 y tiene 21. Ocupa actualmente el 7mo lugar entre los 10 mejores de Vocaloid y a pesar de estar en 3er año parece de 1ro. Líder del Club de Periodismo.*)
Podía ver como ambos conversaban muy animadamente y eso no me gusto nada. Me dolía el pecho, tenía que hacer algo antes de que la situación llegase a mayores. Estaba enojado, celoso y por mi mente solo pasaban frases como:
No te le acerques más. Él es mío así que apártate. Len no le sonrías. No dejes que te toque.
Inconscientemente me fui acercando a ellos y deje que mis sentidos se segaran.
Len: Jajajaja. Le dijiste eso. Jajajaja. Daría lo que fuera por haber visto su cara.
Teto: Jajajaja. No pero eso no fue lo mejor, cuan...
Kaito: Pero que tenemos aquí, el gatito al fin encontró una gatita.
Teto: ¡Kaito-sempai! ¿Qué haces aquí? Deberías estar con Miku en la fiesta. – sorprendida.
Kaito: Qué acaso ahora tengo que pedir tu permiso para hacer lo que se me da la gana. – mucho más enojado que antes.
Len: Ya vasta Kaito, bájale al tonito. Si estas enojado por algo no la cojas con ella que no te ha hecho nada. – (¿Qué no me ha hecho nada? Esta coqueteando contigo.)
Kaito: Tú no eres nadie para decirme lo que debo hacer, enano.
Len: ¿A quien llamas enano, idiota? – me empuja. – Crees que puedes venir a insultarme y me quedare de brazos cruzados.
Kaito: ¿Y que vas a hacer para evitarlo?
Teto: Por favor no pelean que acaso no son amigos.
Kaito: Porque no mejor te largas y dejas de meterte en lo que no te importa.
Len: Ya déjala en paz.
Teto: No pasa nada Len, Kaito-sempai tiene razón lo mejor será que me marche. Te veo mañana. – una sonrisa se me escapa al verla irse.
Kaito: Parece que te has quedado sin tu gatita.
Len: Hnm. – enojado – Eres tú el que debería haberse ido y no ella. – me da la espalda.
Kaito: ¿A dónde crees que vas enano? – le tomo del brazo.
Len: Ese no es asunto tuyo y ya suéltame que me haces daño.
Kaito: Para que vayas a revolcarte con ella, ni lo sueñes.
Len: Si me acuesto o no con ella ese es mi problema. – me da un puñetazo en el estomago. – Eso por insultarme. – me encorvo un poco por el dolor del golpe.
Kaito: Como si eso fuese suficiente para dejarte ir. – lo acorralo contra la cerca y con mi mano derecha sostengo sus manos por sobre su cabeza. – Has sido un gatito muy malo. – me relamo los labios. – Te mereces un castigo.
Len: Qué crees que haces Bakai... – lo beso para evitar que siga hablando.
Sus labios eran tan suaves que no puede evitar la tentación de morderlos provocándole un sensual gemido a mi lindo rubio. Aprovecho esta oportunidad para introducir mi lengua en esa boquita. Tenía un sabor dulce que me resultaba excitante. Tanto tiempo deseando probar esos labios, tocar su cuerpo y hacerlo mío. No podía controlarme, había perdiendo el control de mi mismo.
Fin pov* Kaito:
Pov*Len:
No podía creer lo que estaba pasándome. Me sentía impotente. No importaba cuanto tratara de librarme de su agarre, era inútil pues él era más fuerte. No podía escabullirme. Apenas si podía respirar y sentía como la vergüenza y la rabia hacían arder mi cara.
Su lengua recorría cada rincón de mi boca permitiéndome sentir el sabor del licor que probablemente estuvo bebiendo en la fiesta. No pude evitar que entre cada beso que me proporcionaba se me escapara un gemido. Demonios, el condenado besa demasiado bien.
Cuando al fin me dio algo de aire tenía la respiración entrecortada que apenas si me dejaba articular palabra alguna. Trate de evitar su mirada mirado hacía otra parte pero eso fue peor porque esta vez fue a por mí cuello. Recorría lentamente cada centímetro de este con su lengua dejándome una que otra mordida. Mientras que con la mano que tenía libre fue desasiéndose de mi corbata y la utilizo para atar aun más mis manos a la cerca.
Me levanto el mentón para hacer que lo mirase y lentamente acerco su rostro al mió, sin embargo, cuando volvió a besarme se sentía de manera diferente, a diferencia del anterior este estaba lleno de ternura, era dulce y cálido, toda la fuerza que tenía se fue con ese beso, me deje llevar. Me perdí en esos orbes azules como el mar. No sé cuanto tiempo estuvimos besándonos pero cuando me volví a fijar en él ya no llevaba aquella camisa negra ajustada al cuerpo que le quedaba perfecta junto a sus jeans negros.
Len: ¿Cuándo te qui...? Ahhh. – Gemí al sentir sus labios en mí pecho descubierto. (¿En qué momento me desabrocho la camisa?) – Kai...to espera... aaahh... no hagas eso... - No importaba lo que le dijese no me hacia caso.
No puedo negar que una parte de mi estaba disfrutando de sus caricias y que en varias ocasiones desee que me tocase sin embargo en estos momentos no quería que siguiera, deseaba que se detuviese. Si esto continuaba las cosas podrían acabar mal. Además el ya tenía a la zorra de Miku.
Cuando comenzó a desabrocharme el cinto y a quitarme el pantalón mi cuerpo temblaba. Se deshizo de mi ropa interior de un tirón y el frió aire de la noche azoto mi cuerpo como si fuese un látigo. Kaito tomo mis piernas en sus brazos y las llevo hacía sus hombros. Al acercarse a mí para volverme a besar sentí su virilidad rozar mi entrada.
Len: Kaito, no lo hagaaaaaaaaaah. – un grito se escapo de mis labios cuando de repente me penetro. – Sácalo... duele... – podía sentir mis lágrimas recorrer por mi rostro. – Aaaaah...aahh... espera aaahh no te muevassss aahhh... duele... aaahh. – podía sentí su miembro en lo más profundo de mi ser y un dolor punzante azotaba mi cuerpo con cada estocada que me daba.
No importaba cuanto le pidiera que se detuviese él no me escuchaba y lo único que hacia era aumentar la fuerza y la velocidad de cada estocada. Mi mirada se había vuelto borrosa a causa de mis lágrimas y del dolor.
Len: Kai...to para... aahh... duele... aahhh.... Detente.... por favor paaah-ra duele. Aaaaahhhh
Kaito: Tranquilo gatito. Dentro de poco me pedirás por más.
Len: Aaahhh... onegai... aaaaahhhhh... detente.... aaahhhh.
No estoy muy seguro de cuanto tiempo estuvimos así pero cuando al fin se detuvo me sentí totalmente sucio.
Kaito: Leeennnn... - (Por todos los dioses no me hables de esa forma tan sensual) - Len, mírame. - Me agarra del mentón para hacerme mirarlo.
Len: ¡Suéltame! – esas fueron las únicas palabras que logre decir.
Kaito me desata las manos y mi cuerpo se desploma sobre el frió suelo. Él trata de levantarme pero rechazo su ayuda.
Len: ¡NO ME TOQUES! – le grito con todas mis fuerzas. – ¡LARGATE!
Kaito: ¡NO ME GRITES! – me agarra la mano izquierda.
Len: Te dije que no volvieras a tocarme. – lo empujo con una de mis piernas haciéndolo caer en la piscina. Déjame solo. – Tomo mis cosas y como puedo y me levanto con un poco de esfuerzo.
Cuando Kaito sale del agua le vuelvo a empujar haciéndolo caer nuevamente y salgo corriendo. Lo único que deseaba en ese momento era estar en mi habitación, darme un baño para deshacerme de los restos de su semen mezclado con mi sangre y acostarme hasta que se pasase todo el dolor.
Fin pov* Len:
*************************************
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top