𝖉𝖔𝖈𝖊
~𝔍𝔲𝔫𝔤𝔨𝔬𝔬𝔨~
Ya estaba al borde de un colapso emocional.
Namjoon me había roto de nariz de un golpe y eso que no le conté de Yoongi.
Me llevó al hospital pidiendo perdón alegando a que se dejó llevar por sus instintos de hermano mayor, y me dejó en casa pidiendo que hable las cosas con Taehyung.
Había llamado a Yoongi para decirle que esa semana misma iría por los papeles de divorcio pero no respondió.
Pasé la noche entera llamándolo.
Me encerraba en el baño, en el estudio, salía al patio, en cualquier lugar lejos de Taehyung; pero no respondía.
A la mañana siguiente me ofrecí a llevar a Taehyung al rodaje para poder verlo, pero se negó y acabé quedando estancado en casa esperando a la hora de su almuerzo.
Estaba en el estacionamiento esperando a que saliera a almorzar cuando lo vi caminar junto al director.
Toqué bocina para que volteara, pero cuando me vio, simplemente se dió la vuelta para continuar su camino con la mirada gacha.
Estaba confundido a más no poder, pero principalmente preocupado.
Siempre creí que el tiempo a solas era algo necesario en una pareja, pero después de que Yoongi me hablara sobre sus ideas de suicidio, estas actitudes me dan pánico y terror.
Vi a Taehyung salir del set y no le di tiempo a notarme cuando salí lo más rápido que pude del estacionamiento.
Unos cuantos minutos más tarde, estaba tocando el timbre del edificio de Yoongi, intentando que Hoseok me abra.
Cuando la puerta de su departamento se abrió, mi miró totalmente confundido pero no más que yo.
-¿Que está pasando con Yoongi?- Pregunté ignorando a la chica de cabellos lilas en la sala.
-¿A que te refieres?- Preguntó Hoseok alzando una ceja.
-Me ignora, por completo- Expliqué preocupado.
-Debe estar en una época de creatividad, tranquilo, a mi también me ignora- Me respondió sin saber que aquél comentario me alteró más.
-No, Hoseok, no es eso- Negué bajando la mirada. -Tengo miedo de que algo le esté pasando-
-No sé que quieres que te diga- Admitió alzando los hombros. -Si quieres hablo con él cuando regrese-
Quería decirle que tenía miedo de que no regresara, pero me limité a asentir para no preocuparlo.
Lo saludé y le hice un gesto con la cabeza a la chica a modo de despedida y me fui.
Tal vez estaba exagerando, tal vez no era nada y solo era que estaba ocupado, debía dejar de asumir lo peor.
Dejaré pasar unos días y le daré espacio.
Estaba Hoseok y él se encargaría de que supiera que también me tenía a mi.
~𝔜𝔬𝔬𝔫𝔤𝔦~
A la semana de dejar de hablar con Jungkook ya me sentía en la mierda.
Escuchaba a Hoseok hablar con él y el sentimiento de culpa por no poder explicarle lo que ocurría me crecía en el vientre.
Lo extrañaba tanto.
Sus manos en mi piel, sus besos lentos y sus caricias llenas de amor...
Ya no podía seguir llorando, no me quedaban más lágrimas con su nombre que dejar caer.
Me senté en el colchón y abrí la laptop para intentar escribir.
Estuve toda esa semana con bloqueo creativo por pensar en él, pero le sacaría provecho a la melancolía de alguna manera.
Narré como se sentían sus labios sobre mi piel, sus manos en mi cintura, su respiración en mi cuello.
Escribí de la electricidad que recorría mi cuerpo cuando me hacia suyo, del sonido de los resortes por sus embestidas, de mi vista cuando estaba sobre él, de lo completo que me sentía a su lado.
Cinco páginas después me dí cuenta que esos párrafos no servían para nada en el libro que estaba en proceso.
Me dejé caer en el colchón y me tapé con las sábanas respirando hondo buscando el aroma que hacía una semana había perdido intensidad hasta desaparecer por completo.
Me sentía en la mierda, pero la mierda era yo.
Destruí un matrimonio y no tenía los huevos de alzar la voz para hacerme cargo de la parte de culpa que guardaba en mi cama.
~𝔍𝔲𝔫𝔤𝔨𝔬𝔬𝔨~
Para la segunda semana ya había mandado con Hoseok un ramo de flores, tres cajas de bombones, un conejo de felpa de un metro de altura, una carta rogándole que me hablara y el primer cuadro que pinté de él el día que nos conocimos.
No quería darle el resto y perder la imagen del recuerdo de su piel desnuda.
Mentiría si dijera que soy el hombre rudo de tatuajes que no llora por nadie, puesto a que me había pasado las dos semanas de distancia llorando todos los días a escondidas de Taehyung.
Había justo salido del baño con los ojos rojos e hinchado, con el móvil en la mano de intentarlo llamar, cuando Taehyung entró a casa.
-¿Estuviste llorando?- Preguntó seco.
-¿Que mierda te importa?- Sé que no fue una buena respuesta, pero para ese momento estaba hastiado de todo y solo quería saber que Yoongi estaba bien.
-Falta un mes para terminar las grabaciones de Lovers- Dijo restandole importancia a mi respuesta.
-¿Yoongi está bien?- Pregunté sin intentar ocultar mi preocupación, ya estaba llegando a mi límite y me importaba una mierda lo que creyera, tenía los papeles de divorcio en la mesa de noche.
Poco después de que Yoongi dejara de hablarme, fui a solicitar los papeles. Le iba a decir a Taehyung esa semana, pero como Yoongi dejó de hablarme, no quería hacerlo sin contárselo primero a él.
Tal vez prefería esperar o algo para no interferir con la película, pero dos semanas sin hablar con mi amante suicida ya me estaba poniendo de los nervios.
-¿Por que mierda preguntas por Yoongi?- Cuestionó desde la cocina mientras yo estaba sentado en la sala.
-Me agrada- Mentí viendo Piano en la mesa de centro. -Escribe bien-
-Jungkook, no quiero que vuelvas a leer algo de él- Dijo haciendome fruncir el ceño. -No vuelvas a decir su nombre-
-¿De que hablas?- Pregunté viéndolo con sospechas inevitables.
-Si no vuelves a mencionarlo, fingiré que no sé que te lo has follado en mi propia cama, Jungkook-
¿Qué?
-¿Como...?-
Estaba perplejo a más no poder.
Mi garganta se había secado, mi corazón latía demasiado rápido en mi pecho, mis piernas temblaban y mis manos sudaban.
-¿Que como lo sé, Jungkook? ¿En serio?- Preguntó riendo sarcástico. -La reina de Inglaterra es más discreta que tu-
Estaba congelado, no sabía que decir, no podía hablar, había olvidado como respirar.
No había querido herirlo y por eso retrase tanto el divorcio, para que no tenga que enterarse de Yoongi.
-Lo trajiste a ¡Mi casa!- Gritó haciéndome bajar la mirada. -Lo recogías en ¡Mi trabajo!-
Pasé mis manos por mi rostro intentando calmar los estragos de mi cuerpo cuando sentí a Taehyung acercarse a mi.
-Pero prometo olvidarlo si no vuelves a verlo-
Respiré hondo intentando calmarme y bajé mis manos sin abrir los ojos.
-¿Le has dicho algo?- Pregunté ahora entendiendo lo que había ocurrido.
-¿Como mierda no iba a hacerlo?- Preguntó obvio. -Destruyó mi matrimonio-
-¡Yo destruí nuestro matrimonio, Taehyung!- Grité poniendome de pie y mirándolo con ira.
Llevaba dos semanas preocupado porque Yoongi se suicide como para venir a enterarme que se alejó por él.
-¡Nadie me apuntó con un arma para engañarte, yo lo hice!- Grité molesto. -¿Tu crees que puedo volver a casa luego de haberme enamorado de él como si nada?-
-¡¿Tu crees que no voy a luchar por mi matrimonio?!- Preguntó haciendo que yo me voltee y tomara mi cabeza con mis manos para jalar mi cabello frustrado.
-Taehyung, no hay nada que salvar- Suspiré. -Ya no estábamos bien desde antes y lo sabes-
-Pero podemos arreglarlo- Dijo a mis espaldas.
-¿Realmente esperas que después de estar con él, puedo volver a que desvalorices mi trabajo, a que solo tengamos sexo cuando tu me lo exiges, que no te vea nunca, que siempre te vea leyendo y alcoholizandote fingiendo que no estoy?- Solté molesto. -¿Realmente crees que puedo volver a amarte luego de saber lo que es posible sentir?-
-Se te pasará, Jungkook- Dijo con voz pesada. -Llegará un momento donde pases con él lo mismo que pasas conmigo-
-No pasará, es diferente- Negué comenzando a caminar oyendo sus pasos tras de mí. -Es más que solo amor, si no no hubiese arruinado nuestro matrimonio-
-No lo puedo creer, Jungkook- Espetó entrando conmigo al cuarto. -No tienes vergüenza siquiera de decir eso-
-¿Debería tener vergüenza de decirte que lo amo?- Pregunté sacando los papeles de divorcio para estamparlos en su pecho. -Una cosa es sentirme un asco por engañarte y otra por amarlo-
-Lo hiciste con él en mi casa, Jungkook-Gruñó tomando los papeles.
-¿Te crees que no sé que se te van las manos con Park Jimin?- Pregunté molesto. -No sé si has follado con él pero sé diferenciar tu actitud con tus compañeras y con él-
-Es actuar, Jungkook- Protestó. -Cuando consigas un trabajo real, lo entenderás-
-Admití que te engañé- Dije dejandome caer en la cama. -Hazlo tu-
Taehyung permaneció en silencio viendo los papeles con nuestros nombres impresos, hasta que soltó un suspiro y se dejó caer a mi lado.
-Lo hice- Susurró viéndome de reojo. -Lo siento-
-Yo también- Respondí.
-¿Hace cuanto?- Preguntó viéndome a los ojos.
-Desde la exposición de principios de temporada- Admití en un suspiro. -¿Tu?-
-Es complicado- Dijo devolviendo su mirada al techo. -Sabes que te sigo amando ¿Verdad?-
-Y yo a ti, Tae- Respondí sentandome. -Lamento no saber como llevar esto-
-Lamento no haber puesto de mi antes de esto- Susurró.
El silencio invadió el cuarto unos largos minutos que se hicieron eternos.
Largos minutos donde entendimos que una relación de una vida y un matrimonio de años habían llegado a su fin.
-Iré a hablar con él- Susurré pensando que tal vez no me deje entrar a su casa.
-Dile que olvide lo que le dije- Murmuró sin verme. -Que el no tiene la culpa-
-Gracias, Tae- Dije tocando su hombro para poder abrazarlo.
-No siempre hay buenos y malos, Jungkook- Dijo escondiendo su rostro en mi hombro y rodeando mi cintura con sus brazos.
-La vida es jodida...-
~𝔜𝔬𝔬𝔫𝔤𝔦~
-Yoongi, por favor, me preocupas- Dijo Hoseok intentando levantarme de la cama. -Vamos, tomemos un helado o salgamos por pizza-
-No tengo ganas, Hobi, dejame- Protesté escondido entre el edredón y las almohadas.
-Yoongi...- Iba a instistir cuando el timbre sonó en todo el departamento.
Hoseok suspiró y volvió a intentar hablar ignorando el sonido, cuando volvió a azotar nuestros tímpanos una y otra vez hasta que se cansó de oirlo.
-Espera- Dijo señalandome antes de salir de mi habitación.
-Ni que me vaya a ir- Susurré dándome la vuelta y tapándome hasta la frente.
Me quería morir, desaparecer y que la cama me tragara.
Me sentía una basura, ver a Taehyung a diario en el set me hacía fatal y cuando Jungkook me buscaba solo me hacía sentir peor.
Había cambiado el número de teléfono de mi móvil y darme cuenta que solo tuve que agendar a Hoseok, mi agente y la gente de producción de la película me hizo todavía peor.
-Yoongi-
Esa no era la voz de Hoseok.
Me senté asustado, con el pijama mal acomodado y el cabello ahora negro despeinado.
Agitado y con el coartada a mil por hora lo vi de pie a un lado de la puerta con mi mejor amigo tras él pidiéndome perdón con la mirada.
-Los dejaré solos- Dijo Hoseok antes de salir.
Tragué duro al verlo entrar y dejar en el suelo su abrigo para poder sentarse a mi lado en el colchón.
-Tienes que irte- Dije con voz entrecortada y rasposa de llevar días sin salir de la cama más que para ir a trabajar.
-He hablado con Taehyung- Susurró haciendome abrir los ojos de par en par. -Le he pedido el divorcio-
Mi boca se abrió y mi corazón se aceleró, las lágrimas volvieron a inundar mis ojos y sentí que iba a romperme en cualquier momento.
-Siento lo que has pasado- Dijo con voz calmada. -Te pide perdón-
-¿Hará la película?- Pregunté sorprendido.
Jungkook asintió en silencio y tocó mi muslo para intentar tranquilizarme pero solo logró que salte a sus brazos con los cristales bajar por mis mejillas.
Llevaba dos semanas queriendo verlo, dos semanas llorando por estar separados, dos semanas sin hablarle.
Me tomó por la cadera y me abarazó con fuerza, escondiendo su rostro en mi cuello mientras yo lloraba en su hombro.
-Eras tu o mi carrera- Dije llorando sin poder controlarme. -Creí elegir bien pero...-
-Tranquilo- Pidió acariciando mi espalda. -Elegiste bien, bebé-
-Te extrañé tanto- Sollocé dejando que me meciera para tranquilizarme. -Demasiado-
-Estoy aquí, lindo- Besó mi cabello con amor. -Soy tuyo, solo tuyo-
-Lamento alejarte- Sentí como me acostaba en la cama y comenzaba a besar mi rostro con cariño.
-No, no, no pidas perdón por nada- Negó limpiando mis mejillas. -Los que hemos hecho mal somos Tae y yo, tu no merecías esto-
-Te amo, Jungkook, por Dios, te amo demasiado- Era una bola de espasmos y llanto, pero sus manos lograban hacerme sentir cálido y completo.
-Y yo a ti, hermoso- Sonrió sobre mis labios. -Más de lo que jamás he amado a alguien en mi vida-
De alguna manera, sabía que no mentía...
𝖑𝖔𝖛𝖊𝖗
Falta uno
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