Una madre, un regalo y un secreto

-¡WOW! ¡ESTO ES EXQUISITO! ¡¿CÓMO ES QUE LE LLAMAN A ESTO?!

-Es una hamburguesa jajaja tranquilo.

-¡¿Cómo me pide que me tranquilice cuando estoy degustando tan exquisito manjar?!

-Porque aún faltan más cosas para que pruebes Lontheith.

-¡¿Qué podría ser más delicioso que esto?!

-Un buen sorbo de esto- y la maravilla que hacía danzar al cuerpo de Lincoln fue puesta ante el alma del pasado ¡Un Flippy enorme de cereza! Justo frente a él, todo para sí mismo -adelante, pruébalo.

-Si sólo estaré unos días aquí no quiero perderme de nada- cuando el primer sorbo cayó sobre su paladar pudo jurar que el sabor azucarado de tal bebida viajó hasta el centro de su estómago en un santiamén, el éxtasis de la comida que tanto disfrutaba le fue regalado de nuevo justo en medio de la primer noche en su nueva y efímera vida. Rápidamente acabó con ese batido de diabetes, sus ojos saltaron de sus cuencas buscando más y más de aquella bebida que en sus palabras era: "el néctar de los dioses".

-¿Y te gustó?

-¡LO AMO! ¡NO PUEDO CREER QUE VUESTRO HERMANO SE ENCONTRASE DESEOSO POR ALEJARSE DE ESTO!

-Espera ¿Hablas en serio?

-Claro, yo no tendría la necesidad de mentirle a mi señora. Él me dijo hace unas cuantas lunas que en el momento que su salud lo permitiese dejaría las comidas dulces que dejaban la boca con sabores gloriosos, grasas que rebotarían en su garganta hasta ahogarlo y que estaría deseoso por pedirle a usted su ayuda para ser más fuerte, que su hermana Lynn era la más bella y poderosa mujer que jamás hubiese conocido.

-¡Wow! ¿De verdad... Él dijo eso?

-Lo puedo jurar señorita Lynn.

-Ow ese bobo ¡Cómo quisiera golpearlo justo ahora!

-Veo que usted lo extraña más de lo que algunas lo hacen.

-¿Tú crees?

-Podría afirmar que la he visto suspirando en su habitación sosteniendo una pequeña carta entre sus manos ¿Quisiere hablarme de ello?

-No es una carta o al menos no una en sí. Eso fue uno de sus bobos planes del pasado cuando solía pelear con Lucy, él nos arregló a su manera y desde entonces guardo su pequeño engaño en un fondo secreto que está debajo de mi cama. Nadie lo sabe y espero que así continúe.

-Tiene mi palabra, mis labios están sellados.

-Eso me alegra.

-Puedo preguntar ¿Por qué sólo comemos usted y yo?

-Mamá cree que todavía podría haber algo malo con Lucy. Yo le dije con toda sinceridad que lo dudo pero sólo es por si acaso.

-Comprendo, creen que al alejar a Lucy de mí les hará saber si de verdad siente algo por vuestro hermano.

-¿Cómo lo sabes?

-Lo mismo le sucedió a un amigo mío antes de la última batalla que libramos juntos. Parecía que si pasábamos un día más sin ver a su prometida él explotaría jajaja... Pero... Jamás la volvió a ver... Y supongo que algo así están intentando con Lucy; creen, de corazón, que si ella enferma de alguna manera al no ver ni siquiera a su hermano podrían afirmar sus dudas.

-Eres bastante observador.

-Sólo soy un viejo sabio que no tiene a nadie con quien hablar. Aunque a ti, mi amiga, temo deciros que pierden su valioso tiempo. Esa niña jamás flaqueará para poner en duda la promesa de vuestro hermano. Lo lamento.

-Entiendo bastante bien... Pero ya que estamos solos quisiera preguntarte algo ¿Tú crees que ellos sientan algo el uno por el otro?

-Es claro que sí- la respuesta de Lontheith hizo de Lynn una persona de gelatina, temblando en menos de un segundo en su asiento creía que él había confirmado lo que tanto temía. Quiso salir corriendo a decirle a su madre que Lucy realmente sentía algo por Lincoln, pero Lontheith la detuvo con la frase más satisfactoria que Lynn hubiera deseado escuchar:

-La joven Lucy ama a Lin nocoln, justo igual que la ama a usted o a la señorita Luan.

-Oh... Y... ¿Qué hay de Lincoln? ¿A quién quiere más de nosotras?

-Él las ama a casi todas por igual, sin embargo, su hermana más querida es la inocente rubia con sonrisa de perlas que siempre lo viste.

-¡¿ES LENI?! ¡¿SU HERMANA FAVORITA ES LENI?!

-Exacto. Ella es la número uno en su corazón fraternal, enseguida está la hermosa Lily, luego la señorita Luna, después usted, Lucy, Lori, Luan, Lana, Lisa y Lola. Justo en ese orden.

-Bueno, al menos soy la número cuatro ¡Pero no es justo! ¡Yo quiero ser la número uno!

-¿Y qué ha hecho para merecerlo? Supongo que al menos lo ha de ayudar en sus tareas, lo cuida o habla con él ¿No?

-No... En realidad...

-Le apena ayudarle ¿No es así? Y no necesita contestar, lo sé muy bien, sé que teme verse débil frente a los demás, odiaría que su querido hermano la vea con ojos distantes a los de siempre, cree que si muestra debilidad no será apreciada como siempre.

-Es gracioso que mi hermanito menor me esté dando un sermón de los errores que tengo.

-Yo no soy su hermano, pero creo que si lo escucha de vez en cuando, entonces algo bueno habrá de venir- Lontheith limpió su boca con una servilleta, agradeció a Lynn por la comida y por haberlo acompañado en la noche con una reverencia -¿Y qué es lo que quería pedirme? Sé que este lindo gesto suyo no es gratis.

-Me atrapaste. Quiero que me enseñes eso que tú haces. Sé que hoy peleaste en la escuela, llamaron a mis padres agradeciendo incluso que le hayas partido la cara a ese tonto engreído, pero lo que haces está a otro nivel, sé que no es normal pero quiero aprender, saber qué es lo que te hizo tan peligroso.

-Linda Lynn, qué más quisiera el legarle mi conocimiento, pero me temo que en nuestras circunstancias me es completamente imposible. La preparación física y mental nos llevaría por lo menos unas largas jornadas de días, pasarían unas docenas de lunas antes de comenzar a comprender de lo que se trata. No digo que no quisiera enseñarle, pero en mi estado actual no puedo. Siento mucho no brindarle la ayuda que merece.

-No importa, lo entiendo... Pero habría sido divertido pasar tiempo con alguien que aprecia el ejercicio tanto o más que yo.

-Nos habríamos divertido bastante. Ahora, si me disculpa debo descansar, mañana debo de salir con urgencias desde el alba, un magnífico día es el que me espera.

-No vayas a hacer nada que meta en problemas a mi hermano... Tienes razón- Lynn lo detuvo justo antes de marcharse a dormir en la sala -todo lo que dijiste de mí es verdad pero eso no significa que no lo quiero.

-No, usted no lo quiere, lo ama, lo ama tanto como para preocuparse por él... Cuando regrese dígale cuánto significa él para usted. Tiene que saber cuánta falta le hace porque si él muriese mañana se lamentará por no haber podido decirle que lo quería cuando tuvo la oportunidad. Ahora iré a dormir, cuide de Lucy, la necesita- Lynn sabía perfectamente que aquel sujeto tenía razón, de nada servía ser dura si las persona que quiere no saben todo lo que ella hace por ellos. Aquella noche justo antes de irse a dormir decidió visitar la pequeña habitación de su hermano, estaba vacía y un extraño frío la ahogaba desde el interior.

-Es extraño... Hay días que ni siquiera te veo y ahora que te fuiste no hago nada más que pensar en ti... Recuerdo que siempre me pedías que hiciéramos algo que no fueran deportes y yo nunca te escuché- ella sabía perfectamente dónde era que se encontraban las cosas de su hermano; visitó la parte baja de la cama donde estaban la mayoría de sus cosas favoritas y de entre todas ellas decidió echarle un ojo a la colección de monedas que sutilmente guardaba con cautela -nunca entendí por qué te gustaba esto... Y ahora entiendo que no se trata de "entender", esto se trata de alegrarme por las cosas que disfrutas (sniff) ahora que no sé dónde estás es cuando más quiero que me hables de tus monedas- las lágrimas de Lynn rebotaron un par de veces desde sus mejillas hasta el álbum de monedas, en menos de un minuto todo el pie de una página estaba manchado de pesadas lágrimas de su triste melancolía.

-¡AJÁ, ASÍ TE QUERÍA ATRAPAR SEÑORITA!... ¿Lynn? Cariño ¿Qué haces aquí?- inesperadamente la madre de los once entró con un grito resonante a la habitación, pensó que iba a encontrar a Lana o a Lucy haciendo algo extraño con las cosas de su hijo, pero lo que encontró fue a su hija Lynn llorando de espaldas a la cama sentada en el suelo.

-Es que yo (sniff) extraño a mi hermano (sniff) nunca hice nada por él, ni siquiera cuando me perdonó por la estupidez de la mala suerte (sniff), tampoco la vez en que le rompí el brazo por jugar a la lucha libre cuando éramos niños... Mamá... ¿Crees que soy tan mala como para no cuidar de mi hermanito?

-Ay Lynn- Rita pocas veces había visto a Lynn de esa manera, sabía que por alguna razón la estaba pasando pésimo desde el día anterior que su hijo se fue. Cerró la puerta por dentro y se sentó al lado de su hija buscando una tímida cercanía -no creo que seas una mala persona, pero podrías ser un poco menos agresiva con los que quieres. No te digo que cambies, tu hermano te quiere siendo quien eres pero de vez en cuando podrías darle una mano cuando lo necesita ¿No crees que eso sería mejor que cambiar quien eres por dentro?

-Pero... Yo...

-No puedes cambiar por nadie, ser libre es una de tus más maravillosas virtudes. Estoy segura que si hablas con Linc cuando regrese te dirá que no hay problema, se sentarán en la cocina y después de una rica cena de tu padre podrán superar esto.

-Gracias ma- Lynn abrazó a su madre buscando alivio, su lindo calor maternal era perfecto para la fría noche de pérdida en la que Lynn estaba sucumbiendo. Se abrazaron mutuamente durante mucho tiempo, tal vez casi una hora hasta que Lynn se sintió mejor y ambas se quedaron viendo el álbum de monedas de Lincoln.

-Lynn- le llamó su madre con un pesar que fluía desde sus ojos -¿Tú qué opinas de lo que pasa con tus hermanas? ¿Crees que de verdad Lana y Lucy necesitan ir al psicólogo? Quiero erradicar este problema desde la raíz, tú bien sabes que tus hermanas me preocupan.

-¿Me tratas de preguntar por Lucy?

-No te digo que faltes a su confianza pero deberías pensar en ellas, sabes que esos sentimientos tarde o temprano se volverán contra Lucy de maneras que no podríamos imaginar. Así que dime hija ¿Tú crees que Lucy siente algo así de terrible por tu hermano?

-Ma... Lamento decírtelo pero lo necesitan, sólo que no de la forma en que tú crees. He hablado con Lucy y extraña a Lincoln genuinamente, ha estado leyendo ese conjuro que el maldito fantasma loco le dejó. Ella ama a Linc pero no de esa forma. Yo también ví una vez que ella le dió un beso en la mejilla pero créeme que ese beso no tenía nada de raro, fue uno de agradecimiento por ayudarle con su recital justo antes de irse a Escocia. Ayer le hablé de esto buscando respuestas pero ella no me dió ningún indicio de sentirse lejos de él.

-¿Y cerraste la puerta como te dije?

-Si, incluso le mostré la llave falsa, la de verdad la escondí con Lola, ella tiene la de nuestro cuarto. Lucy me pidió que durmieramos juntas por miedo. Créeme ma, esta vez quiero hacer las cosas bien para mis hermanos, con toda la confianza del mundo te puedo asegurar que Lucy no siente nada por Lincoln más que el amor fraternal... Sin embargo Lana...

-¿Lana qué, Lynn?

-Lola la está encubriendo, me mostró por la fuerza una mordida que Lana le dió por no dejarla salir para ver cómo estaba Lincoln, en la mañana tenía ojeras por no dormir.

-Así que por eso fue que Lola le puso maquillaje...

-Exacto, también se le escapó decirme que ayer cuando fueron al zoológico lo llevó lejos de todas durante todo el día, si no hubiera sido por Lily que lo alejó de ella no se habrían separado en todo el día.

-¿Y qué hizo Lucy cuando Lana se alejó?

-Lily me dijo que hablaron un par de segundos con Luan cerca de ellos.

-¿Y Luan no escuchó nada?

-Me dijo que le escuchó decir a Lincoln los nombres de unos peces y que Lucy lo corrigió y que además Lincoln le preguntó a Lucy por su novio o algo así.

-¿Tu hermana tiene novio?

-Nah ese era Charly, su amigo gay de la preparatoria, aunque me contó que su amigo es un chico gótico muy lindo.

-Eso me deja mucho más tranquila... Pero me duele lo que tu padre y yo tendremos que hacer por Lana. No sólo he hablado contigo; Luna, Leni y hasta Luan me dijeron lo mismo.

-Mamá, quiero que me eches la culpa a mí- las duras palabras de Lynn por primera vez le demostraron a su madre que ella también era capaz de madurar a su manera -si Lana quiere odiar a alguien prefiero que sea a mí y no a ustedes. Haré esto por mi hermana.

-No Lynn, no quiero mentiras...

-Pero quien te dijo todo esto fui yo, la que te habló de lo que Lola oculta de Lana fui yo, yo te dije que Lucy no tiene nada que ver con mi hermano y yo fui quien te dió toda esta información. No es un mero capricho, estoy dispuesta a afrontar mis responsabilidades como la hermana mayor de esas bobas.

-A veces me cuesta creer que tú y tus hermanas están creciendo, me sorprende lo mucho que maduran... Tú te estás convirtiendo en una hermosa persona... Y no quiero perderme ni un segundo de sus vidas... Por favor Lynn, dime ¿Esto es lo correcto?

-Si queremos salvar a Lana yo pienso que sí.

-Gracias por decirme todo esto Lynn- muy amablemente se despidió de su hija con un dulce beso en la frente, con tristeza se levantó  del suelo -¿Quieres que cierre la puerta al salir?- preguntó justo antes de irse.

-Eso sería grandioso mamá, pero no te preocupes en un segundo voy a mi cama- cuando Rita salió de la habitación de su hijo supo perfectamente que nadie a excepción de Lynn sabía que ella estaba por ahí, la puerta de la habitación compartida de Lucy se encontraba entre abierta, quería cerciorarse que Lucy no pensaba de esa forma así que con toda la sutileza posible entró al cuarto. Había un bulto negro siendo cubierto por las negras sábanas de la cama, la luz de una linterna se escapaba por las partes bajas de la misma -por favor Lucy ruego que no estés haciendo nada malo- pensó Rita justo antes de levantar la sábana descubriendo a Lucy quien muy hábilmente escondió algo debajo de su almohada, su madre observó sus resplandecientes ojos verdes temerosos del mundo que la había descubierto.

-¡¿Ma... Mamá?!- Lucy no parecía sorprendida, más bien un susto de muerte era el que se veía en su mirada.

-¿Qué es lo que estás escondiendo?- preguntó su madre resistiendo las ganas de buscar por la fuerza.

-¡Nada!- exclamó Lucy observando por todas partes como si buscara cómo escapar.

-Lucy, no quiero hacer una escena, tus hermanas están dormidas y creo que podemos resolver esto juntas, por favor, no quiero usar la fuerza así que muéstrame en este instante lo que ocultas señorita- Lucy había perdido, sabía que su madre la había visto, pensó que era Lynn por los hábiles pasos, apenas pudo reaccionar cuando sintió que movían su sábana y el terror de ver a su madre se hizo real cuando los ojos de quién más la amaba destellaban de ira ciega.

-Prometes que no le dirás a nadie.

-Depende de lo malo que sea... Pero si podemos mantenerlo entre tú y yo podría pensarlo, pero tienes que prometerme que me dirás toda la verdad.

-Está bien mamá, lo prometo- con la calma más triste del mundo levantó sus almohadas. Su madre esperaba encontrarse con una foto de Lincoln o con algún poema que hablase de los amores no correspondidos, algo que le diera el indicio de esos sentimientos incorrectos pero lo que vió parecía más una broma que una razón de regaño. Lucy sabía que ocultarlo de su madre ya no era posible así que decidió decirle toda la verdad: -a veces lo leo cuando no puedo dormir y como Lynn no estaba aproveché para hacerlo.

-¿Esto es una broma Lucy? ¿Tú? No lo creo, muéstrame de verdad lo que estabas haciendo.

-Mamá esto no es una broma, te estoy mostrando esto desde lo más profundo de mi oscuro y muerto corazón; yo, tu hija, leo... La princesa pony desde los siete.

-¿Cómo sé que dices la verdad?

-Está autografiado por el reverso de la pasta, si te fijas bien es pasta dura, fue caro y muy difícil de conseguir, es una edición limitada. Lisa y Lincoln son los únicos que sabían de esto.

-Así que esto es algo que compartes con tu hermano.

-No del todo ¿Recuerdas aquellas veces que el bobo tapaba el baño? Antes solía leerlo ahí y una noche él me sorprendió así que para proteger mi secreto lo arrojé al caño, él se echó la culpa por mí, me defendió y eso es algo que hasta el día de hoy lo agradezco. Por otro lado fue Lisa quién lo descubrió una vez que...

-¿Qué Lucy?

-Que ella me prendió fuego ¡Pero fue un accidente! Ella y Lori me llevaron rápido al hospital, solo fue una pequeña quemadura- Lucy bajó su pijama para mostrarle a su madre una horrible cicatriz que iba desde su cadera hasta casi una cuarta parte de su muslo izquierdo -creo que una cicatriz me da un toque peligroso, por eso ni tú o papá lo sabían.

-¡Dios mío, Lucy! Esto no es una simple herida ¡Fue de tercer grado! ¡Ay! ¡Voy a matar a tus hermanas mañana en la mañana!

-Tranquila ma, eso ya pasó. Pero como iba diciendo; ese día, cuando me quemé, Lisa también hizo trizas uno de mis libros más preciados. Aquella vez ella lo descubrió pero por culpa nunca se lo mencionó a nadie más.

-Aún después de que ella te hiciera esto... Tú decidiste no hacer nada que la podría meter en problemas.

-Creo que... Así es la hermandad ¿O no mamá?

-Supongo que sí... Por Dios Lucy, lo lamento tanto- justo antes de que Rita comenzara a llorar la pequeña Lucy se acogió bajo sus brazos para buscar su pequeña dosis de cariño.

-No te mortifiques mamá, sé por lo que estás pasando, créeme que yo también dudaría de mí con respecto a todo este asunto- madre e hija rieron tímidamente bajo la seguridad nocturna que las sombras les regalaban.

-¿Y qué fue lo que pasó con el pequeño Lincoln de peluche?

-Algo terrible mamá, mira- el pequeño peluche se encontraba encerrado en una caja, manchado por todas partes, el blanco de su cabello ahora era marrón y el anaranjado parecía ser un viejo gris oxidado.

-¿Por qué está así?

-Te dije que era un muñeco vudú, este pequeño se encuentra ligado al alma de mi hermano. Que se manche de esa manera quiere decir que su alma se encuentra en una encrucijada bastante maligna que incluso podría hacerle daño. Lo encerré en la caja, confinado a sólo estar en esta casa.

-Comprendo... ¿Y de dónde sacaste eso?

-Del libro de la bisabuela- Lucy buscó el libro justo por debajo del Linc encerrado. La página 45 tenía toda la información de los muñecos vudú y su relación con el mundo material -¿Lo ves? En el segundo párrafo habla de cómo mantenerlo en un lugar siempre y cuando sea seguro para él.

-¿Entonces puede estar "encerrado" en cualquier parte de la casa?- Rita era muy inteligente, las buenas madres suelen serlo. Estaba casi completamente convencida de que Lucy solamente estimaba a su hermano con un fuerte apego, pero si eso no significaba estar segura al 100% entonces no importaba.

-No veo porque no, siempre y cuando la caja se mantenga cerrada y nada malo le pase entonces el muñeco puede estar en cualquier lado, sólo que no salga de la casa, ni siquiera al patio.

-¿Y habría algún problema si me lo llevo?

-Si quieres llevártelo sólo ten en cuenta las precauciones que conllevan tenerlo- sin objetar, sentirse mal e incluso con un fuerte alivio le entregó la pequeña caja con el Lincoln de peluche directamente en sus manos -mantenlo encerrado, dale los buenos días todas las mañanas hasta que regrese y por favor que nadie ajeno a nuestra familia se le acerque. El libro no lo especifica pero dice que cosas terribles podrían pasar.

-¿No te sientes mal por darme el bonito muñeco que hiciste?

-No mamá, sé que puedo confiar en ti para que cuides de nosotros- no había razón alguna para hacerlo pero de todas formas sucedió; desde aquella fría y oscura habitación la dama del silencio se levantó el flequillo de su rostro para hablar seriamente con su madre -escucha mamá- dijo Lucy de pie frente a su progenitora -yo amo a mi hermano, no te mentiré, yo lo amo... Pero no de la forma asquerosa e inmoral como tú crees. Él es mi hermano favorito.

-Es tu único hermano.

-Y por eso es mi favorito- el tierno chiste de Lucy hizo que su madre bajase la guardia por un momento mientras prestaba completa atención a los verdes ojos de su hija -pero hablemos en serio mamá. Yo no podría ver a mi hermano de otra manera, él es mi mejor amigo, es el único que haría cualquier cosa por mí y mis hermanas y eso no lo cambiaría por nada. Sé que soy fan de las cosas oscuras y prohibidas pero tengo mis límites, jeje.

-Entiendo a lo que te refieres cariño- Rita se levantó con el pequeño amiguito de Lucy encerrado en su caja, besó la mejilla de su hija deseándole que tuviese una noche espeluznantemente linda -oh, antes de que lo olvide, todavía no puedes ver a Lincoln, aún sigues castigada.

-No pasa nada, te comprendo mamá, pero no creo que sea un castigo, han habido días completos en los que no lo he visto. Además, estoy segura que no he hecho nada malo.

-Tan madura como siempre cariño.

-Es sólo que sé que la única persona más importante en mi vida soy yo, sin mí no sería nada, el peor castigo para alguien como yo sería sonreír de manera hipócrita.

-Y por eso me aterra ver que estás creciendo, quisiera que siempre fueses mi pequeñita.

-Siempre seré tu hija mamá, mas mi vida debe de crecer, yo seguiré adelante porque esa es la única y mejor herencia que ustedes podrían darme- Lucy bostezó desganada del arduo día que estaba pronto a terminar -mamá, son las once y no quiero sonar grosera pero...

-Oh, es verdad cariño, descansa y sueña con ponys.

-Mamá... No le digas a nadie.

-Tranquila, tu secreto estará a salvo conmigo- Rita salió en completo silencio de la habitación con un mejor ánimo al de los últimos días. Congeniar con los hijos siempre es una de las tareas más difíciles que los padres tienen, estar con ellos de todas las maneras posibles es lo que cualquier padre sensato debería hacer y con esta noche Rita sintió que de verdad lo estaba haciendo.

-Es magnífico lo que usted hizo allá arriba- dijo Lontheith al aire recostado en el sofá.

-¿Nos estabas espiando?

-No, solo tengo buen oído y ustedes hablan muy fuerte.

-Espero que esto no sea ningún plan en conjunto entre tú y Lucy.

-Mi señora, no podría cometer tal acto de traición contra las personas que su hijo me hizo jurar que protegería hasta la muerte.

-Creo que me he vuelto loca en estos dos días.

-La locura siempre viene acompañada de imprudencias, usted es demasiado inteligente para caer en las trampas de su propio ser.

-Siempre que hablamos me terminas dando un sermón.

-No es solo eso. Lincoln me hizo jurar que protegería a su familia, a todos por igual.

-Y según tú ¿Quién crees que realmente siente algo tan...?

-¿Malo?

-Exacto... Algo así por mi hijo.

-Lucy tiene una conexión única con Lincoln, ambos son afines entre sí, sin embargo, la pequeña Lana se encuentra embriagada por su amor, tanto que no puede ver que el cariño de su hermano es de todas, no puede celar la verdadera naturaleza de su hijo que es cuidar de los suyos a pesar de lo difícil y atroz que podría ser.

-Mi cabeza me lo dice, mis hijas me lo dicen y ahora tú también... Supongo que mañana en la mañana tendré que tomar cartas en el asunto.

-Si lo hace nunca deje de lado su amor. El regaño de un padre será necesario siempre y cuando sea justificado; mi bella madre solía decir: "no importa lo malo que hayas sido, no basta que me entregues el mundo para agradecerme, mas si vuelves a faltar al respeto a nuestro hogar y a mí sólo tú sabrás cuánto vales". Ella me mostró que el amor de madre es el amor más bello y hermoso que incluso trasciende el tiempo mismo, puede que inclusive más que eso.

-Tu madre parecía ser una mujer muy sabia.

-Oh pero claro que lo era, ella... Era la mujer más increíble que jamás hubiese conocido... Por eso mi único deseo es verla una vez más, si la vida me permitiese decirle que su hijo sí logró lo que prometió, que sí hizo de su vida algo grandioso... Que sí pudo proteger las tierras que ella siempre amó y que siempre la amaré en mi propia jaula hecha de almas dónde lloro prisionero... Si pudiese verla una vez más...

-Estoy segura que te diría que te ama y que siempre sigas adelante siendo quien eres más no siendo quien deberías ser.

-Usted sí que es una única persona; tiene grandeza, fuerza, belleza e inteligencia. Gracias por subir mis ánimos.

-Es lo que mi hijo haría, me gusta pensar que los hijos son los que siempre nos enseñan a nosotros.

-Ojalá hubiese podido congeniar con usted en eso... Descanse señora mía, duerma y olvide que el mundo exista.

-Es más fácil decirlo que hacerlo.

-Haga esto: si usted bebe un poco de miel con menta diluidas con un toque de agua caliente mientras agradece de corazón por este magnífico día puedo jurar que dormirá sin problema alguno.

-Creo que no tengo menta.

-Agradezca que busqué un poco en el camino de hoy. Por favor, siéntese y en un momento le traigo un buen sorbo- en poco menos de diez minutos ahora había tres personas en la cocina discutiendo los frágiles problemas actuales del hogar mientras degustaban un té casero hecho por un viejo que trascendió el tiempo por orgullo pero que ahora ve el presente con amor.

-Y ese es el plan para mañana ¿Cierto?

-Exactamente Lynn.

-Yo tengo una objeción a mis señores- Lontheith se encontraba frente a los padres de Lincoln hablando en defensa de la pequeña Lana. Sabían que tenían que ponerle un alto además de asegurarse que Lucy no siente nada por su hermano, ni el más mínimo sentimiento indebido por él.

-¿Ahora qué quieres decir?- preguntó Rita hastiada del tema.

-¿De verdad es seguro que la pequeña viva una tragedia así siendo tan joven? ¿No creen que ella necesita de sus padres?

-Yo lo creo- dijo Lynn padre tratando de no alzar la voz -pero es justo por eso que necesitamos hacer esto por ambas. Aunque no lo parezca sé que mi pequeña Lucy es bastante sentimental, también sabía lo de sus ponys pero no sobre la quemadura... Yo... Preferiría que solo una de ellas necesitara ayuda. Si es Lana sería mejor.

-¿Porqué lo cree así?

-Como es más pequeña es más sencillo ayudarla.

-¿Habla de moldear su comportamiento?

-No exactamente, es más bien contextualizar su razón ética, en palabras más sencillas "hacerla entender que eso no está bien". Por otro lado Lucy es más perspicaz, es capaz de engañarnos pero también es más frágil sentimentalmente hablando. No estaría equivocado en creer que tal vez está planeando algo, pero mi corazón me dice que confíe en mi hija, que ella merece mi confianza, por eso puedo asegurar que mañana sabremos la verdad de todo esto.

-Si así cree que serán las cosas ruego porque tenga razón.

-Oye ¿Estás bien?- de la manera más tierna en que una madre podría consolar a su hijo; fue la mano de Rita con la que Lontheith fue tocado en la suya propia.

-Oh- Lontheith salió de una especie de trance melancólico cuando Rita le tocó la mano -lo lamento. Es sólo que es raro para mí estar con un padre que no grita y me insulta en cada oportunidad que tiene... Creo que de haber tenido un padre como usted entonces mi vida habría sido mucho más plena.

-Creo que te entiendo un poco- mencionó Lynn -mi padre solía pasar más tiempo con mi hermano... Y hasta el día de hoy gracias a él mi hermano y yo nunca tuvimos una buena relación.

-Parece que la historia de nuestra familia siempre se remonta a los padres ¿No cree?

-Y justo por eso no quiero cometer ese error con mis hijas... Y por eso quiero que me respondas con toda la verdad: ¿Tú crees que mi hijo tenga algo que ver en este tema?

-Supongo que ante ustedes no lo había mencionado pero de vez en cuando puedo comprender los sentimientos de vuestro hijo así como él puede con los míos.

-¿Eso quiere decir que tú puedes decirnos todo sobre él?

-No todo, hay cosas que no él es capaz de recordar y aunque algunas son algo perversas creo que están en el límite de lo permitido.

-¿Cómo sabemos que no nos mientes?- una fuerte pregunta de Lynn pues realmente aquel espectro no era completamente de fiar... O quizá si...

-¿Qué quisieren escuchar para creer en mi palabra?- ambos padres se pensaron más de cinco minutos preguntas relativamente fáciles que hasta Lily podría responder, a ninguno se le ocurría algo realmente incriminatorio hasta que Rita decidió irse por el camino más seguro.

-¿Alguna vez mi hijo ha intentado algo con alguna de sus hermanas?

-Intentar tener una relación... Supongo que no... Aunque una vez descubrió que su hermana Luan olvidó información suya en aquella ventana mágica de sus aposentos.

-¿Ventana mágica?

-Si, aquella que muestra cualquier cosa que le preguntes.

-¿Hablas de su computadora?

-¡Exacto! Justo a esa ventana me refiero.

-¿Y qué fue lo que vió de su hermana?

-Tal vez no debería deciros lo siguiente pero... Ella estaba desnuda en algunas posiciones y él se tomó un largo rato para apreciarla.

-¡Ese niño!- exclamó Lynn con gran furia, no podía creer que su hijo había visto de una manera tan asquerosa y depravada a su propia hermana, pero sabía que ahora podía llegar a una verdad tal vez más oscura e incluso a otra más esperanzadora -¿Y... Qué más hizo?

-Él se golpeó varias veces en la pared durante toda la noche, evitó ver a su hermana toda una semana y a día de hoy aunque a veces la recuerda él mismo se golpea para alejar esos iracundos pensamientos de su persona.

-¿Y nunca sintió nada por Luan?

-Sólo un muy pequeño interés por descubrir la desnudez de aquella dulce chica. Además de ello no, nada.

-¿Y cómo te podríamos creer? Dime algo que nos haga creerte.

-Aunque no le guste admitirlo a vuestro hijo le apasiona el cielo. A veces nos quedamos hablando por horas de las hermosas nubes que vuelan sobre nosotros, suele decirme sus nombres. Mis favoritas son las lenticulares y las Cirrus, él adora las llamadas Estratus y las Noctilucentes. Inclusive tiene un pequeño libro en su ventana donde guarda retratos de las mismas, por alguna razón las tiene bien ocultas y si me llevan a su ventana les aseguro que podría encontrar el apartado donde las guarda.

-Eso quiero verlo- Lynn, Rita y Lontheith fueron hasta el cuarto de Lincoln dónde Lynn ya se había retirado de ahí. Rita encendió la computadora y Lontheith le dijo dónde buscar, no tardaron mucho en encontrar fotos y fotos de nubes, una tras otra incluso con detalles interesantes sobre ellas.

-Wow- el rostro de Lynn se encendió de ternura al ver que su hijo escondía un hobby tan tierno para su edad -no creí que hiciera algo así.

-De hecho- interrumpió Lontheith -también hemos visto las estrellas, con ayuda de la pequeña alma que lleva en la muñeca buscamos sus nombres. Él me enseñó que las estrellas que tanto veía en vida están hechas de materiales, gases y luces que están lejos de mi comprensión... Así que si pudiese rogar algo por él, mi sucesor, sería que notasen los duros esfuerzos que todos hacen por esta familia. Yo estoy de acuerdo con que le hagan pasar a las pequeñas Lucy y Lana por la extraña prueba de mañana, sin embargo jamás olviden el amor que se supone deben de tener por su descendencia- Lontheith se estiró hasta soltar un enorme bostezo justo antes de regresar al sofá para dormir -uf, esto sí que es vida. Hace mucho tiempo que no sentía sueño o frío o incluso el calor del Sol. Cuando mueran extrañarán hasta la picazón con las que las plantas los irritan. Duerman bien y piensen en sus hijos- y tal y como llegó el espectro se fue a dormir.

-¿Podemos creer en él, Rita?- le preguntó Lynn viendo el álbum de nubes que Lincoln muy celosamente guardaba.

-Nuestro hijo cree en él, creo que con esto nosotros podemos confiar en que al menos no nos está mintiendo... Y con respecto a Luan...

-Tranquila, tarde o temprano le daría curiosidad ver a alguna de sus hermanas, al menos sólo las vió, creo que tanto Luan como él tienen la culpa por no tener cuidado con sus cosas, ya después revisaremos el teléfono de Luan para ver por qué tiene fotos de ella desnuda.

-Me da miedo que nuestros hijos hagan cosas a nuestras espaldas.

-Tarde o temprano lo harían. Sólo no hay que dejarlos solos amor.

-Pero Lynn ¿Qué se supone que hagamos?

-Mañana llevaremos a las niñas al psicólogo, roguemos porque solo sean nuestras tontas ideas paranoicas- en la cama de Lincoln descansaba tranquilamente una hermosa Lucy de peluche, era su viva imagen hecha de felpa. Lynn la tomó con mucha delicadeza, peinó sus pequeños cabellos de tela cuidando de ella sobre sus manos -¿Este es el vudú que Lucy hizo de sí misma para Lincoln?

-Si, él dijo que sólo la tendría en caso de que ella le hiciera algo, entonces también se lo regresaría.

-Bueno, si los dos tenemos a los muñecos entonces ninguno se podrá hacer nada ¿No?

-¿Entonces nos la llevamos?

-Claro, si no les afecta entonces no tiene nada de malo ¿Verdad?

-En realidad Lucy fue quien me dijo que me llevara al Lincoln de peluche solo que no me olvidara de mantenerlo encerrado, que le diera los buenos días todas las mañanas y que nadie que no fuera de la familia se le acercara.

-Tratemos de hacer lo mismo con esta pequeña.

-No creo que sea buena idea, Lucy dijo que eso era para anclar su alma aquí, si Lucy no lo necesita y funciona ¿No crees que le pase algo malo?

-Tienes razón Rita, pero de todas maneras nos la vamos a llevar.

-Muy bien Lynn... ¿Me prometes que estamos haciendo lo correcto?

-Es por el bien de nuestros hijos, por supuesto que hacemos lo correcto.

Con Lucy y Lincoln de peluche fuera del alcance de los auténticos sólo era cuestión de tiempo hasta que Lucy hiciera algo extraño, sin embargo esa noche ella durmió como una bebé, de hecho tuvo un lindo sueño:

-Oh... Vaya...- pensaba mientras aún dormía -Lincoln de gótico... Mis piernas tiemblan de sólo imaginarte de esta manera... Recuerdo que Lynn le tomó una foto hace años, vaya... Cuando regrese lo vestiré yo misma si es necesario...

Y sí, Lucy dormía en el mejor y más delicioso de los sueños, pero ¿Qué no eran los mismos muñecos los que cuidaban de los sueños? ¿Cómo es que podía dormir entonces? Retrocedamos unas horas antes de despertar el mismo día en que Lontheith se reencontró con su amor verdadero.

-¡Hola joven y hermosa Lucy! ¿Cómo está?

-Además de ver que algo maligno se llevaba el alma de mi hermano... Todo está bien.

-Os prometo que él estará bien, confíe en mí.

-No confío en ti, pero confío en él.

-Eso es mucho mejor... Pero mi querida Lucy me temo que debo daros una advertencia.

-¿De qué se trata?

-La pequeña de la muñeca me ha contado algo que no había pensado ¿Cree que los muñecos se encuentren bien?

-No... De seguro me los van a quitar... No lo había pensado.

-Y justo por eso le tengo una gran sorpresa. Cuando me vaya hoy en la mañana dejaré al lado del árbol una copia del pequeño Lincoln, Lucy se quedará en los aposentos de vuestro hermano. Pasé la noche en vela haciéndolos sólo en caso de emergencia, el Lincoln real estará en medio del ducto que usted solía utilizar para visitarlo en las penumbras de la oscuridad. No está lejos así que podrá alcanzarlo, le recomiendo que lo guarde en un lugar especial donde nadie lo pueda encontrar.

-Gracias... Ya sabes... Por ayudarme a... A estar con mi Linc.

-¡Oh! ¡Mi cruel damisela! ¿Acaso proclamó a Lincoln como suyo?

-¡No, yo!... No... Espera... ¿Sabes algo, Lontheith? ¡Sí! ¡SI LO HICE! Porque Lincoln es mío, él es mío y de nadie más, yo lo celaré del resto de mujeres que busquen su compañía, él es el único que ha hecho danzar a mi corazón en el reino espiritual y el mundo terrenal. No sabes cuánto espero para volver a verlo, pedirle que me acaricie la cabeza recostada en su pecho esperando que el sueño nos abrace en forma de un beso mutuo ¿Él es mío? No, él no le pertenece a nadie pero su amor, ese bello amor con el que me ha enamorado desde hace años, el mismo amor que trascendió centenares de épocas... Ese bello amor es mío, fue mío y siempre será mío... Así que sí Lontheith, Lincoln, su escencia y su amor son míos y sólo míos... Al menos hasta que nuestro amor sea sellado con un beso.

-Esa era la respuesta que quería oír... Y por eso quisiere daros un obsequio adelantado.

-¿Adelantado? ¿Adelantado a qué?

-¡¿A qué más podría ser?! ¡Un regalo de bodas!  Ahora por favor cierre los ojos y no piense en nada más que...

-Espera ¿Cómo llegaste a mis sueños?

-Soy un alma, puedo abandonar el cuerpo de vuestro hermano a voluntad durante las noches, así podemos hablar en sus sueños a la vista oculta de todos.

-Wow, te tengo envidia de la buena.

-Ya no más mi señora, ahora usted será la reina del silencio- (¡Slap!) Lucy recibió un fuerte golpe en la cabeza que la dejó viendo murciélagos sobre ella.

-¡Oye! ¡Eso me dolió! ¿Qué fue lo que me hiciste?

-Sólo le di la habilidad de esconder vuestros sentimientos. No importa si usted se encuentra enfurecida, horrorizada o inclusive extasiada, si usted quisiere su rostro y corazón no demorarán más que un simple rostro hábido de seriedad.

-Pero eso ya lo hago.

-Excepto cuando se trata de su amado.

-Mi... Mi amado- Lucy se retorció de emoción al pensar en Lincoln como "su amado".

-¡Ajá! A eso me refiero. Ahora podrá ocultar esas traviesas emociones dentro suyo.

-¿Y cómo sabré si funciona?

-Se tocará por detrás de la oreja derecha para inhibir sus emociones, si lo hace en la otra el hechizo se romperá.

-¿Así y ya?

-Si, pero tenga cuidado, sólo funciona cinco veces al día y así será hasta dos semanas después de lo que le hice. Por favor cuide los momentos cuando lo haga ¿De acuerdo?

-Gracias Lontheith, lo haré.





















-Pst, Lucy.

-Si... Murciélagos... De agua... Vamos cuatro.

-¡Lucy!

-¡Ah! ¿Lynn? ¿Qué pasa?

-Lo lamento mucho hermana...

-¿Qué...? ¡Oh, espera!- Lucy alcanzó a detener a su hermana justo antes de amordazarla con una cuerda y un suéter.

-No hermana, no me detendré, es por tu propio bien.

-No me refiero a eso. Los espíritus me dijeron que mis padres querían llevarme a algún sitio ¿O no? Si te pidieron que me lleves a la fuerza quiere decir que es serio pero si no te molesta quisiera ir por mi propia voluntad, no me gusta que me amarren.

-¿De verdad?

-Si, se los he dicho varias veces: yo no veo a Lincoln de esa manera así que cualquier prueba, test o estudio que me quieran hacer lo haré por voluntad, no tienen que obligarme- Lucy tuvo tiempo para estirarse, ir al baño (con Lynn detrás de ella), lavarse la cara, cepillarse el cabello y todavía escoger un lindo vestido negro con encajes violetas a los lados.

-Vaya que te arreglas niña- le dijo Lynn viéndola desde su propia cama.

-Siempre tengo que estar presentable. Sea a dónde sea que me quieran llevar no quiero que piensen que soy una asquerosa persona que no se puede ni bañar.

-Gracias por seguir siendo tú aún después de todo lo que han dicho de ti.

-Es normal que desconfíen de mí, pero quiero que se den cuenta que puedo con esto. Si algo aprendí de nuestro hermano fue a soportar, no importa si una calumnia o infamia azotan mi ser, si aguanto lo suficiente la verdad saldrá a la luz.

-Esa es mi hermana... Es decir... Esos son mis hermanos- y algo muy extraño sucedió bajo el techo de aquella casa, Lynn por primera vez en su vida golpeó a Lucy en el brazo con todas sus fuerzas, fue tanta presión sobre el brazo de Lucy que terminó tendida en el suelo sobándose el brazo.

-¿Pe... Pero por qué...?

-Eres toda una mujer, si eres capaz de aguantar toda mi fuerza para defenderte quiere decir que eres una gran persona ante mis ojos... Te pegué con toda mi fuerza porque... Este será el último golpe que recibas de mi parte. Ahora te admiro... Gracias por ser tan fuerte- Lucy se levantó en silencio, podía sentir cómo las lágrimas sobresalían asomándose lentamente por los laterales de sus ojos, tal vez hubiese llorado pero no por el golpe, no, eso no le dolió, lo que la hizo llorar fue que Lynn la reconociera como igual. Pese a saber lo que tenía que hacer se detuvo un momento para apreciar a su hermana.

-Gracias Lynn...

-Gracias a ti Lucy- tal vez se habría peleado con ella innumerables veces en el pasado pero nunca le había golpeado a puño limpio. Un leve meseo de caderas mientras cerraba su puño, con todas sus fuerzas le soltó el mismo golpe a Lynn justo en el brazo -nos vemos cuando regrese.

-Je, pegas como niña.

-Cállate.

-Por cierto, Lisa quiere que vayas a su habitación justo ahora.

-De acuerdo- Lucy salió desmesuradamente hacia la habitación de su hermana menor; la calma, el temple de acero, su fría mirada y sus duras pisadas eran solo unas cuantas expresiones que Lucy mostraba para engañar al mundo mismo. Cuando ella llegó a la habitación de su hermana sus padres también estaban ahí junto a Lisa y uno de sus experimentos.

-Hola cariño ¿Podrías sentarte por favor?- dijo su padre haciendo alusión a qué se sentara justo a un lado del extraño aparato. Lucy no opuso resistencia, recogió su cabello pasándolo muy cerca de su oreja derecha, después sostuvo su vestido por detrás de sus rodillas para sentarse de manera elegante como la señorita que era -Lucy- la voz de su padre temblaba de miedo, temía que sus sospechas fuesen reales, rogaba con todo su corazón que no fuera así -Lisa va a...

-A usar su máquina de mentiras conmigo ¿No?- Lisa misma asintió temiendo inclusive a su hermana -¿Todo bien, Lisa?

-No- respondió su hermana -hace rato Lana me pegó cuando mi código aseguró que sentía algo indebido por Lincoln... Lucy, por favor, sea lo que sea que sientas no te enfades conmigo- el temor de Lisa por daños físicos era genuino, Lucy sintió sus temblores añorando protección de su padre. Con toda la calma posible se levantó hacia su pequeña hermana, su padre estuvo a punto de detenerla pero justo antes la inhibida de sentimientos abrazó a su hermana.

-Tranquila Lis, si prometes que me ayudarás a encontrar algo que ni siquiera yo conozco no podría enfadarme contigo, sólo promete una cosa: si encuentras algo malo en mí ¿Prometes que me ayudarás?

-Lo prometo- Lucy no emitió ni una sola sonrisa o mueca de desagrado, incluso le preguntó a su hermana si usando un casco extraño era como se daría cuenta de sus mentiras, Lisa dijo que sí y de inmediato se lo puso.

-Adelante Lisa, interrogame y vayamos directo al grano.

















-¿Entonces estamos solas?

-Yep, Lola, el Lincoln raro, Lisa, tú y yo estamos solas.

-Oh cielos... ¿Y dónde está el Lincoln no Lincoln?

-Está hablando con Lisa, no se le despega desde que Linc se fue.

-¿Y no crees que...?

-No lo sé, no tengo ganas de seguirlo todo el día, tengo una vida.

-¿Y te la vas a pasar comiendo papas en la sala?

-Ajá.

-Pues me uno a ti- Lynn y Luna decidieron descansar. La problemática situación no ayudaba a nadie e inmiscuirse en ella sólo agravaría las cosas así que ¿Por qué no descansar un rato? Solas, sentadas en la sala viendo la televisión sin preocupaciones ¡Nada podría malir sal! ¿No?

-¡Oigan, chicas! ¡¿Quién quiere proyectarse en 3D?!- la irritante voz seseante de Lisa hizo el llamado a la extraña acción. Parecía que la desaparición de su hermano poco le importó, o era que tal vez ¿Tenía otros planes en mente?

-¿A qué te refieres pequeña?- le preguntó Luna con la boca repleta de papas.

-¡Admiren, yo, Lisa Marie Loud, he creado el más grandioso invento! Al menos el de hoy. Verán, creé un pequeño proyector cuántico que réplica las moléculas de un objeto muestra justo en una escala de 1:12.3, lo llamo ¡El primer paso!

-¿El primer paso a qué?

-¡A la teletransportación! Pese a sonar risible créanme mis consanguíneas féminas que de lograr alcanzar la teletransportación adecuada habré logrado la cúspide del control de la materia misma, entonces ¿Quién va primero?- ni Lynn o Luna querían participar en ello, sabían que si algo salía mal posiblemente perderían las cejas... Otra vez -vamos, no sean cobardes ¡Si sale bien les haré eso que siempre me están pidiendo!

-¡Hecho!- Lynn fue la que terminó aceptando, parecía mucho más cooperativa que de costumbre -todo sea por un auricular que resuelva exámenes jajaja..

-¡Buen día hermosas doncellas! ¡Sonreíd, que vuestra belleza no decrece si una linda sonrisa se esboza por su bello rostro!- desde la escalera venían bajando Lontheith con Lola sobre los hombros saludando a las demás -¿Qué las mantiene en ocupación en este hermoso día?

-Estamos apostando por ver en cuánto tiempo explota el experimento de Lisa, si se lleva a Lynn en el proceso es un extra.

-Apuesto diez a qué Luna termina sin cejas- Lola se divertía viajando sobre los hombros de Lontheith, sentía que en serio era una princesa viajando sobre un noble caballero.

-¡Sh, esperen brutas!- Lynn no quería ser interrumpida, vaya que en serio necesitaba ese plus para los exámenes -¿No tengo que hacer nada?

-Nop- Lisa colocó lo que parecía ser una extraña caja de metal muy pequeña, tanto que cabía en sus diminutas manos sin problema. Lo encendió con un botón y con un láser rojo lo hacían asemejarse a un scaner de supermercado -sólo necesito que no te muevas durante un minuto- Lynn dió media vuelta y caminó hasta detenerse a un lado del sofá.

-¿Por aquí estoy bien?- le preguntó.

-Afirmativo- respondió Lisa -ahora sólo espera a que lo ajuste en tres, dos...- tal vez fueran los gases nocivos que siempre respiraba, hay probabilidades de que fueran los artilugios extrañamente encontrados de procedencia dudosa con los que siempre suele jugar, pero a día de hoy Lisa jura que escuchó un retroceso, sintió una emoción ineluctable tan profunda que casi llora de la alegría, sentía calidez en su corazón y una tétrica sonrisa brilló en su pequeño rostro, todo eso se desató en su interior justo después de escuchar unas simples palabras:

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-Gracias Linc... Ahora, si mis cálculos son correctos... Deberíamos de observar una pequeña circunferencia en cinco... Cuatro... Tres... Dos...

-¿Estás segura de que funciona?

¡Y de la nada lo que parecía un pequeño portal del tamaño de una televisión de 45 pulgadas emergió frente a ellos!

-¡FUNCIONA! ¡LINKY FUNCIONA!

-¡FUNCIONA LISA!

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Eso era más que de otro mundo, aquella extraña ventana/portal/visión o fuera lo que fuera no era de este mundo o de ningún otro conocido. Justo un segundo después de haberse abierto se escucharon voces irreconocibles que retumbaron en los oídos de todos:

-¡FUNCIONA! ¡LINKY FUNCIONA!

-¡FUNCIONA LISA!

Pero lo que nadie sabía era: ¿Qué cosa con exactitud está funcionando?

-Lisa, tal vez no sea una genio pero no creo que eso se parezca a una "teletransportación" ¿No crees?- cualquier cosa que eso fuera había de temerle, en señal de peligro todos decidieron retroceder, todas excepto uno:

-¿Qué clase de brujería es esta?- Lontheith fue el único que trató de acercarse, nunca había visto nada igual e infirió que si las demás también le temían quería decir que tampoco lo conocían -buena Lisa ¿Qué es lo que sucede? Estoy seguro que vuestro genio puede explicar tan extraña aparición.

-Yo... No sé... Eso no es mío...

-¡LISA, TODOS, CUIDADO!- ahora en la casa ya había rastros de Lupa por doquier y su voz se hizo presente justo en el reloj del techo de la sala, rápidamente alertó a todos sobre el extraño fenómeno del que eran testigos -¡Esa cosa tiene la misma firma de la otra vez! ¡Del día que le pusiste ese casco a Lincoln! ¡No se acerquen!

-¡Tonterías!- una voz grave y profunda retosó desde las escaleras, no sabían que Lincoln podía hablar de esa manera, ahora parecía más "hombre" que antes. Lontheith las hizo prestarle atención en un santiamén -recuerdo aquella vez, durante ese tiempo el alma de Lincoln se perdió, él me dijo que las protegiese de cualquiera, conocido o desconocido.

-¡Aguarda!- naturalmente el lanzarse hacia la aventura era parte de la sangre Loud, sin embargo esto superaba los estándares de "raro" para ellos. Lisa intentó detenerlo pero Lontheith la detuvo con el más delicado toque de todos.

-No os tema mi hermosa Lish... No, Lisa, disculpe mi atroz error... Pero Lincoln me hizo jurar que las protegería, a todas por igual. Si no me arriesgo no habré cumplido mi promesa y eso es algo que jamás me podría perdonar- estaba decidido, se inclinó sólo un poco hasta estar cara a cara con aquella extraña luz cúbica -os ruego que retroceda, usted y las demás cuiden mis espaldas. No podré cuidaros si algo me atrapa- Lisa estuvo a un suspiro de detenerlo, estiró su mano tratando de alcanzarlo pero su curiosidad fue mayor y dejó que Lontheith descubriese qué era lo que ahí había:

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Del otro lado de aquella aparición fue más un juego de misterio a una atroz pesadilla de terror, Lontheith se vió ¿A sí mismo cuando era joven? ¡No, nada de eso! Ese delgado y triste hombre no era nadie más que su descendiente y discípulo Lincoln en una edad mucho más adelantada a la actual, pero ¿Qué tal si de verdad era Lincoln y no sólo un usurpador como él? Sólo tenía una forma de averiguarlo:

-¡Sonríe! ¡Que el perfecto odio pierde su belleza si aflora todas las mañanas! ¡Pues el camino es a dónde yo voy!- le dijo al hombre que a leguas se notaba que sufría desde lo más recóndito de su dolor.

-¿Tú quien eres?- era extraño, Lontheith no esperaba verse a sí mismo justo frente a él y mucho menos alguien que le hablase como iguales que no fuera de los suyos.

-¡Silencio! ¡Eres muy grosero!- contestó el arrogante Lontheith ante el otro Lincoln.

-No mi amigo tú eres el grosero así que responde, venimos en son de paz- afortunadamente una hermosa señorita logró dar serenidad a ambos pero la reacción de Lontheith no fue la esperada... Pues... Lloró...

-Ma... ¿Madre?

-¡¿Madre?!

-Si me permite haceros una pregunta: ¿Cuál  ha de ser vuestro nombre en estas épocas?

-Lisa... Lisa Mary Loud.

-Entonces no es mi madre Lish... No, no lo es...- si, no importaba dónde la buscase... Su madre se había ido... Sin embargo aquella hermosa doncella de piel de durazno, ojos brillantes y sobre todo de sonrisa apaballante era pues, la verdadera imagen de su madre traída a la vida, ella conmovió no al rey sino al hombre que alguna vez por culpa de su padre lo perdió todo -Pero... ¿Puedo daros un agradecimiento? Usted es la viva imagen de la mujer que más he amado en vida.

-Puedes si después respondes a mis preguntas.

-¡Lo haré! ¡Lo haré!- gritó casi llorando de la emoción cuando ella lo miró a los ojos.

-Entonces adelante pequeño.

-¡Lo hice! ¡Confomré un reino pleno! ¡Pasé semanas luchando en soledad y salí victorioso! Hice de nuestro hogar el lugar más perfecto para nuestra gente y como me lo mostró (sniff) nunca me arrodillé ante ningún rival, incluso toda Europa fue testigo de mi pose triunfal, trabajé para ser el mejor... ¡El verdadero rey! Comprendí el valor de vuestros súbditos (sniff) me ha tocado representar a toda la descendencia... Y juro... Que todos se arrodillaron ante su majestad que vuestra gran sabiduría crío e hizo a su gran y basto ideal... Yo (sniff) yo (sniff) logré ser quien grabó su nombre en la historia ¡Porque usted me lo ha enseñado! ¡UN REY NO DUDARÁ NI TAMPOCO CEDERÁ JAMÁS CONTRA UN RIVAL PUES SOLO A SU PUEBLO HA DE PROTEGER!... Gracias... Gracias... Mamá...

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Desafortunadamente el reencuentro fue interrumpido cuando Lynn trajo a Lontheith de vuelta a la realidad, a su realidad.

-¡NO SUELTENME, DEJENME IR CON MI MAMÁ!- no, esta vez no era un terco rey el que gritaba desdeñado de ira; aquel era un triste hijo rogando por ver a su madre una vez más, sus gritos no eran insultos llenos de ira, no, esos eran ruegos destrozados de inmaculada pena -¡POR FAVOR, NO! ¡DEJENME VOLVER! ¡DEJEN QUE REGRESE CON MI MAMÁ! ¡MAMÁ, MAMÁ POR FAVOR! ¡MAMI NO TE VAYAS! ¡SÉ QUE SIEMPRE ME PEDISTEIS QUE NO TE LLAMASE ASÍ EN VOZ ALTA PORQUE YA ERA MAYOR! ¡PERO AL DIABLO, MAMI, MAMITA POR FAVOR NO ME DEJES, NO ME DEJES MAMÁ...! Mamá... Por favor... Vuelve... Mamá... Te extraño mamá... Por favor... No me dejes- los tristes canticos de Lontheith destrozaron los corazones de las chicas más frías y rudas de la casa Loud, su voz dejó de ser ronca capaz de mover el viento a un aullido de melancolía, el dolor era palpable al tacto tanto que la piel de gallina se les puso a todas, sus lágrimas causaban un terrible rechinido en el corazón... Pero sobretodo... Ellas se dieron cuenta de la realidad más dolorosa de todas: una madre es un regalo, una madre es una confidente...

Y...

También...

Una madre...

No es eterna...

Desde la terca y fría Lisa hasta la orgullosa y testaruda de Lola acompañadas de la fuerte e imparable Lynn cobijaron en un triste abrazo al pobre niño que lloraba por ver a su mamá un segundo más.

-Ya... Ya... Llora Lontheith, llorar está bien... Sé que sea donde sea que esté tu mamá ella está orgullosa de ti... Y si me lo permites deja cantarte algo, Linc me lo mostró la primera vez que... Que él soñó con ustedes:

Oh do òran, òran maighdeann
(Oh tu canción, canción de doncella)
itealaich thairis air a 'ghrian mòr
(Vuela sobre el sol radiante)
agus an saighdear anns a' chrìoch fad às
(Y al soldado en la frontera lejana)
thoir dha fàilte Katyusha
(Llévale el saludo de Katyusha)

Y así, la nueva vereda del destino volvía a un alma más humana y a un vivo un condenado.

Nos vemos en el siguiente capítulo: y

Apariciones, juguemos a ser novios.

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