Inupi; Capítulo 13.
Inupi estaba muy equivocado al creer que su hermana mayor tendría piedad de él. Akane estaba decidida a desenmascararlo enfrente de Kokonoi, y no le importaba su integridad tanto física como mental. Por un lado, tenía claro que lo golpearían por mentiroso y luego perdería a un amigo para siempre. ¿Era tarde para arrepentirse? Deseaba poder regresar el tiempo y presentarse ante Koko como el omega que era.
Había estado dando vueltas toda la tarde. Desde el anuncio de su hermana, estaba neurótico y ansioso. Le llamó más veces de las que recordaba, pero el celular estuvo apagado todo el tiempo, hasta que finalmente le respondió, era tarde. Tuvieron una larga discusión sobre la moral y la sinceridad, sin embargo, ella aceptó que debían hablar primero y buscar opciones en privado. De momento estaba aliviado.
Lo que, ni en mil años imaginó, era que su hermana, su única, hermosa, querida y dichosa hermana, llevaría al objeto de su inestabilidad mental: Hajime Kokonoi. Inupi sintió que el mundo se le venía abajo.
El alfa, porque definitivamente era un alfa, era un poco más bajo que él, el cabello largo y negro, un traje costoso como referencia de la buena vida de la que hablaban en el juego. Una entrañable mezcla de confort, miedo y excitación le recorrió de pie a cabeza, dejándolo anonadado. Inui Seishu aspiró profundo y llenó sus pulmones por completo del olor picante del chico; era su perdición. Deseaba poder acercarse y hundir su nariz en el cuello de Koko, su omega se lo exigía.
—Hola, yo soy... —empezó Koko, tan educado.
Inupi no lo dejó terminar, terminó la frase en automático.
—Koko.
El alfa tuvo un tierno momento de confusión: sus cejas se arrugaron y sus ojos gatunos se entrecerraron para luego abrirse con algo parecido a la sorpresa. Al contrario de Inupi que puso una completa expresión de pánico, ¿qué diablos estaba haciendo? No esperó que el alfa le respondiera, tampoco dejó que su aroma delatara su identidad, se dio media vuelta y se marchó de regreso a la habitación, dejando atrás a un Kokonoi muy confundido y a una Akane muy molesta por su cobardía.
Ya en la habitación, su lugar seguro, se apoyó en la puerta y se dejó caer en la superficie, con las rodillas flexionadas, muy cerca de su pecho y las manos en cada lado de su cabeza. Tenía muchas ganas de llorar. No imaginó su primer encuentro con Kokonoi de esa forma, para ser sincero, jamás imaginó que lo vería en persona.
—Seishu, abre la puerta. Tenemos que hablar —La voz de Akane era suave y un tanto preocupada. Debería estarlo después de lo que hizo—, Koko ya se fue, lo prometo.
A Inupi no le consolaba que Koko ya no estuviera allí. Tenía sentimientos confusos con respecto a lo que ocurría. No quería abrirle la puerta a su hermana, sentía que le había traicionado, pero ella siguió insistiendo hasta que él se levantó y giró el pomo sin ganas; se hizo a un lado para que ella entrara, debía confrontarla.
—¿Por qué lo trajiste?
—Pensé que, si lo conocías y él a ti, podrían gustarse mutuamente y confesarle que eres tú con quién había estado jugando.
Inupi negó, consternado, mirando a su hermana con una clara mueca de fastidio.
—¡Es la idea más tonta que he oído! ¡¿En serio crees qué le gustare?! ¡Va a odiarme! —gritó frustrado, yendo a su cama para meterse en las mantas y muy cobardemente huir de todos sus problemas e inseguridades.
—Koko no parece ese tipo de chico, ¿no lo viste? —preguntó Akane, sentándose a su lado. Una mano tanteó sobre la sábana en busca de la cabeza hueca de Inupi—. Se ve un poco estirado y fino, tal vez intimidante, pero no agresivo y malo. Fue muy amable conmigo en el trabajo.
—No ayudas, Akane. El cree que eres tú la que juega con él, es obvio que será bueno contigo —dijo Inupi, sin creer del todo lo que ella le decía—. ¿Crees qué podrías dejar pasar mi mentira? ¿Hacer como si nada? Por favor, Akane, no seas ilusa. No quiero que Koko se entere nunca.
—No funciona de esa manera, Inupi, te doy una semana para que le confieses la verdad o lo haré yo; en especial porque seré yo la que deba pasar tiempo con él en el trabajo y no quiero que se ilusione, o peor, se dé cuenta de la verdad por su cuenta.
—¡Es muy pronto! No podré acercarme a Koko en menos de una semana.
—Es lo necesario, tú empezaste este lío y tú lo arreglas —señaló ella con confianza, inclinándose para dejar un beso en la frente de su torpe hermano—. Ahora descansa, ha sido un día agotador y tienes mucho en lo que meditar.
—Lamento amargarte tu primer día en esa empresa.
—Son gajes del oficio, es lo que gano por ser tu hermana mayor y consentirte mucho.
—¡Oye!
Akane soltó una risa divertida y luego se levantó para irse. Inupi se quedó en cama un poco inquieto, dando vueltas y mirando la hora en su móvil, como si esperara algo.
Y en realidad si lo hacía. Calculó cuánto tiempo se tomaría Koko de ir de un apartamento al otro, y cuánto tardaría en conectarse al juego, si era que lo hacía esa noche. Se levantó de la cama y fue directamente al computador y aun sabiendo el lío en el que se estaba, abrió el juego y esperó paciente a que Koko se conectara también.
Cosa que ocurrió aproximadamente diez minutos después.
#RedQueen
¡Koko!
Visto.
#KokoMoney
¿Akane?
Hace un momento.
Inupi suspiró, aliviado, cuando Koko le respondió, pero levantó una ceja al ver los signos de pregunta, como si no estuviera seguro de quién estaba tras la pantalla, ¿seguro que su hermana no había dicho nada?
#RedQueen
¿Quién más, idiota?
Visto.
Avergonzado, así debería sentirse el omega por seguir con la mentira. Pero, tenía tiempo para pensar en la confesión, si hubiera una, claro.
#KokoMoney
Con lo extraña que estuviste hoy, me extraña que me escribas, ¿hay algo que debería saber, Inui Akane?
Hace un momento.
#RedQueen
¿Qué opinas de las mentiras?
Visto.
#KokoMoney
No las tolero y más cuando son de personas que considero amigos.
Hace un momento.
#RedQueen
No te mentiría, Koko.
Visto.
#KokoMoney
Confío en ti, Akane y atribuyo tu actitud a la sorpresa por el encuentro. De todos modos, no fue tan malo, por fin pude conocer a tu hermano omega. Su olor es muy agradable y su color de cabello es parecido al tuyo, es lindo.
Hace un momento.
Si Inupi no hubiese estado sentado, probablemente se hubiese caído de la impresión. Koko lo estaba halagando a él, no a su hermana. Sus mejillas se tiñeron de un rosa intenso, incapaz de detener los incesantes latidos de su corazón.
#RedQueen
¿En serio crees qué es lindo? ¿no estás bromeando?
Visto.
#KokoMoney
Voy a creer que estás celosa con estas preguntas.
Cuéntame más de él, Akane. No quiero que se espante la próxima vez que nos veamos.
Hace un momento.
Inupi no sabía qué decir de sí mismo, pero se las arregló para que el resto de la noche Kokonoi lo conociera más, siendo por primera vez sincero sobre su identidad. Le dijo que él era un omega introvertido, trabajaba desde casa y algunos de sus gustos. Obvio por supuesto, que era muy inseguro y le daba ansiedad salir.
Kokonoi estuvo muy interesado en el tema, hasta que finalmente aprovecharon el resto de las horas para jugar y distraerse de las cosas extrañas de su día, quizá si fingían que nada estaba pasando, nada podría hacerlos dudar sobre él.
De todas formas, Inupi tendría una larga tarea esa semana, debía en las que incluía: convencer a Akane de no decir la verga y hacerse amigo de Koko. Su cuerpo se llenaba de calidez al pensar que podía lograr todo lo que se proponía.
Buenas noches.
¿Me creen si les digo que en cinco capítulos más podría acabar la edición?
Es el plan. Desde el 18 hasta el último capítulo mi narración es decente y ya no siento pena ajena, sin embargo, todavía toca cambiar guiones en algunos capítulos y párrafos que se repiten o errores de dedo.
Gracias por leerme.
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