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Jake soltó un suspiro y guardó su celular en su bolsillo, tenía práctica de natación y no tenía muchas ganas de ir. Se encontraba en lucha contra el impulso de irse a su piso y refugiarse en su habitación.

No había sido el mejor de sus días, tenía mucha tarea, una exposición pendiente y un trabajo grupal, sumándole al hecho de su fallido intento de coqueteo con Heeseung.

Un peso en su hombro lo hizo tambalearse ligeramente. Menta y eucalipto, conocía ese aroma así que no se molestó en voltear a verle la cara al alfa.

—¿Qué quieres, Sunghoon?—preguntó poniéndose la mochila en el hombro.

—Veo que no estás de muy buen humor—contesto palmeando el hombro de Shim.

—Mmm.

—Dejame adivinar, ¿Heeseung?

Jake hizo un mohín dándole a entender que sus suposición era correcta. Sunghoon abrazó por los hombros a Jake y caminó a su lado.

—Sabes, la vida es muy corta como para estar enfocarse en una sola persona. Hay más peces en el mar, digo.

El alfa menor lo miró con un gesto de incredulidad y rió sin gracia.

—Tu, ¿Queriendo darme consejos de amor?—dijo—Es gracioso viniendo de alguien que cambia de omega a la semana.

—Y eso me ha hecho convertirme en un experto, créeme, mientras más pruebes tienes más experiencia. Eso es lo importante.

—Si, bueno. Yo paso.

—¿En serio quieres seguir detrás de alguien que solamente te ve como un amigo?—cuestionó Sunghoon deteniendo el caminar del castaño—Hermano, ¿Te haz visto al espejo? Tienes el potencial, puedes voltear al alfa que quieras en cuestión de segundos.

El menor quitó la mirada de Sunghoon por unos momentos, observando a lo lejos una conocida cabellera junto al aroma que le robaba el aliento.

Petricor y gardenias.

Su mente pareció bloquearse y su lobo interior se escondió bajando las orejas. Desilusión, eso sintió cuando recordó el mensaje de quién estaba enamorado contestar que estaría ocupado como para ir a verle, pero él parecía a gusto hacerlo por alguien más.

Amaba verle sonreír. Ese día raramente sintió tristeza al no ser el autor de esta.

—Si, pero no a él.

Sunghoon se dió cuenta del estado de su mejor amigo y sacudió sus hombros tratando de sacarlo de aquel mar de pensamientos negativos.

—Puedo ayudarte con eso.

—¿De..verdad?—cuestionó con duda y Sunghoon asintió.

—Tu solo déjamelo a mi, soy un experto en esto.

Jake soltó una pequeña carcajada y creyendo en las palabras de Sunghoon asintió confiado.

—Ahora que te veo un poco más calmado, puedo irme más tranquilo.

—¿Vas a algún lado? Puede acompañarme a la práctica hoy.

Sunghoon negó con una media sonrisa.

—Le prometí a Jay ayudarlo con el outfit de su cita, ya sabes su pésimo gusto—comentó recordando que si no iba a socorrer a su amigo, el alfa iría con lo primero que se encontrará en su clóset.

Jake asintió dándole la razón despidiéndose de Park.

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El sonido del silbato dió por finalizada a la práctica del club. Todos salieron de la piscina de camino a los vestidores.

—Jake—llamaron detrás de él. Era Jungwon quien se encontraba ya vestido junto a Sunoo.

—Heeseung me pidió que te entregara tu pedido—le entregó la caja.

—Gracias por tomarte las molestias, aquí tienes—respondió entregándole el dinero.

—Gracias a ti—dijo el omega saliendo del lugar que en su mayoría eran alfas.

Jake se adentró a un cubículo y una vez ya vestido salió del lugar. Decidió entrar a sus chats confirmándole a Heeseung que recibió su pedido, una vez más le contesto con un pulgar arriba.

Un puchero se instaló en sus labios y encogiéndose de hombros suspiró. Tampoco esperaba mucho. Antes de hundirse en su pequeña burbuja de negatividad un mensaje desconocido llamó su atención.

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