Tres
|Before chaos|
Luhan no era alguien que pudiera concentrarse en hacer sola una cosa por un largo tiempo, era la clase de persona que comenzaba algo con emoción y después de un rato haciendo lo mismo se le ocurría algo nuevo por hacer y dejaba lo anterior. Su mente era tan dispersa que un segundo podía estar leyendo un libro y al segundo siguiente estar caminando a mitad de la noche en pijama porque quería una dona.
Por todo aquello estaba sorprendido consigo mismo por llevar tanto tiempo sentado junto Sehun sin aburrirse a pesar de que el único ruido que había en toda la casa era el del alto tecleando con agilidad en su portátil.
Desde hacía un mes, que era el tiempo que llevaban de casados, Luhan había descubierto con asombro que estando cerca de Sehun nunca se aburría, no importaba que ambos estuvieran en silencio durante horas, el bajito encontraba aquello fascinante.
— ¿No estás aburrido? Llevas como dos horas sentado aquí en silencio —Sehun preguntó sin apartar la mirada de su computador ni un segundo, cosa que hizo sonreír a Luhan.
El alto siempre estaba pendiente de su entorno a pesar de que pareciese que no prestaba atención a nada que no fuera él mismo.
—Me gusta ver cómo escribes tan rápido en el teclado, tienes la agilidad de un pianista —Luhan vio como Sehun sonreía un poco ahora escribiendo más lento.
Siempre que ambos hablaban Sehun hacia aquello, dejaba de lado lo que tenía que hacer o prestaba menos atención a eso para escuchar todo lo que Luhan tenía por decir, quizá por ello le gustaba estará tanto con el menor, sus padres nunca lo escuchaban con atención cuando hablaba, los empleados de la compañía solo fingían escucharlo y lo miraban con miedo en las juntas, las únicas personas que siempre escuchaban su parloteo solían ser sus abuelos, pero ahora era distinto, ahora Sehun se había sumado a esa corta lista de tres personas que prestaban atención a cada una de sus palabras por más tontas que estas fueran.
—Sé tocar el piano, mi madre quería que su hijo miedoso y chillón tuviera aunque sea una cualidad buena para poder presumir en las reuniones así que aprendí.
—No te ofendas por esto pero cada que me hablas de tu madre siento que es detestable, mimada y presuntuosa —Sehun río estrepitosamente sorprendiendo a Luhan que esperaba que lo reprimiera por decir todo aquello de su madre.
El alto cerró el portátil y lo dejo sobre la mesa para mirar a Luhan con una sonrisa de medio lado.
—Supongo que en realidad ella es así, pero no la culpo, mi abuelo la crío el solo y le dio todo lo que quería, cada tontería que pedía se la daba, pero luego se embarazo de un bastardo que se fue en cuanto lo supo, mi madre nunca gozó de buena reputación entre los ricos estirados esos más que nada porque no tenía una figura materna y era una rebelde sin causa, pero cuando yo nací se dio cuenta de que no quería lo mismo para mí, por eso se empeñaba tanto en presumir mis cualidades, para que nadie hablara mal de mí, no funcionó claramente, todos me llamaban "El bastardito de Sujin", pero por lo menos lo intento, digo, no fue la forma más normal de demostrar que me quería pero me llegó el mensaje, así que está bien para mí —Luhan frunció el seño por la notable despreocupación de Sehun ante eso.
—Eres bastante conformista —Sehun negó pasando su brazo por los hombros de Lujan para atraerlo hacia él.
—Tenía a Chanyeol y a Choi que siempre estaban conmigo en mis peores momentos, aunque Chanyeol me llamaba bastardito cuando éramos pequeños, pero tú sabes, los niños son como pericos pero más tontos, repiten todo lo que sus padres dicen.
El mayor se quedó a silencio recargado en el hombro del alto imaginando al pequeño Sehun esforzándose en tocar el piano en reuniones o fiestas para ser aceptado en aquel círculo de ricos.
Aquella imagen le parecía tan encantadora como triste, pero no había mucho que pudiera hacer respecto a eso, no es como si pudiera volver al pasado para abrazar al bebé Sehun y decirle que merece más afecto que el qué recibía y que no debía demostrarle nada nadie, pero no había máquina del tiempo.
Solo le quedaba estar ahí, en ese momento, simplemente tenía que estar ahí.
Hacía algunos meses no se hubiese preocupado por nadie más que no fuese el mismo, pero justo ahora que una parte suya había tomado cariño por el menor esperaba que ese momento no sé acabará nunca, ojalá pudiera pasar la eternidad sentado junto a Oh Sehun escuchando su corazón latir con tranquilidad sin preocuparse por salir y demostrar que eran capaces de mantener dos empresas a flote, no quería demostrar nada más, solo quería que el tiempo se quebrara en ese instante y que su burbuja fuera eterna.
Eran dos extraños que crecieron en un mundo de ricos dónde los hijos no son más que un adorno de los padres, dos personas solitarias que se conformaban con migajas de quienes se supone que debían amarlos incondicionalmente.
Solo dos solitarios que se encontraron cuando necesitaban un refugio.
—Sehun.
—Luhan.
—Creo que te quiero —Silencio.
Ambos se quedaron callados durante cinco largos segundos después de la confesión de Luhan, contrario a lo que Luhan imagino que pasaría, el ambiente no se torno incómodo ni pesado, seguía siendo calando y tranquilo.
Cerró los ojos con calma disfrutando del sonido de la respiración del alto.
La mano de Sehun en su barbilla lo hizo mirarle a la cara solo para notar que mantenía un rostro calmado e indescifrable que Luhan había comenzado a pensar que era único y completamente atractivo.
—Me gustas —Las palabras de Sehun hicieron que su pecho se sintiera cálido y sus manos comenzarán a temblar por los nervios.
Sus labios se encontraron en menos de un pestañear, el beso comenzó suave, un choque de labios con algo de presión, no era la clase de beso que decía te quiero, o te deseo, era la clase de contacto que te dice "Aquí estoy" cuando piensas que avanzas solo, la clase de roce que se siente como aire en un día soleado implorando solo ser disfrutado, no analizado.
El movimiento de sus bocas fue tan lento como si ambos quisiera saborear los sentimientos del contrario, como si buscarán alguna señal de mentira en sus palabras y al no encontrar nada que les advirtiera del peligro, el beso se intensificó.
La lengua de Sehun se abrió paso a su boca explorando por completo su cavidad, Luhan movió su lengua con timidez provocando que ambas se enredaran y comenzarán una danza lenta pero precisa, Sehun tenía un sabor dulce y suave como un bombón que lo hacía sentir en el cielo, pero luego estaba su lengua, moviéndose con tal eficacia y sensualidad que se sentía en el mismo infierno, eran tantas cosas juntas, tantas emociones, sensaciones y sabores que cuando la mano de Sehun lo atrajo más no pudo evitar soltar un gemido que llevaba reprimiendo desde hacía unos segundo.
Se separaron por la mera necesidad de aire, sus ojos se encontraron, Sehun tenía una mirada oscura y su rostro sereno y serio ahora tenía una expresión dura e indescifrable.
La mano del alto bajo despacio por su espalda pero justo antes de bajar a sus nalgas se detuvo, esa era su forma de decirle a Luhan que si se iba a detener lo dijera de una vez, que si no le correspondía podía irse y evitar que ambos salieran heridos, pero Luhan que nunca estaba seguro de nada ahora estaba completamente seguro de que quería a Sehun, quizá no podían darse la libertad de tener una relación normal, ni siquiera se conocieron en una situación normal, pero en verdad, en verdad, lo quería.
Quería a Oh Sehun y estaba dispuesto a arriesgarse por él.
Ojalá ese momento fuera eterno.
|During chaos|
—Entonces ¿Apartamento de soltero o se arrepintieron, se dieron cuenta que se amaban y van a tener un hijo? —Si hubiese tenido a Chanyeol de frente cuando le dijo eso sin duda lo hubiera golpeado, lástima que era una llamada.
Ya se las cobraría luego.
—Se fue, y por fin el apartamento no apesta a brisa marina —El mayor río del otro lado de la línea para después ser callado por quién parecía ser Baekhyun diciéndole algo de estar viendo su programa.
—A veces yo también quisiera irme —Sehun río cuando escucho un golpe seguido de un quejido de Chanyeol mientras pedía disculpas.
—Es diferente, ustedes están juntos porque se quieren o alguna mierda así, Luhan y yo solo estábamos juntos por dinero.
—Entiendo entiendo pero, sabes, pensé que su extraño matrimonio saldría adelante alguna forma, tu entiendes, sin quererse matar todos los días.
Sehun entro en el auto que ya lo estaba esperando para ir al centro de beneficencia dónde se llevaría a cabo un evento de caridad al que estaba obligado a ir.
—Pues no funcionó y voy a colgar antes de que me enoje contigo porque por tu culpa me case con Luhan —El chófer lo saludo y comenzó su trayecto directo al departamento de su pesadilla de linda cara — Sabes que, ya es demasiado tarde, voy a matarte en cuanto te vuelva a ver.
Colgó sin dejar que Chanyeol se quejara o pusiera cualquier excusa.
Llegaron al complejo de apartamento de Luhan más rápido de lo que hubiese querido, desde que el tipo se había ido hacia un mes no lo había vuelto a ver y todo estaba yendo a viento de popa.
Había cambiado las sábanas negras a unas blancas que siempre lucían limpias, dejaba los zapatos en la puerta como a él se le daba la gana sin miedo a empezar una pelea por no acomodarlos bien, y lo mejor, había quitado esa foto de bodas que colgaba de la pared y la escondió en el estante más alto de su armario, todo estaba yendo tan bien, hasta que recordó el maldito evento de beneficencia al que tenía que ir junto con Luhan para evitar rumores de engaños o separaciones antes de que se divorciaran oficialmente.
—Buena tarde joven Luhan —Luhan entro al auto en silencio enfundado en un traje negro y con su cabello ahora negro bien peinado.
Fue extraño volver a verlo después de un mes sin hablarse y tratando de olvidar que él existía y que ambos tuvieron algo que ver, pero ahora estaba ahí, luciendo igual que el día que lo vio por primera vez, solo que se veía más maduro que cuando tenía veintidós.
Verlo sentarse a su lado sin hablar y sin mirarlo fue extraño, no sabría decir si fue bueno o malo, fue simplemente extraño, en tan solo un par de meses serían ex esposos y esa escena nunca se volvería a repetir.
— ¡Sehun! —Solo cuando Luhan agitó su mano frente a él volvió a la realidad, habían llegado por fin al evento y tenían que bajar de una vez.
—No olvides sonreír —Le dijo a Luhan cuando bajaron del auto y el bajito se posicionó a su lado.
—Cinco años fingí quererte, una sonrisa falsa no es nada.
Entraron al salón y sonrieron a los anfitriones quienes no tardaron en acercarse para hablar contando los mismos chistes que cada evento.
Está de sobra decir que Sehun odiaba esa clase de eventos tan formales, rodeándose de personas que le sonreía de frente y lo criticaban por detrás, ir a esos eventos sacaba lo peor de él, pero extrañamente, lograba que por unos minutos tuvieran una charla tranquila con Luhan.
—Mira al señor Kang, puede manejar las relaciones exteriores del país pero no puede manejar la mirada de "te voy a matar" de su esposa porque una de las meseras es su amante —Luhan bebió de su copa de Champagne y le sonrió al matrimonio Kang que los había volteado a ver.
—Solo espera a que la señora Kang se entere quien es padre del hijo de la cocinera, lo va a tirar de un puente y fingir que fue suicidio —Luhan río bajito cuando vio como Kyungsoo entraba junto con su esposo.
—Me voy, no me busques a menos que vayas a morir.
Y así se fue.
La noche siguió entre hablar con grandes empresarios y fingir que le daban gracia sus comentarios clasistas y misóginos, nada fuera de lo normal en realidad, Luhan y él se habían juntado un que otra vez cuando comenzaban a señalarlos con ojos curiosos, fingían hablarse con una sonrisa y volvían a separarse.
Estaba a punto de tomar su quinta copa de Champagne de la noche cuando Luhan llegó a su lado sonriendo tan falsamente como cuando su suegro les regaló un horrendo sofá verde.
—Sehun, te presentó a Wu Yifan, es el jefe al mando de relaciones internacionales en China, todo un personaje —Sehun asintió con seriedad dándole la mano al alto hombre que sonreía como si le pagarán por aquello.
Hacía un tiempo Luhan y él habían puesto una serie de códigos para actuar durante aquellos eventos formales, uno de esos códigos era "Todo un personaje" una frase que a la mayoría de los ricos les encantaba oír, pero para ellos significaba "Frente a él tenemos que ser la mejor pareja del mundo porqué es un amigo del abuelo de Luhan o de Kim Junmyeon"
—Ay Lu, esos son muchos formalismos para un ex novio —Yifan tomo la mano de un confundido Sehun y le dio un ligero apretón —Frente a mi no tienen que fingir chicos —La pareja se quedó callada tratando de no entrar en pánico y fingir demencia si el alto decía saber sobre su matrimonio arreglado —Se han estado evitando toda la noche, ¿Problemas en el paraíso?
Sehun sintió como su corazón volvía a latir y solo atino a reír nerviosamente mientras asentía.
—Como todos los matrimonios —Luhan sonreía aliviado mientras decía aquellas palabras y el alto le sonrió de vuelta ignorando por completo la presencia de Sehun.
—Oye Sehun, ¿No te importa que me robe un momento a Luhan? Llevamos mucho tiempo sin vernos —Sehun vio detenidamente como el alto pasaba su brazo por el hombro de Luhan alejándolo de su lado.
La manera en la que lo sostenía, y la forma en la que había hecho aquella pregunta molestó de cierta manera a Sehun, era como si el alto quisiera burlarse de él en su propia cara, como si estuviera por encima de él.
Pero aún así asintió, ¿Quién era el para impedirle al ex novio de su futuro ex esposo llevárselo? Sin duda sería estúpido a esas alturas, así que simplemente lo dejo ir, sin pensarlo dos veces simplemente dejo que Luhan se fuera.
Siguió aparentando estar pasándola bien el resto de evento, aunque cada vez era más difícil, cada que volteaba hacia el balcón del lugar veía a Wu Yifan y a Luhan hablando y riendo, Luhan reía a carcajadas con aquel tipo y eso le molestó.
Quizá era su ego, quizá estaba molestó porque él nunca había hecho reír tanto a Luhan, quizá se le pasaría en un rato.
Quizás...
—Sehun, quería despedirme antes de irme, fue agradable conocerte —Yifan apareció frente a él justo cuando se estaba terminado de un trago el contenido de su copa, el alto le sonrió de esa forma que le hizo sentir diminuto e impotente, como si estuviera en una guerra y fuera del bando perdedor —Reencontrarme con Luhan me hizo revivir buenos recuerdos, me alegra haber conocido a su esposo.
—A mí me alegra haber conocido al amigo de mi esposo —Sehun tomo su mano con una sonrisa dispuesto a devolverle la jugada, pero al instante se arrepintió, no se sentía correcto llamar a Luhan esposo.
De repente el ambiente se volvió tensó, Yifan sonreía y Sehun también lo hacía, pero el aura claramente hostil podía percibirse a kilómetros.
—Ya nos veremos luego Oh.
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