29. LA MÁS DULCE DE LAS VENGANZAS (NUEVO)
➹ ੈ♡CAPÍTULO VEINTINUEVE➹ ੈ♡
↳❝¿Tory y tú lo hicieron?❞
ELI MOSKOWITZ ESTABA TOTALMENTE AVERGONZADO por la incómoda situación en la que puso a su ex-novia, sin embargo, trataba de disimularlo tras mirada fija de la persona frente a él. Inconsientemente, intercambió una mirada de auxilio con la castaña, solamente que ella no lucía de la misma manera que él. Valerie era muy buena bajo presión o al menos, eso era lo que se podía ver.
SERENAMENTE, CONTINUÓ COMIENDO, clavando la mirada a su plato de comida, ignorando lo que sucedía a su alrededor.
—Te seré sincera, Valerie.—La latina alzó su vista y observó a la mujer que hablaba con una gran sonrisa en los labios.—Cuando Eli mencionó que habían terminado, me puso un poco triste porque eres una gran chica, pero también entendí la razón de tu decisión.
Valerie alzó una ceja, llena de confusión,—¿En serio, Melissa?
Melissa Moskowitz asintió con la cabeza. Los muchachos estaban conversando un momento en la casa de Eli, antes de dirigirse al autocinema con sus demás compañeros de dojo, pero la madre de Eli regresó antes de lo esperado y los encontró comiendo algunas frituras en el sofá, y no dudó en prepararles un pie de manzana.
—¡Claro, corazón! Yo comprendo que Eli esté en la adolescencia y aún esté descubriendo quién es.—El mencionado quería que la tierra se lo tragase.—Pero, ¿romperle el brazo a Demetri y robar dinero? ¡Ay, no! Eso fue la gota que derramó el vaso. No estoy criando a un delincuente. Así que lo castigué por tres semanas.
—¡¿Tres semanas?!—exclamó, horrorizada. Eli creyó su Valerie lo apoyaba, pero fue un error.—Debieron haber sido cinco semanas o hasta más.
El pobre de Eli sintió que su madre y la chica que amaba conspiraban en su contra, y de alguna manera, ya deseaba marcharse de ahí de inmediato. Para su mala suerte, su madre no lo dejaría ir por nada del mundo poque le gustaba mucho conversar con Valerie, ya que la consideraba una muchacha muy madura para la edad que tenía.
—Ese era mi plan inicial, pero él me lo confesó todo. Por eso reducí las semanas. Eli está advertido,ya sabe que si vuelve con sus actitudes matonas, lo mandaré a Australia con su tía Ellen.
Valerie sonrió,—No creo que suceda. Él ha cambiado, y ahora es una mejor persona.
La castaña colocó su mano sobre la de Eli, causándole una gran sonrisa, al saber que ella si confiaba en él. Al parecer, Valerie estaba siendo la única persona que confiaba plenamente en él y haría lo que sea para no decepcionarla otra vez, ni a ella, ni a Demetri. El corto momento fue interrumpido por el sonido de una notificación de mensaje de Demetri a Eli.
—¡Diablos, es tarde!—exclamó al observar la hora en su teléfono.—La función inicia en veinte minutos.
—¿A donde irán?—Melissa quiso saber.
—Al autocinema con los chicos del dojo. Solamente serán pocas horas.
—Bien, muchachos. Tengan mucho cuidado.—ordenó la mujer de ojos azules.
La castaña agradeció y alagó el postre hecho por su antigua suegrita antes de levantarse de la mesa con mucha rápidez mientras Eli corrió hasta su habitación para buscar las llaves de sus vehículos y poder llegar temprano a la función.
—Valerie, cariño.—la llamó Melissa aprovechando que Eli no estaba cerca.—Me alegra que le estés dando una oportunidad a Eli después de todo. Él solo necesitaba un cable a tierra y esa eres tú.
—Y él es el mío, pero aún no lo sabe.—rió, nerviosa.
Eli regresó al comedor con las llaves en la mano.
—Ya debemos irnos.—se acercó hasta su madre y depositó un beso en su frente.—Te llamaré cuando este regresando, mamá.
—Muchas gracias por todo, Melissa.—agradeció Valerie despidiéndose.—Nos vemos.
Los chicos salieron de la casa, emcontrándose con un auto gris y una moto negra, todo perteneciente a Eli Moskowitz. Un gusto que podría darse porque tenía el dinero necesario para comprarse lo que quisiera, a diferencia de ella que ni siquiera tenía dinero para la universidad. Meneó la cabeza, borrando esos pensamientos llenos de preocupación y solo dejó la emoción de ir a un autocinema por primera vez. Ella desconocía que Eli eligió el autocinema porque Valerie nunca había ido. Era un gran gesto romántico que no sería develado.
—Bien, ¿quieres ir en motocicleta o en auto?
Valerie ladeó la cabeza, controlando su risa.
—Supongo que si iremos a un autocinema, debemos ir en auto, ¿no lo crees?—inquirió en tono de obviedad.
Eli quiso golpearse la cabeza por no haber pensado en eso antes. Solamente estaba pensando en lucirse frente a su ex-novia que ignoró el hecho de que Valerie era una persona completamente inteligente y que no se dejaba deslumbrar por cosas materiales, sino por las actitudes y personalidad de las personas.
—Es un buen punto. ¿Por qué eres tan inteligente?
Valerie entró al auto de Eli, observándolo con mucha curiosidad porque era la primera vez que se subía en el. Anteriormente, Eli solo tenía una moto, donde solían pasear juntos en su tiempo de novios. Lindos tiempos pensó sonrojándose recordando las cosas que solían hacer cuando eran pareja. Sin duda, lo extrañaba mucho.
—¿Desde cuándo tienes un auto?—cuestionó, poniéndose el cinturón de seguridad, debido a que iba en copiloto. Eli encendió el auto, y después copió el acto de su ex.—Es muy hermoso.
Se encogió los hombros.
—Papá me lo regaló hace unas semanas. Es su disculpa por no poder venir al Valle por mi próximo cumpleaños.
Yo también quiero que se disculpen conmigo de esa manera.
—Oh.—se limitó a decir.—Parece que lo siente en verdad.
Una sonrisa con sorna se apoderó del rostro del chico del mohawk.
—Mamá me pidió que aceptara el regalo. Yo no quería hacerlo. Está claro que mandó a uno de sus asistentes a comprarlo y él solo firmó la tarjeta. El padre del año.
—Lamento mucho oír eso.
—Estoy acostumbrado, Val.
Giró la cabeza mirando las calles del Valle, que nunca se acostumbraría a dejar decir que eran bellas. La ventana estaba completamente abierta por lo que su lacio cabello marrón se movía a donde iba el viento, generando una hermosa vista para Eli que contemplaba la belleza de la castaña.
El chico prendió la radio del auto y se llevaron la sorpresa de que estuvieran reproduciendo una de las canciones que le gustaban escuchar cada vez que podían.
—¡Taylor Swift, mi diosa!—exclamó, emocionada subiéndole todo el volumen.
La voz de Taylor en Getaway Car se escuchaba fuertemente seguida por las voces de los muchachos que cantaban al unísono, como si no hubiera un mañana después de esa canción. Valerie golpeaba su pierna al ritmo de la musica, al mismo tiempo que Eli movía levemente la cabeza, disfrutando la canción de una de sus nuevas cantantes favoritas a Valerie, quién le presentó todas las canciones de la cantante rubia.
—We were jet-set Bonnie and Clyde.
—Untill i switched to the other side.—continuó Eli.—It's no surprise, I turned in. Cause us the traitors never win.
Después de que terminara la canción, los chicos continuaron cantando There's Nothing Holding Me Back de Shawn Mendes hasta llegar al autocinema, donde los estaban esperando Sam, Miguel, Issac y Demetri en la puerta. El rostro de Miller se entristeció al observar a la chica que le gustaba y su ex juntos y reírse, pero trató de no demostrarlo frente a los demás.
Sam sonrió ampliamente al verlos, pues, eso confirmaba su teoría de que Eli y Valerie seguían enamorados pero eran tan tercos que no dirían.
—¿Por qué tardaron tanto?—cuestionó Miguel, preocupado.—Te mandé un millón de mensajes, Val.
Ella alzó su celular por la ventana y lo movió de un lado a otro.
—Mi teléfono estaba apagado. Lo siento, hermanito.
—La función empezará en diez minutos.—informó Demetri, con una caja de palomitas.—Nos iremos al estacionamiento. Les guardamos un lugar.
—Bien.—respondió mirando a Eli.—Iré por algunas golosinas y vuelvo. No tardaré.
Mientras todos regresaban a sus lugares donde habían estacionado sus autos, Valerie salió del auto y caminó hasta la pequeña tienda en aquel autocinema, donde vendían palomitas, sodas e infinidades de golosinas para observar la película con el estómago lleno. La verdad es que ella tenía muchas ganas de comerse nachos y tomar bastante soda, así que ordenó para ella y Eli, quién sería su acompañante en esta función.
—¿Podemos charlar o tienes prisa?—Issac apareció detrás de ella, espantándola.—No quiero molestarte, ni nada, Lexa.
Ella negó con la cabeza.
—¿De qué quieres hablar, Alex?
—Sobre mi actitud con Halcón.—eso sorprendió a Valerie.—Sé que he sido un completo imbécil con él porque desconfío de sus intenciones con todos, y también contigo. No quería que Halcón te lastimara de nuevo.
—Issac.—Ella le sonrió.—Te agradezco por querer cuidarme, pero no lo necesito más. No soy una niña frágil, sé cuidarme sola. Además, Eli ya cambió.
—Si, eso es lo que dicen todos.
—Es la verdad.—afirmó.—Debes tener la mente abierta. Así como pasó entre Sam y yo. Antes no la soportaba, y míranos ahora.
Issac pareció reflexionar acerca de la experencia de Valerie. Tal vez, estaba viendo todo desde una perspectiva incorrecta, una donde Eli era su enemigo por el amor de Valerie, pero no debía ser así. Él no quería que fuera así, estaba cansado de eso.
—Tienes razón. Debería hablar con él.
—Es una sabia decisión, Miller.—Valerie no ocultó su gran emoción por la posible amistad de los chicos.—Gracias por escucharme. Te quiero mucho.
Sin decir nada más, Valerie se marchó con las golosinas en las manos hasta el auto de Eli Moskowitz, donde él se encontraba acomodando y limpiando los asientos de su moderno y bello vehículo gris. La castaña lo observó por unos segundos mientras Eli estaba distraído, y en ese momento, un sentimiento de deseo se apoderó de ella. ¿Cómo podía ser tan tierno y sexi al mismo tiempo? Todo con él era un completo misterio que aún no había podido revelar, pero tenía tantas ganas de hacerlo.
Salió de su ensoñación divina, y tocó la puerta del auto, llamando la atención del chico del mohawk rojo. Él no podía creer que Valerie haya comprado tantas cosas para comer, sin duda, entrarían en coma diabético.
De inmediato, Eli agarró las cajas de palomitas y las acomodó en medio del auto, dejando libre las manos de la castaña que aprovechó para abrir la puerta del auto, y entrar en el asiento de copiloto, justo a tiempo para cuando empezó la película, sin embargo, la castaña no le estaba prestando mucha atención porque tenía le mente en otra lugar, o mejor dicho, en otra persona; Tory.
La conversación que tuvieron en la tarde no fue tan productiva, solamente sirvió para que Val confesara sus ganas de volver a tener una amistad con Tory Nichols. Aún no terminaba de creer que las cosas entre ellas terminaran mal debido a culpa de Valerie. Sin embargo, tenía una gran duda que continuaba carcomiéndola por dentro poco a poco, y necesitaba quitárselo de una vez por todas.
—¿Te puedo hacer una pregunta?—Valerie preguntó de repente, confundiendo a Eli.
El chico asintió,—Claro, Val. Lo que sea.
La castaña trataba de encontrar las palabras correctas para preguntarle sin que se molestara, pero no las encontraba. Suspiró profundamente, antes de soltarlo.
—¿Tory y tú lo hicieron?
—¿Qué?—Eli estaba desconcertado.
—Cuando estabas en Cobra Kai, Tory me dijo que tú y ella se habían acostado después de que termináramos.
Por miedo a la respuesta, Valerie desvió su mirada y la posó en sus manos mientras las retorcía. Eso solía hacer cada vez que estaba nerviosa, y Eli lo sabía a la perfección. Él la conocía completamente.
—Nos besamos. Estaba ebrio y Tory metía ideas en mi cabeza sobre Issac y tú. No justifico lo que hice, yo sé que está mal.
—¿Eso quiere decir qué...?
—No, no me acosté con Tory.—confesó. Y el corazón de Val dejó de latir con tanta rapidez.—Es una chica linda, pero no podía hacer cuando...
Eli se quedó callado. Tenía miedo de expresar sus sentimientos y volver a ser rechazado por la chica que amaba. Ella había dejado en claro que solamente buscaba una amistad con él.
—¿Cuándo qué?—Su voz contenía esperanza.
Cuando seguía, sigo enamorado de ti.
—Cuando...quiero ir al baño.—Fue lo único que pensó en ese momento y lo dijo. La castaña frunció el ceño.—No me demoraré, ¿okay? Ya vuelvo.
—Bien.
Valerie se recostó en el asiento, un poco rara por lo que acababa de pasar con Eli. ¿Acaso ella esperaba que dijera algo más? Probablemente, sí. Aún trataba de descubrir lo que, en serio, sentía por Eli Moskowitz, pero si algo estaba segura, era que no era algo relacionado a una simple amistad. ¿Cómo podría ser amiga de alguien que amó con todo su corazón? Era absurdo, si lo veías desde otro punto.
Habían pasado casi más de cinco minutos y Eli no regresaba. Valerie no se inmutó tanto porque la película estaba increíble, además pensaba que Eli estaba comprando más palomitas. Ella se encontraba de lo más normal hasta que recibió un mensaje de texto.
Estiró su brazo y prendió su teléfono.
SAMMY👸:
Acabo de ver a Robby con Halcón, Nate y Bert.
¡Oh, genial! La castaña no esperó ni un segundo más en salir el auto con toda la rapidez del mundo esperando llegar a tiempo para evitar que lastimen a Eli. Todos sabían que Cobra Kai tenía sed de venganza contra Halcón por haberlos traicionado y no se quedarían tranquilos hasta hacerlo pagar.
Enseguida, observó cómo Tory, Axel y los demás se acercaban en grupo hacia donde estaba Eli.
—Seguro que hay un traidor aquí.—vociferó Nichols.—Y recibirá su merecido.—amenazó.
Los Cobra Kai se detuvieron frente a ellos tratando de intimidarlos.
—Oigan, idiotas—habló Valerie, encarándolos y colocándose al lado de Eli.—Si le tocan un solo cabello, les haré pagar.
Axel soltó una risa llena de burla.
—¿Y cómo lo harás, princesa? Eres una completa inútil a comparación mía o de alguno de nosotros.
—No lo creo, psicópata.—Sam apareció con la cabeza en alto, seguida de todos los chicos, defendiendo a Valerie. Ella le agradeció con una sonrisa.
A quién le pareció muy agradable la amistad de estas chicas fue a Tory, quién sintió cómo se le retorcía el estomágo y la furia se apoderaba de ella, y no era la única. Cobra Kai, Miyagi-Do y Colmillo de Águila se miraban con molestia dejándose lleva por su gran rivalidad. Axel apretó los puños y solamente esperaba la señal para atacar cruelmente a la castaña que tanto odiaba utilizando las nuevas técnicas aprendidas en el dojo.
Era cuestión de tiempo para que la bomba estallara.
—¿Pueden creer que tienen buena variedad de sodas?—Demetri llegó con una sonrisa en los labios, pero al notar la situación entre los dojos, suspiró.—¡Oh, rayos! No otra pelea.
—Cuidado, LaRusso, tu mami no está aqui para jugar a la paz.—advirtió Tory con un tono de voz rudo.
—¿Qué significa eso?
—¡Chicos, basta!—intervino Miguel con un grito interrumpiendo a Sam.—No podemos hacer esto. Los venceremos en la lona.—Su mirada retadora se chicó con los de Robby.
Valerie notó la manera en la que Sam rodó los ojos tras detener su enfrentamiento con la rubia, y le agradó mucho.
—¿Oh, en serio? ¿Recuerdas la última vez que peleamos?—cuestionó Keene.
—¿Qué hay de ti, chica Diaz? Supongo que no lo recuerdas, ya sabes, por la contusión que te causé.—sonrió Axel, generando un poco de molestia en Robby y en Tory.
La castaña respiró profundo antes de responder.
—Lo que si recuerdo a la perfección es que ambos terminaron en la correcional.—señaló con su dedo a Robby y Axel. Al último mencionado se le cambió la cara cuando esta agregó:—Parece que todavía quieres hacerle compañía a tu hermana.
Miguel tuvo un gran plan, así que no tardó en comunicarlo.
—Muy bien. En el campo de béisbol en treinta minutos.—miró frente a su ex.—Sin armas.
—No las necesitamos.—inquirió ella.
Antes de retirarse cada uno con su grupo, Valerie le echó una mirada al niño que estaba al lado de Robby y tenía una expresión de terror mezclada de alegría en su rostro.
Ella sintió un poco de pena por el tremendo drama en la que el niño se estaba metiendo, y la parte más tierna y empática de ella, quiso decirle que evitara estar en medio de los problemas, pero él ya se había ido y por un instante, la mirada de Val se posó en Robby Keene. No comprendía muy bien lo que expresaba Robby en sus ojos, así que se dio media vuelta y siguió a los demás.
Cobra Kai desconocía que terminarían siendo, sabiamente, engañados por sus rivales, y Miyagi-Do y Colmillo de Águila, que el dojo cobra buscará venganza y habrían perjudicados por su patética broma.
—¿VES ESO?—PREGUNTÓ VALERIE señalando con el dedo la revisión en la puerta de la escuela. Issac asintió.—Aún creen que habrá otra pelea escolar y nos tratan como pandilleros juveniles.
Issac alzó los hombros, con una leve sonrisa:—Más vale, prevenir que lamentar. Y además, la escuela sigue en el ojo de la tormenta. Supongo que no quieren más problemas con el consejo.
Es cierto. Desde la pelea escolar, las cosas en la secundaria no eran como antes. Siempre había un maestro encargado de supervisar en cada pasillo. A Val le parecía ridículo porque ya se había demostrado que los maestros eran cobardes y si veían un indicio saldrían huyendo como nenitas.
La castaña entrelazó su brazo con el de Issac, y apoyó su cabeza en su hombro mientras caminaban por la entrada.
—No tienes idea lo mucho que alegra que estemos bien, de nuevo.—murmuró, feliz.
—A mi igual, Lexa. Extrañaba nuestros momentos.
Issac Miller estaba tan cerca de decirle a Valerie Diaz que le gustaría que salieran juntos, pero en ese momento, la chica rompió la cercanía entre ellos y se fue corriendo hasta donde estaban Eli y Demetri conversando. El chico Miller esperó a que llegara su prima y su amiga.
No los había visto desde varios días, y los extrañaba mucho, así que los abrazó por atrás, causándoles asombro, pero al ver que era Valerie se relajaron. Sin embargo, la castaña notó algo diferente en su ex-novio que le gustó mucho. Ella se paró delante de Eli, y una sonrisa de orgullo se apoderó de su rostro.
—¡Jesucristo!—Llevó sus manos a la boca, sorprendida y feliz. El susodicho se avergonzó.—Te ves más que increíble. ¡Me encanta lo que hiciste!
—¿L-lo dices en serio?
—Claro que yes. Es color morado, yo amo el morado. Es uno de mis colores favoritos. Además, sé que representa iluminación y esos términos locos.
Demetri observó la escena tierna entre sus mejores amigos con mucha atención. Le gustaba la manera en la que ambos se ponían muy nerviosos por la cercanía y las palabras del otro.
—Si, es por eso que lo elegí.
Los muchachos se quedaron por un corto momento mirándose fijamente acompañados de una sonrisa en los labios. Es tan perfecto pensaba Valerie tras los últimos días en los que convivió de más cerca con Eli, y pudo ver su cambio. Es tan perfecta decía Eli examinando detenidamente a la chica que amaba con todo el alma. Ella fue su primera vez en todo aspecto; su primer te amo, su primer beso, su primer amor y podía continuar.
—¿Está todo en orden?—interrumpió Issac llegando al lugar al lado de Yasmine y su prima, Moon. Eli y Valerie salieron de su ensoñación, sonrojados, y desviaron sus miradas. Miller aprovechó para alagar a Eli.—¡Wow, lindo color! Te queda muy bien.
Eli frunció el ceño, confundido.
—Gracias, Issac.
La castaña estuvo a punto de atorarse con su saliva cuando vio que Yasmine, aquella rubia que le gustaba burlarse de todos y que molestó a su mejor amiga por muchos años, estaba besando a Demetri. Lo cierto era que la enemistad de Val y Yasmine quedó en el pasado cuando ella hizo que se disculpara con Aisha por el daño que causó.
Go, bestfriend.
—¿Desde cuándo pasa esto y por qué no lo sabía?—susurró en voz baja, esperando que Eli respondiera, pero la respuesta nunca llegó.—¿Eli?
Al regresa la vista, encontró a Moon Miller hablando con Eli, pero no era una conversación normal, más bien ella estaba utilizando un tono coqueto mientras enrollaba un mechón de cabello en su dedo. Val rodó los ojos.
—Entonces, ¿ya cambiaste el color del halcón?
¿A ella que le importa?
—Aún no.—respondió algo incómodo.— Pero iré esta noche.
Moon le sonrió,—Puedo acompañarte, si quieres. También me gustaría hacerme un tatuaje.
Valerie trataba de mantener la calma, pero le era difícil sabiendo que alguien estaba coqueteando con Eli. Solamente prestaba atención sin decir nada para ver cuál era la reacción del chico.
—Moon, no puedes ir.—Issac interrumpió la respuesta de Eli.—Esta noche tendremos la cena familiar.
Moon hizo una mueca. Gracias, Issac. La castaña trataba de ocultar su sonrisa de superioridad frente a la situación. En ese momento, Yasmine terminó de tener su corta charla con Demetri y se fue seguida de Moon, quién le guiñó un ojo a Eli Moskowitz, pero él no se inmutó, solo estaba pendiente en las expresiones extrañas de Valerie.
—Así que Yasmine y tú, ¿eh? ¿Qué se siente salir con tu crush?
El ojiverde alzó los hombros, tratando de lucir relajado.—Está bien. No es que haya estado enamorado de ella desde hace varios años, ¿no?
—No, claro que no, bestie.
Issac, Demetri, Eli y Valerie caminaron hasta los pasillos de la escuela, donde Samantha y Miguel los esperaban apoyados en los casilleros con un semblante de preocupación. Al verlos llegar, se acercaron a darles la gran y terrible noticia.
—Chicos, no creerán esto. El sensei se embriagó y habló de más en Twitter.
—¿Y qué no podremos creer?—se burló Valerie.—Hablamos de Johnny Lawrence. Ya sabemos cómo es él.
Miguel le entregó su celular a Demetri.
—Val tiene razón. Creo todo, excepto en la parte que sabe tuitear.—El ojiverde leyó los tweets de Johnny.—Para que el sensei LaRusso y él tendrán una revancha.
Estos hombres deben ir a terapia con urgencia.
—Espera, ¿de verdad van a pelear?
—Eso parece.—Sam agregó.—Yo lo veía venir.
Issac pasó una mano por su cabello.
—Faltan menos de cuatro meses para el torneo. Que peleean es muy mala idea.
Samantha le dio la completa razón a Issac. Lo que decía era tan cierto. Si los senseis peleaban, las cosas irían de mal en peor y eso afectaría su triunfo en el All Valley.
—¿A quién cree que le está tuiteando? Son sus únicos seguidores.—señaló a los mellizos.
—Yo solo me creé la cuenta para seguirlo y que no se sienta mal.—expresó Valerie con una voz tierna.—Pero, no creo que el sensei haya tuiteado eso sin estar seguro.
—¿Entonces es real? ¿Los sensei se van a enfrentar?—cuestionó Eli con cierta emoción. Todos asintieron, apenados.—¡Es asombroso!
Valerie golpeó su cabeza con la palma de su mano. ¿En serio?
—Es ridículo.—Le corrigió.—Seguramente lo hacen para probar que estilo es el mejor. Y eso terminará mal.
—¿Y que debemos hacer?
—Tratar de persuardir a esos hombres inmaduros de que están chiflados.
EL CHICO DEL MOHAWK MORADO NO SABÍA QUE ESCRIBIRLE A la chica de la que estaba más que enamorado, Valerie Diaz, para invitarla al baile que sería en los próximos meses. Y tenía tantas ganas de que ese día especial pudiera pasarlo con ella, tal vez no como novios, solo como grandes amigos, si lo deseaba.
ELLA LO VOLVÍA TOTALMENTE loco de maneras que no podía explicar. Eli suponía que eso significaba estar enamorado de alguien, pues solamente se había experimentado ese sentimiento con Valerie.
—Rico, ¿estás bien?—quiso saber sin apartar la vista de su teléfono.
—La tienda de tatuajes está cerrada por hoy.
Al no identificar la voz de Rico, Eli alzó la vista encontrando a todos los estudiantes de Cobra Kai, sus antiguos amigos, entrando al lugar con una cruel sonrisa en los labios. De inmediato, su rostro demostró pánico, y lo primero que hizo fue lanzar su teléfono al suelo y levantarse de la camilla con gran velocidad.
—Oh, no. ¿A dónde vas?
Kyler junto con dos chicos más corrieron para detener a Eli, quién empujó la camilla golpeando al asiático en el estómago, mientras los dos chicos lo atacaron al mismo tiempo. Eli estaba seguro que podría vencerlos, pero Kyler tomó uno de los elásticos y lo ahorcó por detrás, obligándolo a rendirse siendo sostenido por los demás.
—Imbéciles, ¿ignoran las reglas de no pelear?—habló con dificultad.
Robby parecía interesado.
—No estamos aquí para pelear.—informó agarrando una cuchilla de las herramientas de Rico.
Axel Deveroux visualizó el teléfono del chico en el suelo y lo tomó. Tenía la pantalla rota, pero aún funcionaba y se lograba ver. Lo encendió y encontró abierto el chat de Valerie Diaz. Un sentimiento de venganza lo invadió más de lo normal.
—¡Aguarden!—ordenó, deteniendo la acción de Robby y los demás. Las miradas se centraron en él.—¿Qué les parece si matamos dos pájaros de un tiro?
Robby y Tory intercambiaron miradas temiendo un poco la respuesta.
—¿A qué te refieres?
—Creo que tendremos una invitada especial.—dijo cuando terminó de mandar el mensaje.—Solo tiene que morder el anzuelo.
AL RECIBIR EL MENSAJE DE ELI, LA DULCE VALERIE NO tardó en dirigirse hasta el establecimiento de Rico a esas altas horas de la noche. Se suponía que debía ir a ver el estúpido enfrentamiento de Daniel y Johnny, pero Eli le había pedido que fuera la primera persona en ver su nuevo tatuaje y no se negaría.
ABRIÓ LA PUERTA DEL LUGAR y caminó más allá de la recepción con una bella sonrisa que se desvaneció cuando encontró a los Cobra Kai en ese lugar, sosteniendo a Eli con unos elásticos y tapándole la boca para que no emitiera ningún sonido.
—Bienvenida, perra.—la llamó Axel.
El primer instinto de Valerie fue atacar a uno de los integrantes del dojo cobra y pensar que podría salirse con la suya, sin importar el gran número de personas que eran y que tenían el objetivo de acabarlos.
—¡No la toquen!—gritó Eli cuando quitaron la mano que estaba encima de su boca.—¡Este problema es conmigo, no con ella!
—Descuida, Halcón.—tranquilizó Axel.—Los dos recibirán su merecido.
Por otro lado, los ojos de Valerie brillaron al sentir todas sus emociones siendo liberadas al mismo tiempo. Ella inhaló aire profundo y cuando la atacaron, estaba más que preparada. Se movión con fuerza y le dio una patada en el rostro de uno de los chicos. Al notar que nadie podía con la chica, Kyler decidió utilizar la misma técnica para inmovilizar a Eli; el elástico. Aprovechando que la castaña se encontraba distraída con otra persona, jaló ambos brazos y las amarró por detrás, dejándola imposibilitada de sua manos. Axel la empujó tan fuerte que la estampó fuertemente contra otra camilla negra, y ahí amarró también sus piernas.
—Ya no eres tan fuerte, ¿eh?—se burló.
—Deja a Halcón en paz.—pidió.—¡Déjenlo ir!
Axel pasó la lengua por sus labios.
—Yo no sigo tus órdenes, princesa. Laa reglas las hago yo.
La castaña sabía que era inútil llegar a un acuerdo con él, así que utilizó su última carta de desesperación.
—Tory, Robby.—Los rubios tragaron fuertemente saliva.—Ayúdenos, por favor. Blondie. Rubio.
Ninguno de ellos se inmutó. Solamente apartaron la vista, esperando que así no pudieran sentir lástima por la chica que les importó tanto sentimentalmente.
—¡Axel, déjala en paz!—suplicó Eli, tratando de zafar el agarre.—Y haré lo que sea.
—¿Qué quieres hacerle?—cuestionó Robby, intrigado.
—Ya vuelvo. Traeré mis herramientas necesarias y lo verás.—soltó antes de marcharse a buscar lo que necesitaba.—No la descuides, Kyler.
El chico de rasgos asiáticos se acercó lentamente a la castaña con una mirada de deseo y lujuría. Comenzó a acariciar su mejilla con cuidado y poco a poco, fue bajando hasta tratar de desabotonar los primeros botones de la blusa de Valerie, con otras intenciones.
—¡Suéltala, imbécil! ¡No la toques!
Pero Kyler no se detuvo hasta que escuchó una voz más autoritaria.
—Eso es asqueroso.—intervinió Tory, sacándola de ese apuro.—Si quieres utilizar a tu amiguito, busca a alguien más.
El pelinegro dejó de tratar de manosearla, sin embargo, quiso besarla y debido a eso, se llevó una gran sorpresa. Valerie le escupió en el rostro antes de que pudiera acercarse más a ella y tocar sus labios con los suyos.
—Eres una puta, Diaz.
—Y tú un cerdo asqueroso.
Ese adjetivo calificativo no le gustó.
—Ella es mía, Park.—avisó Axel cuando llegó.—Yo le daré su escarmiento. Ahora lárgate y continuen con Halcón.—clavó sus ojos negros en la castaña.—¿Estás lista para sufrir, princesa? Te haré una pequeña decoración en tu lindo cuerpo.
Robby analizó el rostro aterrado de Valerie, y no le gustó nada. La idea de vengarse de Halcón era increíble, pero, ¿Valerie? Ya le quitaba lo divertido. La misma sensación la tenía Tory Nichols.
—¡Por favor, déjala!—continuaba repitiendo Eli.
Ya era tarde.
Robby comenzó a cortarle su lindo mohawk morado, al mismo tiempo que Axel tatuaba unas cuántas palabras en el brazo derecho de la castaña, quién gritaba pidiendo ayuda con la esperanza que alguien los rescatara. Así que Axel Deveroux no tuvo otra opción que dormirla con un fuerte golpe.
—¡HEY, ESTRELLITA!—ELI SACUDIÓ LOS hombros de la chica, despertándola rápidamente.
La respiración de Valerie estaba acelerada y su corazón latía con una velocidad extraordinaria. Sus cansados ojos marrones se encontraron con los de Eli, quién estaba con la capucha puesta y los ojos llorosos.
—¿Qué te hicieron, Eli?—cuestionó mientras le temblaba el labio.
—Me cortaron el mohawk.
Ay, no. Quiso abrazarlo con todas sus fuerzas, y al tratar de hacerlo, notó que ya no estaba amarrado a la camilla, y también sintió un fuerte dolor y ardor en su brazo derecho.
Y fue dónde notó las palabras:
COBRA KAI
NUNCA MUERE
—¿Qué me hicieron?—se comenzó a desesperar y llorar fuertemente.—¿Que me hicieron?
A pesar de sentirse mal, fue él quién abrazó a Valerie para darle el apoyo y fuerzas que necesitaba, mientras ella no paraba de llorar por lo sucedido con ella y Eli. Se sintió completamente a salvo en los brazos del Eli. Y ahora faltaba que los demás se enteraran de la venganza de Cobra Kai por culpa de su broma de los aspersores.
Eli se sentía tan culpable de no haber podido defender a su chica.
holis <3 ¿cómo están, lindas? quiero agradecer a las personas que rezaron por mis familiares. Ya se encuentran mejorcito.
📍OPINIONES DEL CAPÍTULO📍
¿odiamos a Axel? Sip. ¿que fue lo que más les gustó? Eli y Valerie fueron víctimas de lo Cobra Kai. ¿que piensan que harán los demás al enterarse?
✨TEORÍAS Y SUGERENCIAS👉
las amo, Alcorcu.
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