15. (☇) AMOR

➹ ੈ♡CAPÍTULO QUINCE➹ ੈ♡
↳❝Te amo❞

VALERIE LLEGÓ A la feria tomando de la mano a su novio. La última vez que había ido a una fiesta fue cuando tenía cinco años junto con Miguel para su cumpleaños. Y ahora estaba ahí con Halcón, el chico que robó su corazón y cuál amaba demasiado.

—Por cierto, ¿te gustaría cenar con mi familia después de nuestro espectáculo?— preguntó Halcón sonriendo.— Mi madre quedó encantada contigo después de conocerte. Te ama más que a mí.

La sonrisa de Valerie se ensanchó.

—Sería un placer. Tu madre es genial.

— Genial, le avisaré que vendrás.

Halcón besó a su novia y se apartó de ella para llamar por teléfono. Valerie observó a su alrededor encontrando a Robby y Sam practicando aquella coreografía rara que hizo en Miyagi Do. Obviamente, había omitido esa anécdota de todos, pues no quería que la llamaran traidora por practicar algo que no le pertenecía a su dojo.

Además dejó en claro que su lealtad siempre estaría con Johnny Lawrence.

Sin ningún miedo de ser vista, Valerie se acercó a dónde estaba Robby para poder saludarlo cordialmente como personas que estaban en paz.

— Lo haces bien, Robby, no tienes por que practicar.— el rubio sonrió mirándola.

Los sentimientos de Robby lo confundían. Sentía algo por Valerie, una fuertísima atracción inexplicable, pero a la vez, le gustaba Sam. Ella lo ayudó y ahora era prácticamente adoptado por los LaRusso. De todas maneras, lo suyo con Diaz era imposible, ella salía con Halcón y estaba seguro que jamás terminarían.

Si él fuera Halcón, tampoco dejaría ir a Valerie.

— En realidad, estoy nervioso. Sé que he practicado mucho para esto, pero no puedo evitar sentirme así ¿Y si me caigo al final de la presentación?

No creo que su presentación dure mucho tiempo.

Al ver a Robby tan nervioso y poniéndole tanto empeño en esto, le dio un poco de remordimiento por lo que Cobra Kai había planeado para contraatacar. Puede que Daniel LaRusso haya hecho mal en insultar a su dojo, pero no merecían ser interrumpidos de esa manera.

— Todo saldrá bien, rubio.

Notó la mirada cargada de odio de Sam hacía ella y decidió ser cordial porque no quería problemas con nadie. Al fin y al cabo, Sam ya no salía con Miguel.

— Buena suerte, Samantha.— la chica se limitó a asentir con la cabeza.— Para ti igual, rubio. Me tengo que ir, se me hace tarde.

La castaña le sonrió a Keene y se alejó de ellos en busca de Halcón para ir junto con los demás estudiantes del dojo para la demostración sorpresa que tendrían en el Valley Fest.  

La demostración de Miyagi-Do iba de acuerdo a lo que habían ensayado. El público estaba atento a todos los movimientos de karate. Le resultaban muy interesantes y no dudaban en aplaudir. La felicidad y el orgullo que inflaba el pecho de Daniel, Sam y Robby se vio opacado después de oír unos cánticos que llamaron toda la atención del público.

— ¡Cobra Kai! ¡Cobra Kai! ¡Cobra Kai!

Los estudiantes de Cobra Kai se apoderaron del escenario y debido a su presentación con peleas y luces mucho más llamativas, el público se olvidó de Miyagi-Do y fueron a ver a Cobra Kai aclamándolos por lo que hacían.

Robby miró con decepción a Valerie.

— ¿Siguen pensando en tenerla en el dojo?— preguntó Sam cruzándose de brazos observando el espectáculo de ese dojo.

Cuando terminó la demostración de Cobra Kai, Valerie bajó del escenario con una gran sonrisa. Había funcionado, todo el mundo ya sabía acerca de Cobra Kai y que era un dojo súper rudo. Aunque sentía un poco de pena por Robby, quién se habia esforzado mucho para esta presentación.

Sam trató de ir a encarar a Valerie, pero fue detenida por Robby, quién le dijo que no quería problemas entre ellas. Robby odiaba verse en medio de Sam y Valerie. Si ellas peleaban, no sabría a quién defender, así lo mejor sería evitar cualquier enfretamiento que se pudiera dar. Ya era suficiente con lo que había pasado. Todos estaban cansados y deseaban irse a casa lo más rápido posible. Encontrarían otra manera de obtener estudiantes, sin ser saboteados por Cobra Kai.

— Miki, avísale a mamá que regresaré tarde a casa.— le comentó Val con una sonrisa a su mellizo.

Él frunció el ceño.

— ¿Por qué?

— Tendré una cena con mis suegros.

Cuando la puerta de la casa de los Moskowitz se abrió, Melissa, la madre de Halcón, no dudó ni un segundo en aventarse a los brazos de la novia de su hijo para darle la bienvenida. La abrazó fuertemente casi quitándole el aire. Ella era la primera novia de su único hijo y debía ser bien recibida.

— ¡Mamá, la vas a matar!— se quejó Halcón.

Melissa se separó de la castaña para darle su espacio, un poco avergonzada. La primera vez que vio a Valerie quedó impresionada con ella. Sin duda, era la indicada para su hijo.

— Gracias por invitarme a su casa, señora Moskowitz.— dijo Valerie cuando recuperó el aire.

— Ahora eres de la familia. Llámame Melissa.

La castaña sonrió asintiendo la cabeza. Cuando Melissa se alejó de ellos para poder servir la comida que preparó para ese momento tan especial, Valerie notó que el rostro de su novio se entristeció al recorrer su mirada en la casa.

— ¿Estás bien, lindo?

— Mi padre prometió que estaría aquí para conocerte, pero seguramente era más importante quedarse horas extras en su estúpida oficina.— Halcón meneó la cabeza.— En fin, ¿vamos a sentarnos?

Halcón guió a Valerie hasta la mesa para poder cenar en familia. Ella se sentó de piernas cruzadas, su madre siempre le había dicho que debía sentarse correctamente en casa ajena si es que no deseaba pasar verguenza. Halcón ayudó a su madre a llevar los platos a la mesa dónde esperaba Valerie muriéndose de los nervios.

Eli era su primer novio, por ende, Melissa era su primera "suegrita"

Las preguntas de Melissa no eran nada incómodas como Valerie imaginó que serían. Sólo cuestionó algunas cosas como sus sueños y sus sentimientos por Eli.

— Le quedó delicioso, Melissa.

La mujer miró a la castaña con una sonrisa:— ¿A cuál te refieres? ¿El postre o la ensalada?

A su hijo.

— Ambos.— se limitó a decir.

Halcón continuó comiendo tranquilamente. Al comienzo, temió que su madre dijera o hiciera algo imprudente, pero todo estaba bien, hasta que mencionó algo que perjudicaría la imagen de Halcón.

— ¿Quieres ver las fotos de Eli cuando era pequeñito?— le susurró Melissa a Valerie, a lo que ella asintió con complicidad.— ¡Genial, ahora lo traigo!

— ¡Mamá, no te atrevas!— gritó Halcón, pero su madre lo ignoró encaminandi hasta su habitación en busca del álbum.— Estrellita, no lo veas, por favor. Te lo prohibo.

Valerie soltó una carcajada.

— Tú no me puedes prohibir nada.

Segundos después, apareció Melissa con el dichoso álbum en las manos. Valerie se acercó a ella para observar mejor cada una de las fotos de su novio pequeño. La primera fotografía era una dónde Eli era una recién nacido y estaba en los brazos de sus padres en una cama de hospital. Sin duda, la forografía que más avergonzó al chico fue una dónde estaba siendo bañado por su madre cuando era un bebé.

¿Cómo se atrevía su madre a mostrarle eso a su novia?

— ¡No puede ser!— exclamó la madre de Eli viendo el reloj que colgaba de la pared.— Llego tarde para mi turno en el hospital.

— ¿Hoy no era tu día de descanso?

Melissa negó con la cabeza explicando que su jefe lo habría cambiado para el próximo fin de semana por algunos problemas que habían en el hospital. Halcón no tuvo otra opción que asentir entendiendo la situación de su madre, después de todo, la cena fue genial a excepción con la parte del álbum de fotografías vergonzosas.

— Fue un gusto volverla a ver, Melissa.

La mujer abrazó a Valerie.

— Recuerda que eres bienvenida a esta casa las veces que quieras.— sonrió.— Me alegro que mi niño tenga una buena chica como tú a su lado.

Halcón sonrió también. Él también se alegraba de tenerla a su lado. No sólo era su novia, sino también su amiga. Sabía que podía confiar en ella para todo. Valerie era su roca.

— Descuida, mamá. Yo me encargaré que Val regrese sana y salva a su casa.

Melissa Moskowitz procedió a despedirse de los jóvenes confiando en que la castaña estaría bien bajo el cuidado de Halcón. Cuando ella se marchó, Halcón le sonrió a su novia.

— Entonces, ¿que quieres hacer?

— Se me ocurre algo.

Al parecer, ambos chicos piensan en lo mismo.

La risa de Valerie inundó la habitación de Halcón tras encontrar una cámara de vídeo que contenía algunos vídeos de él junto a Demetri jugando de pequeños. Eran tan adorables y a la vez graciosos. Halcón le quitó la cámara, avergonzado por lo que su novia había visto.

Ella se burlaría de por vida.

— Vamos, Eli. No seas aguafiestas.

— Eso es confidencial.

Halcón dejó la cámara sobre el escritorio y tomó a su novia de la cintura.

Valerie dejó de sonreír y miró a Halcón, quién todavía no la había soltado y mantenía su cuerpo pegado al suyo. Aproximaron sus labios lentamente hasta que estos chocan, formando un beso placentero. Valerie retrocedió hasta que se chocó con la cama de Halcón y se cayó en ella con el chico de la cresta azul encima suyo. Halcón la volvió a besar, pero esta vez, el beso era más apasionado. Sus labios se movieron en sincronía a la misma vez que sus respiraciones se aceleraban por la intensidad de aquel beso.

Halcón se deshizo de su camiseta inmediatamente permitiendo que su novia pudiera pasar sus manos por su adbomen. Sin pensarlo dos veces, el chico desnudó a Valerie observándola con deseo: - Me encantas, Diaz.- El chico se sacó sus pantalones y los lanzó a un lado de la habitación, sin importarle donde cayera, para volver a juntar sus labios con los de Valerie, quién podía sentir el miembro duro de Halcón en su muslo.

—  Eli.., hazlo ya.

Él estiró su brazo para poder abrir el cajón de la cómoda que se encontraba al lado de la cama y sacar un condón. Valerie esperó pacientemente que su novio se lo colocara, pues no querían ser padres aún, tan sólo eran unos adolescentes hormonales a punto de perder su virginidad.

— ¿Estás segura de esto, estrellita?

—  ¡Joder, claro que si!

El chico se posicionó y segundos después, Valerie sintió la penetración del chico acompañado de un poco de dolor e incomodidad por la nueva sensación que experimentaba, pero los besos de Halcón era el mejor remedio. Cuando el chico entró más en ella, arqueó la espalda. El dolor se había ido y en su lugar, quedaba la necesidad de sentir el placer del acto. La castaña gimió y colocó sus brazos alrededor del cuello de Halcón obligándolo a moverse con demasiado fuerza y complaciéndose.

— ¡Dioses! No te...detengas

Minutos después, Valerie comenzó a sentir que llegaría el orgasmo. Su cuerpo estaba a punto de estallar mientras el placer invadía todo su cuerpo. Halcón gimió junto con ella y continuó con sus rápidos y fuertes movimientos hasta que llegaron al orgasmo. Halcón besó una vez más a su novia, alejándose de ella para poder quitarse el condón y desecharlo. Luego se acostó al lado de Valerie y ambos respiraban agitados.

— Valerie.— Halcón acarició el cabello marrón de su novia.

— ¿Si?

— Te amo.

La castaña se separó de Halcón para mirarlo a los ojos, algo que inquietó al chico. Ella sonrió felizmente:—  También te amo.

LOS MELLIZOS DIAZ ESTABAN calentando a un lado mientras que Halcón y Aisha escuchaban las grandes hazañas que contaba Kreese cuando estaba en el ejército. De todas maneras, Miguel estaba atento a las palabras del hombre porque sentía que lo que decía no tenía sentido.

¿Acaso Kreese ocultaba algo?

—  ¿No dijo Somalia?— cuestionó el latino confundido por las incoherencias del hombre.— Eso está en Somalia, Ruanda es otro país.

De inmediato, Kreese se tensó, pero le dio la razón a Miguel con la excusa que como pasó mucho tiempo en el desierto, los lugares se mezclaron. De todas maneras, Miguel seguía desconfiando del hombre, algo que su melliza pasó desapercibido.

— Sus historias no cuadran.

— Vamos, Miki, no seas paranoico. Kreese ya es un ancianito, es normal que tenga un poco de confusión.

Miguel asintió con la cabeza no tan convencido por la respuesta de Valerie. Era la primera vez que Valerie se tomaba ese tipo de cosas a la ligera, había algo raro en ella, pero decidió no molestarla porque le gustaba que su melliza estuviera de buen humor.

La conversación fue interrumpida por Johnny, quién salió del déposito después de negarse a pagar más dinero de la renta y echar al dueño por la puerta trasera. El rubio observó  su dojo y se dio cuenta que habían estudiantes nuevos. Ordenó a todos que se ordenaran en filas ordenadas para iniciar con la clase.

— Disculpe, los padres no pueden quedarse.— el sensei se detuvo frente a un señor de polo celeste que se encontraba formado junto a los estudiantes.— Es por lo del seguro.

— Oh, no soy padre. ¡Estoy aquí para patear traseros, señor!

El sensei identificó a su "nuevo estudiante" como el señor que le vendió los espejos con el cuál hablaron de música. A Johnny le había caído algo bien aquel tipo, pero era raro que un señor de su edad recibiera clases con adolescentes y se lo hizo saber.

— Escucha, eres un poco mayor. Es una clase para adolescentes.

El hombre no se daría por vencido fácilmente hasta que logró que Johnny lo pusiera a prueba ofreciéndole dinero. Johnny se apartó del hombre y regresó al frente junto a Kreese.

— Pensé que mi último grupo era patético. Pero si hacen lo que les digo, tendrán la oportunidad de volverse luchadores. Y para eso, tendrán que pelear. ¿Quién tiene las agallas para enfrentar al campeón?

Mi momento ha llegado.

Valerie alzó la mano, emocionada. Amaba patearle el trasero a su amado hermano y ahora podría demostrarlo delante de todos los estudiantes. Siempre la habían subestimado, ella era conocida por ser la hermana del campeón, no por su propia destreza.

— ¡Usted no, señorita Diaz! Es para los novatos.

La castaña hizo una mueca y bajó la mano. Tal vez en otro momento llegaría su oportunidad. Halcón acarició la espalda de la chica con delicadeza para animarla, a lo que ella le sonrió. Todos esperaban que alguien se atreviera a desafiar a Miguel hasta que oyeron la voz de alguien.

— Yo lo enfrentaré.

Las miradas se posaron una chica rubia de ojos avellanas. Es bella pensaron algunos de los presentes incluyendo a Valerie que la observó atentamente.

— Oh, ¿lo harás?— cuestionó Johnny mirando a la rubia.

— Vi su pequeña demostración en el Valley Fest. Hicieron un buen espectáculo. ¿Pero saben pelear?

Johnny se acercó a ella tratando de intimidarla, sin embargo, no lo logró. La rubia tenía mucha confianza, y eso, le gustaba a Valerie:— Eso suena a un desafío.

— Me gustan los desafíos.

Como era el campeón, Miguel debía enfrentar a la novata fanfarrona, así la llamó Johnny por su excesiva confianza. Los demás estudiantes salieron de la colchoneta para visualizar el enfretamiento. El primer error de Miguel fue tratar de ser amable con la rubia, quién le dio una patada en el estómago al latino.

Miguel decidió olvidar su amabilidad y atacó con todo, derribando a la chica, pero ella no se dio por vencida y insistió en golpear a Miguel hasta que por fin, en un momento de distracción, lo logró vencer.

— ¿Por qué sonríes, Val?— susurró Halcón, confundido.

— La rubia me agrada.



Hola, hermosas❤


Primero que nada, debo informarles que es la primera vez que escribo un smut, así que no sé si les gustó😞

¿le gustó el capítulo?

¿Cuál creen que será la reacción de Valerie cuando Halcón ataque a Demetri? ¿Ella también destruirá Miyagi Do o estará en contra de eso?

Spoiler: Tory y Valerie serán buenas amigas👉👈

Teorías y/o sugerencias👉

Las amo😍

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top