Capítulo 2
Antes de que me fuera mis padres me compraron una casa cerca de la universidad en la que voy a estudiar. Nunca me gustó tener algo sin habérmelo ganado, por esa simple razón decidí buscar un trabajo como mesera y darles el 40% de mi sueldo hasta por lo menos pagar la mitad de esta mientras que la otra parte la usaba para los gastos de hogar. Cuando llegó la propuesta del curso temí por dejas esa costumbre. Por suerte cuando llegué acá puede conseguir un trabajo y seguir ''pagando'' mi casa. Y ahora volveré a mi casa con un poco de dinero ahorrando y con mi compañera de cuarto. Todo este tiempo le renté la casa a una chica que tenía en la preparatoria para que aun estando lejos le sacara provecho. El avión estaba a punto de despegar, Alin estaba sentado alado de mí. Este vuelo duraría 8 horas aproximadamente así que era un buen momento para recuperar las horas de sueño.
-¿Estas lista?
-Claro... -mentí- ¿Y tú?
-¿Ya no tienes miedo? Más que nunca.
-Estoy bien.
Alin y yo nos conocimos en la escuela. Nunca antes había encontrado a alguien tan distinto a mí y que pudiéramos congeniar tan bien. Ella quizá venir conmigo de regreso a mi país por algún tiempo indeterminado. Desde entonces no para de hablar sobre los lugares, la comida, las personas, las jergas y todo lo que uno quiere saber cuándo llegas a un nuevo lugar
El despegue estuvo bien, solo un pequeño mareo. En la tercera hora caí completamente dormida, por desgracia volví a tener el mismo sueño que me atormentaba desde hace varias semanas. Se trataba de mi completamente sola en medio del desierto a ese sueño se le sumó un cambo brusco de escena de una banqueta repleta de personas conmigo en medio y al principio las personas trataban de esquivarme; Después yo me convertía en alguien invisible, nadie podía verme, nadie me escuchaba, simplemente no existía. No hace falta ser el mejor psicólogo de mundo para deducir que los sueños se derivan de mi miedo a la soledad. Desperté de golpe y vi a Alin durmiente, me levante del asiento para ir al baño y lavarme la cara. Todo este tiempo que había convivido con Alin descubrí que no debía de mostrar sentimientos... "Negativos" pues ya era excusa perfecta para perder la cabeza, para mi suerte estaba completamente dormida. A veces me preguntaba cómo era que esta chica sigue soltera. Ella es completamente perfecta. Era una chica guapa con ojos color avellana, pestañas pequeña pero chinas, cejas perfectamente delineadas, pecas en sus mejillas, su cabello era rojizo ondulado, tez blanca, medía aproximadamente 1.65 y un cuerpo envidiable; tenía un carácter tan dulce, siempre estaba sonriendo. En el año que pasamos juntas, ni una sola vez la vi saliendo con alguien. Eso no significaba que no tuviera chicos detrás de ella, no, claro que los tenía, pero nunca se interesó realmente en alguno. Ella y yo éramos mundos diferentes, en lo único que concordábamos era en el lado artístico, Simplemente que ella se dedicó a actuar y yo a dibujar. Regresé del baño y busqué la libreta que había empacado a la mano. Quedé pensando sobré que sería de mi futuro, antes tenía planeado estudiar psicología y mantener el dibujo como un hobby. Pero luego del curso, todos planes se vieron afectados. Ya tenía lugar en la universidad, había hecho el examen antes de irme, para esto estaré "atrasada" un año. Ya no tenía tiempo para reformular lo que tenía así que decidí seguir con el plan de psicología pero cambiaría un poco; Luego de terminar la universidad buscaría un trabajo para ahorrar lo suficiente y poder rentar un local en donde vender mis pinturas. Todavía tendría que cubrir algunos huecos en el proyecto pero de eso me podré encargar más adelante. No quería que algún conocido seenterara de mi regreso. Había llamado a mis padres para avisarles que volvería al país para poder verlos, lamentablemente ellos planearon un viaje el mismo día en el que yo volvería así celebrar su aniversario, se irían por un tiempo indefinido.
Pasaban las horas y mis nervios iban aumentando, si bien no quería volver a verlo, me reconfortaba la idea de regresar a mi casa. Afortunadamente la casa que tenía era de dos pisos con 3 habitaciones y 4 baños. A pesar de lo grande que era nunca me sentí sola pues Luke siempre estaba ahí para mí. Odiaba que cada tema terminase en él pero simplemente era inevitable. Estuvo ahí desde que tengo memoria, yo podría...
-¿Por qué ya no te veo dormir?
-Me despierto antes que tú.
-Hablo enserio Nina, esta última semana has estado muy rara.
-No es nada, sólo estoy nerviosa.
-¿Nerviosa de ver a tus antiguos amigos?
-Sabes que no soy muy sociable, no tengo amigos acá.
-Pero...
*-Pasajeros les pedimos que abrochen sus cinturones pues estamos a punto de aterrizar*
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