Capítulo 18
Capítulo 18
-¿Y por eso crees que con este chico, Thomas, tuviste esa conexión que lo aparta de los demás hombres?
-Si, estoy segura.
Pasó una semana desde que me subí en el camión equivocado, no estaba segura de qué era lo que exactamente había pasado, ya que inconcientemente bloqueé ese día.
Pero sé que cambió algo, algo en lo que estoy sabía que iba jodido mi vida.
Ahora estaba hablando con una psicóloga (cita que me había sacado Alin). No me molestaba ir con una psicóloga, lo que me costaba era salir de mi casa.
Desde ese día no había visto el sol y sólo por una simple razón: Hombres.
Cualquier hombre que veía provocaba en mi un miedo indescriptible, algo que, si nunca has experimentado algo similar, es muy difícil de entender.
Tenía una excepción... Thomas.
Pero a decir verdad, aún yo sea la que está pasando por esto. Me es imposible comprenderlo todo.
-Bien Nina... Por lo que me has dicho y por como he visto que actúas... Creo que tú vas a poder salir de esto, se nota a kilómetros que estás haciendo todo lo posible para poder salir de esto... Estoy segura que con un par de sesiones te sentirás mucho mejor.
-Entonces...
-Entonces debo agendar otra cita dentro de dos semanas.
Me quedé callada, no estaba segura de que quisiera volver a venir aquí, el lugar en general se me hacía sentir muy incómoda.
Salí lo más rápido que pude para ver el carro de Thomas estacionado enfrente.
En ese momento mi celular comenzó a vibrar. Al mirar la pantalla vi el nombre de "Luke" en una llamada entrante.
Bloqueé mi celular, llevaba llamándome desde el día que pasó todo eso.
Llevaba 103 llamadas sin responderle.
Sé que era una locura, pero justo ahora no podía hablar, ni siquiera mirar a algún hombre.
Y eso lo incluía a él.
Vi a Thomas bajarse de su carro para abrirme la puerta.
-¿Todo bien? ¿Cómo te fue?- preguntó.
-Si... Dice que tal vez deberíamos vernos un par de veces más.
-Si eso es lo que necesitas... Estoy dispuesto a llevarte y traerte las veces que sean.
Thomas me tendió su mano para poder subirme al coche.
Él era la única persona de la que yo me sentía cómoda al momento de hacer contacto físico.
Cerró la puerta después de que me subiera y caminó hasta el otro lado.
Junto a él sentía que no iba a permitir que nada malo iba a pasar. Y esa sensación era la que necesitaba ahora más que nunca.
-¿Quieres ir por un helado? - Preguntó mientras encendía el carro.
-No. Quiero ir a casa.
Simplemente suspiró y manejó hasta nuestra calle.
-Nina... Sabes que yo no dejaré que ningún idiota te... Lastime. Siempre voy a estar ahí para ti.
-Gracias Thomas... Creo que tú eres parte importante por la que aún... Ya sabes.
-Lo sé... Nina... Yo.. quisiera decirte que... Sé que a pasado relativamente poco tiempo pero... En verdad estoy enamorando de ti.
Me quedé callada... No tenía palabras para esto.
-Se que no es el momento más apropiado para decirlo, pero ya no puedo ocultarlo más. Y no quiero que respondas nada... Sólo quiero que sepas que jamás dejaré que alguien te haga sufrir.
Miré a Thomas y por primera vez lo vi perfecto. Vi como los rayos del sol chocarán con su cara y provocaran que su cabello rubio brillará como nunca antes. Su perfil tenía un trazo firme, como cuando estás dibujando algo y de verdad quieres que salga como tú lo imaginas.
Ni siquiera el mejor fotógrafo podía retratar la imágen que se me quedó en la cabeza. Era tan admirable al punto en el que me preguntaba a mi misma si estaba idealizado a Tom...
-Gracias Tommy... Yo... Quiero intentarlo, solo te pido un poco de tiempo... En donde me pueda acostumbrar... A todo lo que está ocurriendo.
Los ojos de Thomas me miraron y los tenía llenos de vida, de un brillo casi majestuoso.
-Nina. Por ti esperaría mil años con la esperanza intacta, sólo por una oportunidad de enamorarte así como yo lo estoy de ti.
Llegamos a la casa, como siempre él me abrió la puerta y me ofreció su mano para que bajara.
Me le quedé viendo y poco a poco me empecé a acercar a él. Dejando un poco de tiempo para que los flashbacks lleguen a mi memoria y me pudieran detener.
Pero no fue así.
Tomé las manos de Thomas mientras me paraba de puntitas para lograr alcanzarlo.
Fui cerrando los ojos y lo besé.
Él al principio se sorprendió pero rápidamente empezó a mover sus labios al ritmo de los míos haciendo que rápidamente se coordinaran.
Me separé de él con una sonrisa tímida. Caminé hasta la puerta de la casa, saqué las llaves para poder entrar. Lo primero que vi fue a Alin bajando las escaleras con su celular en la mano.
-¿Regresaron tan pronto? -Pregunto mi amiga.
-Las seción solo dura 50 minutos...
-¿Y cómo te sientes, crees que te sirvió de algo?
-Eso creo... luego te cuento
-Muy bien, ¿Y Thomas?
-Aquí -Dijo entrando a la casa.
-Muero de hambre... ¿Ordenamos comida? -Sugerí ya que mi estómago gruñía.
-Claro, si quieres Alin y yo podemos ir a MacDonald's por unas hamburguesas.
-Claro... Mientras yo busco una película en Netflix.
Todos quedamos de acuerdo. Subí a mi recámara, me puse la pijama. Sabía que eran las 2 de la tarde pero ya no iba a salir y quería estar cómoda.
Bajé para tirarme en el sillón, prendí la televisión. Entré a Netflix y empecé a pasar de título a título, buscando alguna película que no hubiéramos visto ya.
En ese momento mi celular comenzó a sonar.
Me lo pensé un poco por que tarde o temprano tendría que responder y honestamente ya no podía seguir escondiendome de él, así que tomé mi celular y acepté la llama.
-¿Luke?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top