20.

Mientras conducía con la mente hecha un lío, su celular comenzó a timbrar.

Rogaba al cielo de que no fuera Wonho quien estuviera llamándole y sus peticiones fueron oídas porque el nombre que figuraba en la pantalla le pertenecía a quien le causaba tanta molestia en tiempos anteriores.

Otto.

Suspiró con fuerza y contestó tranquilo dejando el celular en altavoz para no quitar su mirada de la calle.

- Hola...

- Maldita sea... dime que no estás bromeando o te cago a palos.

Hyungwon soltó una pequeña risita.

En realidad la única risa que había soltado casi en una semana.

- Pues no, no es una broma aunque quisiera que si.

- ¡No me jodas! Que increíble... mejor ni te pregunto nada, no quiero que te arrepientas ahora.

Hyungwon volvió a sonreír.

- Eres un tonto ¿Lo sabías?

- Me lo has repetido mucho...

- Y bien... No has respondido a mi pregunta, estoy conduciendo al centro sin rumbo ni dirección... sólo suponiendo que por allí están las mejores cafeterías.

- Bueno... sobre eso... tenemos que hablar.

Hyungwon miró al celular confuso.

- ¿Qué pasa?

- Bueno Hyungwon... No estaba pensando en ir precisamente al centro ¿sabes?

- ¿Por qué no?

- Hyungwon... piensa en ti y en mi, no te gustaría levantar sospechas saliendo juntos en una tarde/noche a pleno centro ¿o si?

Hyungwon bufó con un poco de molestia.

- Hombre, no iremos a un hotel ¿sabes?

- ¿Qué más da? La gente habla lo que ve y también lo que no... Es mejor que vayamos a otro sitio.

Suspiró y se estacionó a un lado de la calle.

- Bien Jotto ¿dónde vamos?

El hombre soltó una risita al notar que Hyungwon había vuelto a utilizar el mote con fingida molestia.

- Te enviaré la dirección y te guías con el GPS ¿Te parece? Mientras tanto yo voy a preparar todo.

- ¿Todo?

- Es decir... Pues prepararme y el dinero también... dicen que el que invita paga ¿no? Y me has pillado en un mal momento, por eso debo darme prisa...

Hyungwon le creyó sin más.

- Bien... espero la dirección y empiezo a moverme mientras tu llegas, por favor no te pongas ridículo.

El hombre se rió.

- Trataré, aunque no prometo nada... seguro que tu te ves hermoso...

Hyungwon se rió.

- ¿Pero que cojones dices? Ni siquiera me has visto, aparte estoy resfriado... seguro me veo terrible.

- Oh Hyungwon... tu no sabes lo hermoso que eres...

- Date prisa Jotto, ya deja de coquetear.

El hombre rió y cortó la llamada y casi inmediatamente después, Hyungwon estaba recibiendo la dirección en su teléfono y al estudiarla un poco decidió poner el auto en marcha.

A medida que avanzaba a través de las calles, por la dirección que le había dado Otto, las enormes casas y edificios eran reemplazados por casas de bajo presupuesto y lugares menos ostentosos.

De alguna manera ese lugar le recordaba al ambiente en el que vivía anteriormente, incluyendo el bar y ese tipo de cosas.

Por las calles se miraba gente extraña y a pesar de que aún estaban a plena luz del día, ya se miraban unas cuantas prostitutas merodeando por allí.

Y después de casi 25 minutos conduciendo, al fin había llegado al lugar donde había sido citado y estacionó su auto enfrente llamando inmediatamente la atención de todos.

Pues no era normal ver a una lujosa camioneta del año estacionarse en un sitio como ese.

Salió del auto dejando su celular para evitar un asalto y suspiró sintiendo las miradas de todos encima, se sentía tan pequeño allí que cuando vio a Otto esperandolo en la entrada, se sintió casi como si fuera el cielo.

Otto le hizo una señal y se acercó rápidamente a él.

- Joder, más vale que no queríamos llamar la atención eh...

- No es mi culpa que tengas a un magnate adinerado de novi- corrección, prometido...

Hyungwon sonrió triste al recordar a Wonho, pero no iba a irse de allí, necesitaba un descanso mental y Wonho ni siquiera estaba en casa.

- Claro...

Otto le tomó la cara entre sus manos.

- Hey... sólo calmate ¿Si? A ellos no les importamos, somos dos desconocidos en este lugar y hemos venido para relajarnos y quitarnos el estrés que tenemos por los problemas...

Hyungwon lo miró serio.

- Tu que sabes.

El hombre suspiró y se detuvo al llegar a una mesa.

- Pues sé que jamás aceptarías compartir un café conmigo si no tuvieras problemas en casa... debes estar muy jodido ahora...

Hyungwon sonrió.

- Bien, tienes razón...

En ese momento ambos tomaron asiento y Hyungwon miró a su alrededor con más atención.

Se quedó muy serio y dirigió su vista directamente a Otto.

- Maldito mentiroso, esto es un bar no una cafetería.

El hombre se encogió de hombros.

- Vale, es una cafetería y bar... No se tu pero yo necesito algo más fuerte que un café, no creas que eres el único que está jodido.

Hyungwon suspiró.

- Pues... supongo que no... Y ya que hablamos de alcohol podría recomendarte algo...

El hombre lo miró curioso.

- A ver señor experto, dígame su recomendación.

Hyungwon se rió y se quedó pensativo.

- Everclear 190... 95% de alcohol, seguro no puedes tomar ni un poco y ya estás renunciando...

El hombre se rió.

- ¡Joder! ¿Ya lo has probado? Seguro es fuerte.

Hyungwon sonrió y asintió triste recordando como se terminó una botella entera de esa bebida después de ver como Lily y Wonho follaban casi en su cara y se quedó en silencio por un largo rato con su mirada perdida en algún sitio.

- Hyungwon... al parecer no soy el único que necesita un trago, tu semblante dice que la estas pasando mal... por favor ten diversión, justo ahora no estás en casa, olvídate de tus problemas por un momento... ¿Puedes?

Hyungwon asintió triste y cuando un camarero llegó tenían muy claro, serían dos botellas de Everclear 190, para tener un poco de diversión como en los viejos tiempos.

...

Risas, risas y más risas.

Era todo lo que sentían después de varias horas, tanto así que entre risas y tragos, las ganas de hacer pis se hicieron presentes.

Otto ya se había ido al baño cuando Hyungwon también sintió ganas de hacer pis, así que simplemente siguió el mismo  camino que Otto y lo encontró en uno de los urinales.

En ese momento sus pensamientos no estaban muy claros, pero por alguna razón le dio curiosidad por ver "algo más" de Otto y cuando lo hizo se quedó asombrado y quizá también un poco excitado.

Para cuando Otto notó que Hyungwon era quien estaba a su lado, ya ambos habían terminado de hacer pis, pero no habían acomodado sus ropas.

Hyungwon fue el primero en cubrirse y se apartó de allí yéndose directamente al lavadero para lavarse las manos y la cara que la tenía roja de vergüenza o quizá de excitación.

Pero justo cuando estaba lavandose, sintió un suave beso en su sensible cuello e instantáneamente esa típica corriente eléctrica le recorrió la columna vertebral.

Echaba de menos ese sentimiento, pues últimamente entre él y Wonho apenas habían unos 4 o 5 encuentros sexuales al mes y no pasaban de la monotonía, obviamente porque Wonho tenía muy poco tiempo y también pasaba muy cansado.

Cerró sus ojos limitándose a sentir el tacto de Otto acariciarle las piernas y pegar sus cuerpos hasta que no hubiera distancia alguna.

En un momento dado, Otto volteó a Hyungwon para quedar frente a frente y al verse a la cara lo único que deseaban era comerse a besos salvajes que no dudaron en empezar.

Sus bocas se unieron en un frenético beso de lengua que les erizaba la piel a ambos, Otto se encargó de besar el cuello de Hyungwon con tal experiencia que volvería loco a cualquiera, incluso se detuvo en una ocasión a succionar una de sus áreas más sensibles.

Lo apretó contra su cuerpo y lo levantó posandolo sobre la encimera del lavadero abriendo sus piernas y posicionandose entre ellas para crear fricción entre ambos cuerpos.

Hyungwon arañaba la espalda de Otto por encima de su camisa y sus bocas volvían a unirse en un candente y ruidoso beso.

Otto metió las manos por debajo de la camisa de Hyungwon y comenzó a acariciarle los pezones.

Hyungwon sonrió por la sensación tan liberadora que estaba experimentando con sus ojos cerrados, pero Otto apretó mucho uno de sus pezones provocándole dolor.

- Con cuidado Wonho.

En ese momento Otto se detuvo y Hyungwon abrió los ojos dándose una bofetada mental.

No estaba con Wonho.

No debía estar haciendo eso.

No debía estar allí.

Empujó a Otto con fuerza y se acomodó la ropa bajandose rápidamente de la encimera ante la atenta mirada de Otto.

- Hyungwon... yo... lo siento...

Hyungwon negó efusivamente.

- No, lo siento yo, esto es un malentendido, perdón debo irme.

- Pero Hyungwon...

Se fue a la mesa donde había estado anteriormente y dejó una cantidad de dinero allí para pagar las bebidas, tomó las llaves de su auto y salió casi corriendo al estacionamiento.

Se subió y lo puso en marcha como un loco, debía llegar a casa y darse un baño, olvidarse de lo que había pasado durante toda la tarde/noche que estuvo con Otto.

Llegó como loco, agarró su celular y las llaves de la casa, bajó del auto y abrió su casa un poco asustado, pero ver a su perrito muy feliz de verlo, lo calmó mucho.

Sonrió y lo tomó en brazos pensando en que por culpa de los problemas, tampoco le había prestado mucha atención a él y cada día estaba más grande.

Suspiró y lo puso en el suelo, avanzó hacia la cocina para poder tomar un vaso de agua, pero al agarrar el vaso notó que manchó el vaso de algo.

Se miró la mano, luego miró su camisa y por último el rastro de manchas en el piso que había dejado su perrito y se alarmó muchísimo.

Agarró su celular con mucho miedo mientras comenzaba a caminar por la casa buscando el origen de ese rastro y notó como tenía un total de 30 mensajes y 148 llamadas perdidas de muchas personas.

En ese momento estaba entrado una llamada de Ruby y contestó aún buscando el rastro de aquello.

Pero para cuando Ruby comenzó a gritarle, abrió una puerta y no pudo hacer nada más que susurrar.

- Wonho...

Y su corazón pareció detenerse.



-----🖤-----

No es por alarmar a nadie pero ya llevamos 2/3 de esta historia...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top