17.

La miraba sentada tan tranquilamente en el sofá que él mismo había elegido cuando se mudaron.

Era su sofá, no de ella.

Ella cambiaba canales de vez en cuando, sin embargo no miraba ninguno porque ninguno le parecía interesante.

Se dedicaba a observarla detenidamente siguiendo todos y cada uno de los movimientos que hacía y aparte del ruido del televisor, no había otro sonido más en la enorme casa.

Por unos momentos se llenó de rabia recordando lo lindos que eran sus fines de semana antes que ella viniera, ahora los fines de semana tenía que pasarlos encerrado en la casa o saliendo a algún lugar "seguro para mujeres embarazadas"

La diversión se había ido por el caño desde hacía casi 5 meses.

Y ya no soportaba.

Por un momento quería ponerse de pie e ir a la cocina a traer un cuchillo y apuñalarla en el vientre para que todo se acabara, pero luego recordaba que ese bicho también era de Wonho, su Wonho y a él si lo amaba.

Suspiró con molestia llamando la atención de Natalia quien lo miró rápidamente.

- Hyungwon... ¿Te sientes bi-

La puerta frontal se abrió interrumpiendo la charla que estaría a punto de comenzar, afortunadamente para Hyungwon.

Wonho ingresó con una sonrisa y varias bolsas en la mano y cuando lo vio, el corazón de Hyungwon parecía derretirse y todos los malos pensamientos que tenían antes se habían esfumado.

- He traído almuerzo y un par de cosas...

Hyungwon se levantó y se fue a la mesa de comedor donde Wonho había dejado las bolsas de comida y las abrió percibiendo de golpe aquel delicioso aroma que amaba.

Camarones.

Sonrió contento porque sabía que Wonho siempre pensaba en él pero mucho antes de que él pudiera siquiera formular una palabra, una voz se escuchó en la sala y tuvo que voltear.

- ¡Gracias Hoseok!

Levantó su mirada de los platos de comida y notó como Wonho había ido a dejarle una bolsa a ella, no sólo con comida si no también con chocolate, aunque fueran de los baratos, eran chocolate.

Chocolate que debía ser para él y que ella no debería comer en su pulcro sofá blanco.

Se sentía herido de alguna manera.

Aunque no pudiera evitarlo su corazón dolía cada vez que algo así pasaba, no se sentía molesto con Wonho, sin embargo compartir su atención dolía.

Sobretodo con personas a quienes le tenía odio.

Sin embargo no dijo nada y se sentó a la mesa a comer, no le importaba estar comiendo mucho últimamente.

Desde siempre había tenido la manía de comer cada vez que estaba triste, por eso en tiempos anteriores tenía un problema de obesidad y no le importaba volver a tenerlo.

Estaba demasiado cansado de la situación.

Abrió la bolsa y sacó la comida dejándola al frente suyo, pero esta vez no le apetecía nada.

Suspiró con cansancio y sintió como los brazos de Wonho lo envolvían por los hombros mostrándole algo.

Miró lo que Wonho le enseñó y se quedó sorprendido.

- ¿Qué demonios?

Wonho se rió y se sentó a su lado.

- Pensé que te gustarían...

- Claro que me gustan pero... Joder... son chocolates Richard Donnelly ¿cuánto vale esto?

Wonho se encogió de hombros.

- No se... unos 80 dólares o 75 quizá...

- Pero Wonho... ¿Sabes lo que se puede hacer con 80 dólares?

- ¿Regalarle chocolates deliciosos a mi esposito porque hoy cumplimos 3 años viviendo juntos y no pude sacarlo a ningún sitio especial?

Hyungwon se quedó helado y Wonho se acercó a darle un beso.

- Los mejores 3 años de mi vida...

- Wonho... Perdóname... Yo no...

Wonho negó con la cabeza.

- Yo te comprendo y créeme cuando te digo que ya me has dado mucho... Se que has tenido días difíciles y soportarme a mi, al bebé y quizá también a Natalia seguramente no es fácil...

Hyungwon sonrió agradecido y volvió a dejarle un beso tierno en la boca.

Cada día amaba más a Wonho y aunque por momentos no se sintiera querido, Wonho siempre le demostraba que su amor estaba presente.

Como por arte de magia su hambre volvió y miró a los deliciosos camarones en el plato, luego miró a Wonho a su lado que también tenía un plato de camarones y sonrió.

No era lo quizá hubiera esperado para un aniversario, pero ya era mucho mejor que estar triste.

Cuando terminaron su almuerzo Wonho tomó la mano de Hyungwon y lo llevó a una de las habitaciones vacías del segundo piso.

- Mi amor quiero que esta habitación sea la del bebé, pero... No se como empezar a decorarla, es complicado... Y pensé en que quizá tu podías hacer tu magia...

Hyungwon miró alrededor de la habitación.

- Pero si aún no sabes si el bichito será niño o niña...

Wonho se rió.

- Ya.. Pero, es necesario... además podemos poner colores neutros y romper con estereotipos ¿No? ¿Qué te parece usar nuestros colores favoritos?

- ¿Negro y blanco?

- Si, pintamos el lugar de blanco, ponemos algunos detalles en negro y el bebé... bueno, como tu le dices, el bichito tendrá un lugar muy bonito y elegante...

Hyungwon se quedó pensativo pero asintió, pues era una actividad para hacer a solas con Wonho y además estaba muy consciente que por mucho que odiara al bichito, algún día tendría que acercarse a él de alguna forma.

- Bien, comencemos...

Ambos se pusieron ropa vieja y prepararon el lugar vacío, trajeron las pinturas y los rodos y comenzaron a pintar todo el lugar de blanco.

Pero como siempre los jugueteos no podían faltar entre ellos y terminaban salpicandose la ropa o el rostro.

Pero algo abundaba allí y era amor y sonrisas.

Después de que terminaron de pintar la habitación entera de blanco comenzaron a poner los detalles en negro.

Algunos puntitos, otros corazones e incluso caritas sonrientes.

No tenían idea de decoración, pero querían plasmar su esencia en ello y a Hyungwon se le ocurrió una idea.

Tomó una brocha, la mojo en pintura negra y luego la puso sobre la pared blanca y formó un enorme círculo negro.

Wonho lo miró preocupado.

- ¡Pero Hyungwon! ¿Cómo vamos a quitar eso ahora?

Él se rió y atrajo a Wonho hacia él.

- No vamos a quitarlo tonto... mete tus manos allí.

Le señaló la lata de pintura blanca y Wonho lo miró extraño pero aún así obedeció.

- ¿Y ahora qué?

Hyungwon puso sus manos dentro del círculo dejando espacio para Wonho.

Wonho se rió pero imitó su acción, aunque los cálculos le fallaron y terminó poniendo las manos muy cerca de las de Hyungwon.

En ese momento Hyungwon apartó sus manos de la pared y metió su dedo en la pintura para escribir debajo de la huella de sus manos, quería plasmar su nombre.

Pero cuando llevaba escrito "Hyung" se dio cuenta que la figura de las manos de Wonho ya estaba allí.

- ¡Oye! Lo has hecho mal...

Wonho se rió y metió su dedo en la pintura blanca también completando la frase, formando un perfecto "HyungWonho"

- Ya está... asunto solucionado...

Hyungwon se rió y salió corriendo de la habitación.

- ¡Espera aquí!

Wonho se quedó parado en el mismo lugar y miró hacia la pared en donde habían plasmado sus huellas y miró como debajo de la unión de sus nombres habia espacio para el nombre del próximo integrante de la familia.

Como Hyungwon tardaba decidió que iba a meter a la habitación la cuna que ya tenía comprada, por suerte combinaba con el lugar.

Y justo cuando terminó de meterla, Hyungwon volvió.

- ¡Ven aquí!

Wonho fue en dirección hacia la pared y Hyungwon los apuntó a ambos con una cámara de fotos instantáneas dando como resultado una hermosa foto de ellos sonriendo con la pared pintada con sus huellas detrás.

- Mira Hyungwonnie... aqui hay espacio para el nombre que le pongamos...

Hyungwon miró la pared.

- Pero aún no puedes decidir nombre si no sabes que será el bichito.

- Es fácil... Si es varón se llamará como el padre...

Hyungwon se rió mientras sacudía la foto para revelarla.

- Que altanero eres eh... no me digas que si es niña se llamará como la madre o te rompo las pelotas de una patada...

Wonho se rió y lo miró con fingida sorpresa.

- ¡¿Cómo lo supiste?!

Hyungwon se abalanzó contra él haciéndole fuertes cosquillas en el abdomen.

Wonho reía fuerte, pero no lo suficiente como para cubrir un grito que provino desde abajo, de la sala.

- ¡Hoseok! ¡Ven por favor! ¡Rápido!

En ese momento Hyungwon se apartó preocupado y Wonho salió corriendo, Hyungwon lo siguió pero era más lento que Wonho.

Temía que al llegar abajo algo malo hubiera ocurrido, pero grande fue su decepcion al ver a Wonho dejando besitos en el abdomen de la mujer, a punto de llorar.

Él se quedó en silencio viendo la escena, pero ellos dos parecían estar conmovidos.

- No puedo creer que esté dando sus primeras pataditas... es tan hermoso.

- Dios... esto es tan lindo...

Hyungwon suspiró y bajó su vista a la foto que tenía en la mano, notando como se veían felices en ella.

Quizá el bichito nunca tuvo la culpa.

La montaña rusa de emociones nunca iba a terminarse ¿verdad?

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