24.
— La laptop... El informe... — recogió los papeles y los metió a su maletin — las llaves... — las guardó en su bolsa — el celular... — lo puso dentro del bolsillo de su bata y suspiró mirando por todo el consultorio, en busca de algo que su olvidadiza memoria estuviera pasando por alto.
— Un besito para mí... — se sobresaltó y giró rápidamente al escuchar la voz detrás de él, entonces pudo ver a Wonho apoyado en el marco de la puerta, señalando su propia boca de una manera inocente.
Hyungwon negó con una sonrisa y se acercó para cumplir con su petición y fue hasta ese momento que se percató que su amado esposo andaba vestido muy formal, más de lo normal.
Lo miró de pies a cabeza y arqueó una ceja.
— ¿De donde vienes vestido así? — retrocedió dos pasos y se cruzo de brazos.
Wonho se miró a sí mismo y le sonrió.
— ¿Por qué? ¿No te gusta? — intentó abrazar a Hyungwon pero él no se dejó.
— Me gusta y por eso lo pregunto... — la expresión facial de Hyungwon dejaba muy en claro que estaba muy celoso de la situación.
Wonho sonrió tranquilo y se encogió de hombros, despreocupado.
— Una reunión importante con alguien muy especial... — sonrió inocente — ¿tiene algo de malo, Hyungwonnie?
— No, si era tan especial seguro lo ameritaba — colgó el maletin de su hombro y se dispuso a salir del consultorio, parecía muy molesto.
Wonho se rió en voz baja y cuando Hyungwon estaba atravesando la puerta justamente a su lado, él le agarró el brazo y lo obligó a retroceder para finalmente cerrar la puerta.
Hyungwon lo miró molesto.
— ¿Qué demonios te pasa? Quiero irme a casa ahora, contigo o sin ti... — desvió su molesta mirada — aún recuerdo como decirle a un taxista mi dirección.
— Nuestra... — susurró Wonho corrigiendolo y acercándose a él, para finalmente abrazarlo — no pensé que fuera a molestarte mi manera de vestir... Lo lamento.
Hyungwon resopló.
— No te disculpes, seguro tu "persona especial" quedaría muy contenta...— seguía sin corresponder el abrazo de Wonho y mantenía su mirada fija en el ventanal.
En ese momento Wonho lo levantó con la facilidad de siempre y lo sentó sobre su propio escritorio, dejándolo acorralado con su cuerpo.
— Pues me dijo que le había gustado... — se separó de Hyungwon para verle el rostro y sonrió — ¿Celoso Doctor Chae? — levantó una ceja en tono de picardía y Hyungwon bufó molesto.
— ¿Qué? ¿Acaso no estoy en mi derecho? — mantuvo su molesta mirada pegada en el rostro de Wonho y él simplemente se acercó a dejarle un suave beso en el cuello para finalmente acercar su boca al oído de Hyungwon.
— Estás en todo tu derecho... Ya sabes que soy tuyo... — susurró coquetamente y se separó una vez más para ver la reacción en el rostro de Hyungwon.
Aún parecía molesto, pero su semblante se había relajado un poco.
— ¿Y eso te da derecho para que vengas a provocarme celos? — bufó molesto e intentó apartar a Wonho, pero él no se lo permitió.
Entonces Wonho lo besó suavemente y se separó de él riéndose.
— ¿Cómo puedes estar celoso de ti mismo? — arqueó una ceja y se acercó a sus labios una vez más para susurrar — ¿Eso es posible?
El semblante de Hyungwon se relajó totalmente y negó con la cabeza mientras abrazaba a Wonho y le daba un golpecito en la espalda por entender finalmente la absurda situación de sus celos.
— Te odio a veces... — le dejó un beso en el cabello a Wonho y él se río.
— Me odias tanto que me celas de ti mismo... — Wonho se rió y Hyungwon le dio otro golpe en la espalda.
— Calla, tonto... — un sonriente Wonho repartió besitos por toda su cara durante varios minutos hasta que se separó para dejarlo hablar — Así que... Una reunión importante ¿eh? — Wonho asintió con una sonrisa pícara — ¿Qué tramas ahora?
Wonho se separó de él liberandolo de acorralamiento y extendió su mano para que Hyungwon la tomara, entonces supo que no había necesidad de más palabras.
Se trataba de un escape de la rutina, solo ellos dos divirtiéndose.
...
Caminaban de la mano en dirección al auto, habían tenido una agradable velada en su cena para dos.
Había sido algo sencillo, una cena tranquila y un par de copas, pues aunque era viernes y los sábado ninguno trabajaba, la fecha del parto se acercaba cada vez más y debían estar alertas.
— Me siento extraño sin la faja — se tocó al abdomen y Wonho dirigió su mirada hacia allí.
— Ya me acostumbré también... Pero bueno, no está mal descansar de las incesantes pataditas un poco ¿no? — Hyungwon asintió y entonces Wonho continuó — también lamento no haberte traído ropa, lo olvidé por completo y tu tuviste que estar vestido así durante nuestra cena... — llegaron al auto y Wonho se dirigió al lado del conductor para subirse, mientras que Hyungwon se subía al asiento del pasajero — Wow el estacionamiento luce vacío... — miró a su alrededor y Hyungwon miró la hora en su celular.
— Es medianoche, mucha gente trabaja los sábados... — dirigió su mirada a Wonho y notó que él lo estaba viendo fijamente — ¿Qué? — se miró la ropa intentando encontrar algo raro en ella pero no vio nada.
— Nada... Es solo que... — paseó su mirada por todo el cuerpo de Hyungwon sin vergüenza alguna — me encanta verte vestido así...
Hyungwon se rió sorprendido al escuchar esa confesión por parte de su esposo y acercó a él, provocando que sus narices se rozaran.
— ¿Algún fetiche con batas de doctor señor Shin? — se mordió el labio provocativo y Wonho suspiró.
— Creo que acabas de crearmelo al darme una imagen mental... — atrapó los labios de Hyungwon dándole una suave mordida y comenzó a besarlo con intensidad mientras sus manos viajaban a la cintura de Hyungwon para atraerlo hacia él.
Pero Hyungwon se lo impidió.
— ¿Qué haces? — se rió — estamos en un estacionamiento... — posó su mirada en el rostro de Wonho en busca de alguna reacción, pero lo único que recibió fue una mirada que le gritaba claramente un "¿acaso importa?" — tienes razón... Que se jodan.
Se acercó para volver a sentir esos carnosos labios rosados que le provocaban tanto y con un poco de ayuda se subió sobre el regazo de Wonho mientras él ajustaba el asiento para estar más cómodos en esa postura.
Sin soltar sus labios, las manos de Wonho aprovecharon a recorrer el cuerpo de Hyungwon empezando desde su cintura, pasado por su cadera y terminando en sus piernas para hacer el recorrido en reversa.
Hyungwon comenzó a jadear al sentir las desvergonzadas caricias y comenzó a mover sus caderas sobre la entrepierna de Wonho en busca de fricción.
Entonces las manos de Wonho se detuvieron en una zona específica, comenzaron a buscar en el pecho de Hyungwon, aquellos pequeños bultitos que amaba acariciar y aunque quería quitar los botones sin cortar el candente beso, no podia.
Entonces tiró de ella con fuerza y terminó rompiendola.
Hyungwon se separó del beso, miró su camisa rota y las manos de Wonho sobre su pecho, entonces se molestó un poco.
— ¿Qué haces? Acabas de romper mi camisa favorita — Wonho, quien estaba besando su cuello, no le dio importancia a sus palabras y por fin pudo atrapar en su boca aquellos duros pezones que amaba.
— Voy a... — chupó su pezon derecho — a comparte... — le dio una pequeña mordida que hizo que Hyungwon soltara un gemido — otra...
Entonces sin más preocupaciones cambió de dirección y atrapó el otro pezon en su boca, mientras sus manos ya estaban dentro de la ropa de Hyungwon preparándolo.
Hyungwon agarró el cabello de Wonho con fuerza por la atención recibida y aunque seguía un poco molesto, no era momento de pensar en ropa cuando sentía que le estorbaba.
— Bien... — jadeo — más vale que sea de la misma marca y... — un nuevo gemido — el mismo color...
Wonho seguía muy ocupado dejando marcas en su pecho y solo pudo responder con un "Mjm" ya que aún tenía su boca ocupada.
En un movimiento rápido levantó a Hyungwon y le arrancó la ropa inferior.
Ni siquiera tuvo que decir nada más porque Hyungwon tomó su miembro y lo alineó para autopenetrarse lentamente mientras cerraba los ojos y siseaba.
Entonces Wonho se recostó en el asiento mientras ponía sus manos en la cintura de su delgado esposo, invitándolo a bajar más y disfrutaba de la vista que tenía delante.
Hyungwon comenzó a subir y bajar lentamente, tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta soltando siseos, sus largas piernas estaban abiertas y descansando a sus costados, su camisa estaba rota y aún tenía la bata encima pero todo su torso estaba al descubierto.
Todo eso, sumado a la fina capa de sudor en su frente y su cabello humedeciendose en ella, era como una obra de arte para Wonho.
Era algo que jamás se cansaría de ver y los gemidos de Hyungwon seguían siendo música para sus oídos.
Y aunque planeó una tranquila cena, sabía que eso terminaría pasando, aunque pensó que en casa y no en el auto.
¿Era muy irresponsable de su parte?
Si.
¿Era inmoral hacerlo en un lugar así?
Si.
¿Era muy de adolescentes?
Si.
¿Acaso les importaba eso?
No, que se jodan.
¿Hyungwon era lo más excitante de todo el jodido mundo?
De eso no había duda.
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