"El Encuentro con el Pasado"

El evento de gala estaba en pleno apogeo. Las luces brillaban, la música suave llenaba el ambiente, y los invitados disfrutaban de la sofisticada velada. Addyson, radiante en un elegante vestido negro, se movía con gracia entre los asistentes, dejando tras de sí una estela de admiración. Su éxito y transformación eran evidentes en su porte seguro y en la manera en que se manejaba con confianza.

De repente, Addyson se topó con una presencia inesperada. Su ex pareja javier, el chef que la había humillado en el pasado, estaba allí. Era una figura destacada en el evento, ofreciendo sus platos creativos a los invitados. Aunque el tiempo había pasado, su ex mantenía el mismo aire de arrogancia que solía tener.

Al principio, Addyson lo observó de lejos. Su ex estaba rodeado de admiradores, hablando con orgullo de sus logros mientras servía sus platos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Addyson escuchara su voz burlona. Con tono despectivo, su ex se dirigió a sus compañeros de mesa:

—Mira, ahí está ella, mi ex. Es una perra arrastrada. Todas las mujeres son unas perras —dijo, dejando escapar una risa que tenía un tono cruel y despectivo.

El comentario solo causo risa a Addyson, pero no dejó que su sorpresa la dominara. En lugar de reaccionar con ira visible, se acercó con una calma calculada. Su porte seguro y su actitud decidida reflejaban la confianza que había cultivado durante estos años. Se acercó a la mesa de su ex, su mirada fija en él mientras sonreía con una mezcla de burla y desprecio.

Sin decir una palabra, Addyson tomó un platillo de la mesa con elegancia, alzando la mirada con un brillo desafiante en sus ojos. Luego, con una sonrisa que no ocultaba su desprecio, dijo:

—Tienes razón. Todas las mujeres somos unas perras. Por curiosidad, ¿qué tipo de raza es tu querida madre?.

El silencio que siguió a sus palabras fue palpable. El rostro de su ex se tornó pálido, la sonrisa que antes tenía se desvaneció, y la burla en sus ojos se reemplazó por sorpresa e incomodidad. Addyson lo miró con frialdad mientras él intentaba articular una respuesta, pero antes de que pudiera decir algo, ella simplemente le dio la espalda.

Caminar con paso firme y lleno de seguridad, Addyson se alejó de la mesa, sintiendo un profundo sentido de satisfacción. La forma en que había manejado la situación, desarmando a su ex con una simple frase cargada de ironía y desprecio, era un testimonio de su crecimiento personal y profesional. Su ex, que una vez la había menospreciado, ahora estaba en el centro de una escena en la que él mismo era el objeto de burla y humillación.

Con su actitud poderosa y su capacidad para mantener la compostura, Addyson dejó a su ex y a sus invitados con el peso de sus palabras. La manera en que había enfrentado el pasado y transformado su vida ahora brillaba en cada acción y en cada decisión que tomaba. Mientras se alejaba, sabía que había cerrado un capítulo importante de su vida con dignidad y fortaleza, dejando atrás el dolor y la humillación que una vez la habían marcado.