EPÍLOGO

—Estás ardiendo en fiebre —tocaba la frente sudada de Jungkook. Había pasado a su forma humana por el malestar —. Debo llamar a Chanyeol.

—No, no te alejes.

—Has estado mal toda la tarde y yo recién llego.

—Creo que es mi celo.

—Por lo mismo Jungkook, necesitas…

—A ti, te necesito a ti.

—Tu nunca y yo tampoco… no sé —dijo nervioso.

—Podemos solo masturbarnos —pidió con ojos acuosos y suplicantes.

Hoseok cedió, acabando desnudo con Jungkook, frotando sus sexos hasta lanzar el clímax, sin dejar de besarse. Pero antes de eso tuvo que pedir a la una farmacia que le lleven medicamentos.

Escuchaba los llamados lastimeros de Jungkook, pero no regresaría hasta que llegue su compra. De seguro el muchacho de la entrega se sorprendería al verlo con algunas marcas en su cuerpo y más por el llamado constante de una voz de hombre. Hoseok también llamó a Chan, explicándole ciertas cosas.

—Sabía que ustedes se tenían ganas.

—Cállate —moría de la vergüenza y no sabía si podría ver a la cara a su amigo

—¡Hoseok ven, vamos a aparearnos! —pidió Jungkook desde la habitación.

—Mejor los dejo, follen mucho, usen protección…

—Si, lo sé.

—Es un alfa, te marcará para sentirte suyo —advirtió —. Corre y gocen por los solteros que no tenemos a nadie.

Colgó la llamada y entró a la habitación, se sentía caliente, el olor a sudor y sexo se percibía en el aire.

—Hoseok —escuchó tras su oreja y todo sus vellos se erizaron.

Esa noche no hubo paz en ese cuarto, fue como si una bomba lleno de deseo y lujuria cayó y los invadió. Fue su primera vez junto, la primera vez que hicieron el amor.

—Oficialmente eres mío —mostró los documentos en una carpeta.

—Pensé que ya lo era —besó la mejilla y rostro.

—Si, pero ahora de manera legal —rió ante los besos que le daba.

—Entonces ¿podremos casarnos?

—¿De dónde sabes eso? —preguntó curioso.

—De la televisión —acarició su cabello —. ¡Encontré un canal muy interesante! —chilló emocionado —. Lo hubiera encontrado primero y aprendido como aparearse.

—¿Qué, qué?

—Si, me gustaron ciertas cosas que hicieron mientras se apareaban.

—¡Qué viste qué!

—Dos personas aparearse, primero fue un hombre y una mujer, pero no me gusto —negó con su cabeza mientras su orejitas también se movían —. Pero cuando cambiaron a unos donde eran dos hombres —explicó —. ¡Si! —chilló de gusto —. Vi que le metía su lengua en su ….

Hoseok tapó su boca lleno de vergüenza, ellos ya conocían demasiado su cuerpo pero eso no significa que la timidez se vaya lejos.

—Voy a tener que llamar al servicio de cable para que me corte ciertos canales.

—¡No, no lo hagas! Quiero practicar uno que hicieron, donde lo marcaba y arrimaba en la pared y… ¡Hoseok, no te vayas! —gritó cuando el castaño se alejaba de él.

—Tengo que hacer unos trabajos.

—Dijiste que tenías vacaciones —se levantó a seguirlo.

—Si, pero igual debo presentar unas cosas —empezó a caminar más rápido.

—Ven Hoseok, practiquemos lo que vi —caminó más rápido para alcanzarlo —. Mira que el chico gritaba y pedía más.

Hoseok empezó a correr, cuando al conejito se le metía una idea de cómo aparearse no había poder humano que se la quite. Sintió las pisadas del híbrido tras suyo y este aceleró, corriendo por la casa de manera graciosa y nerviosa.

Jungkook lo atrapó con sus fuertes músculos y pego a su pecho. —Di que si Hobi —frotó su nariz en la pequeña marca que solía hacerle cada vez que se apareaban.

Hoseok cedió, como cada capricho que tenía el conejo y esa noche follaron como unos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top