4. La persona que más te cuida


 La persona que más te cuida

Que su extraño vecino y ahora su novio, que también resultaba ser el hijo de su jefe, se consideren ahora sus amigos, no estaba en sus planes, son demasiado adorables juntos. Una parte muy pequeña de él, los envidia.

KyungSoo revisa su celular, Luhan le acaba de enviar un vídeo de un gatito jugando póker, intenta no reír ya que le ha parecido algo muy tonto, pero al final se rinde y su risa se escucha por todo el pasillo.

Esa noche ha ido a comer pizza junto a sus nuevos amigos, y aunque al principio fue incómodo; una vez entrado en confianza, empezó a participar del siempre eterno debate en cuestiones de pizza: la piña dentro o fuera. KyungSoo, desde siempre, ha tenido una postura firme, la piña debe desaparecer de la pizza, en eso estuvo de acuerdo con Sehun.

Una vez enciende las luces de su apartamento, su corazón empieza a bombear sangre aceleradamente y es que no es para menos, pues hay una nueva carta esperando a ser leída. Esta vez no puede salir en busca de esta persona, quién sabe desde hace cuánto ha estado el sobre allí. Mira la hora y son las once de la noche, al menos con eso ya confirma que no son ni Luhan, ni Sehun; pero, entonces ¿quién puede ser?

Se cambia de ropa y va a la cama con la carta entre sus manos, una vez se encuentra bajo las cobijas y con la única luz tenue proveniente de la lámpara a su lado, abre el sobre y encuentra una cuarta carta.


Querido Do KyungSoo,

A veces pienso que pasas de largo y no notas a esa persona que te sonríe o que tiene un gesto amable contigo; estás tan poco acostumbrado a recibir afecto, que cuando lo recibes, no sabes qué hacer. Hay tantas personas a tu alrededor que se preocupan por ti, que quieren lo mejor para ti; aunque creo que esto último ya lo has podido comprobar por ti mismo. Mientras me dejo llevar por mis palabras, me he dado cuenta, KyungSoo, que sueles trabajar en exceso, y ya te lo dije en la carta anterior, tienes que cuidar de tu salud. Entiendo que eres una persona responsable, y cualquier proyecto que escojas sé que lo terminarás, y aunque sé que ningún trabajo es inferior a otro, quiero hacerte una pregunta ¿Eres feliz con lo que haces? está bien si respondes afirmativamente, pero, yo simplemente no lo creo. Debes ser ambicioso y no, no me refiero al dinero, aunque este también es importante; solo no te cierres a otras oportunidades que la vida te ofrece, y ante todo dedícate a lo que te gusta; sé que te encanta cantar, siempre que lo haces se dibuja una sonrisa tímida en tus labios y tus ojos parecen brillar. Así que hoy quiero que busques aquello que te hace feliz y ve por ello.

Trabaja lo suficiente y siempre hazlo en algo que te guste. Ah y recuerda, la vida no es solo trabajar, tienes que vivir ¡vive KyungSoo!

Quiere verte haciendo lo que más te guste, sé feliz.

Atentamente,
La persona que más te cuida, LOVE TO DO.

💕✉💕


Al ingresar al bar donde trabaja los viernes en la noche, lo inunda el aroma a licor y sueños rotos, o eso piensa. KyungSoo alza su mano, agitándola tímidamente hacia Kris, el alto de cabello rubio, quien está detrás de la barra organizando los licores, le devuelve el gesto con una extraña sonrisa. KyungSoo desvía la mirada y torpemente se dirige hacia el pequeño escenario para organizar el sonido antes de hacer la presentación de la noche.

Luego de cantar cerca de 40 minutos seguidos, su garganta se siente seca, necesita hidratarla; KyungSoo se desploma en el banco ubicado en el extremo más alejado de la barra y deja descansar su frente sobre esta, se siente sumamente cansado. Luego de su cuadro gripal la semana pasada, debió trabajar el doble en el market para reponer las horas que pidió de permiso; además en esa semana no pudo cantar y eso es algo que siempre le ha relajado.


—¿Semana difícil?


KyungSoo se endereza sobre la silla, abriendo grande los ojos al darse cuenta que ha estado durmiendo sobre la barra.

—¿Eh? —pregunta confundido a Kris quien le entrega una botella de agua—. Sí, eh, semana difícil... tuve que cubrir algunos turnos en mi otro trabajo.

—Se nota. Ahora te pareces a Tao con esas ojeras —señala divertido—. ¿Estás durmiendo bien? —pregunta amablemente, a lo que KyungSoo frunce el ceño.

—Nunca he sido de dormir más de 4 horas diarias.

Kris asiente ante su respuesta, antes de dirigirse hacia el cliente que le ha llamado desde el otro extremo de la barra.


KyungSoo siempre ha evitado interactuar con el alto debido a la incomodidad que le produce cada que lo ve. Irreparablemente se le viene a la mente los recuerdos de la forma tan bochornosa en la que se conocieron; aunque a la vez, se siente bastante agradecido con él.

Tenía 21 años y una disquera estaba interesada en sus trabajos musicales, incluso un par de veces había hablado telefónicamente con uno los CEO, quien se mostraba bastante amable. Cuando acordaron una cita, se reunieron en un lujoso restaurante distribuido en salas privadas, en un principio no le pareció extraño, hasta que... KyungSoo sacude la cabeza ante el recuerdo.

Las manos del CEO se posaron discretamente sobre una de sus piernas manteniendo siempre una sonrisa cordial mientras le hablaba de los grandes planes que tenía para él dentro de la disquera. No sabía cómo decirle respetuosamente, que no le agradaba que pusiera sus manos sobre su cuerpo. Luego aquellas manos fueron ascendiendo mientras sentía su aliento alicorado abofeteando su rostro. Se tensionó al instante e intentó alejarse lo que le fue posible, aunque no era demasiado, porque prácticamente estaba acorralado. El empresario vio su reacción como alguna clase de reto, le sonrió perversamente arqueando una de sus cejas, mientras le decía que se dejara llevar.

En eso Kris, quien era el mesero que los atendía, apreció como un ángel justiciero, y al ver sus ojos suplicantes, alejó al otro hombre, arremetiendo contra él; mientras KyungSoo con ojos húmedos y temblando, observaba la escena sin saber qué hacer, se encontraba bastante aturdido. Claramente el escándalo llamó la atención de algunas personas incluyendo al Gerente del restaurante, quien, al ver la escena, no le tomó un segundo en ponerse de lado de su prestigioso cliente y despedir a Kris, quien desbordaba un aura fría a su alrededor. El más alto lo tomó de su mano y salieron de allí.

Estaba tan apenado que no sabía qué decirle, él alto le sonrió y le dijo que no se preocupara por él, que ahora le pediría trabajo a su hermano. Una cosa llevo a la otra, y cuando Tao, su hermano, los recogió y escuchó lo sucedido; se interesó en KyungSoo, y le ofreció un trabajo en el bar del que era dueño, como cantante.

—¡Hey KyungSoo!

Salió de su ensoñación al ver a Kris de regreso, tronando sus dedos en su campo visual mientras le llamaba. Al ver su reacción de sorpresa, el más alto empezó a reír; KyungSoo se avergonzó al instante y se hundió en el banco.

—¿En dónde estabas? —reclama divertido—. Te he estado llamando desde hace un buen rato, pero parece que nunca me notas.

KyungSoo con las mejillas sonrojadas, se encoge de hombros antes de contestarle con sinceridad y era que estaba bastante agotado. Kris lo mira con simpatía.

—Te tengo una noticia que probablemente te anime un poco.

—¿Ah sí? —pregunta curioso.

Kris mira hacia los lados y se acerca un poco a su espacio personal.

—Hay un rumor por esta zona de bares, al parecer un productor musical se encuentra en esta área con el objetivo de reclutar nuevos talentos para su agencia —susurra en su oreja.

—Sabe que eso ya no me interesa —intenta sonar indiferente. La verdad, es que la noticia aviva una pequeña esperanza muy en el fondo de su mente.

—Mientes —Kris estrecha la mirada estudiando su rostro—, te he visto en el escenario, cantas con tanta pasión y hasta te sonrojas cuando el público te aplaude luego de cada presentación. Es claro que te sigue gustando —El rubio mira hacia la oficina de Tao—. Deberías hacerle caso a mi hermano y trabajar de tiempo completo en el bar, parece que trabajas demasiado en esa tienda.

Lo último que dice enciende una bombilla en su mente. Sus ojos se abren, y cualquier rastro de cansancio desparece. Por supuesto debía ser Kris, quién más conoce su amor por la música.

—Así que... —Su timidez cobra vida en ese instante y no sabe cómo proseguir. Kris lo mira expectante—. He recibido un par de cartas sin remitente con estos mensajes uhmm como consejos, parece que se trata de un admirador secreto que cree que soy hermoso y cosas así... tal vez ¿e-eres tú?

Kris parece sorprendido y lleva sus manos para tapar su boca, mientras lo apunta con su mirada. KyungSoo lo mira con cierta timidez. El más alto parece estar apenado ya que lo ha descubierto. Ahora solo tiene que rechazarlo amablemente.

—Espera ¿crees que soy yo? —pregunta luego de la sorpresa inicial.

KyungSoo frunce el ceño tras escucharlo.

—¿No lo eres?

—¡No! —exclama con efusividad haciendo retroceder a KyungSoo—. Es decir —continua pausadamente—, no me interesas en plan romántico, ¿sabes? No estoy interesado de esa forma en otros hombres... me gustan las mujeres.

—¿Y por qué te sorprendiste de esa manera? —pregunta todavía desconfiado.

—¡Es que recordé algo! —empieza a explicar llevando un par de dedos sobre su mentón—, con eso que tienes un admirador secreto que te deja cartas, pueda que sea ese cliente que parece interesado en ti, siempre hace cumplidos de tus interpretaciones, dice que llegan al alma y que tu voz achocolatada hace que su corazón se agite. ¡Ah! Hubo esa vez que me confesó que te veías muy lindo cantando —agrega visiblemente exaltado tras recordar esto último.

KyungSoo se encuentra bastante incrédulo tras escucharlo. ¿Alguien piensa esas cosas de él? Le resulta poco creíble.

—¿En serio? —Da media vuelta en su asiento, y observa cada mesa en el bar, no hay nadie que lo mire, o que parezca mínimamente interesado en él.

—Parece que hoy no vino. Ahora que recuerdo, la última vez, me pidió tu número de celular. Le dije que no estaba autorizado.

—¿Y por qué no me dijiste? —exclama su pregunta mirando a Kris con intensidad, quien ahora parece algo inseguro.

—No pareces del tipo que quiera entablar relaciones con otras personas. Pensé que te molestaría saber que hay alguien interesado en ti, y tampoco sabía que jalabas para el otro equipo.

El más bajo se avergüenza tras escuchar lo último. No que le interesara abiertamente los hombres, solo que... bueno, solo le han gustado más que las mujeres...

—Te quiero como un pequeño hermano —expresa Kris en un tono fraternal. KyungSoo solo asiente, abrumado por las emociones de esa oración.

—... Lo que pasó aquella vez, debes olvidarlo —añade—. He intentado que te abras conmigo, pero siempre pareces incómodo, y hoy ha sido la primera vez que hablamos por tanto tiempo.

—Lo sé —Baja la mirada y pone sus manos sobre su regazo, se siente tan pequeño allí sentado—. Perdón, solo que... cuando te veo recuerdo eso y-.

—Está bien, me alegra que te sinceraras —Kris le sonríe—. Es un primer paso ¿amigos?

No lo duda al devolverle la sonrisa, estrechando sus manos.

—Amigos —afirma—. ¿Sabes el nombre de este admirador?

—Te lo averiguaré la próxima semana —Kris le guiña el ojo antes de alejarse.


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Espero les esté gustando,  ahora ya sabemos que KyungSoo sí tiene un admirador secreto en el bar!!! Mmmh quién podrá ser?  lo conoceremos en el próximo capítulo?

Me gustaría saber qué creen que sucederá 

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