–Oye –escucho el pelinegro–déjame eso y préstame atención.

Dejo su teléfono en la mesa de dormir y rodeo el cuerpo desnudo de su novio, dejo un beso en su frente y siguió con las caricias en su cuerpo.

–Tae y Jin fueron de viaje. –comentó.

–¿De nuevo? No se cansan.

–¿No te gusta viajar? –preguntó Namjoon dejando el cuerpo de Yoongi bajo de él.

–No mucho, viajar es tedioso y cansador. –comentó acariciando el costado del diseñador.

Yoongi visualizó la duda en la mirada de su novio y frunció el confundido.

–¿Qué sucede? –Namjoon apretó los labios – ¿Quieres que vayamos de viaje?

–Sí –afirmo– tengo que viajar a París para la semana de la moda.

–Pero ya habíamos hablado de que te acompañaría.

–Lo sé, pero quería hacer un viaje que no tenga nada que ver con trabajo, solo tú y yo. Tal vez, en otra ocasión, no quiero verte cansado.

Namjoon comenzó a dejar besos en su cuello, sacandole suspiros.

–Joon~ –gimió al sentir los labios del diseñador chupando su piel– Tengo una cabaña en la provincia de Gangwon.

–¿Es así? –preguntó el mayor ahora bajando sus besos a sus clavículas.

–Mhm.. Sí, en el condado de Yeongwol. Podemos ir esta semana.

–¿Seguro? –preguntó ahora el mayor mirándolo

–Claro, cariño. No me cuesta nada complacerte. Así podré darte algo diferente en nuestro cumple mes.

–Eres un encanto –murmuró Namjoon entre sus brazos.

–Lo sé –sonrió antes de apoderarse de los labios del mayor.

NamJoon siempre hacia lo mejor para él y trataba de complacerlo en todo, lo mimaba, le hacía de comer y hasta diseñaba ropa y accesorios exclusivos para él, realmente se sentía adorado con él. No le costaba nada darle estos gustos a su lindo hombre de hoyuelos de miel.

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El ahora de cabello cobrizo, reprimió un gemido cuando unas frías manos entrar bajo el suéter blanco y comenzó a jugar con sus pezones.

–El cobrizo te queda tan bien –susurró su novio.

Los besos húmedos de Namjoon le hicieron soltar suspiros encantados. Llevo sus manos hacia atrás hasta dar con el miembro ya semierecto del diseñador, donde dejo un leve apretón, ganándose un gruñido del dueño.

–Joon, te necesito rápido –susurró cuando este comenzó a desabrochar sus pantalones.

–Todo lo que mi amorcito desee.

NamJoon lo desvistió con facilidad y lo preparo con paciencia mientras besaba su cuerpo. Se adentro en él con rapidez, para luego comenzar con las embestidas que no hicieron más que enloquecer a Yoongi cuando tocó su punto dulce. El de cabello cobrizo solamente enterraba sus cortas uñas en su espalda, jalaba de sus cabellos negros ahora largos.

El orgasmo llegó como una explosión en sus cuerpos, manchando estos como prueba. Pero aún así, Yoongi no dejó salir A Namjoon de él.

–Eres insaciable–jadeo Namjoon cuando Yoongi aprisiono su miembro dentro de él.

–No te escucho quejarte de ello –murmuró ahora dejando a Namjoon bajo su cuerpo y comenzado mover sus caderas.

–Me encantas. –declaró Namjoon tomando sus caderas– Me siento dichoso y feliz de tenerte conmigo y anhelo seguir cumpliendo más días, meses, años y hasta décadas contigo, así montandome.

–Que cursi –se burlo el Tatuador, sin detener sus movimientos y saltos. –Pero, anhelo lo mismo –se inclinó a tomar los dulces belfos de su pareja. –Ahora, sigamos.

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