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Guardo su teléfono y camino con la cabeza gacha, se dejando caer por el chico pelirrojo y no le estaba gustando para nada. Le gustaba mucho, ya llevaban varios meses "juntos" y llegó a imaginarse una vida entera con él. Pero era hora de dejar de lado eso, no quería seguir preocupando a sus hyung.

–Jisung– escuchó.

Levantó la vista y se encontró con el pelirrojo desde que lo conoció no salía de su cabeza. Él se encontraba ahí frente a su casa, tan guapo con esa ropa oscura que no eran de su inconfundible estilo alegre que lo hacían resaltar más.

–Quiero hablar contigo –hablo acercándose a él– ¿Podemos?

Jisung apretó los labios y asintio lentamente, hizo una seña a para que lo siga a su pequeña casa, que había sido herencia de su abuela. Abrió la puerta y lo dejó entrar, era la primera vez que venía a su casa y se sentía nervioso.

Hoseok entro observando el lugar y sonrió, el lugar decía Jisung por todas partes.

–Tu casa es muy bonita –Volteo a verlo.

Jisung le agradeció, lo invito a tomar asiento y se mantuvieron en un silencio tenso.

–Fui a buscarte en local y no estabas –empezo Hoseok

–Emm, sí –Junto sus manos con nerviosismo– Tengo exámenes y Yoongi me concedió días libres para centrarme en ellos.

–Oh, entiendo– dijo el pelirrojo con voz dulce– Eso explica que tampoco hayas contestado mis mensajes.

–Ah, si –acarició sus brazos– Tengo un problema con el teléfono.

El pelirrojo apretó los labios con disconformidad sabía que eran excusas.

–¿Por qué no me dices cual es el problema?–

Jisung evito su mirada. Hoseok lo observaba con seriedad y su voz se volvio más gruesa de lo normal perdiendo la dulzura con la que siempre se dirige a él. Apretó los puños, ya era hora de quitarse las dudas de encima y acabar con sus problemas de una vez.

–Hoseok –llamó– ¿Yo te gusto? –Vio al pelirrojo fruncir el ceño con confusión.

–Sí, me gustas mucho –confirmo.

Jisung carraspeo.

–Entonces –empezo– ¿Por qué no formalizamos lo nuestro? Estoy cansado de citas y besitos en las mejillas. No me malinterpretes, me encantan. Y, quizás suene algo desesperado, pero quiero estar contigo. No me molestaba, creí que simplemente eras alguien que dejaba fluir las cosas sin necesidad de una etiqueta, pero yo no soy así, me di cuenta luego de verte con alguien más, esto no ha salido de mi cabeza y quiero Quitarme esta inseguridad y solucionar esto.

Hoseok se acercó al menor y tomó su rostro entre sus manos.

–Mi lindo Hannie –murmuró– Te besaré porque eres completamente y ahora eres consciente de ello –Lo besó.

Cuando sus labios se rozaron sintió las mariposas enloquecer en su estómago. Los finos labios de Hoseok comenzaron un suave movimiento y Jisung no hizo más que seguirlo. El beso era suave, sin apuro alguno

–Te quiero Jisung. Lo hago tan mal –susurró Hoseok al separarse.– Solo no sabía como pedirtelo y tampoco quería presionarte, eres el primero del que me enamoro y tengo miedo de arruinarlo. No creí que llegaría a lastimarte, debí de pensar más en tí. Lo siento. Así que aquí haré esto bien. Serás mi novio, cariño. Porque fuiste mío, desde el primer momento en que te ví.

Jisung asintió aún perdido en el ósculo que terminaron hace un minuto. Sintió a Hoseok entrelazar sus manos mientras se sentaba cerca de él, siempre le gustó como sus manos parecían encajar juntos. Apretó el agarre y decidió mandar todo a la mierda. Maldición, necesitaba a Jung Hoseok.

Apartó su mano de la del contrario y se subió a sus piernas, sus rodillas quedaron a cada lado de sus caderas. Sonrió cuandonla mirada estupefacta del mayor chocó con la suya. Acarició su rostro y cabello, detallando las facciones y se acercó rozando sus narices.

–Besame más – susurró y el pelirrojo obedeció gustoso.

El beso comenzó dulce como el primero, pero se volvió sucio con el pasar de los minutos, dejando sin aliento a ambos. El futuro médico susurró donde se encontraba la habitación a su ahora novio y entre empujones llegaron al lugar.

Hoseok aterrizó sobre la suave superficie de la cama, sin alejarse de los labios del contrario, quien se restregar contra él. Soltó un gemido cuando la mano de Jisung dio un apretón a su miembro.

Los besos de Jisung bajaron por su mandíbula hasta llegar a su cuello, donde dejaba leves succiones y mordidas, sacandole jadeos.

–Jisung –llamó con voz entrecortada mientras el mencionado lo despojaba de su camiseta– ¿Estas seguro de esto? –pregunto– ¡Dios! –exclamó cuando sintió al menor succionar su pezon.

–Claro que sí –hablo sin alejar sus labios del torso del mayor– Ya espere mucho por tí.

Hoseok gimió al sentir la mordida del menor en su vientre. Jaló algunos mechones de su oscuro cabello, llamando su atención y lo atrajo hacia él para empezar un beso sucio. Entre jadeos, gemidos, succiones y osculos ensalivados, se desnudaron y se adoraron mutuamente.

Hoseok observo el rostro fruncido de placer de su ahora novio mientras movía sus dedos con rapidez dentro de él.

–No sabes cuanto soñé con tenerte así –susurró.

–Hobi, entra ya –gimió.

El mencionado apretó la mandíbula admirando el desastre que era Han Jisung por su culpa y cuando menos lo pensó, ya se encontraba dentro del mencionado, sintió su estrechez. El calor se acumulaba en la altura de su ingle. Mordía y succionaba el cuerpo del menor, y Jisung no se quedaba atrás marcando todo lo que tenía a su alcance.

El orgasmo fue abrumado para Jisung, ya tenía todo lo que había anhelado y se encontraba feliz. Todo Hoseok lo tenía abrumado por el placer y quizás valió la pena sufrir un poco, porque esta recompesa era lo mejor del mundo.

–Eso fue increible– murmuró Hoseok en su oído, luego de haber llegado a su orgasmo.

Jisung sonrió mientras sentía las caricias del mayor en sus piernas.

–Lo fue –susurró extendiendo sus brazos hacia el mayor, quien lo lleno de besos y lo cuido luego de tener el mejor orgasmo de su vida.