—¡Yoongi! —el mencionado rodo los ojos, era el colmo.

Después del pequeño descubrimiento que Yoongi había hecho, las cosas habían ido de lo peor, Yoongi no se había dignado a querer ver a Junghwa ni siquiera en un espejo, era insoportable querer verlo, y es que la imagen del recuerdo de él con la novia de Jimin hacía que su boca se sintiera amarga. Junghwa a querido hablar con él desde ese día, había recibido cientos de mensajes y llamadas, tantas que Yoongi había optado por bloquearlo para que dejase de molestarlo, aunque lo peor era asistir a la misma escuela.

—¡Min Yoongi! —el mencionado rodo los ojos al escuchar de nuevo al insistente y traidor de Junghwa tras él—. Maldita sea, Min, sólo escúchame.

Yoongi no necesitaba explicaciones, ya había tenido suficiente con mirar toda aquella escena que se iba a convertir en una escena de una película para adultos, y claro de sólo pensarlo le repugnaba, ni siquiera Yoongi podía creer como pudo haber sido tan estúpido como para entregarle todo al idiota de Junghwa.

—¡Yoongi! —y por más que Yoongi quisiera ignorar al bastardo, Junghwa se coloco frente a él, su respiración era agitada, sus cabellos estaban despeinados, podía ver las pequeñas gotas de sudor sobre su cuello, Yoongi aparto su mirada del chico, no estaba de buenas como para soportarlo—. Por favor, Yoongi, escúchame.

—¿Qué? —dijo Yoongi por fin, estaba cansado de seguir escuchando su nombre viniendo del idiota frente a él—. Si vas a decir algo, será mejor que lo hagas y rápido —Yoongi cruzo sus brazos sobre el pecho, esperando por la respuesta de Junghwa.

Junghwa se relamió los labios antes de soltar un suspiro y comenzar a hablar.

—Lo que viste, no fue lo que parece —Yoongi sonrió ladino.

—¿Quieres decir que no estabas a punto de follarte a la novia de mi mejor amigo? —Yoongi negó con la cabeza al observar a Junghwa apartar la mirada.

—Ella me pidió que lo hiciera y yo...

—No te negaste —dijo Yoongi—, ¡que buena fuerza de voluntad, Choi! —se burló Yoongi.

—No, escúchame, por favor, sé que no debió pasar nada entre ella y yo y... —soltó un resoplido—, lo lamento, Yoongi.

—¿Crees qué con una disculpa dejaré pasar algo como eso? —Yoongi soltó un resoplido—. Sólo lárgate de mí vista, ¿quieres?

—Pero, ya te pedí perdón.

—Tu perdón me lo paso por las nalgas, Choi —Yoongi estaba harto—, ni siquiera sé porque insistes tanto en hablar conmigo cuando es lo que menos quiero.

Junghwa no sabía que hacer, quería a Yoongi, en verdad lo hacía, pero...

—Te quiero, Yoongi —dijo Junghwa—, lo hago con todo mi corazón.

—¿Qué? ¿Es lo que le dijiste a ella para que te abriera las piernas? —Yoongi rodo los ojos—. Si tanto dices quererme, ¿por qué carajos me engañaste?

Yoongi esperaba una respuesta que fuera real, una que en verdad le dejase en claro que la persona frente a él se trata de un maldito imbécil, una con la que no pudiera arrepentirse de dejarlo, una que le dejase en claro que el amor es una total mierda, Junghwa paso una mano por sus cabellos bajo la atenta mirada de Yoongi.

—¿Y bien? —pregunto Yoongi, ya estaba harto de esperar.

—Misuk me dijo que Park no la estaba tratando como siempre y que habían dejado de tener sexo y... —soltó un bufido—, ¿en verdad me harás decir todo?

—No es necesario que lo hagas —una tercera voz se unió a la conversación.

Jimin apretaba la mandíbula con fuerza, estaba furioso, ayer por la noche había tenido una conversación con Misuk, sabía porque había pasado todo, Misuk estaba aburrida de que Jimin se alejase mucho de ella por los exámenes, ella quería salir y él estudiar, ella quería tenerlo entre sus piernas, y él prefería estar entre las paginas de un libro, y eso a ella no le gusto, hace un mes que Jimin comenzó a estudiar más, y eso le aburría, y cuando vio al novio del mejor amigo de Jimin, no pudo resistirse, Junghwa se trataba de un buen partido para ella, y no desperdicio el tiempo, y Junghwa no fue como si se negará.

De sólo recordar la conversación que había tenido con aquella maldita le ponía cada vez más cabreado, pero debía controlarse, aunque su autocontrol se fue a la mierda cuando vio a Yoongi hablar con Junghwa.

—¿Te esta molestando? —le pregunto Jimin a Yoongi.

—No te metas, Park —dijo Junghwa y Jimin sonrió ladino, no podía creer lo que escuchaba, miro de mala gana a Junghwa.

—¿Por qué no mejor te vas a meter tu porquería en la zorra de Goh? —Junghwa apretó la mandíbula con fuerza—. Ven Yoongi, te dejaré en tu clase.

El mencionado dio un asentimiento.

Comenzaron a caminar, pero Junghwa no quiso mantener la boca cerrada a pesar de que había sido prácticamente silenciado por Jimin.

—¡Vaya! Ahora te follas a mi novio —Yoongi rodo los ojos al escuchar eso.

Jimin de inmediato giro su rostro para mirar al idiota que había dicho aquello.

—Por amor al cielo —dijo Yoongi y miro a Jimin—, déjalo.

—¿Te molesta que me lo folle? —Yoongi soltó un resoplido cuando miro como Jimin volvía en dirección a Junghwa—. No debería, ni siquiera son algo ahora.

—¡Jimin, ya déjalo, no vale la pena! —menciono Yoongi, después miro hacia Junghwa—. Que te valga una hectárea de mierda lo que él me haga o no, Choi, tú y yo no somos nada, puedes irte muy al carajo con la idiota de Goh.

Jimin no tardo en sonreír satisfecho por las palabras de su mejor amigo, pues el rostro de Junghwa indicaba que había perdido la batalla.

—Apresúrate, Jimin —dijo Yoongi de nuevo llamando la atención de su amigo, quien de inmediato le dio la espalda para después enseñarle el dedo medio a Junghwa mientras se alejaba de él, Yoongi sonrió mientras negaba con la cabeza.

En cuanto Jimin se coloco a su lado siguieron su camino, las clases no tardarían en comenzar, así que Jimin se apresuraría a dejar a Yoongi en su respectiva aula para después ir a la suya, que —lamentablemente—, compartía con Junghwa. Yoongi soltó un largo suspiro mientras caminaban, su amigo lo miro de inmediato, Yoongi apretaba levemente los labios y sus mejillas estaban levemente infladas lo que indicaba que se encontraba un tanto molesto por lo que paso allá atrás.

—¿Ella te dijo todo lo que paso entre ellos? —pregunto Yoongi, Jimin dio un asentimiento.

—Lo hizo, le dije que quería hablar con ella, así que nos vimos en una cafetería cercana a su casa.

—Tan caballeroso de tu parte —Jimin rodo los ojos ante el comentario de Yoongi—, ¿y...?

—Y me dijo todo, que se sentía aburrida de que le pusiera excusas para no pasar tiempo con ella, aunque ella sabía que lo hacía porque tenía que mejorar mis notas.

—Esa perra es una desconsiderada —Jimin sonrió ladino—, ¿desde cuándo estuvo con él?

—Desde hace casi un mes —Yoongi soltó un resoplido.

—Que asco —arrugo su nariz—, me acosté con el idiota de Choi en ese tiempo, creo que un par de veces —sacudió su cabeza—, ¡agh!

—Tranquilo, Yoon —dijo Jimin—, como lo dijiste, no vale la pena, ni él, ni ella.

—Lamento mucho que tengas que compartir todas tus clases con él —Jimin se encogió de hombros.

—No me importa, mientras me ignoré y yo a él, todo estará bien —sonrió—, aunque créeme, si ese imbécil dice algo de ti, le partiré la cara.

—Gracias mi fiel caballero —dijo Yoongi y Jimin rodo los ojos por aquel comentario—, tengo suerte de no compartir clase con esa estúpida.

Sí, mucha suerte. Siguieron su camino, Yoongi se despidió de Jimin para que así él pudiera irse a su propia clase, ambos habían sido totalmente engañados por quien querían.

El amor es un asco. Pensó Yoongi. Un verdadero asco.