CAPÍTULO DIEZ
2023 ; joe y jungkook

Las cosas en casa para Joe no marchaban bien, cada vez que estaba sola se encontraba molesta, con la ansiedad carcomiendo su cabeza, muy dentro suyo estaba la culpa diciéndole que debería confesarle a Mina lo que hizo, y otra -la malvada- susurrando que ese beso le gustó, y tendría que acercarse más al Jeon, volver a ganar su interés. ¡Eso está mal! No importa por donde lo vea, o por donde quiera convencerse que ambos estaban ebrios, pudo detenerlo, y no quiso.

En la hora de la cena su pierna se mueve nerviosa debajo de la mesa, sin detenerse en ningún momento. Come con suma lentitud, mientras que observa la televisión a un costado de frente. Sus padres se observan entre sí, no era normal en ella esa actitud, sin embargo en los últimos días parecía ser lo único que puede mostrar, enojos de la nada, sollozos en su habitación y sin ganas de salir más que para la escuela. Preocupados decidieron sacarle un tema de conversación.

-¿Cómo va todo en la escuela? -preguntó MiJoo, bebiendo agua.

-Bien. -contestó desinteresada.

-He notado que Mina no viene hace tiempo, ¿Por qué no la invitas este fin de semana? Haré esas galletas que le gustan. -sonrió.

Mina, aunque es algo egocéntrica a simple vista, siempre se ha comportado bien con ellos, suele traerles obsequios de sus viajes a otros países y envía mensajes para fechas importantes. Es una buena chica, tanto que la quieren como una segunda hija, por eso, cuando dejó de venir en el paso de un mes, se preocupó. Sin duda su hija estaba triste por una razón que no logra saber, necesita de una amiga que esté ahí para ella, para escucharla.

La rubia ha sido su soporte durante años, desde pequeñas jugaban con JungKook, veían películas de terror en la sala y sus gritos de miedo hacían que después sus vecinos del complejo se quejaran.

-No vendrá, se la pasa todos los días con su estúpido novio.

-Con JungKook. -dijo su padre, comprobando si ese 'estupido' era el mismo chico del que habla. Ella asintió rodando sus ojos- Dile que venga también, hace tiempo no lo veo por aquí, debe estar enorme.

-Eso no pasará, papá. -gruñó, levantandose de la mesa- Iré a mi habitación.