Capitulo 3

La puerta de la cocina se abrió suavemente, y Lizzy entró con una sonrisa radiante en el rostro. Su presencia iluminó la sala de descanso, atrayendo la atención de Kelly, quien estaba sentado en una mesa cercana, revisando algunos informes.

Kelly levantó la vista al escuchar el suave tintineo de la puerta y se encontró con la mirada cálida y amable de Lizzy. Su corazón dio un vuelco ante su belleza y encanto, sintiéndose cautivado por su presencia.

"¡Hola, Kelly!" saludó Lizzy con una voz suave y melodiosa. "¿Cómo ha ido tu día?"

Kelly asintió con una sonrisa, incapaz de apartar la mirada de ella. "Hola, Lizzy", respondió con calidez. "Mi día acaba de mejorar con tu presencia. ¿Y el tuyo?"

Lizzy se acercó un poco más, dejando una sutil fragancia a su paso que envolvía a Kelly en una sensación embriagadora. "Mi día siempre es mejor cuando te veo", dijo con dulzura, sus ojos azules brillando con sinceridad.

Kelly se quedó sin palabras por un momento, sorprendido por la confesión inesperada de Lizzy. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse a su alrededor. Nada más importaba excepto la presencia de Lizzy, como si estuvieran solos en el universo.

"Gracias, Lizzy", respondió finalmente, su voz ligeramente ronca por la emoción. "Eres increíble".

Lizzy le dedicó una última sonrisa encantadora antes de girarse para salir de la cocina, dejando a Kelly con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. No podía dejar de pensar en la dulzura y el encanto de Lizzy, preguntándose si algún día tendría el coraje de confesarle sus verdaderos sentimientos.

Mientras tanto, Gabriela observaba la interacción entre Lizzy y Kelly desde su rincón en la sala de descanso. Había notado el brillo especial en los ojos de Lizzy cada vez que Kelly estaba cerca, así como la forma en que Kelly parecía estar hipnotizado por la presencia de Lizzy. Había algo más allá de la amistad entre ellos, algo que Gabriela había visto antes en los ojos de Kelly cuando hablaba de ella.

Después de que Lizzy se fue, Gabriela se acercó a su amiga con una sonrisa traviesa en el rostro. "¿Qué tal la visita con el teniente Severide?" preguntó con complicidad.

Lizzy se sonrojó ligeramente ante la pregunta de Gabriela, sintiéndose avergonzada por haber sido descubierta. "¿De qué estás hablando, Gabi?" respondió, tratando de sonar inocente.

Gabriela soltó una risita, sabiendo que Lizzy no podía ocultarle nada. "Oh, vamos, Lizzy. He visto cómo te mira Kelly. No puedes negar que hay química entre ustedes dos".

Lizzy bajó la mirada, sintiéndose incómoda al hablar de sus sentimientos por Kelly. "No lo sé, Gabi. Es solo... complicado".

Gabriela colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Lizzy. "Lo entiendo, amiga. Pero no puedes negar lo que sientes. Y te prometo que Kelly también siente lo mismo por ti".

Los ojos de Lizzy se abrieron de par en par ante las palabras de Gabriela, sorprendida por su confesión. "¿Cómo... cómo puedes estar tan segura?" preguntó, buscando desesperadamente alguna señal de esperanza.

Gabriela le sonrió con ternura. "Porque lo he visto en sus ojos, Lizzy. La forma en que te mira, la forma en que habla de ti. No puedes ignorar lo evidente".

Lizzy se quedó sin palabras, abrumada por las revelaciones de su amiga. Nunca se había atrevido a esperar que Kelly pudiera sentir lo mismo por ella, pero ahora, con las palabras de Gabriela resonando en su mente, se sentía llena de una nueva esperanza.

"Gracias, Gabi", dijo Lizzy con voz temblorosa, sintiendo una mezcla de emoción y gratitud. "Gracias por creer en mí".

Gabriela le dio un abrazo reconfortante. "Siempre, Lizzy. Siempre estaré aquí para ti".

Con el corazón lleno de esperanza y determinación, Lizzy se preparó para enfrentar lo que el futuro le deparaba, decidida a seguir su corazón y descubrir lo que realmente sentía Kelly por ella.

La sala de descanso estaba impregnada de la tranquila atmósfera de la estación, con el suave murmullo de voces de los bomberos en el fondo. Lizzy entró con una sonrisa en los labios, su mirada buscando a Kelly entre la multitud. Cuando sus ojos finalmente se encontraron con los suyos, una chispa de emoción iluminó su rostro, y su corazón dio un vuelco en su pecho.

"¿Kelly?" llamó Lizzy con dulzura, acercándose lentamente hacia donde él estaba sentado en el sofá. "¿Podemos hablar un momento?"

Kelly levantó la mirada, sorprendido por la petición repentina de Lizzy, pero asintió con una sonrisa. "Claro, Lizzy. ¿Qué pasa?"

Lizzy se sentó a su lado, sintiendo el calor reconfortante de su presencia a su lado. "He estado pensando mucho en ti últimamente", admitió con sinceridad, sus ojos azules brillando con emoción.

La mención de sus pensamientos hizo que el corazón de Kelly latiera con fuerza en su pecho, y un cosquilleo de anticipación recorrió su piel. "Yo también he estado pensando en ti, Lizzy", confesó suavemente, su voz llena de emoción. "Eres lo primero en lo que pienso cuando me despierto y lo último en lo que pienso antes de dormir".

Lizzy sonrió tímidamente, sintiéndose abrumada por la sinceridad de las palabras de Kelly. "No puedo evitar sentir lo mismo", admitió con suavidad. "Cada momento que paso contigo se convierte en el mejor momento del día".

La tensión emocional entre ellos se hizo palpable en el aire, cargada de electricidad y anticipación. Durante un instante, se quedaron mirándose el uno al otro en silencio, perdidos en un mundo de posibilidades y emociones.

Mientras tanto, en otro rincón de la sala de descanso, Gabriela observaba la interacción entre Lizzy y Kelly con una sonrisa traviesa en el rostro. Sabía que su amiga estaba enamorada de Kelly, y estaba decidida a hacer todo lo posible para ayudarla a encontrar la felicidad que tanto merecía.

Decidió acercarse a Kelly con una sonrisa amigable, tratando de mantener su expresión casual a pesar de la emoción que sentía en su interior. "Oye, Kelly", comenzó Gabriela con tono casual, "he notado que pasas mucho tiempo con Lizzy últimamente. ¿Qué piensas de ella?"

Kelly se giró hacia Gabriela, sorprendido por la pregunta directa de su amiga. Sin embargo, decidió ser honesto con ella, sabiendo que podía confiar en su discreción. "Lizzy es increíble", comenzó, sus ojos brillando con emoción. "Es hermosa, inteligente, apasionada... Me hace sentir cosas que nunca antes había sentido".

Gabriela asintió con una sonrisa de complicidad, sabiendo exactamente a qué se refería Kelly. "Suena como si estuvieras realmente enamorado de ella", comentó con suavidad.

Kelly asintió con gratitud, agradecido por la comprensión de Gabriela. "Lo estoy, Gabriela. Estoy profundamente enamorado de Lizzy. Es como si... como si fuera la pieza que faltaba en mi vida".

Gabriela sintió una oleada de alegría al escuchar las palabras de Kelly. Sabía cuánto significaba Lizzy para su amiga, y estaba feliz de verla tan emocionada y enamorada. "Estoy feliz por ti, Kelly", respondió sinceramente. "Espero que Lizzy sienta lo mismo por ti".

Kelly asintió con una sonrisa radiante en su rostro, sintiendo una oleada de esperanza y gratitud por su amiga. "Gracias, Gabriela. Significa mucho para mí".

Con una sonrisa de satisfacción en el rostro, Gabriela se alejó, dejando a Kelly perdido en sus pensamientos sobre Lizzy. Nunca había sentido algo tan fuerte por alguien antes, y estaba decidido a hacer todo lo posible para ganarse su corazón y demostrarle cuánto la amaba.

Después de su conversación con Kelly, Gabriela no pudo contener su emoción por compartir las noticias con Lizzy. Sabía cuánto significaba Kelly para su amiga y estaba ansiosa por ver su reacción al escuchar lo que él sentía por ella. Con una sonrisa juguetona en el rostro, se dirigió hacia donde Lizzy estaba parada junto a la ambulancia, lista para partir en su próxima misión.

"Lizzy", llamó Gabriela con entusiasmo, atrayendo la atención de su amiga. "¡Tengo algo que contarte!"

Lizzy se giró hacia Gabriela con curiosidad, notando la expresión emocionada en su rostro. "¿Qué pasa, Gaby? ¿Qué tienes para mí?"

Gabriela se acercó a Lizzy, apenas pudiendo contener su emoción mientras hablaba. "Estaba hablando con Kelly en la sala de descanso", comenzó, sus ojos brillando con emoción. "Y me dijo algo que creo que te va a hacer muy feliz".

La mención del nombre de Kelly hizo que el corazón de Lizzy diera un vuelco en su pecho, y una oleada de anticipación recorrió su cuerpo. "¿Qué dijo?" preguntó con ansias, apenas capaz de contener su emoción.

Gabriela le dirigió una sonrisa juguetona antes de continuar. "Dijo que estás en su mente todo el tiempo", reveló con una chispa traviesa en los ojos. "Que te ama con todo su corazón y que no puede dejar de pensar en ti".

Las palabras de Gabriela dejaron a Lizzy sin aliento, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras absorbía la noticia. No podía creer lo que estaba escuchando, y una oleada de emoción la invadió por completo.

"¿De verdad lo dijo?" preguntó Lizzy con incredulidad, sus ojos brillando con lágrimas de alegría. "¿Estás segura, Gaby?"

Gabriela asintió con una sonrisa radiante en el rostro. "Absolutamente segura. Kelly está profundamente enamorado de ti, Lizzy. Y no puedo esperar a ver lo que sucede a continuación".

Lizzy sintió una mezcla abrumadora de emociones en su interior, incapaz de procesar completamente la noticia que acababa de recibir. Kelly, el hombre que había ocupado sus pensamientos día y noche, también sentía lo mismo por ella. Era como un sueño hecho realidad, y Lizzy no podía estar más agradecida.

"Gracias, Gaby", dijo Lizzy con voz temblorosa, sus ojos llenos de gratitud. "Gracias por contarme esto. Significa mucho para mí".

Con una sonrisa de satisfacción en el rostro, Gabriela envolvió a Lizzy en un abrazo reconfortante, compartiendo su alegría y emoción. Sabía que este era solo el comienzo de una nueva y emocionante etapa en la vida de su amiga, y estaba ansiosa por ser testigo de todo lo que estaba por venir.

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