Entonces, en medio del tenso silencio, los suspiros de alivio se convirtieron en una sinfonía de amor y esperanza cuando los ojos de Lizzy se abrieron lentamente, buscando a su alrededor hasta encontrar la mirada preocupada pero reconfortante de Kelly. Su corazón dio un vuelco de felicidad al reconocerlo a su lado, como un faro en la oscuridad de su inconsciencia.

"Kelly", murmuró Lizzy con voz suave, su mirada reflejando el amor y el agradecimiento que sentía hacia él en ese momento. "Estás aquí".

Kelly sonrió con ternura, sus ojos brillando con emoción contenida al escuchar su voz. "Por supuesto que estoy aquí, bonita", respondió suavemente, acariciando con delicadeza su mejilla. "Te prometí que siempre estaría contigo, ¿recuerdas?".

Lizzy asintió débilmente, una sonrisa jugando en sus labios mientras sus dedos se aferraban con cariño a la mano de Kelly. "Lo recuerdo", dijo con voz suave. "Y te lo agradezco".

Los ojos de Kelly brillaron con lágrimas contenidas mientras observaba a Lizzy con adoración. "No tienes que agradecerme", susurró con voz emocionada. "Lo haría una y mil veces más si fuera necesario, solo para asegurarme de que estés bien".

Lizzy se sintió abrumada por la ternura en las palabras de Kelly, sintiendo su corazón llenarse de amor y gratitud. "Eres increíble", dijo con sinceridad, su voz apenas un susurro en la habitación tranquila.

Kelly acercó su rostro al de Lizzy, sus labios rozando los suyos en un beso suave pero cargado de significado. "Y tú eres mi todo", murmuró contra sus labios, perdiéndose en la dulzura del momento.

El tiempo pareció detenerse mientras Lizzy y Kelly se perdían en el calor de su amor, sus corazones latiendo al unísono mientras compartían un momento de intimidad y conexión profunda. En ese instante, no había preocupaciones ni miedos, solo el amor inquebrantable que sentían el uno por el otro.

Kelly se encontraba reacio a separarse de Lizzy, pero entendía la importancia de tranquilizar a sus seres queridos. Con un suave beso en la frente de Lizzy y una promesa silenciosa de regresar pronto, se levantó de la silla y salió de la habitación con paso firme pero el corazón aún pesa

Kelly sintió el apretón de la mano de Lizzy y su corazón se llenó de determinación. "No te preocupes, mi amor", le aseguró con voz suave pero firme. "No te dejaré sola nunca más. Me quedaré a tu lado siempre, en los buenos y malos momentos".

Lizzy asintió débilmente, sus ojos encontrando los de Kelly con una mezcla de amor y gratitud. "Gracias", susurró, su voz apenas un susurro. "No sé qué haría sin ti".

"Estoy aquí para ti", respondió Kelly, su tono lleno de ternura. "Y siempre lo estaré".

Con un gesto cariñoso, Kelly inclinó la cabeza para besar la frente de Lizzy con suavidad. "Te amo", murmuró, sintiendo una oleada de gratitud por tenerla en su vida.

Lizzy sonrió débilmente, sintiendo el amor reconfortante de las palabras de Kelly. "También te amo", respondió con sinceridad. "Gracias por estar a mi lado".

Con determinación, Kelly se puso de pie, decidido a cumplir su promesa. "Voy a avisar a los demás de que estás bien", dijo, mirando a Lizzy con seriedad. "Pero volveré pronto. No me iré".

Lizzy asintió, su corazón lleno de confianza en el amor y la promesa de Kelly. "Te estaré esperando", dijo con una sonrisa débil pero llena de amor.

Con un último vistazo a Lizzy, Kelly se dirigió hacia la puerta, listo para informar a los demás sobre el estado de Lizzy. Sabía que su lugar estaba junto a ella, como su protector y compañero de vida. Juntos, enfrentarían cualquier desafío que se interpusiera en su camino, con amor y determinación.

Kelly se acercó a Marianella con una sonrisa cálida, reconociendo el amor y la preocupación en sus ojos mientras esperaba ansiosamente noticias sobre Lizzy. "Marianella, ella está bien", dijo, su voz llena de alivio. "Despertó y pidió verte".

Las lágrimas de alegría llenaron los ojos de Marianella mientras abrazaba a Kelly con fuerza. "Gracias, Kelly", susurró, su voz temblorosa con emoción. "No sé qué haríamos sin ti".

"Lo hago por amor a ella", respondió Kelly sinceramente, devolviendo el abrazo con ternura. "Ella significa el mundo para mí".

Theo y Nina se acercaron, sus rostros reflejando la misma mezcla de alivio y preocupación. "¿Cómo está?" preguntó Theo, su voz apenas un susurro.

"Está bien, Theo", aseguró Kelly, poniendo una mano reconfortante sobre su hombro. "Pero necesita descansar".

Nina asintió, sus ojos brillando con lágrimas contenidas. "Ella es tan fuerte", murmuró con admiración. "Nunca deja de sorprendernos".

Kelly sonrió, compartiendo el sentimiento de admiración por Lizzy. "Ella es increíble", estuvo de acuerdo. "Y estoy agradecido de tenerla en mi vida".

Mientras tanto, en la estación 51, los compañeros de Lizzy esperaban ansiosamente noticias sobre su estado. Rocio, Eugenia y Candela se apoyaban mutuamente, compartiendo palabras de aliento y promesas de estar allí para su amiga en su momento de necesidad.

"Estoy tan preocupada por Lizzy", admitió Rocio, jugando nerviosamente con sus dedos. "Ella es como una hermana para mí".

"Lo sé", respondió Eugenia, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de Rocio. "Pero Kelly está con ella. Él la cuidará".

Candela asintió, su expresión llena de determinación. "Tenemos que estar allí para ella cuando regrese", dijo con firmeza. "Nuestra Lizzy es fuerte, pero también necesita nuestro apoyo".

Mientras tanto, en la habitación del hospital, Kelly se sentó junto a la cama de Lizzy, sosteniendo su mano con ternura mientras ella descansaba. "Te amo", murmuró, inclinándose para besar su frente con suavidad. "Siempre estaré aquí para ti, mi amor".

Lizzy sonrió débilmente, sintiendo la calidez reconfortante de las palabras de Kelly. "Te amo también", respondió suavemente, su voz apenas un susurro. "Gracias por estar a mi lado".

Con un suspiro de alivio y gratitud, Kelly permaneció junto a Lizzy, prometiendo protegerla y amarla siempre, en cada momento que compartieran juntos. Sabía que su amor era fuerte y que juntos podrían superar cualquier desafío que enfrentaran en el futuro.

Lizzy despertó lentamente, sintiendo una mezcla de confusión y debilidad. Su mente se tambaleaba entre la consciencia y el sueño, pero su instinto buscaba algo: a Kelly. Entreabrió los ojos y el primer destello de luz la hizo parpadear. Buscó con la mirada a su alrededor, desorientada por unos momentos, hasta que su visión se enfocó en la figura de Kelly, sentado a su lado, sosteniendo su mano con ternura.

"Bonita, ¿me buscabas?" susurró Kelly con voz suave, su rostro iluminado por una sonrisa cálida y aliviada. "Estoy aquí contigo, hoy y siempre, mi princesa preciosa."

Las palabras de Kelly calaron profundamente en el corazón de Lizzy. A pesar de la confusión inicial, su mente se aclaró al ver la preocupación y el amor reflejados en los ojos de Kelly. Una oleada de gratitud y amor la invadió mientras escuchaba sus dulces palabras. "Te amo", murmuró ella débilmente, apretando suavemente la mano de Kelly como si quisiera asegurarse de que él realmente estaba allí.

"Y yo a ti, más de lo que puedes imaginar", respondió Kelly, inclinándose para depositar un beso suave en la frente de Lizzy. Sus labios rozaron su piel con ternura, transmitiendo un torrente de emociones que no necesitaban palabras para ser expresadas.

El contacto de los labios de Kelly en su frente fue reconfortante para Lizzy, como una promesa silenciosa de que todo estaría bien. Aunque estaba débil y vulnerable, se sentía protegida y amada en los brazos de Kelly. Era como si todo el mundo desapareciera a su alrededor, dejándolos a ellos dos en una burbuja de intimidad y amor.

"Gracias por quedarte a mi lado", dijo Lizzy con voz suave, su mirada encontrando la de Kelly con gratitud y amor. "Nunca me dejes, ¿de acuerdo?"

Kelly le devolvió la mirada con determinación, sintiendo un nudo en la garganta ante la vulnerabilidad y la sinceridad en los ojos de Lizzy. "Nunca te dejaré", prometió él solemnemente. "Me casaré contigo y nunca te dejaré sola, mi amor."

Las palabras de Kelly resonaron en el corazón de Lizzy, llenándola de una sensación de seguridad y esperanza. Sabía que podía confiar en él, que estaría a su lado en los buenos y malos momentos. Con Kelly a su lado, se sentía lista para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Antes de que pudieran decir más, la puerta se abrió de par en par y entraron en la habitación un torbellino de emociones. Los ojos de Lizzy se iluminaron al ver a su madre, Marianella, correr hacia ella con los brazos abiertos, seguida de cerca por Theo y Nina, sus queridos hermanos. Las lágrimas de alegría y alivio inundaron la habitación mientras la familia se reunía alrededor de Lizzy, compartiendo abrazos, besos y palabras de cariño.

Mientras tanto, Kelly observaba la escena con una sonrisa amorosa, sintiéndose agradecido por la familia de Lizzy y por el amor incondicional que compartían. Era un recordatorio de lo afortunado que se sentía de tener a Lizzy en su vida, y se comprometió una vez más a protegerla y cuidarla siempre.

Las horas pasaron en un torbellino de emociones mientras Lizzy recibía atención médica y su familia y amigos se turnaban para estar a su lado. Kelly nunca se alejó de ella, cumpliendo su promesa de estar allí en cada momento, sosteniendo su mano y susurrándole palabras de amor y aliento.

A medida que la noche caía sobre el hospital, Lizzy se sumergió en un sueño reparador, rodeada del amor y el cuidado de sus seres queridos. Y mientras Kelly la observaba dormir, sintió una profunda sensación de gratitud y amor por la mujer que tenía frente a él. Sabía que, pase lo que pase, su amor por Lizzy solo crecería más fuerte con el tiempo, y estaba listo para enfrentar el futuro juntos, mano a mano, corazón a corazón.

Las palabras de aliento y apoyo de Gabriela y las demás amigas de Lizzy fueron como un bálsamo para su corazón preocupado. Se aferró a sus palabras con la esperanza de que todo saldría bien, de que sería capaz de enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara, incluido el temor a la maternidad y a lo desconocido.

Entre abrazos y risas, las chicas compartieron historias y recuerdos, tratando de levantar el ánimo de Lizzy y hacerla sentir amada y cuidada. Fue un momento de unión y camaradería, donde el amor y la amistad brillaron con fuerza, disipando cualquier sombra de duda o miedo que pudiera haberse aferrado al corazón de Lizzy.

Kelly observaba la escena con una sonrisa tierna, sintiéndose agradecido por el apoyo incondicional que Lizzy recibía de sus amigas. Sabía que no estaría solo en este viaje, que tendrían a un grupo de personas increíbles para acompañarlos en cada paso del camino.

Cuando la conversación se desvió hacia el tema del posible embarazo, Lizzy sintió un torbellino de emociones dentro de ella. La idea de convertirse en madre, de crear una nueva vida con Kelly, llenaba su corazón de alegría y esperanza, pero también de incertidumbre y miedo.

"¿Qué pasa si no estoy lista para ser madre?" murmuró Lizzy, su voz temblorosa con la preocupación.

Gabriela colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Lizzy y la miró con ternura. "Lizzy, eres más fuerte de lo que crees", dijo con suavidad. "Y tienes a Kelly a tu lado, dispuesto a apoyarte en todo momento. Juntos pueden superar cualquier desafío que se les presente".

Las palabras de Gabriela resonaron en el corazón de Lizzy, recordándole el amor y la fuerza que compartía con Kelly. Se sintió reconfortada por el recordatorio de que no estaba sola en esto, que tenía a un compañero de vida que la amaba incondicionalmente y estaba listo para enfrentar cualquier obstáculo a su lado.

Las chicas rodearon a Lizzy con amor y cuidado, abrazándola con fuerza y dejándole saber que estaban allí para ella en cada paso del camino. Rochi, con su dulzura y amabilidad, le ofreció palabras de aliento, recordándole lo valiente y fuerte que era. Candela, la soñadora del grupo, compartió historias de cuentos de hadas y romances, llenando el aire con un sentido de magia y esperanza. Eugenia, con su pasión y valentía, prometió estar allí para apoyar a Lizzy en todo lo que necesitara, recordándole que juntas eran invencibles.

Lizzy se sintió reconfortada por el amor y el apoyo de sus amigas, sabiendo que tenía a un grupo de mujeres increíbles que la respaldaban en cada momento. Agradeció cada palabra de aliento y gesto de cariño, sintiéndose fortalecida por la fuerza y la determinación de sus amigas.

Mientras tanto, Kelly regresó con la comida, encontrando a las chicas reunidas alrededor de Lizzy. Observó con una sonrisa cálida mientras cada una de ellas compartía su amor y apoyo con su amada. Se sintió agradecido por tener a un grupo tan maravilloso de amigas que estaban allí para Lizzy en su momento de necesidad.

"Gracias a todas por estar aquí", dijo Kelly, su voz llena de gratitud. "Significa mucho para Lizzy tenerlas a su lado en este momento".

Las chicas asintieron con una sonrisa, expresando su compromiso de apoyar a Lizzy en cada paso del camino. Juntas, formaban un equipo fuerte y unido, listo para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Con la comida servida y el amor fluyendo libremente entre ellos, Lizzy se sintió abrumada por la gratitud y el cariño que llenaba la habitación. Sabía que tenía a un grupo increíble de personas a su lado, dispuestas a acompañarla en cada paso de su viaje.

"Gracias a todos por estar aquí", dijo Lizzy, su voz temblorosa con la emoción. "No sé qué haría sin ustedes".

Kelly le tomó la mano con ternura, asegurándole que no tenía que preocuparse, que estaban juntos en esto. Y en ese momento, rodeados de amor y amistad, Lizzy y Kelly se sintieron más fuertes y unidos que nunca, listos para enfrentar juntos lo que el futuro les deparara.

Kelly la miró con adoración, sintiéndose abrumado por el amor y la admiración que sentía por la mujer frente a él. Sabía que estaban en este viaje juntos, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara, con amor y valentía como su guía.

Y en ese momento, en medio de la risa y el apoyo de sus seres queridos, Lizzy y Kelly se sintieron más unidos que nunca, listos para embarcarse en el próximo capítulo de sus vidas juntos, con el amor como su faro y la esperanza como su guía.