Capitulo 5

La vida en el hospital continuaba su ritmo frenético, pero para Lizzy y House, cada día era una oportunidad para encontrarse en secreto y explorar su creciente romance. Se las arreglaban para verse en momentos robados entre consultas y reuniones, compartiendo risas y confidencias en rincones apartados del hospital.

Una tarde, Lizzy se deslizó silenciosamente hasta la oficina de House, sabiendo que encontraría refugio en los brazos del hombre que amaba. Cuando entró, lo encontró sentado frente a su escritorio, absorto en la lectura de un informe médico.

House levantó la mirada al escucharla entrar, y una sonrisa juguetona iluminó su rostro al verla. "¿A qué debo el honor de tu visita, señorita Lizzy?", preguntó con tono burlón, aunque sus ojos brillaban con cariño.

Lizzy se acercó a él con una sonrisa traviesa en los labios. "Solo necesitaba un poco de tiempo a solas contigo, señor House", respondió con picardía, dejando claro que tenía algo más en mente que simplemente una charla casual.

House la miró con complicidad, sabiendo exactamente a qué se refería. "Ah, así que es eso", dijo con una risa suave, invitándola a tomar asiento frente a él.

Mientras Lizzy se sentaba frente a él, House la observaba con admiración, sintiendo cómo el amor por ella inundaba su corazón. "Eres lo más bonito que me ha pasado, Lizzy", confesó House con sinceridad, su voz cargada de emoción.

Lizzy sonrió con ternura, sintiéndose abrumada por la intensidad de sus palabras. "Y tú eres el hombre más increíble que he conocido, Gregory", respondió Lizzy con cariño, sus ojos reflejando el amor que sentía por él.

Durante horas, Lizzy y House se sumergieron en una conversación íntima y apasionada, compartiendo sus pensamientos más profundos y sus sueños más grandes. Hablaron de todo, desde sus pasiones compartidas hasta sus miedos más profundos, encontrando consuelo y fortaleza en la presencia del otro.

A medida que pasaba el tiempo, la conexión entre ellos se profundizaba aún más, como si estuvieran destinados a estar juntos en medio de las dificultades y los desafíos que enfrentaban en su vida cotidiana. Cada palabra, cada gesto, era una declaración de su amor y compromiso el uno con el otro.

Finalmente, cuando la tarde daba paso a la noche, Lizzy y House se despidieron con un beso tierno y apasionado, sabiendo que tendrían que esperar hasta su próximo encuentro para continuar explorando su romance secreto.

Mientras Lizzy se alejaba de la oficina de House, su corazón latía con la emoción de lo que acababa de experimentar. Sabía que su amor por él solo crecería con el tiempo, y estaba lista para enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara mientras estuvieran juntos.

Y así, en medio de las sombras del hospital, Lizzy y House continuaron viviendo su romance secreto, encontrando consuelo y felicidad el uno en el otro en los rincones más oscuros y silenciosos del lugar.

La oficina de House estaba envuelta en una atmósfera íntima y tranquila cuando Lizzy ingresó con una sonrisa en el rostro. Sabía que encontraría consuelo en los brazos de House, y no pudo evitar sentir un hormigueo de anticipación mientras se acercaba a él.

House levantó la mirada al verla entrar, y una sonrisa se curvó en sus labios al encontrarse con sus ojos. "Hola, Lizzy", saludó con ternura, su voz llena de cariño y deseo.

Lizzy se acercó a él con determinación, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho mientras se detenía frente a él. "Hola, Gregory", respondió con suavidad, sus ojos brillando con anticipación.

Sin decir una palabra más, House se levantó de su escritorio y se acercó a Lizzy con pasos lentos y cautelosos. Sus miradas se encontraron en un instante, y en ese momento, todo lo demás pareció desvanecerse a su alrededor.

Con un suspiro apenas audible, House tomó su rostro entre sus manos y la atrajo hacia él con delicadeza. Sus labios se encontraron en un beso suave y apasionado, transmitiendo todo el amor y la pasión que sentían el uno por el otro.

El beso fue como un fuego ardiente, consumiendo todo a su paso y dejando a Lizzy y House envueltos en una espiral de deseo y necesidad. Cada roce de sus labios era una promesa de amor eterno, una declaración de sus sentimientos más profundos y sinceros.

Sin embargo, su momento de intimidad fue interrumpido abruptamente por un golpe en la puerta. Lizzy y House se separaron con rapidez, sus corazones aún latiendo con la emoción del beso que habían compartido.

—¿Qué pasa? —preguntó House, su tono de voz lleno de irritación mientras se volvía hacia la puerta.

La puerta se abrió y James entró en la oficina, su expresión seria y concentrada. "Tenemos un nuevo caso", anunció, su tono de voz indicando la urgencia de la situación.

Lizzy asintió con seriedad, esforzándose por ocultar el rubor en sus mejillas. "¿Qué sabemos hasta ahora?" preguntó, su voz firme y profesional mientras se preparaba para discutir los detalles del caso.

House se unió a la conversación, su tono sarcástico y distante ocultando las emociones que aún bullían en su interior. Juntos, fingieron estar completamente concentrados en el caso, disimulando cualquier indicio de la pasión que habían compartido momentos antes.

A medida que discutían los detalles del caso, Lizzy y House intercambiaron miradas furtivas, compartiendo un breve momento de complicidad en medio de la farsa que estaban representando. Aunque fingían estar en desacuerdo, en realidad estaban más unidos que nunca, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo que pudiera interponerse en su camino.

Después de discutir los detalles del caso durante un tiempo, James finalmente se despidió y salió de la oficina, dejando a Lizzy y House a solas una vez más.

Cuando estuvieron solos de nuevo, Lizzy y House se miraron el uno al otro con una mezcla de amor y complicidad. Aunque fingían estar en desacuerdo, en realidad estaban más unidos que nunca, compartiendo un vínculo que era inquebrantable.

Con una sonrisa juguetona en los labios, Lizzy se acercó a House y le susurró al oído: "Parece que tendremos que seguir actuando si queremos mantener nuestro romance en secreto".

House asintió con una sonrisa traviesa, sabiendo que estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara. "Siempre estamos listos para un desafío", respondió con complicidad, su voz llena de confianza y determinación.

Y así, en medio de las interrupciones inoportunas y las apariencias engañosas, Lizzy y House continuaron viviendo su romance secreto, encontrando consuelo y felicidad el uno en el otro en los momentos más oscuros y desafiantes.

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