Después de la emotiva revelación y la confirmación del embarazo, Lizzy y House estaban listos para dar la noticia a sus familias. Aunque ya habían compartido la alegría entre ellos, ahora era el momento de extender esa felicidad a sus seres queridos. Primero, acordaron contárselo a los padres de Lizzy: Simon y Marianella.

Era una tarde soleada cuando llegaron a la casa de los padres de Lizzy. Simon y Marianella los recibieron con abrazos y sonrisas, sin sospechar la gran noticia que estaban a punto de escuchar.

"¡Papá, mamá!", exclamó Lizzy mientras entraban. "Tenemos algo importante que contarles."

Simon, siempre perspicaz, notó la emoción en los ojos de su hija. "¿Qué sucede, Lizzy? Tienes esa mirada de alguien que está a punto de dar una gran noticia."

Marianella, tomando las manos de su hija, añadió: "Sí, querida, cuéntanos. Estamos ansiosos por saber."

Lizzy tomó un respiro profundo y miró a House, quien le dio un asentimiento de apoyo. "Papá, mamá... estoy embarazada. Vamos a tener un bebé."

Marianella llevó una mano a su boca, sus ojos llenándose de lágrimas de felicidad. "¡Oh, Lizzy!", exclamó, abrazándola con fuerza. "Esto es maravilloso, mi niña. ¡Vamos a ser abuelos!"

Simon, por su parte, tenía una expresión de asombro y orgullo. "Lizzy, esto es increíble. Estoy tan orgulloso de ti, de ambos," dijo, extendiendo una mano a House. "House, cuida de mi hija y de mi nieto. Sé que serás un buen padre."

House estrechó la mano de Simon con firmeza. "Lo haré, Simon. Te prometo que haré todo lo posible para cuidar de Lizzy y de nuestro bebé."

Marianella no pudo contener más las lágrimas de alegría y abrazó a House también. "Gracias, House. Gracias por hacer feliz a mi hija."

Luego, llegó el momento de contarle a Blythe House, la madre de House. House se sentía nervioso, pero Lizzy lo tranquilizó. "Todo irá bien, amor. Ella estará feliz por nosotros."

Fueron a visitar a Blythe a su hogar. Cuando le dieron la noticia, Blythe quedó sorprendida, pero una cálida sonrisa pronto iluminó su rostro. "Gregory, Lizzy, esto es maravilloso. No puedo esperar a conocer a mi nieto o nieta," dijo, abrazándolos con cariño.

House sintió un alivio inmenso al ver la aceptación y alegría de su madre. "Gracias, mamá. Esto significa mucho para nosotros."

Finalmente, le contaron a los hermanos de Lizzy, Nina y Theo. Los dos se mostraron emocionados y felices, abrazando a su hermana con entusiasmo.

"¡Lizzy, esto es increíble! ¡Vamos a ser tíos!", exclamó Nina, su voz llena de emoción.

Theo asintió, con una sonrisa amplia. "Estoy muy feliz por ti, Lizzy. Y por ti también, House. Felicidades."

Después de compartir la noticia con sus familias, Lizzy y House se quedaron abrazados en la casa de los padres de Lizzy. La calidez de la familia y el amor que los rodeaba hacían que todo pareciera aún más real.

Lizzy se acurrucó en el pecho de House. "Estoy tan feliz, House. Saber que vamos a ser padres y que nuestras familias están tan emocionadas por nosotros es increíble."

House besó la parte superior de su cabeza. "Sí, es una sensación increíble. No puedo creer que vamos a tener un bebé. Y no puedo esperar a ver cómo serás como madre. Eres tan cariñosa y atenta. Nuestro bebé tendrá la mejor madre del mundo."

Lizzy levantó la cabeza y lo miró con ternura. "Y tendrá el mejor padre. House, tú has cambiado mi vida de tantas maneras. No puedo imaginar hacer esto con nadie más."

House acarició su mejilla, mirándola con amor. "Tú me haces querer ser mejor, Lizzy. Antes de ti, no pensaba que pudiera ser feliz, pero tú me has mostrado lo que es el amor verdadero. Eres mi todo."

Los dos se quedaron así, en silencio, disfrutando del momento, del amor que compartían y de la nueva vida que estaban a punto de comenzar juntos.

Después de compartir la noticia con sus familias, Lizzy y House decidieron contarles a sus amigos más cercanos. Invitaron a Wilson, Foreman, Cameron y Chase a una cena en su hogar para hacer el anuncio.

La cena transcurrió con risas y conversaciones agradables. Al final de la noche, Lizzy y House se levantaron para hacer el anuncio.

"Queremos agradecerles por estar aquí esta noche", comenzó Lizzy. "Tenemos algo muy especial que compartir con ustedes."

House tomó la mano de Lizzy y continuó: "Vamos a tener un bebé."

Hubo un momento de silencio antes de que estallaran en aplausos y felicitaciones.

"¡Eso es increíble!", exclamó Wilson, abrazando a ambos. "Felicidades."

Cameron tenía lágrimas en los ojos. "Estoy tan feliz por ustedes", dijo, abrazando a Lizzy. "Van a ser padres maravillosos."

Foreman y Chase también ofrecieron sus felicitaciones, sonriendo ampliamente. "Esto es genial", dijo Foreman. "Felicidades a ambos."

A medida que los meses pasaban, Lizzy y House se sumergieron en los preparativos para la llegada del bebé. Pasaron horas decorando la habitación, eligiendo muebles y comprando ropa adorable para el pequeño.

Una noche, mientras estaban acurrucados en el sofá, House acarició suavemente el vientre de Lizzy. "No puedo esperar a conocer a nuestro bebé", dijo suavemente. "Me pregunto si tendrá tus ojos."

Lizzy sonrió, colocando su mano sobre la de él. "O tal vez tendrá tu sonrisa", respondió. "Sea como sea, será perfecto porque será nuestro."

House la miró con adoración. "Sí, será perfecto. Igual que tú."

Un día, mientras descansaban en el sofá, Lizzy sintió un pequeño movimiento en su vientre. "House, ven aquí", llamó emocionada.

House se acercó rápidamente, colocando su mano sobre el vientre de Lizzy. "¿Qué pasa?", preguntó.

Lizzy sonrió radiantemente. "El bebé se está moviendo. ¿Lo sientes?"

House esperó unos momentos y luego sintió un suave golpecito contra su mano. "¡Lo siento! Es increíble", exclamó, mirando a Lizzy con asombro. "Nuestro bebé está realmente ahí."

Lizzy asintió, sus ojos llenos de amor. "Sí, y no puedo esperar a conocerlo."

Lizzy se sentó suavemente en la mecedora en la habitación del bebé, acariciando suavemente su vientre abultado. Aunque el bebé aún no había llegado al mundo, ya sentía una conexión profunda con él o ella. Había tanto amor en su corazón, tanto entusiasmo por lo que estaba por venir.

"Pequeño", murmuró suavemente, sus ojos brillando con emoción. "No puedo esperar a tenerte en mis brazos. Te amo tanto, incluso antes de conocerte."

Sus manos se movían en círculos suaves sobre su vientre, como si quisiera transmitir todo su amor al bebé antes de que naciera. Había tantas cosas que quería decirle, tantas emociones que quería compartir.

"Quiero que sepas, mi pequeño, que vas a tener un padre increíble," continuó, su voz llena de emoción y ternura. "House puede ser gruñón a veces, incluso un poco sarcástico y frío, pero para mí, él es lo mejor que me ha pasado."

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras hablaba de House. "Porque lo amo, cariño. Lo amo más de lo que puedo expresar. Con él, puedo ser yo misma, sin reservas ni juicios. Y él, él también puede ser él mismo. No hay nada ni nadie más en el mundo que importe tanto como él."

Lizzy suspiró, sintiendo la profundidad de su amor por House y por el bebé que llevaba dentro. "Con House a mi lado, me siento completa. Me hace sentir cosas que nadie más ha logrado hacer. Es mi gran amor, y estoy tan feliz de tenerlo."

Se tomó un momento para reflexionar sobre todo lo que habían pasado juntos, todas las risas y las lágrimas, las alegrías y las tristezas. Habían superado tantos desafíos juntos, y cada obstáculo solo los había unido más.

"Y tú, mi pequeño," continuó, dirigiéndose al bebé en su vientre, "vas a ser parte de este amor. Vas a crecer rodeado de amor y felicidad, porque eso es todo lo que House y yo queremos para ti."

Una sonrisa radiante se extendió por su rostro mientras imaginaba los momentos que compartirían juntos como familia. "Estoy emocionada por lo que está por venir, mi pequeño. Porque sé que, con House a nuestro lado, todo será perfecto."

Mientras Lizzy hablaba con el bebé en su vientre, House se quedó en el umbral de la habitación, observándola con ternura desde la distancia. Había algo increíblemente conmovedor en ver a Lizzy expresar su amor por su hijo nonato, algo que tocaba las fibras más profundas de su corazón.

Se quedó allí, en silencio, simplemente admirando a la mujer que amaba y al pequeño milagro que llevaba dentro. En ese momento, sintió una oleada de amor y admiración por ellos, una sensación abrumadora de gratitud por tenerlos en su vida.

No podía evitar sonreír al ver a Lizzy, tan radiante y llena de amor, y al bebé, tan querido incluso antes de nacer. Sabía que sería un padre afortunado, tener a estos dos seres maravillosos en su vida.

Y así, en medio del silencio de la habitación, House se tomó un momento para agradecer por el regalo del amor, un regalo que lo había transformado de una manera que nunca había imaginado posible.

En medio de la quietud de la habitación, Lizzy se quedó un rato más, sumida en sus pensamientos y emociones. Sabía que la llegada del bebé cambiaría sus vidas para siempre, pero también sabía que, con House a su lado, estaban preparados para cualquier cosa que el futuro les deparara.

Y así, con el amor como su guía y su fortaleza, Lizzy esperó con anticipación los hermosos momentos que les esperaban a ella, a House y al pequeño que pronto llegaría a sus vidas.