Capitulo 6
Lizzy y Gibbs se encontraban en la sala de estar de la casa de Gibbs, compartiendo un momento íntimo después de un día lleno de emociones. La luz tenue de la lámpara de pie creaba un ambiente acogedor mientras se sentaban juntos en el sofá, disfrutando de la tranquilidad de la noche.
"Lizzy", comenzó Gibbs, mirándola con ternura, "nunca pensé que me enamoraría de una princesa. Pero aquí estamos".
Lizzy sonrió, entrelazando sus dedos con los de Gibbs. "Y yo nunca imaginé que encontraría el amor en un agente federal duro y valiente como tú, Jethro".
Ambos se rieron suavemente, compartiendo un momento de complicidad. A pesar de las diferencias en sus mundos, habían encontrado un amor que trascendía las barreras.
"Es extraño, ¿verdad?", continuó Lizzy, su mirada perdida en el resplandor de la chimenea. "Toda mi vida he sido una princesa, viviendo bajo el escrutinio constante de la gente. Pero contigo, Jethro, me siento libre".
Gibbs asintió, comprendiendo el peso de las expectativas que Lizzy había enfrentado. "Estoy aquí para protegerte, Lizzy. Siempre".
"Lo sé", respondió Lizzy con gratitud. "Y estoy aquí para ti también, Jethro. Eres mi roca, mi refugio seguro en medio de la tormenta".
Se abrazaron con ternura, encontrando consuelo en el calor mutuo de sus cuerpos. En ese momento, no eran una princesa y su guardia de seguridad, sino dos almas que se habían encontrado y se aferraban con fuerza el uno al otro.
De repente, el teléfono de Gibbs sonó, interrumpiendo el tranquilo momento. Con un suspiro, Gibbs se levantó para contestar, pero Lizzy lo detuvo con una suave presión en su mano.
"Deja que suene", dijo ella con determinación. "Esta noche es solo para nosotros, Jethro".
Gibbs sonrió, dejando que el teléfono continuara sonando en el fondo. Se sentó nuevamente junto a Lizzy, sintiendo una profunda gratitud por el amor que compartían.
"Te amo, Lizzy", dijo Gibbs con sinceridad, mirándola a los ojos.
"Y yo te amo a ti, Jethro", respondió Lizzy, devolviéndole la mirada con amor.
En ese momento, no había realeza ni deberes que los separaran. Solo existía el amor puro y sincero que compartían el uno por el otro, un lazo que los unía más allá de las expectativas y responsabilidades del mundo exterior.
Así, se quedaron juntos en la calma de la noche, saboreando cada instante de su amor y prometiéndose el uno al otro un futuro lleno de felicidad y complicidad.
Y en ese momento, nada más importaba. Porque Lizzy y Gibbs habían encontrado su propio cuento de hadas, un amor verdadero que perduraría a través del tiempo y las adversidades.
El teléfono seguía sonando en la distancia, pero para Lizzy y Gibbs, el mundo exterior se desvaneció mientras se perdían el uno en el otro, inmersos en el amor que habían encontrado juntos.
Jethro: Lizzy, hay algo que necesito decirte. Desde el momento en que te conocí, mi vida cambió por completo. Eres el amor de mi vida, nunca he sentido algo así por nadie más. Me haces ver la vida de una manera más bonita, más colorida, más especial. Desde tus ojos que son como el mar en calma hasta tu sonrisa sincera que ilumina incluso los días más oscuros. Tu cabello rubio y largo, tu figura prominente, cada parte de ti me fascina.
Lizzy: (emocionada) Jethro...
Jethro: Déjame continuar. Es tu personalidad lo que me enamora más. Eres empática, dulce, sincera, apasionada, amable, inteligente, intensa, simplemente especial. Dondequiera que vayas, traes luz al lugar. No conozco a nadie más que tenga un corazón tan puro como el tuyo. No conoces el odio, la mentira ni la maldad. Todos te adoran por la gran persona, mujer, agente y princesa que eres. Has hecho mi mundo más bonito, más brillante y más colorido desde el momento en que entraste en mi vida.
Lizzy: (mirándolo con ternura) Jethro, no sé qué decir...
Jethro: (tomando su mano) Cuando te miro, es como si estuviera contemplando una obra de arte. Quiero memorizar cada parte de ti, cada detalle, incluso el más pequeño, porque para mí, cada uno de ellos es la cosa más hermosa que he visto. Te elegiría entre millones de personas, eres mi única opción, por encima de todo.
Lizzy: (sonriendo, juguetona) ¿No será la primera, cariño?
Jethro: (sonriendo también) No, Lizzy. Eres la única opción porque te amo, y nada más que a ti en este mundo. Eres mi persona favorita, la única que realmente importa para mí.
Lizzy: (acercándose a él) Entonces, si solo soy yo...
(Jethro la interrumpe dulcemente con un beso apasionado. Lizzy corresponde al beso con la misma intensidad, ambos sintiendo cómo sus corazones se unen en ese momento de amor y conexión profunda.)
Jethro: Lizzy, quiero más que esto. Quiero casarme contigo, formar una familia, compartir cada momento. Quiero que sea contigo, porque eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Lizzy: (sonriendo encantada) ¡Sí! Pero, Jethro, hagámoslo más formal y especial.
Jethro: (asintiendo) Entendido.
Lizzy: (mirándolo fijamente) ¿Estás listo para ser el rey a mi lado? ¿Listo para dejar NCIS o estar juntos aquí o en un castillo, incluso si solo somos nosotros dos?
Jethro: (tomando sus manos) Sí, Lizzy. Estoy listo para cualquier opción, siempre y cuando estemos juntos. Ya sea en la sede o en un castillo, tú y yo juntos es lo único que importa.
Lizzy: (acariciando su rostro) Jethro, eres mi persona, mi hogar, mi alma gemela, el amor de mi vida. Te elegiría a ti incluso si eso significa dejar NCIS y mi lugar como futura reina de Italia. Somos nosotros contra el mundo, y te amo más que a nadie y a nada en este mundo. Junto a tu lado, me siento invencible.
(Lizzy y Jethro se abrazan con fuerza, entregándose de nuevo a la pasión que sienten el uno por el otro incluso en la sala, demostrando que su amor es puro y verdadero, que nada ni nadie los puede separar. Son del otro en cuerpo y alma, sabiendo que el amor más puro ha triunfado sobre todas las adversidades.)
En la quietud de ese abrazo, el tiempo parece detenerse mientras sus corazones laten al unísono. Jethro acaricia suavemente el cabello de Lizzy, susurra palabras de amor que se mezclan con el latir de sus corazones. Lizzy siente la calidez de su piel, la seguridad en sus brazos, y sabe que este momento es único, perfecto en su imperfección.
El deseo se enciende entre ellos como una llama que nunca se apaga. Cada beso es una promesa, cada caricia una declaración de devoción eterna. La ternura y la pasión se entrelazan en un baile intenso y delicado, donde sus almas se comunican en un lenguaje sin palabras. Lizzy siente cómo Jethro la sostiene con firmeza, como si fuera el tesoro más preciado del universo, mientras él la mira con adoración y gratitud por tenerla a su lado.
En ese espacio de intimidad, se funden en un amor que trasciende las palabras y las acciones, un amor que es profundo y eterno. En cada mirada se encuentran mundos enteros, en cada toque se renueva la promesa de un futuro juntos. Y en ese abrazo, saben que han encontrado el hogar en los brazos del otro, donde la pasión y el amor arden como estrellas en la noche infinita.
En la penumbra de la habitación, donde solo el suave susurro del viento y el palpitar apasionado de sus corazones llenan el espacio, Lizzy y Jethro se envuelven en la calidez de un amor profundo y ardiente. Jethro acaricia a Lizzy con reverencia, tratándola como a una joya preciosa que debe ser protegida y admirada. Cada roce de sus manos sobre su piel es un tributo a la belleza que la hace única en su corazón.
Lizzy, entregada a la pasión compartida, se siente completa en los brazos de Jethro. Entre sábanas de seda que parecen conocer los secretos más íntimos de su amor, se entrelazan en un baile etéreo de ternura y deseo. Cada movimiento es una melodía que solo ellos dos pueden escuchar, una sinfonía de amor que llena el espacio con promesas silenciosas y susurros de futuro.
Jethro: (susurrando en su oído) Eres mi universo, Lizzy. En cada detalle tuyo encuentro la perfección que siempre he buscado. Tus ojos son estrellas en la noche, guiándome hacia el camino de nuestro destino compartido. Tu sonrisa es el sol que ilumina mi camino, y tu corazón es el santuario donde encuentro paz y amor verdadero.
Lizzy: (acariciando su rostro con ternura) Jethro, contigo descubro el significado del amor sin límites. Cada instante a tu lado es una bendición que atesoro en lo más profundo de mi ser.
En ese santuario íntimo que han creado juntos, el amor florece en su forma más pura y poderosa. El calor de su unión deja una marca en sus almas, una marca que resonará en cada paso que den juntos hacia el futuro. Y en ese momento sagrado, el universo conspira silenciosamente para tejer un nuevo hilo en el tapiz de sus vidas.
El acto de amor compartido entre ellos lleva consigo una promesa oculta, una semilla de vida que se ha plantado en el jardín de su amor. En las profundidades de su conexión, un milagro se gesta en silencio, preparándose para florecer en el momento justo.
Lizzy: (susurrando mientras se recuesta en su pecho) Jethro, contigo me siento completa. Eres mi hogar, mi refugio, mi amor eterno.
Jethro: Lizzy, tú eres mi luz en la oscuridad, mi razón de ser. Te amo más allá de las palabras, más allá del tiempo. Eres mi todo.
En ese santuario de amor, entre susurros y caricias, saben que han encontrado en el otro su destino y su futuro. Juntos, están listos para enfrentar cualquier desafío que el mañana les depare, guiados por el vínculo indestructible que han forjado con cada beso, cada caricia, cada momento compartido bajo las estrellas de su amor.
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